Editorial de la edición “CUADERNOS para
el encuentro en una nueva huella argentina” N° 52
Defensa nacional:
Caída libre
El
ministerio de Defensa de la Nación publicó, en marzo del corriente año, un
documento en el que explicó el alcance de la reducción presupuestaria para la
Defensa Nacional, dispuesta por el poder Ejecutivo.
Aunque
redundante, conviene recordar que la Argentina viene de más de 30 años de
destrucción de su sistema de defensa nacional y de defensa civil, como producto
de las políticas de “castigo infinito” impuestas por las grandes potencias, en
especial el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, luego de la osadía
de enfrentar al imperialismo inglés durante la batalla por Malvinas, desde el 2
de abril de 1982 al 14 de junio de ese mismo año.
Las
restricciones a la defensa nacional, por lo menos las que se conocen a través
de documentos oficiales, están establecidas en el Acuerdo de Madrid de octubre
de 1989 y febrero de 1990. El primero estableció el paraguas británico de soberanía,
y el segundo el control de policía de parte del imperialismo inglés sobre las
Fuerzas Armadas Argentinas. Estos Acuerdos públicos, y otros secretos, son
desconocidos por la inmensa mayoría de la ciudadanía. No así por su dirigencia
política y militar. Justamente, el entendimiento entre el vicecanciller
británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, y la ministra de
Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, invocan estos Acuerdos como
sustento jurídico al generoso intercambio propuesto por el actual gobierno con
la administración de la primera ministra Theresa May.
En
el editorial del N° 49 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella
argentina (Elecciones presidenciales 2015: “Defensa Nacional, de eso NO se
habla”), señalamos respecto al entonces candidato presidencial Ing. Mauricio
Macri: “El Ing. Mauricio Macri poco y nada ha anunciado sobre este tema. No
ha negado nunca que se puede imponer como hipótesis de trabajo para las fuerzas
armadas las denominadas nuevas amenazas.” El compendio sobre las “nuevas
amenazas” fue inspirado y redactado en EEUU y se halla resumido en el documento
“Santa Fe 4”.
En momento de las elecciones del año 2003, circuló profusamente un “dossier”
sobre esas “nuevas amenazas” y en el que se impulsaba la decisión de que la Argentina
adhiriera a esos postulados.
Una
vez en el gobierno, el Ing. Macri avanzó en su relación de subordinación con el
Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Lo hizo a través de
funcionarios vinculados a los intereses británicos, y con su participación
personal en carácter de jefe de Estado. Volvió a encontrarse con Josep Lewis en
su estancia del Lago Escondido, latifundio de 13.000 ha que es motivo
de denuncia por la apropiación de espacios públicos en los que el magnate
británico niega el acceso a los pobladores del lugar. Allí se propone la
construcción de un segundo aeropuerto propiedad del magnate inglés. El primero,
como se sabe, está ubicado en Bahía Lobos, Río Negro, donde posee un latifundio
de 40.000 ha.
Se trata de una pista más extensa que la del aeropuerto de la Ciudad de Buenos
Aires y en el que pueden descender aviones de gran porte como los que utiliza
la OTAN, a solo dos horas de vuelo desde la base militar de Mount Pleasant, en
Malvinas. Esa base extranjera es la mayor instalada en territorio suramericano,
junto a la base militar de Georgias. La primera (Mount Pleasant), cabecera del
dispositivo militar integrado por las Islas Santa Helena, Tristan Da Cunha y
Malvinas, y destinada al control del paso interoceánico Pacífico Sur-Atlántico
Sur y de las costas de América del Sur y África, y la navegación hacia el
Atlántico Norte, controlado desde la Isla Ascensión, en la que hay una base de
EEUU y otra del Reino Unido. La base militar de Georgias está destinada al
control militar de la Antártida Argentina y la ruta transpolar.
El
presidente Macri se entrevistó con el entonces ministro Cameron, quien luego
abandonó el cargo derrotado en el plebiscito por el “Brexit”. Con posterioridad
a la dimisión de Cameron, se reunió con su sucesora, Theresa May; luego se
sucedieron entrevistas en distinto nivel entre delegaciones argentinas y
británicas.
El
gobierno nacional se propone una versión “mejorada” de relaciones con los
colonialistas ocupantes de nuestros territorios, remedando aquella del
canciller Di Tella y sus envíos de ositos “winnie pooh”, para demostrar
que los argentinos repudiamos la reconquista patriótica de las Islas Malvinas
del 2 de abril de 1982, y de justa defensa de nuestros territorios ante la
agresión colonialista británica, hasta el 14 de junio de 1982, cuando comenzó
la segunda y actual usurpación británica. En este sentido, promueve “viajes
de buena voluntad” de ciudadanos argentinos para “demostrar” un
comportamiento sumiso hacia los ocupantes, que provocaron la justa y airada
reacción de veteranos de la guerra de Malvinas y familiares de soldados muertos
por la agresión inglesa.
Toda
la cuestión Malvinas la hemos analizado en numerosos artículos en nuestra
publicación y recomendamos la lectura del libro “Malvinas, una realidad
vigente”, publicado en la edición N° 51 de CUADERNOS para el
encuentro en una nueva huella argentina, de diciembre de 2016, o en Facebook:
https://www.facebook.com/Malvinas2016
A
medida que el gobierno fue definiendo sus políticas, quedó establecido que la
Defensa Nacional no estaba entre sus prioridades, y que la orientación para el
desarrollo de las tareas específicas del instrumento militar (las Fuerzas
Armadas), así como el impulso a la investigación técnica y científica para el
área de la defensa, quedaba definitivamente descartado para esta
administración.
El
primer dato significativo brindado por el gobierno al respecto fue el acuerdo
con la Guardia Nacional del Estado de Georgias, EEUU. Hubo otros, anteriores,
que no aparecían claramente vinculados a las cuestiones de la defensa. Se trató
de acuerdos de inteligencia y de “lucha contra el narcotráfico”, con EEUU.
Sobre
el acuerdo con la Guardia nacional del Estado de Georgias señalamos en un
artículo del 28 de diciembre de 2016 publicado por nuestro Instituto de
Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular: “El acuerdo que el
gobierno del Ing. Macri firmó con la Guardia Nacional del Estado de Georgia,
EEUU, es un grave viraje en la política de indefensión nacional y de
subordinación militar a una de las potencias mundiales.
Profundiza el
rumbo impuesto por los países imperiales a nuestra nación, luego de la osadía
de atreverse a recuperar los territorios usurpados por el colonialismo
británico de Malvinas y otros territorios del Atlántico Sur el 2 de abril de
1982, y de defenderse de la bárbara agresión británica, asistida por EEUU y
consentida por las demás potencias mundiales.
El acuerdo se
firmó entre el gobierno argentino y la Guardia Nacional del Estado de Georgia
(EEUU), uno de los principales centros militares del mundo.
El
presidente Macri había manifestado su voluntad de integrarse al Programa
de Colaboración Estatal (State Partnership Program) que coordina el
Departamento de Defensa de EEUU y en el que participa directamente la Guardia
Nacional. El SPP (por su sigla en inglés) es un programa que impulsa acciones
militares conjuntas con el Comando de Combate Unificado (Unified
Combatant Command), creado por la administración de George H. Bush en 1989.
Este organismo prioriza sus acciones militares en el exterior.
La Argentina,
ingresó con este acuerdo bajo la órbita del Comando Sur de los EEUU
(United States Southern Command), al mismo tiempo que el presidente electo
Donald Trump designara al frente del Departamento de Seguridad Nacional a John
Kelly, quien lideró el Comando sur entre 2012 a 2015.
Los
objetivos formales del SSP son promover la “interoperabilidad” y “enlazar las
capacidades militares” de ambos países. En el caso argentino, el acuerdo que se
formalizó con el Estado de Georgia, habilita a sus miembros a que operen en
nuestro país y tomen decisiones por encima de las FFAA locales. El acuerdo se
refiere a zonas de frontera, catástrofes naturales, aunque no descarta la
participación de esas fuerzas militares en conflictos sociales, dado que su
objetivo genérico es “mantener la paz en la región”. Lo anterior pone a
Argentina en grave peligro de intervención de tropas extranjeras en nuestro
territorio (las estadounidenses y las de potencias adversarias), en un mundo al
que el mismo Papa Francisco describe como sumido en una Guerra Mundial por
etapas.
Este
vergonzoso acuerdo se suma a la profundización de la política de sumisión
nacional ante el usurpador británico, puesta de manifiesto en el entendimiento Malcorra-Duncan,
que compromete vuelos desde el continente a Malvinas para abastecer a las
fuerzas de ocupación colonialista y de exploración y explotación de los
recursos hidrocarburíferos argentinos en la zona de la ocupación militar
extranjera de nuestros territorios insulares. La misma Cámara de Comercio de la
ocupación colonial de nuestras Malvinas ha manifestado su necesidad de los
vuelos argentinos, por lo que no haremos más que facilitar nuestra ocupación
colonial, en lugar de dificultarla. Difícilmente se encuentre en la historia un
ejemplo similar en la que un país con su territorio parcialmente colonizado
facilite la continuidad de la situación.
La
política de “ajuste” en el área de la defensa nacional
El documento
mencionado líneas arriba, se titula “Contribución de la Jurisdicción Defensa
al Esfuerzo Fiscal”, y se propone como un modelo de ajuste presupuestario,
afectando todo el sistema de defensa nacional, llevándolo casi a su extinción.
Por otra parte,
y antes de adentrarnos en el detalle de estos “ahorros” que el gobierno
nacional presenta a través de su ministerio como un gran logro de su
administración, conviene hacernos una pregunta muy importante.
La orientación
que el gobierno nacional impulsa para el uso del instrumento militar (las
fuerzas armadas argentinas) ¿es para la defensa nacional o para la seguridad
interna? La reducción impuesta al sistema de defensa nacional podría ser
suficiente respuesta a este interrogante. Pero nuestras fuentes, que son
confiables, refieren que está en estudio en ciertos ámbitos del gobierno, la
modificación de la Ley de Defensa Nacional, para permitir la participación de
las Fuerzas Armadas en la seguridad interna. Dicha modificación apunta a
legalizar el uso de las fuerzas armadas para la represión interna. Sería un
progreso en relación al uso del instrumento militar para esos fines, que
implementó la administración anterior con la designación de Sergio Berni, quien
revestía en actividad con el grado de Teniente Coronel y era personal de
inteligencia militar, y la designación del propio Jefe de Estado Mayor General
del Ejército Argentino, Tte. General César Milani, a quien se acusa de haber
desarrollado un sistema de inteligencia interna paralelo a la AFI, (Agencia
Federal de Investigaciones, la ex SIDE).
La propuesta de
utilizar las fuerzas armadas para la represión interna no es nueva. Hicimos
mención al “dossier” que se hizo circular entre los altos mandos de las FFAA
antes de las elecciones presidenciales de 2003. Desde entonces, voceros de
distintos sectores reiteran esa propuesta. Antes de las elecciones
presidenciales de 2015, se volvió sobre el tema, en especial, por boca del
candidato presidencial Sergio Massa.
El acuerdo con
la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EEUU) demuestra que es en este
sentido que el gobierno del presidente Macri orienta su política.
El documento
del ministerio de Defensa sobre reducción del gasto comienza con un dato
significativo. La “interrupción” del proyecto de remotorización de Pucará por 3.833
millones de pesos. Se debe tener en cuenta que al tiempo que se suspendió
la remotorización de esta aeronave, se propuso y se ejecutó la compra de
aviones Texan 6, de fabricación en EEUU, que podría implicar un gasto de 300
millones de dólares, que al cambio actual equivaldría a más de 4.800 millones
de pesos.
El segundo ítem
destacado por el ministerio de Defensa versa sobre la racionalización del plan
anual de comisiones al exterior, que incluye la reducción de agregadurías y
comisiones militares al exterior, por valor de 400 millones de pesos. En
orden decreciente, le sigue la modificación de los coeficientes por cambio de
destino: que es la compensación que percibe el personal de oficiales,
suboficiales y soldados voluntarios cuando cambian de organismos que distan a
más de 20 km,
según señala la información ministerial. Aquí se trata de una reducción de 381,8
millones de pesos.
Cierra la
primera hoja del informe, el ahorro suscitado por el repliegue de 1800
efectivos desplegados en el marco del operativo “Escudo Norte”, dispuesto
oportunamente por la administración anterior. Se trata de una reducción de 160
millones de pesos. En total, se señala, el ahorro es de 4.615 millones
de pesos. Nótese que la compra del Texan 6 a EEUU, refiere a una suma
casi igual a la celebrada reducción. No entra en consideración la compra de
cuatro lanchas artilladas Shaldag a Israel, por parte del ministerio de
Seguridad de la Nación por valor estimado de 40 millones de dólares
(unos 640 millones de pesos), y que fue objeto de severas críticas de toda la
industria naval argentina. Se trata de una compra que atenta directamente
contra la producción nacional para la defensa.
El documento
sigue con la reducción de gastos para inmuebles. En primer lugar, se señala la
suspensión de las obras de mantenimiento y recuperación del Dique 2 en la Base
Naval Puerto General Belgrano, limitando el mantenimiento y carenado de los
buques de la flota de mar. Se trata de un ahorro de 14,3 millones de pesos.
La
desafectación del predio de 1700
m2 con 940
m2 construidos y relocalización del personal a otras
áreas, en Comodoro Rivadavia, Chubut, por valor de 32 millones de pesos.
Traslado de la
VII Brigada Aérea. El documento indica que se concentrarán los escuadrones
operativos de helicópteros y fuerzas especiales actualmente alojados en la Base
Mariano Moreno, VII Brigada, en la Base Aérea de Morón a fin de reducir el área
metropolitana y racionalizar el gasto. No está especificado el ahorro en pesos.
Solo se dice “millones de pesos a determinar”.
Finalmente, se
señala en el ítem “infraestructura y terrenos en San Miguel”, la desafectación
y venta del predio de 63.000
m2 con 11.000
m2 construidos y se relocaliza el personal a otras
unidades en el área metropolitana para racionalizar el gesto, por valor de 160
millones de pesos.
El total de
“ahorro” para infraestructura e inmuebles suma 206,3 millones de pesos.
El documento
dedica una detallada descripción de inmuebles a vender por valor de 335
millones de dólares (5.360 millones de pesos), que no serán destinados para
la defensa nacional, sino que se acumularán en el fondo común del presupuesto
nacional para la atención de otras prioridades.
Luego se
explican los ahorros el capítulo dedicado a “Gestión de activos de Fuerzas
Armadas”.
En primer
lugar, sobre Sistema de radarización. Se señala que se desafectará la partida
presupuestaria prevista para la fabricación del sistema Radar RPA#DLA II Serie,
por valor de 25 millones de pesos.
Se suspendió,
durante un año, así sostiene el documento, las tareas de reparación del
submarino Santa Cruz, previéndose su finalización en el año 2023 (Sic).
“Ahorro”: 20 millones de pesos.
Repliegue del
sistema de radares Rasit: se retirará del “Operativo Fronteras” el sistema de
radares de vigilancia terrestre para detección de blancos pequeños móviles.
Reducción por 160 millones de pesos. Finalmente, este capítulo cierra
con la desprogramación del 60% de un total de 90unidades, de los vehículos de
combate M113 del Ejército Argentino. Reducción de 30 millones de pesos. El
total de “ahorro” es de 235 millones de pesos.
El capítulo
dedicado a “Gestión de material Fuerzas Armadas”, señala en el ítem
“enajenación del material aéreo desprogramado”, que se pasarán a
disponibilidades los sistemas de armas desprogramados que aún se mantienen en
guarda: Boeing 707-320C,
C-130B, Fokker FK-27 y FK-28, C-182J, Pawnee – PA – 28R – AB – 180, “a
determinar en millones de pesos”.
En cuanto a la
desprogramación de flota de vehículos del Ejército, se señala una reducción de 18
millones de pesos.
En cuanto a la
gestión de personal, se trata de uno de los ajustes más severos.
En primer
lugar, reducción del personal de oficiales (incremento de bajas y retiros de un
102% con respecto al año 2015); y del personal de suboficiales (incremento de
bajas y retiros de una 130% con respecto al año 2015), por valor de 3.520
millones de pesos.
Reducción de
personal en FADEA, por 200 millones de pesos.
Reducción de
personal en Tandanor, por 50 millones de pesos. Este ítem arroja un
total de 3.770 millones de pesos.
La gestión de
servicios Fuerzas Armadas, refiere a la racionalización de los gastos de
funcionamiento, mantenimiento y servicios básicos, infraestructura comercial,
vehículos, viáticos. Readecuación de la infraestructura comercial conforme a
los planes de racionalización de los servicios aéreos. En millones de pesos
valor a determinar.
En cuanto a la Secretaría
de Ciencia, Tecnología y producción para la Defensa, el ajuste se
distribuye del siguiente modo:
Fabricaciones
militares: se discontinuará la ejecución de las etapas programadas por la
gestión anterior para la instalación de la línea de ensamble de vagones en la
fábrica militar “Río Tercero. Ahorro previsto para 2017: 22 millones de
pesos.
Fabricaciones
militares: No se ejecutará la actualización tecnológica de las condiciones de
servicios y almacenamiento de materia primas y polvorines de la Fábrica Militar
“Azul”. Ahorro previsto para 2017: 3 millones de pesos.
Fabricaciones
militares: No se realizará la adecuación de instalaciones e infraestructura de
la fábrica militar “Azul”. Ahorro previsto para 2017: 350 mil pesos.
Fabricaciones
militares: No se ejecutará la modernización de la planta de pólvoras
monobásicas de la fábrica militar “Villa María”. Ahorro previsto para 2017: 130
mil pesos.
Fabricaciones
militares: No se realizará la puesta en valor de almacenamiento y polvorines
Fábrica Militar “Azul”. Ahorro previsto para 2017: 50.000 pesos.
Fabricaciones
militares: No se ejecutará la instalación del centro de servicios mineros
“Jachal”. Ahorro previsto para 2017: 2 millones de pesos.
Fabricaciones
militares: No se realizará la puesta en valor y actualización tecnológica de
laboratorios de calidad en la Fábrica Militar “Villa María”. Ahorro previsto
para 2017: 1,4 millones de pesos. Total del ajuste en Fabricaciones
Militares: 28, 93 millones de pesos.
Instituto de
investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se cancelarán los
proyectos de boogies ferroviarios y de hexacopteros en el CITIDEF. Ahorro
previsto para 2017: 3.394.000 pesos.
Instituto de
investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se cancelará el proyecto CALIV
105 en el CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 1.175.000 pesos.
Instituto de
investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se postergará la
finalización del proyecto 8 (instalación de un laboratorio de imagen térmica)
del CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 2.240.000 pesos.
Instituto de
investigaciones científicas y técnicas de la defensa: no se realizará la
convocatoria de proyectos de investigación y desarrollo en CITIDEF. Ahorro
previsto para 2017: 7,450 millones de pesos.
Instituto de
investigaciones científicas y técnicas de la defensa: no se ejecutarán las
obras de puesta en valor en el CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 6
millones de pesos.
Programa de
investigaciones y desarrollo para la defensa: no se realizará la convocatoria
al programa de investigación y desarrollo para la defensa (PIDDEF). Ahorro
previsto para 2017: 30 millones de pesos.
Servicio de
Hidrografía Naval: no se ejecutará la obra de puesta en valor y
acondicionamiento de la sede costanera del servicio de Hidrografía Naval.
Ahorro previsto para 2017: 11 millones de pesos.
Servicio de
Hidrografía Naval: no se ejecutará las obras de mantenimiento del Buque
Hidrográfico Comodoro Rivadavia. Ahorro previsto para 2017: 9 millones de
pesos.
INVAP: no se
ejecutará el contrato con INVAP por la modernización de los radares
transportables (TPS 43). Ahorro previsto para 2017: 268 millones de pesos.
Total de
ahorros CITIDEF + SHN + INVAP: 338 millones.
La hipótesis de
conflicto es interna
A lo largo de
todo el documento y en ningún caso, se explica qué hipótesis de conflicto y qué
hipótesis de guerra validan estos ahorros. Mucho menos a dónde se reorientarían
esos gastos. Ausente ambas definiciones, solo se trata de una nueva vuelta de
tuerca en la ya pronunciada destrucción del sistema de defensa nacional. No
sólo en lo que respecta al instrumento militar sino al complejo del sistema de
defensa que incluye el desarrollo de la técnica, la industria y la ciencia de
la defensa de manera independiente. La reducción establecida para CITIDEF y
otras dependencias como el INVAP y el SVH, demuestran que la voluntad del
ejecutivo nacional es avanzar en el desmantelamiento del complejo militar
industrial para la defensa y en especial en la destrucción de sus instrumentos
de investigación y desarrollo.
Esto confirma
dos datos de la realidad: el gobierno del presidente Macri continúa la línea de
indefensión nacional seguida por los gobernantes argentinos desde el 14 de
junio de 1982 (política de indefensión impuesta por las potencias mundiales),
en un mundo en el que se ha pasado a hablar como cosa cotidiana de la
posibilidad de una tercera guerra mundial, estando la Argentina ubicada en un
lugar estratégico como es la confluencia del Atlántico Sur-Pacífico Sur, y
siendo un país rico en materias primas y de vasto territorio indefenso.
Si se estudia
el despliegue de las fuerzas militares terrestres en el territorio nacional, se
observará sin demasiado esfuerzo, que están dispuestas de espaldas al Atlántico
Sur, es decir, de espaldas a la ocupación colonialista británica, principal
hipótesis de conflicto que compromete la soberanía argentina y, por ende,
hipótesis de guerra dada la voracidad de ese imperialismo y otros, por el control
de nuestro territorios y riquezas. La Fuerza Aérea está en estado comatoso, y
no muy diferente en la situación de la Armada. Ambas fuerzas son indispensables
en una hipótesis de conflicto como la que nos plantea el Reino Unido de Gran
Bretaña e Irlanda del Norte, por su ocupación militar colonialista. Se trata de
un escenario aeronaval y por ello, el desmantelamiento de ambas fuerzas es
imprescindible para sostener sin mayores sobresaltos la ocupación militar.
Aunque se
pretenda convencer a la ciudadanía de que el Reino Unido no tiene como
hipótesis de guerra una nueva confrontación contra la Argentina, sus ejercicios
militares lo desmienten. Se tratan de ejercicios militares de carácter
ofensivo, con uso de capacidad misilísta moderna. Los ejercicios incluyen la
hipótesis de desembarco en la costa continental y la fractura de la parte
continental del extremo sur de América del Sur (Argentina e inclusive Chile). A
esta estrategia se incorpora el aeropuerto de Lewis en Río Negro y su proyecto
de un segundo en el Lago Escondido. La práctica de las fuerzas de infantería de
marina (y otras) británicas en costas similares a las patagónicas así lo
demuestran. Por otra parte, el Reino Unido compró a Israel armamento destinado
a Malvinas por 180 millones de dólares para reforzar su sistema militar con
asiento en Mount Pleasant.
Se debe incluir
en esta frágil situación de indefensión, la instalación de la base militar
China en Neuquén (habiendo tratativas para la instalación de otra en San Juan),
y el acuerdo para emplazar una base de EEUU en Bariloche, con el pretexto de
control y seguimiento de la cuestión nuclear. Sabemos, por informaciones
confiables, que Argentina no avanzará en ningún proyecto que preocupe a EEUU
(como el proyecto Carem | CNEA).
Un mundo en el
que crecen los factores de guerra
Estamos frente
a una situación internacional en la que crecen los factores de guerra. Este es
el rasgo principal. El mundo presencia el desarrollo de guerras comerciales y
convencionales. Estas, por ahora, son localizadas, pero con la intervención
directa o indirecta de distintas potencias imperialistas.
La más
importante es la guerra en Siria e Irak, con la intervención directa de EEUU,
Rusia, y otras potencias mundiales y locales. El mundo multipolar está en un momento
de transición y reagrupamientos, a partir del cambio del gobierno en Estados
Unidos, la mayor potencia del mundo, lo que implica una gran incertidumbre
sobre su futuro. Como expresión de esa transición y reagrupamiento, el Reino
Unido pasó a implementar su ruptura de la Unión Europea (Brexit), y busca
consolidar su presencia en el Atlántico Sur. La ocupación colonial británica de
Malvinas, hace del Reino Unido una potencia en los dos extremos del Atlántico,
en el Norte, donde todavía integra activamente la OTAN, y en el sur, mediante
la mencionada ocupación militar de territorios argentinos y sus pretensiones de
colonizar más de cinco millones de kilómetros cuadrados de territorio
argentino.
En pocos días,
EEUU bombardeó nuevamente a Siria y a Afganistán, utilizando en el primer caso
casi una centena de misiles Tomahawk y en el segundo una poderosa bomba
convencional de nueve toneladas de explosivos, demostraron el cambio de actitud
de esa superpotencia en el escenario mundial. EEUU despliega su ofensiva para
reposicionarse en la aguda disputa mundial con las otras potencias, y en este
sentido, dispuso el envío de una poderosa flota para rodear a la República
Democrática de Corea del Norte la que a su vez amenaza con el uso de armamento
nuclear capaz de alcanzar las bases de EEUU en Japón y otros países.
China botó un
nuevo y poderoso portaaviones, aunque fuentes militares confiables señalan que
le llevará al gigante chino no menos de dos años para poner en condiciones de
operatividad la nueva nave de guerra. China, en su carrera por transformarse en
una superpotencia militar a escala mundial, debe desarrollar su marina de
guerra para poder establecer la lucha por el control de las vías navegables y
de aprovisionamiento mundiales. Entre ellas se cuenta, huelga decirlo, Malvinas
–un “portaaviones” inhundible–, el pasaje de Drake al sur de Tierra del Fuego y
la ruta transpolar de suma importancia para amenazar la “panza” de Rusia o
China, o un contracerco frente al dispositivos militares de EEUU y sus aliados
de la OTAN y Japón. China cuenta con una base militar en Neuquén destinada al
seguimiento de señales “espurias”, es decir, señales que corresponden al
lanzamiento de misiles intercontinentales desde distintas naves occidentales.
Tras el
lanzamiento de la “madre de todas las bombas” en Afganistán de parte de EEUU,
Rusia informó que tiene en su arsenal la que llamó “el padre de todas las
bombas”, de 40 toneladas de explosivos convencionales. Al mismo tiempo, Rusia
dejó en claro que no descarta el uso de su arsenal nuclear en caso de una
conflagración mundial, exhibió el Satan II, un misil intercontinental de hasta
40 megatones, al que presentó como un misil capaz de destruir en un solo golpe
a Francia.
Pese a
esta grave situación internacional y que sugeriría a cualquier gobernante
actuar con prudente patriotismo para proteger a su nación y a su pueblo, el
gobierno del Ing. Macri avanza en el desmantelamiento del ya destruido sistema
de defensa nacional, en la entrega del patrimonio nacional a distintas potencias
mundiales y el aumento irresponsable de la deuda externa con los centros de la
usura mundial. Los acuerdos militares implementados por su gobierno, en
particular con la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EEUU), apuntan a
consolidar una variación de la nefasta doctrina de seguridad nacional.
¿El camino
elegido por el actual turno gobernante promete independencia y libertad para
nuestra nación o más sometimiento e indefensión? No cabe duda cuál es la
respuesta.
El presidente
de la Nación tiene una curiosa interpretación de sucesos históricos
fundacionales, entre ellos, la declaración de la Independencia nacional del 9
de julio de 1816. Dijo en oportunidad del Bicentenario de esa declaración
refiriéndose a los Congresales patriotas: “Claramente deberían tener
angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España”.
Por el
contrario, en una carta a Godoy Cruz, el Libertador dice “Los americanos de
las Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la
emancipación del mando del fierro español y pertenecer a una nación”. Y en
otra le escribe al diputado mendocino: “¿Hasta cuándo esperamos declarar la
independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda,
tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al Soberano
de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decidirse?”
En ninguna de las dos misivas aparece un sentimiento de angustia por decidir la
independencia del dominio español.
El 9 de julio
de 1816, en efecto, se declaró la independencia. Y días después, a instancia
del diputado Medrano, se asienta en el acta independentista su propuesta de
agregar a continuación de la declaración de la Independencia “de los reyes
de España, sus sucesores y metrópoli”, la expresión “y de toda otra
dominación extranjera”. Medrano, con su propuesta, desarrolló el ideario
belgraniano de “ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo”. Como se
desprende de estos hechos históricos, el ánimo de los patriotas estaba muy
lejos de la angustia de “separarse” del rey de España, que supuso el Ing. Macri
invadió a aquellos prohombres.
Ese mismo
espíritu independentista crece en amplios sectores patrióticos y populares,
quienes van construyendo su unidad por caminos diversos, para llevar los
ideales que iluminaron a los patriotas de la Revolución de Mayo, los
Congresales de la declaración de la independencia del 9 de julio de 1816, y la
propia guerra de la emancipación hasta el final. Así como la decisión
patriótica de nuestros veteranos de la guerra de Malvinas. Solo este camino
abrirá un curso de libertad y democracia grande, de completa independencia de
todo dominio extranjero, en unidad con los hermanos del Latinoamérica y el
Tercer Mundo, para la felicidad del pueblo y para las generaciones que en el futuro
habiten el sagrado suelo argentino.