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sábado, 28 de febrero de 2015

El Papa y las condiciones de trabajo

El papa Francisco hizo una durísima crítica al trabajo en negro: “un pecado gravísimo”. Durante la misa en la Casa de Santa Marta, denunció a a quienes hacen ofrendas a la Iglesia pero se comportan en forma injusta con sus empleados, sin pagarles los aportes del seguro social y la jubilación.
"No puedes hacer ofrendas a la Iglesia a costa de la injusticia que haces con tus empleados. Es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia", dijo Francisco.
"Si uno va a Misa el domingo y toma la comunión, se le puede preguntar: ¿cómo es la relación con tus empleados? ¿Les pagas en negro? ¿Pagas el salario justo? ¿Pagas las contribuciones para la jubilación?", dijo.
El concepto de la homilía giró en torno a que los cristianos, sobre todo en Cuaresma, están llamados a vivir coherentemente el amor de Dios y el amor al prójimo.
Comentando las lecturas, el pontífice subrayó que es preciso distinguir entre "lo formal y lo real". Para el Señor, observó, "no es ayuno no comer carne", pero luego "pelear y explotar a los obreros".
Por eso Jesús condenó a los fariseos, porque hacían "muchas observaciones exteriores, pero sin la verdad del corazón". "Cuántos hombres y mujeres de fe tienen fe, pero dividen las tablas de la ley: 'Sí, sí, yo hago esto'. '¨Pero das limosna?' 'Sí, siempre envío un cheque a la Iglesia'. 'Ah, está bien, pero en tu Iglesia, en tu casa, con los que dependen de ti -sean los hijos, sean los abuelos, sean los empleados- ¨eres generoso, eres justo?'. No puedes hacer ofrendas a la Iglesia a costa de la injusticia que cometes con tus empleados. Este es un pecado gravísimo: es usar a Dios para cubrir la injusticia".
El papa Francisco ha criticado que se paguen los salarios en negro o se ofrezcan 600 euros al mes por once horas de trabajo, sólo porque siempre habrá alguien que aceptará debido a la necesidad, en un discurso dirigido a varias cooperativas italianas.
"Hay quien ofrece once horas de trabajo al día por 600 euros al mes. Y si no te gusta, pues te dicen que te vayas a casa. Esto es lo que pasa en este mundo, donde si tú no aceptas otro aceptará. El hambre hace que se acepten también trabajos en negro, como todo el personal doméstico. ¿Cuántos de ellos tienen garantizada la pensión?", ha explicado el Pontífice.
Francisco, que ha improvisado en varias ocasiones respecto al discurso preparado, también ha lamentado el "drama de la cultura del descarte" y ha dicho, a modo de ejemplo: "¿Y tú que eres? Soy ingeniero. ¿Cuántos años tienes? 49. Entonces no sirves, vete".
En su largo discurso, Francisco ha valorado el trabajo de las cooperativas y les ha pedido que encuentren "formas, métodos e instrumentos para combatir esta cultura del descarte, cultivada por los poderes que manejan las políticas económicas-financieras del mundo globalizado". Por ello ha aconsejado a las cooperativas que se conviertan "en el motor que levanta y desarrolla la parte más débil de nuestras comunidades locales y de la sociedad civil". Y que, "especialmente piensen a los jóvenes y a tantas mujeres que necesitan entrar en el mundo del trabajo, o a los adultos que pierden el empleo".
También les ha instado a que se activen "como protagonistas para realizar nuevas soluciones de bienestar social, particularmente en la sanidad, un campo delicado donde tanta gente no pobre no encuentra respuestas a sus necesidades".

jueves, 26 de febrero de 2015

Que el Pueblo decida si quiere ser Argentina o Argen-china. Mario Cafiero

jueves, 26 de febrero de 2015
Que el Pueblo decida si quiere ser Argentina o Argen-china
Mario Cafiero

En esta Audiencia estamos debatiendo un tema político estratégico para el país y para nuestro Pueblo, como lo son los acuerdos con la República Popular China. Decía Napoleón que no se puede hacer política sin un mapa y de allí la importancia de la geopolítica. O sea no se puede entender lo que sucede adentro del país, sino miramos lo que está sucediendo afuera. Muchos de los conflictos que sufrimos internamente están -directa o indirectamente- vinculados con disputas geopolíticas o conflictos globales. Si fuéramos un país serio, la dirigencia política, empresarial y sindical; debería debatir y acordar como cabalgar estos conflictos, en defensa del interés nacional. Sin embargo, buena parte de la dirigencia se enfrasca en disputas internas pueblerinas o peor aún, se monta en esos intereses externos para dirimir las pujas internas.

Esa cultura política pueblerina, nos impide reaccionar adecuadamente ante los escenarios externos y nos lleva sistemáticamente al fracaso. Debemos entender que el juego de la política real no es como un truco, donde valen las mentiritas y las muecas para llevarse algún poroto. La política real es un TEG, de amenazas y oportunidades, donde la Argentina es parte del tablero y está sometida a conflictos globales. Tenemos que agradecer al Senador Fernando Pino Solanas que con esta Audiencia nos haya podido elevar el nivel del debate para poner de manifiesto estas cuestiones vitales.

Así como no se puede hacer política sin un mapa, tampoco se puede hacer política sin conocer la historia. Disiento con lo dicho aquí respecto que estos acuerdo con China son una reedición del pacto Roca-Runciman de la década del 30. Ese pacto procuró prolongar una relación colonial con Inglaterra, cuando ella empezaba su declinación. Ahora, estos acuerdos son una China el pleno ascenso como superpotencia. Por ello, esto más parecido a cuando en 1815 el Director Supremo Carlos María Alvear, temeroso de caer nuevamente en el colonialismo español, envía a Manuel García a negociar con Lord Strangford para que las Provincias Unidas se conviertan en colonia del imperio británico. Hoy, 200 años después, producto de las desacertadas políticas K de los últimos años – fundamentalmente en el manejo de la deuda y la energía- la Argentina vuelve a sufrir una estrechez de divisas externas y el gobierno sale a buscar con desesperación el ingreso de divisas. Para salir de la sartén del dólar que nos quema, caemos en una olla china, donde podemos terminar de cocinar las posibilidades de un desarrollo autónomo.

Tampoco se puede hacer política sin información. O sea, no se puede hacer política sin Google. Cuando me puse a investigar el tema de la estación satelital en Neuquén (cedida a los chinos por convenio entre la CONAE y la agencia china CLTC) encontré que la CTLC es una agencia china que depende del PLA. ¿Qué es el PLA?: es en inglés el Popular Liberation Army o sea que la CLTC es una agencia del Ejército Popular de Liberacion chino. O sea que sin ningún tipo de información ni debate, la Argentina ya es miembro de la China Deep Space Network, programa chino de conquista de la Luna y Marte. Aunque parezca ciencia ficción, el gobierno nacional nos está colocando irresponsablemente en un conflicto en la que las superpotencias van a disputar su supremacía en el estratégico espacio interestelar. En los 90` Menem envió naves al Golfo y nos involucró en el conflicto de Medio Oriente, que aún sigue derramando sangre. Cristina Kirchner, con este acuerdo, nos involucra en un conflicto que seguramente heredarán varias generaciones de nuestros descendientes.

Por último, no se puede hacer política sin el Pueblo o a espaldas de él o violentando las formas democráticas. Este Convenio Marco fue aprobado a tambor batiente con una mayoría en el Congreso circunstancial, que no es el reflejo de las últimas urnas, ni de la opinión pública actual. O sea es un fraude a las instituciones democráticas.

Creemos que se hace necesario conformar un Foro, que reúna a todas las fuerzas que defienden el interés, la industria y el trabajo nacional, para informar al ciudadano argentino de las nefastas consecuencias de estos acuerdos. Y proponer una consulta popular vinculante sobre estos acuerdos, a ser convocada el año que viene, para que el pueblo decida si quiere ser Argentina o Argen-china.


Ponencia Ing. Mario Cafiero en Audiencia Pública sobre Acuerdos con China en el Senado de la Nación. 24/02/2015.

Por un error de cálculo, el Gobierno paga un 40% más caro el gas que llega por barco a Bahía Blanca

Por un error de cálculo, el Gobierno paga un 40% más caro el gas que llega por barco a Bahía Blanca

Publicado el 24 febrero, 2015 por El Inversor On Line.
 
Nicolás Gandini | El Inversor Online |

A partir de la caída del precio internacional del crudo, que en la práctica termina definiendo el valor de la mayoría de los productos derivados o asociados al petróleo, en el Gobierno se ilusionaron con poder reducir de forma significativa el costo de las importaciones de energía. Esa presunción se empezó a materializar durante los últimos meses de 2014 e inicios de este año, pero sólo parcialmente.

Es que a raíz de la metodología elegida por Enarsa -la empresa estatal de energía- para determinar el precio del gas natural licuado (GNL) que se importa, la baja de la cotización internacional del petróleo no terminó de trasladarse en toda su dimensión al importe que paga el Estado por el gas que llega por barco a las dos terminales regasificadoras instaladas en el país.

En rigor, la fórmula para calcular el precio del GNL que se compra para la terminal de Escobar depende, fundamentalmente, de la evolución del petróleo Brent, tal la denominación del hidrocarburo que se extrae en el Mar del Norte. Por ese motivo, el Gobierno logró bajar, desde junio del año pasado a febrero de este, de 15/16 dólares a alrededor de US$ 10/11 por millón de BTU (MMBTU) el gas destinado a esa terminal. La reducción sigue la línea trazada por el Brent, que pasó de pagarse en Londres a 110 dólares en junio a perforar la barrera de los US$ 50 en enero pasado, con una baja en apenas seis meses de más del 100 por ciento. Ayer cerró a 58,90 dólares por barril.

Sin embargo, la base de cálculo para determinar el precio del GNL que se regasifica en Bahía Blanca -en el buque de Excelerate amarrado en el muelle de la compañía petroquímica Mega- está ‘atada’ a la evolución del Henry Hub, la cotización del gas en EE.UU. El valor de cada cargamento de gas licuado que despacha en esa terminal se fija, entonces, en función de ese indicador más un plus (premio) que propone cada proveedor de GNL en la licitación. El que ofrece el premio más bajo, gana.

Lo que sucede es que, si bien registró una caída desde noviembre, la retracción del Henry Hub no ha sido tan marcada como la del petróleo. El 1° de diciembre se pagaba US$ 3,56 por MMBTU. Ayer cerró a 2,90 dólares. Lo mismo sucedió con el GNL que compra la Argentina para Bahía Blanca: de US$ 16 bajó a US$ 13/14 por MMBTU, según confirmaron a El Inversor Online dos traders que sigue de cerca la evolución de precios del mercado energético.

Lo curioso, en definitiva, es que el Estado, a través de Enarsa, termina pagando dos precios divergentes por un mismo producto. Es más, por la complejidad de su operación (el calado del río Paraná exige usar barcos de menor envergadura), la operación de la terminal de Escobar es más costosa, por lo que lo lógico sería que el precio del GNL destinado a esa planta sea más caro. En la práctica sucede exactamente lo contrario: el precio del gas que se inyecta en Bahía Blanca es hasta un 40% más oneroso que el de Escobar.

El costo de las importaciones de GNL trepó en 2014 hasta los US$ 3561 millones, según datos de la Secretaría de Energía. Fueron alrededor de 100 cargamentos entre las dos terminales. “Si el Gobierno hubiese utilizado en Bahía Blanca la misma fórmula para calcular el precio del GNL que llega a Escobar, podría haberse ahorrado entre un 30% y un 40% de lo que gastará este año”, señaló un directivo de una empresa que se dedica al comercio de combustibles.

De acuerdo con su análisis, en 2015 la factura anual del GNL que se compra para Bahía Blanca podría rondar -en el caso que se mantengan los valor del Henry Hub- los US$ 1500 millones, por lo que se podría haber ahorrado hasta US$ 400 millones.

En rigor, el encargado de licitar la compra de GNL es YPF, que se hizo cargo de la tarea a fines de 2012 por mandato del ministro de Economía, Axel Kicillof. Sin embargo, la petrolera reestatizada realiza las compulsas en los términos que define Enarsa.

PESCA. UN CUENTO CHINO. Dr. CESAR AUGUSTO LERENA

UN CUENTO CHINO
Dr. CESAR AUGUSTO LERENA

Los sucesivos gobiernos nos tienen acostumbrados a negociar en una debilidad extrema con las Grandes Potencias. El ex Canciller Caputo promovió los llamados “Acuerdo Marco” que permitían el ingreso de 18 buques pesqueros al Atlántico Sur y pescaron 200 buques mellizos rusos porque la Argentina carecía de todo control. Cavallo con el apoyo de Felipe Solá ratificó esos acuerdos y promovió los Acuerdos con la Unión Europea que habría de significar la mayor depredación de la historia pesquera. Con ello, se inauguró en la Argentina, el desempleo y el subsidio al ex ocupado pesquero, al que se le agregarían los millones de desempleados subsidiados.     

El 16 de noviembre de 2004, Néstor Kirchner y Hu Jintao firmaron convenios, en una supuesta sociedad estratégica, que permitiría a nuestro país recibir inversiones por unos 20.000 millones de dólares en los próximos 10 años; miles de millones que no llegaron a la Argentina, sino que, por el contrario, embarcaciones extranjeras, en su gran mayoría asiáticas, pero también españolas, con o sin licencias ilegales del invasor británico en Malvinas extraen todos los años 1 millón de toneladas de pescados y calamares del Atlántico Sur, lo que equivale en el comercio final internacional una suma del orden de los 14 mil millones de dólares anuales. Mientras esto ocurre la Argentina desembarca 800 mil toneladas/año y exporta por valor de U$S 1.500 millones/año. La Argentina no tiene una política de comercialización nacional e internacional del pescado y por ello cientos de miles argentinos no acceden al empleo.

El 18 de enero de 2010, a poco más de cinco años de aquella promesa incumplida, el entonces Ministro de Agricultura argentino Julián Dominguez firmó la Resolución 5/10 que autorizó a suscribir un “Acuerdo de Cooperación sobre Pesca” con el Ministerio de Agricultura de China. 

En base a ello y a posteriores resoluciones de la Subsecretaría de Pesca -además de los cientos de barcos que pescan ilegalmente- 20 buques pesqueros chinos fueron autorizados a pescar en el mar argentino asociados a empresas pesqueras chinas radicadas en la Argentina; a condición de que procesen en tierra el 10% de las capturas. Porqué 10% de las capturas y no el 100% de las capturas? Porque los chinos a las capturas en el mar argentino las consideran chinas y no pagan ningún arancel de ingreso a China, contrario a lo que ocurre con los productos argentinos que deben pagar aranceles de importación a China. Un verdadero negocio chino.

No hay “intereses comunes con China en el desarrollo de la pesca, de beneficio recíproco”. El Estado argentino, es el propietario del recurso, tiene un desarrollo tecnológico excelente en la investigación, captura, conservación e industrialización pesquera; mientras que China, sólo importa el 6% de materia prima pesquera Argentina, con un bajísimo valor agregado (U$S 1.300/tonelada), mientras que los principales importadores de pescado argentino compran a valores equivalentes a los U$S 2.700 la tonelada (Brasil), U$S 3.300 (España) o U$S 4.300 (Italia), etc. Un dato elocuente que demuestra que los chinos vienen por nuestras materias primas, no agregan valor ni generan empleo.          

Estos Acuerdos se firman en base a supuestos “…principios de igualdad y beneficios mutuos…”, y en verdad se trata de la entrega de nuestros recursos naturales, hasta que se hayan agotado y con ello se genere el cierre de las empresas nacionales, el desempleo, la despoblación de todos los puertos del litoral marítimo y la desocupación de las áreas estratégicas de la nación, como el territorio Patagónico, el Atlántico Sur, las Islas Malvinas, el canal del Beagle y la Antártida Argentina.

China con 51,5 millones de toneladas anuales es el primer productor y exportador mundial de productos pesqueros; es decir,  produce 50 veces más que Argentina. Por lo tanto será un mercado menos de Argentina. Las capturas chinas en el mar argentino no sólo habrán impactar directamente en lo económico-comercial, sino que éstas capturas habrán de actuar sobre el equilibro biológico de las especies en el mar argentino y con ello, este impacto negativo alcanzará sobre estas y otras especies que capturan las empresas nacionales. 

Señores, hay unos 95.000 buques pesqueros en el mundo, de los cuales 40 mil son Chinos, la mayoría ubicados en el área austral; deberíamos estar muy preocuparnos por este desequilibrio, donde la Argentina tiene sólo unos 500 buques pesqueros, que siendo un número sobredimensionado para el recurso máximo sostenible, no alcanza para ocupar todo el mar argentino, cuyo control está limitado a tres buques de la Prefectura Naval.

La política de este gobierno, instrumentada por el entonces Secretario Moreno, de exigirles a los importadores que exporten lleva también a concentrar el negocio en unos pocos, al igual que lo que ocurre en materia de granos y con ello a la pérdida de rentabilidad del industrial argentino. El gigante asiático está en condiciones de quedarse con toda la actividad pesquera argentina.

Si la Argentina tuviese vocación o capacidad de controlar el mar, que no la tiene. Si la Argentina tuviese una situación política, económica y soberana de fortaleza, que no la tiene, otro podría ser el escenario, y seguramente no firmaría este Acuerdo claudicante. Como con los Acuerdos de entonces con la URSS se acordará el ingreso de algunos buques pesqueros chinos y pescarán cientos de buques mellizos sin control alguno o con un supuesto control que encubra la corrupción. Derogar los acuerdos con la URSS, que se prolongaron por años, fue una difícil batalla política, de intereses económicos y una clara demostración de la debilidad negociadora de Argentina. Derogar los Acuerdos con China, en una Argentina soja-dependiente, será un misión imposible, con un país colonizado, sin empleo argentino y devaluados y depredados sus recursos naturales. Será mar arrasado.       

En un país soberano y serio no hay excedentes pesqueros para entregar a terceros: toda la proteína la obtiene racionalmente el Estado Nacional para alimentar bien a su pueblo; y más aún si en su población hay altos índices de pobreza”. El acceso al recurso pesquero es un derecho de tercera generación.

Este no es un Acuerdo Chino. Este es un verdadero cuento chino, donde el pez grande se come al chico.


Ex Secretario de Estado – Asesor en el Honorable Senado de la Nación del Senador Fernando Pino Solanas, febrero 24 de 2015

viernes, 20 de febrero de 2015

ESTATAL CHINA COMPRA EXPORTADORAS DE GRANOS EN ARGENTINA: NIDERA Y NOBLE

¿A qué vienen los chinos?
Escrito por  Germán Mangione

brujulacomunicación.com
SURSUELO

La compra por parte del consorcio estatal chino COFCO de dos de las exportadoras multinacionales de granos más grandes de las instaladas en Argentina (Nidera & Noble), encendió las voces de alarma en cuanto a la concentración del comercio exterior de granos por parte de las empresas orientales. Y suscitó el interrogante: ¿qué vienen a buscar los chinos?

COFCO con C de China
La llegada de Cofco a la Argentina sorprende sólo a aquellos que no vienen siguiendo el mercado mundial de cereales. Es que el consorcio estatal de compras de granos más grande de China anunció hace ya más de dos años la creación de un fondo financiero especial de 10 mil millones de dólares para iniciar un proceso de fusiones y adquisiciones en el extranjero. La diferencia con aquel dato es que ha comenzado a hacerlo efectivo.
El gigante asiático maneja desde los granos (soja, arroz, trigo, maíz), hasta los subproductos primarios (harinas proteicas, aceites, harinas, maltas) y alimentos esenciales como los tomates, uvas, té y el azúcar. COFCO tiene una capacidad estática de almacenaje de 3 millones de toneladas, más puertos distribuidos a lo largo de las costas chinas con capacidad para mover 100 Mt de productos por año. Trece plantas de molienda de soja con capacidad para 2 Mt por año, cuentan también con plantas de alimentos balanceados que producen 3 Mt por año, capacidad que la están llevando a 8 Mt. Su capacidad de faena de cerdos es de 1,5 millón por año y de 110 millones en pollos.
Y esta agresiva política de compras en el extranjero está en fina sintonía con las planificaciones del gobierno Chino. "Vamos a fomentar la agricultura a globalizarse y utilizar activamente los recursos extranjeros", dijo el ministro de Finanzas Lou Jiwei en la presentación del presupuesto anual del año pasado.
Y en esa construcción de una cadena de suministro global de alimentos es que está embarcada la estatal Cofco. En la política de apertura paulatina o la filosofía que resume en la famosa frase de Deng Xiaoping, sucesor de Mao Tse Tung al frente de China: “cruzar el río avanzando cuidadosamente sobre las piedras”, la primer piedra es la empresa estatal, incluso bajo la protesta de algunos gigantes privados que hoy (por lo menos en esta etapa) no tiene la posibilidad de extenderse al exterior.
Nidera ahora tiene C
La compra de Nidera le brinda a la estatal china el acceso a toda la cadena de producción de cereales, desde el campo al barco, pasando incluso por los fertilizantes. Nidera es una empresa de origen holandés creada en 1920 por un grupo de comerciantes de cereal que hacia 1929, parte del grupo, emigra a la Argentina, donde se crea Nidera Argentina S.A., y establece su propia exportadora de granos.
En su página web describen las actividades de la empresa en el país y esta cadena “integrada” que fue lo que los capitales chinos vinieron a buscar: “En la actualidad, las principales actividades de Nidera en Argentina están comprendidas por la recepción, almacenaje, acondicionamiento y comercialización de granos, oleaginosas, aceites, harinas y derivados. Asimismo realiza la producción y comercialización de aceites comestibles envasados para el país y el exterior y es líder en investigación, producción y provisión de híbridos y variedades para el mercado de semillas, junto con la distribución de una gran variedad de insumos agropecuarios.” Y culmina la descripción afirmando que: “Hoy Nidera es la empresa integrada más importante de la agroindustria”.
El nombre de la empresa es un acrónimo de las principales plazas del mercado granario por aquel entonces: Netherlands (Países Bajos), India (India), Deutschland (Alemania), England (Inglaterra) Rusia (Rusia) y Argentina. Ahora solo faltaría decidir dónde poner la C de China que no sólo es dueña del 51% de la firma sino que se ha transformado en uno de los principales mercados de destino.
Noble más china que antes
El Grupo Noble posee tres unidades de negocios: energía, metales y agroindustria, siendo esta última la más pequeña y la única que en el balance del último año reportó pérdidas. Esta es la unidad adquirida por la estatal Cofco. Esta unidad incluye ingenios en Brasil, elevadores de granos en Argentina, y plantas de procesamiento de semillas en China, Ucrania, Sudáfrica y América del Sur. La empresa cuenta con 13.000 trabajadores.
Noble Argentina es subsidiaria de Noble Grain, la división agricultura de Noble Group. Establecido desde 2001, cuenta con oficinas comerciales en Buenos Aires y Rosario, opera dos instalaciones portuarias, ubicadas en Lima, provincia de Buenos Aires, y Timbúes, provincia de Santa Fe, mas una planta de acopio en Piquete Cabado, Salta.
En el año 2005 decidió construir un puerto, considerando los planes de la compañía de incrementar la exportación de granos. El proyecto se inició con la compra de un lote de una superficie de 201 hectáreas y con 1.800 metros de costa sobre los ríos Coronda y Paraná en la localidad de Timbúes, una zona considerada no apropiada para el establecimiento de un puerto hasta ese momento.
El puerto comenzó a operar en junio de 2006. Noble Argentina prevé exportar un volumen de 2,5 millones de toneladas por año a través de este complejo portuario. Está concebido en una visión de largo plazo como plataforma de expansión de las futuras actividades del grupo en Argentina, entre las que se prevén un muelle para descarga de fertilizantes, operación de barcazas y una planta de extracción de aceite.
Pero la vista de Cofco no está sólo puesta en los granos. El azúcar es una segunda área de interés, dada la lista de productos generados por la empresa de marcas de alimentos procesados. En 2011 ya había comprado Tully Azúcar, un operador de la plantas de azúcar de exportación en Australia . En 2010 Noble Group firmó un acuerdo para adquirir dos ingenios de propiedad del grupo brasileño de azúcar y etanol Cerradinho, hoy esta adquisición pasaría también a manos de Cofco.
El acuerdo con Noble, implicó un desembolso por parte del gigante chino de 1.5 mil millones de dólares para hacerse del control de la empresa. Sin embargo el lazo de Noble con China no es nuevo. El China Investment Corp, el fondo financiero de Honk Kong (donde la empresa tiene su oficina central) que poseía el 14,1% de las acciones, ligaba ya a la empresa a China, gobierno con el cual mantenía lazos estrechos.
Pero no solo en Sudamérica puede observarse el avance de los tentáculos de la demanda china. Recientemente acaban de comprar Smithfield Foods, la mayor productora norteamericana de carne porcina, con sede en Chicago, Estados Unidos. Otros objetivos incluyen aumentar su capacidad de procesamiento a 77 millones de toneladas para el año en 2015, desde las 50 millones de toneladas por año que procesaban en 2012
El gigante insaciable.
Según la Cepal (Comisión económica para América Latina y el Caribe) la clase media china podría llegar a 500 millones de personas en el 2020. ¿Quién va a alimentarlos? El gobierno chino parece decidido a conseguir ese alimento donde sea, y para eso ha salido con la billetera inflada a transformarse en el gran demandante mundial de alimentos.
Los esfuerzos para generar consumo privado han sido una característica de la planificación e investigación del gobierno central chino desde el 2004, abandonando el paradigma económico anterior que desalentaba activamente el consumo interno con el objeto de fomentar una alta tasa de ahorro que pudiera luego ser reinvertido en la industria y en infraestructura.
El nuevo plan además establece un modelo de cambio estructural que contempla el retiro del apoyo de China a la manufactura de bajo valor agregado orientada a la exportación, para volcarse a fomentar el consumo interno.
Si bien una gran parte de la población china ha quedado fuera del “derrame”, no menos de 400 millones de personas se encuentran en condiciones de extrema pobreza, el salario real promedio en las zonas urbanas de China aumentó en casi un 10% anual en el período 2000-2010. Esto ha generado un gran crecimiento de la demanda de alimentos y cambios en la dieta y las costumbres alimentarias chinas. Si bien la dieta de los chinos solía consistir en gran medida de verduras, arroz y otras opciones principalmente vegetarianas, a medida que los ingresos han aumentado, la demanda de los consumidores por carne y otros alimentos ha crecido de manera considerable. La introducción de la carne de cerdo y del pollo en la dieta de millones de chinos ha generado un gran crecimiento tanto de animales como de forraje para alimentarlos.
El masivo traslado de población rural a las grandes ciudades generó una creciente demanda de minerales y materias primas para la construcción, así como de combustibles y energías para sostener el crecimiento. Y es en este punto donde los ojos de China se posan en Brasil, Venezuela y Ecuador, productores de petróleo, o Chile, principal productor de cobre. Los recientes compromisos energéticos con América Latina incluyen acuerdos con Repsol y Statoil en Brasil, y las adquisiciones de Bridas y Oxy en Argentina.
Tierra arrasada
En China, casi el 20 por ciento del territorio es desértico. Debido a malas prácticas agrícolas, sequías y una demanda creciente por agua subterránea, la desertificación se ha convertido en uno de los retos ambientales más importantes del país (Pulitzer Center 2009). En el 2009, el Ministerio de Tierras y Recursos de China publicó un estudio según el cual las tierras cultivadas del país tenían un puntaje promedio de 9,8 en una escala de 1 (mejor) a 15 (peor). Gran parte de la tierra cultivable restante se encuentra en zonas pobres, donde la agricultura se ve a veces limitada por la escasez de agua. La pérdida de tierra cultivable de alta calidad ha afectado seriamente la capacidad de producción agrícola de China y amenaza la seguridad alimentaria nacional.
Según el informe publicado en 2013 por el IPEC (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos de Santa Fe) “si la población china llega a 1.390 millones en el 2015, como se sugiere en el 12º Plan Quinquenal, el país tendrá que alimentar a aproximadamente 50 millones de personas más. Y aunque el 12º Plan Quinquenal tiene como objetivo solamente mantener la cantidad actual de tierra cultivable [1.818 millones de mus (aproximadamente 121.260.600 hectáreas)], incluso este objetivo parece demasiado ambicioso”.
En este escenario, y a pesar de la profundización de la agricultura intensiva, o la posesión de mano de obra de bajo costo, en China sigue escaneado un recurso clave: la tierra. Lo que pueda producirse en lo que queda de tierras aptas en el país no alcanzará para cubrir la demanda de alimentos de la creciente población urbana china.
La tierra es de nosotros, los granitos son ajenos
Si bien los proveedores de granos para China están dispersos por el mundo (Australia, Ucrania, EEUU, etc.) en América Latina han encontrado a los países más propensos a modificar su estructura productiva para satisfacer la demanda oriental. Desde el 2000 hasta el 2011, la superficie dedicada al cultivo de soja en la región creció un 188%, dos veces más rápido que en los Estados Unidos.
En el 2011, por ejemplo, Argentina negoció con China protocolos para la exportación de carne, maíz, limones, arvejas y manzanas Se dice que Ecuador habría firmado un acuerdo en el 2011 para exportar 3.000 toneladas de cacao a China. Chile también está tratando de ampliar la variedad de productos agrícolas que exporta a ese país.
Entre 2005-2010, las importaciones y exportaciones de China hacia la región crecieron dos veces más rápido que su comercio mundial total. Mientras tanto América Latina es un destino cada vez más importante para los productos chinos, especialmente teniendo en cuenta la disminución de la demanda de esas manufacturas por parte de Europa y Estados Unidos.
El comercio de bienes y servicios con la región creció de casi cero, a fines de los años ’90, a U$S 260.000 millones en el 2012. Argentina ha ido incrementando la exportación de productos hacia China, principalmente de granos, aceites y harinas de soja, mientras que en el mismo periodo ha aumentado la importación de productos manufacturados.
Para la República Popular China, la Argentina es el sexto mayor socio comercial de América Latina, mientras que para nuestro país China es ya el segundo, relegando a Estados Unidos al tercer lugar. En el año 2012, el comercio bilateral de bienes ascendió a U$S 15.319 millones, esto es, el 10,2% del comercio exterior total de la Argentina, siendo superado por Brasil con un comercio bilateral de U$S 34.402 millones (23% del total).
Las importaciones argentinas de bienes de la República Popular China han aumentado rápidamente, desde poco más de U$S 1.000 millones, a principios de la década pasada, hasta un promedio anual de U$S 10.000 millones en 2011-2012, siendo desde el 2011 el segundo principal origen de las importaciones de nuestro país. En los primeros 10 meses de 2013, las importaciones argentinas desde China acumularon ya U$S 9.582 millones (18% superior al total acumulado en igual período del año pasado). El 83,2% son importaciones de bienes de capital y sus piezas y accesorios y bienes intermedios.
Desde 2009 hasta la actualidad, aproximadamente el 25% de las ventas del complejo oleaginoso en base a soja y girasol (excluyendo biodiesel) se destina a la República Popular China. Si bien durante pocos años la balanza comercial favoreció a Argentina, en 2008 volvió a ser negativa para nuestro país con 749 millones de dólares.
Este abrupto pasaje de 74 millones de saldo positivo a saldo negativo de 749 millones (variación de 1.112,16 %) muestra lo frágil de la relación de supuesta mutua conveniencia. Desde 2001 a 2009 las ventas argentinas a China se han ido concentrando en cada vez menos productos. Porotos y aceite de soja, junto con petróleo crudo, representan 2/3 de las exportaciones argentinas a China.
Las exportaciones se fueron concentrando cada vez más en menos productos, especialmente commodities. Las importaciones de origen chino mientras tanto corresponden en su mayoría a manufacturas industriales, ocupando un lugar considerable el glifosato y su sal.
El viejo peligro, de nuevo
La instalación de Cofco como un gran brazo de la demanda china de cereales en la Argentina, aparece como un lugar de disputa con los otros grandes del mercado más vinculados a capitales estadounidenses (Cargill, Bunge, etc.). En este marco algunos ven en el gigante chino un aliado en la pelea por generar ventajas en el comercio exterior.
China por su parte se plantea a sí mismo como una nación subdesarrollada, aliada a los países de América Latina y en igualdad de condiciones de comercio. Sin embargo el poder de compra del gigante asiático lo convierte casi en un oligopsonio (es una situación de competencia imperfecta que surge en un mercado donde existe un número pequeño de demandantes en los cuales se deposita el control y el poder sobre los precios y las cantidades de un producto en el mercado; por lo tanto, los beneficios se concentrarían en los compradores), evidenciando la capacidad que posee de definir las reglas del mercado y la producción, situación que deja claramente herida de muerte a la soberanía de los vendedores, en este caso Argentina.

La reprimarización de las exportaciones, la degradación ambiental relacionada con el sector extractivo, la competencia intraindustrial con productos manufacturados importados, parecen ser los efectos no deseados de un vínculo que reedita viejas relaciones de dependencia que América ya conoce y ha sufrido a lo largo de su historia. La vieja relación norte-sur parece querer reeditarse bajo el signo de oriente-occidente. Sigue siendo la misma dependencia, pero con nuevo socio.

jueves, 19 de febrero de 2015

EXTRACTO DE INTERÉS PARA ESTUDIAR LOS PELIGROS DE LA RELACIÓN ESTRATÉGICA CON CHINA

Nos parece interesante para nuestros lectores hacerles llegar un párrafo del artículo que sigue, en función del camino que parece haber elegido el Gobierno Argentino respecto a un realineamiento estratégico con China.
Como es sabido, nuestra opinión es que Argentina debe cambiar su rumbo tradicional en política que la ha levado a constituirse en un país dependiente de distintas potencias en distintos momentos, y que la ha sometido y somete a la rapiña de distintas potencias mundiales en detrimento de nuestra Independencia Nacional y la Soberanía Popular.
Por el contrario, nuestra posición es retomar el camino del Acta de nuestra Independencia: “Independientes de toda dominación extranjera”.
Algunos de los efectos que se transcriben de la relación de Angola con China son preocupantes, en función de los recientes acuerdos firmados con el país asiático por Argentina.
Por otra parte, nos vuelve a la memoria el “pintoresco viaje” de una delegación argentina a Angola (que integró la Sra. Presidente) y no podemos evitar pensar que fue un síntoma precursor de la nueva relación de subordinación que el actual gobierno argentino postula.


EXTRACTO DEL ARTÍCULO:
Política Internacional. La presencia de China en África. Estudios de caso: Sudan, Angola y Nigeria.
GRUPO DE ESTUDIOS INTERNACIONALES CONTEMPORÁNEOS
www.geic.com.ar // info@geic.com.ar // ISSN 1853 - 1873

Angola:
Angola fue uno de los últimos países africanos en independizarse en noviembre de 1975.
Su importancia estratégica para China radica (...), en las vastas reservas de petróleo que éste posee, al tiempo que es su principal exportador. Si bien tiene un nivel de producción menor que el de Nigeria, su petróleo es conocido como “crudo dulce”, muy preciado en los mercados mundiales por su bajo contenido de azufre y por tanto sus menores costos de refino. A lo anterior debe sumarse, las exportaciones que el mismo realiza a China de diamantes y productos marítimos.
Al tratarse del mayor exportador de oro negro y por tanto ser un socio relevante, China ha conducido sus vínculos comerciales con el país africano a un plano más social, llevando a cabo por ejemplo, acciones de reconstrucción después de su devastadora Guerra Civil. Esto se ve reflejado en la llegada de créditos con garantías de las extracciones petrolíferas, inversiones y asistencia al desarrollo, que se destinan principalmente para la reconstrucción de la ex colonia portuguesa (1).
China está encabezando la “construcción nacional” de Angola en infraestructura, y una muestra de ello es la presencia de la China International Fund Ltd, una institución privada de Hong Kong, que en el año 2005 había entregado 2.9 billones de dólares para la reconstrucción de Angola. Dicho crédito es manejado por la Agencia de Reconstrucción Angola (GRN), la cual depende directamente de la presidencia del país (2).
La GNR, utilizando los créditos provenientes de China, basó su objetivo en:
• Rehabilitación de la carretera Luanda – Lobito (497.5 km).
• Rehabilitación de las carreteras Malanje – Saurimo, Saurimo – Luena, Saurino – Dundo (1107 km).
• Rehabilitación del ferrocarril de Luanda.
• Rehabilitación del ferrocarril de Benguela (1547.2 km) y de Moçâmedes (1003 km)
• Drenaje y obras de mejora en la ciudad de Luanda.
• Construcción de 251.500 viviendas en 24 ciudades diferentes en 18 provincias.
• Construcción del aeropuerto internacional Bom Jesus, en Luanda. Estudios y proyectos para la nueva ciudad de Luanda.
Pues bien, es posible aceptar la noción de que China está liderando la reconstrucción de Angola. Sin embargo, en 2007 muchos de los proyectos de la GNR habían llegado a un punto muerto, debido a la falta de planificación de dicha agencia (2).
Al igual que los créditos que otorga la China International Fund Ltd, los de China Eximbank, se utilizan en proyectos con contratistas y proveedores de nacionalidad china. Por ejemplo, la construcción del Estadio de futbol “11 de noviembre” (fecha del día de independencia de Angola), con capacidad para 50.000 mil espectadores, donde se disputó la última Copa de África.
El Gobierno de Luanda cuenta también con el apoyo chino para la construcción de 1 millón de hogares (3). En esta misma línea, se puede hacer referencia a la formación de China Sonangol International Holding Ltd., fundada en 2004 para llevar adelante diversos proyectos petrolíferos en Angola y China; además ésta diversificó sus actividades en otros negocios y en otras regiones como en Iberoamérica, Sudeste Asiático y diversos países africanos (4).
La presencia de China ha repercutido en la economía de Angola de manera significativa, sobre todo a causa de las líneas de créditos concedidas. Angola se ubica a partir del período 2007 – 2008, como el mayor socio comercial de China en el continente africano, siendo el segundo comprador de crudo angoleño, detrás de los EEUU (5).
Hasta aquí se ha observado cómo el intercambio ha sido favorable para ambos. Por un lado, China al tener una relación de “reciprocidad” con dicho país, puede comprar uno de los recursos que más necesita, el petróleo. Es fundamental para el país asiático garantizar su seguridad energética, la cual debe alcanzar para mantener su crecimiento económico y así fortalecer aún más su posición de potencia económica. Asimismo, es importante para China disminuir su dependencia petrolera de Medio Oriente, que es el espacio ocupado por los Estados Unidos (6). Por otro lado, en el caso de Angola, la presencia de la República Popular es beneficiosa desde que ha desarrollado un compromiso social y está ayudando a la reconstrucción del país.
De igual manera, esta relación tiene sus aspectos negativos.
Una de las contrapartidas de la presencia China en Angola, es el desplazamiento de soldados angoleños a la zona de Cabinda. Se trata de la zona más rica en petróleo del país, que concentra el 60% de dicho recurso. La actividad de los militares angoleños ha sido denunciada por Human Right Watch, debido al nivel de detenciones y torturas hacia la población local, para proteger el recurso más preciado por los chinos (1).
Las inversiones que provienen de Pekín son muy aprovechadas por Luanda, pero, como se ha mencionado, los contratistas y proveedores son chinos. Esto tiene una gran significación, porque no se genera ningún concurso público, es decir ninguna empresa angoleña es llamada para realizar las obras, ni se contratan trabajadores locales; todo proviene del país asiático. Las empresas chinas tienen costes reducidos, sobre todo a causa de que los sueldos de los trabajadores chinos son más bajos que aquellos de los trabajadores locales.
Como contrapartida, la presencia de grandes cantidades de trabajadores chinos está generando una “sub-economía” en Angola. La aparición por ejemplo de carteles o propagandas en mandarín, hace suponer que hay un sub-mercado, una sub-economía. A fines de 2010 se calculan que había 50.000 ciudadanos chinos en Angola (7).
Referencias bibliográficas
1.- Checa Artasu, Martín (2008), Trabajo de Investigación, Observatorio de la Economía y la Sociedad China, “¿Qué quiere China de África?”.
2.- Campos, I. y Vines Chatham House, A. (2008), Trabajo de Investigación, Center for Strategic & International Studies, “Angola and China. A Pragmatic Partnership”.
3.- Notimex (Publicación: 15/03/2011), “Intercambian China y Angola obras por materias primas”, Disponible en: http://www.tabascohoy.com/noticia.php?id_nota=209032 Acceso: Mayo 2011.
4.- El Correo de las Indias (Publicación: 09/09/2009), “China Sonangol International Holding”, Disponible en: http://latoc.info/china-sonangol-international-holding Acceso: Junio 2011.
5.- Oficina Económica y Comercial de España (2008), “Informe Económico y Comercial Angola”. http://www.comercio.es/tmpDocsCanalPais/DD812E3350C2D8329033753C7775F321.pdf Acceso: Mayo 2011.
6.- Hernández Rubio, María Camila (2010), Tesis: La consolidación de la influencia económica y política de China en África. Estudio de caso: Sudán en el periodo comprendido 2003-2008, Universidad Nacional de Rosario, Disponible en:
http://repository.urosario.edu.co/bitstream/10336/2031/1/1010173261.pdf Accedido: Junio 2011.

7.- Oje – o Jornal Económico (Publicación: 31/01/11), “Presença chinesa em Angola gera sub-economia”, Disponible en: http://www.oje.pt/noticias/africa/presenca-chinesa-em-angola-gera-sub-economia Acceso: Mayo 2011.


miércoles, 18 de febrero de 2015

ANTECEDENTES DE LOS PACTOS CON CHINA Similitudes entre el pasado y el presente


Los actuales acuerdos con China son altamente lesivos para la soberanía nacional.
Por consecuencia, su corolario de entrega y sumisión es que se importan de China hasta los durmientes de los ferrocarriles que se compran y que se admite hasta en envío de personal chino para los contratos que se firmen (como en la construcción de represas y del personal técnico para los ferrocarriles comprados).
Eso significará menos ocupación, trabajo y, por lo tanto, ingresos para los argentinos que, una vez más, serán extranjeros en su propia tierra.
El gobierno argentino le entregará a China obras, infraestructura e inmigración sin control, a cambio de que se le garanticen fondos para el Banco Central que le permitan sostener el mandato hasta su fin. Estos acuerdos llevarán a la quiebra a la verdadera industria argentina, ya atacada hasta el delirio en las últimas décadas. De esta manera el Kirchnerismo continúa una política de entrega, desindustrialización, indefensión nacional y dependencia que se impuso desde el Proceso hasta la actualidad.
Ya la Sra. de Perón había dicho que el Golpe de Estado de 1976 venía a “destruir las chimeneas”.
No es nada nuevo en la Argentina. El préstamo de la Baring Brothers, el Pacto Roca-Ruciman o la entrega ferrocarrilera que denunciara Raúl Scalabrini Ortiz son antecedentes del Contrato secreto con Chevron, o los acuerdos con China (con cláusulas secretas también).
La misma línea de dependencia. Profundizada.
Con un agravante. Ahora se permite la instalación en territorio continental de una base de control espacial bajo soberanía china.
Bajo un barniz nacional y popular, es un esquema de dependencia que se va alineando a las nuevas condiciones de disputas entre los imperios a nivel internacional. Esto es: China como aliado estratégico como antes lo fueron otras potencias como Inglaterra.
Argentina es un país disputado por distintas potencias. Esa rapiña se expresa en todos los niveles: el económico, el político, el militar y, hasta en los servicios de inteligencia.
A eso asistimos.
EL ACUERDO ROCA-RUNCIMAN
El Pacto Roca-Runciman, firmado entre la República Argentina y el Reino Unido el 1 de mayo de 1933, fue un acuerdo comercial tendiente a evitar en la Argentina los efectos de una política comercial británica favorable a los países de la Commonwealth, a cambio de la disminución de impuestos para productos importados desde el Reino Unido. Fue firmado por el vicepresidente de la Argentina, Julio Argentino Roca (hijo) —a instancias del presidente Agustín Pedro Justo— y el encargado de negocios británico Walter Runciman.
Como producto de la Crisis financiera mundial de 1930, Gran Bretaña, principal “patrón” económico de la Argentina durante la década del treinta, tomó medidas tendientes a proteger el mercado de carnes incipiente en la Commonwealth, es decir, sólo compraría carnes a sus colonias y ex-colonias, las cuales eran Canadá, Australia y Sudáfrica entre otras. Para evitar que la política comercial inglesa afectara la balanza comercial argentina, el Gobierno del Presidente Agustín Pedro Justo, suscribió este pacto y el Senado luego lo ratificó en Ley 11.693.
El 28 de octubre de 1932 la misión encabezada por el presidente de la República Argentina, Agustín Pedro Justo, llegó a Londres. Fue recibida por Eduardo de Windsor, príncipe de Gales y futuro rey.
El 1º de mayo de 1933 se firma el tratado Roca-Runciman, por el cual Inglaterra se comprometía a continuar comprando carnes argentinas si su precio fuera menor al de los demás proveedores mundiales. Como contrapartida, Argentina aceptó la liberación de impuestos para productos ingleses al mismo tiempo que tomó el compromiso de no habilitar frigoríficos de capitales nacionales.
Paralelamente se creó el Banco Central de la República Argentina con competencias para emitir billetes y regular las tasas de interés bajo la conducción de un directorio con fuerte composición de funcionarios del Imperio Británico. No obstante todas estas concesiones, se le adjudicó además a Inglaterra el monopolio de los transportes de Buenos Aires.
Mientras hubiera control de cambios en la Argentina (limite del capital dispuesto para importaciones), todo lo que Gran Bretaña pagara por compras en la Argentina, podía volver al país deduciendo un porcentaje para pagos de deuda externa.
La Argentina mantendría libres de aranceles el carbón y demás mercaderías que se importaban en ese momento exentas de impuestos, comprometiéndose a comprar en Gran Bretaña el total del carbón que consumía.
Argentina se comprometía a no aumentar los aranceles aduaneros.
Pero, además, había cláusulas secretas (igual que con China y con Chevron):
Se creaba el Banco Central en la Argentina con gran predominancia de funcionarios y capitales británicos.
Se fijaban las bases para la creación de la Corporación de Transporte, que le terminaría por dar a Gran Bretaña el monopolio absoluto de los medios de transporte argentinos. La misma se crea en 1936 en el Pacto Eden-Malbrán, firmado luego de que el Pacto Roca-Runciman caducara y con características muy similares.
DIMES Y DIRETES PARECIDOS
En un banquete ofrecido a la delegación argentina el 10 de febrero de 1933, el Príncipe de Gales dijo: “Es exacto decir que el porvenir de la Nación Argentina depende de la carne. Ahora bien: el porvenir de la carne argentina depende quizás enteramente de los mercados del Reino Unido”. 
Respondió Julio Roca, firmante del convenio, vicepresidente del General Justo e hijo del General Roca:
 “La geografía política no siempre logra en nuestros tiempos imponer sus límites territoriales a la actividad de la economía de las naciones. Así ha podido decir un publicista de celosa personalidad que la Argentina, por su interdependencia recíproca es, desde el punto de vista económico, una parte integrante del Imperio Británico.” A su vez Guillermo Leguizamón, catamarqueño director de una empresa ferroviaria inglesa en argentina, dijo: “La Argentina es una de las joyas más preciadas de la corona de su Graciosa Majestad”.
(FUENTE: http://www.lagazeta.com.ar/pactoroca.htm )
Eso en 1933.
En 2015, en la página http://www.macrigroup.com/, Franco Macri escribe:
“Por su historia, por su solidez económica, vocación de progreso y de innovación, China emerge como un referente de estabilidad y como el socio ideal para América Latina.”
Cabe destacar que, según su propia página WEB, Franco Macri, padre de Mauricio, es Consejero Senior para las inversiones chinas en  Latinoamérica y declara innumerables e importantes relaciones comerciales con ese país.
En su Twister personal este empresario escribía, el 15 de febrero de 2015, opinando que Argentina debía entregar aún más, en los acuerdos con China:
“Acerqué a China a Latinoamérica, pero en Argentina no pude contra funcionarios mediocres y empresarios que cuidaban su mercado sin pensar en el país”
Nada nuevo bajo el sol.
DENUNCIAS Y CRÍMENES: NADA NUEVO BAJO EL SOL
El senador demócrata progresista Lisandro de la Torre denunció el acuerdo en el Senado Nacional.
“La industria más genuina del suelo argentino, la ganadería, se encuentra en ruinas por obra de dos factores principales: la acción extorsiva de un monopolio extranjero y la complicidad de un gobierno que unas veces la deja hacer y otras la protege directamente.” Así comenzó el senador Lisandro de la Torre su acusación contra el gobierno y los grupos económicos el 18 de junio de 1935.
Decía de la Torre: "El gobierno inglés le dice al gobierno argentino ‘no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros’. En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tiene cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos. La Argentina es la que no podrá administrar su cuota. No sé si después de esto podremos seguir diciendo: ‘al gran pueblo argentino salud’.”
En mayo de 1935, el legislador santafesino acusó por fraude y evasión impositiva a los frigoríficos Anglo, Armour y Swift. Aportó pruebas que comprometían directamente a dos ministros de Justo: Pinedo de Economía y Duhau de Hacienda, en las que se establecía claramente el trato preferencial que recibían estas empresas que prácticamente no pagaban impuestos y a las que nunca se las inspeccionaba, mientras que los pequeños y medianos frigoríficos nacionales eran abrumados por continuas visitas de inspectores impositivos. De la Torre probó cómo se ocultaba información contable en cajas selladas por el ministerio de Hacienda y demostró hasta dónde llegaba la impunidad de los frigoríficos ingleses tras la firma del pacto Roca-Runciman.
El nivel de las discusiones en el Senado  y la trascendencia de la denuncia hizo que “alguien” decidiera hacer callar a De la Torre. Un matón del Partido Conservador, el ex comisario Ramón Valdez Cora, atentó contra la vida del senador, pero el que murió fue su amigo y compañero de bancada Enzo Bordabehere. Fuente: www.elhistoriador.com.ar
Pasados muchos años, hoy en 2015, asistimos a una feroz lucha de facciones en los servicios de inteligencia. A la facción, donde estaría el llamado Stiusso, se le atribuye responder a la CIA y al MOSAD.
Del otro lado, el periodismo dice que está el General Milani. ¿A quien responderá?
“Lo dejo a su criterio” diría una reconocida modelo televisiva.