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jueves, 4 de mayo de 2017

Defensa nacional: Caída libre. Editorial de la edición “CUADERNOS" Nº 52

Editorial de la edición “CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina” N° 52 

Defensa nacional:

Caída libre


El ministerio de Defensa de la Nación publicó, en marzo del corriente año, un documento en el que explicó el alcance de la reducción presupuestaria para la Defensa Nacional, dispuesta por el poder Ejecutivo.
Aunque redundante, conviene recordar que la Argentina viene de más de 30 años de destrucción de su sistema de defensa nacional y de defensa civil, como producto de las políticas de “castigo infinito” impuestas por las grandes potencias, en especial el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, luego de la osadía de enfrentar al imperialismo inglés durante la batalla por Malvinas, desde el 2 de abril de 1982 al 14 de junio de ese mismo año.
Las restricciones a la defensa nacional, por lo menos las que se conocen a través de documentos oficiales, están establecidas en el Acuerdo de Madrid de octubre de 1989 y febrero de 1990. El primero estableció el paraguas británico de soberanía, y el segundo el control de policía de parte del imperialismo inglés sobre las Fuerzas Armadas Argentinas. Estos Acuerdos públicos, y otros secretos, son desconocidos por la inmensa mayoría de la ciudadanía. No así por su dirigencia política y militar. Justamente, el entendimiento entre el vicecanciller británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan, y la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, invocan estos Acuerdos como sustento jurídico al generoso intercambio propuesto por el actual gobierno con la administración de la primera ministra Theresa May.
En el editorial del N° 49 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina (Elecciones presidenciales 2015: “Defensa Nacional, de eso NO se habla”), señalamos respecto al entonces candidato presidencial Ing. Mauricio Macri: “El Ing. Mauricio Macri poco y nada ha anunciado sobre este tema. No ha negado nunca que se puede imponer como hipótesis de trabajo para las fuerzas armadas las denominadas nuevas amenazas.” El compendio sobre las “nuevas amenazas” fue inspirado y redactado en EEUU y se halla resumido en el documento “Santa Fe 4”. En momento de las elecciones del año 2003, circuló profusamente un “dossier” sobre esas “nuevas amenazas” y en el que se impulsaba la decisión de que la Argentina adhiriera a esos postulados.
Una vez en el gobierno, el Ing. Macri avanzó en su relación de subordinación con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Lo hizo a través de funcionarios vinculados a los intereses británicos, y con su participación personal en carácter de jefe de Estado. Volvió a encontrarse con Josep Lewis en su estancia del Lago Escondido, latifundio de 13.000 ha que es motivo de denuncia por la apropiación de espacios públicos en los que el magnate británico niega el acceso a los pobladores del lugar. Allí se propone la construcción de un segundo aeropuerto propiedad del magnate inglés. El primero, como se sabe, está ubicado en Bahía Lobos, Río Negro, donde posee un latifundio de 40.000 ha. Se trata de una pista más extensa que la del aeropuerto de la Ciudad de Buenos Aires y en el que pueden descender aviones de gran porte como los que utiliza la OTAN, a solo dos horas de vuelo desde la base militar de Mount Pleasant, en Malvinas. Esa base extranjera es la mayor instalada en territorio suramericano, junto a la base militar de Georgias. La primera (Mount Pleasant), cabecera del dispositivo militar integrado por las Islas Santa Helena, Tristan Da Cunha y Malvinas, y destinada al control del paso interoceánico Pacífico Sur-Atlántico Sur y de las costas de América del Sur y África, y la navegación hacia el Atlántico Norte, controlado desde la Isla Ascensión, en la que hay una base de EEUU y otra del Reino Unido. La base militar de Georgias está destinada al control militar de la Antártida Argentina y la ruta transpolar.
El presidente Macri se entrevistó con el entonces ministro Cameron, quien luego abandonó el cargo derrotado en el plebiscito por el “Brexit”. Con posterioridad a la dimisión de Cameron, se reunió con su sucesora, Theresa May; luego se sucedieron entrevistas en distinto nivel entre delegaciones argentinas y británicas.
El gobierno nacional se propone una versión “mejorada” de relaciones con los colonialistas ocupantes de nuestros territorios, remedando aquella del canciller Di Tella y sus envíos de ositos “winnie pooh”, para demostrar que los argentinos repudiamos la reconquista patriótica de las Islas Malvinas del 2 de abril de 1982, y de justa defensa de nuestros territorios ante la agresión colonialista británica, hasta el 14 de junio de 1982, cuando comenzó la segunda y actual usurpación británica. En este sentido, promueve “viajes de buena voluntad” de ciudadanos argentinos para “demostrar” un comportamiento sumiso hacia los ocupantes, que provocaron la justa y airada reacción de veteranos de la guerra de Malvinas y familiares de soldados muertos por la agresión inglesa.
Toda la cuestión Malvinas la hemos analizado en numerosos artículos en nuestra publicación y recomendamos la lectura del libro “Malvinas, una realidad vigente”, publicado en la edición N° 51 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina, de diciembre de 2016, o en Facebook: https://www.facebook.com/Malvinas2016
A medida que el gobierno fue definiendo sus políticas, quedó establecido que la Defensa Nacional no estaba entre sus prioridades, y que la orientación para el desarrollo de las tareas específicas del instrumento militar (las Fuerzas Armadas), así como el impulso a la investigación técnica y científica para el área de la defensa, quedaba definitivamente descartado para esta administración.
El primer dato significativo brindado por el gobierno al respecto fue el acuerdo con la Guardia Nacional del Estado de Georgias, EEUU. Hubo otros, anteriores, que no aparecían claramente vinculados a las cuestiones de la defensa. Se trató de acuerdos de inteligencia y de “lucha contra el narcotráfico”, con EEUU.
Sobre el acuerdo con la Guardia nacional del Estado de Georgias señalamos en un artículo del 28 de diciembre de 2016 publicado por nuestro Instituto de Estudios Nacionales del Foro Patriótico y Popular: “El acuerdo que el gobierno del Ing. Macri firmó con la Guardia Nacional del Estado de Georgia, EEUU, es un grave viraje en la política de indefensión nacional y de subordinación militar a una de las potencias mundiales.
Profundiza el rumbo impuesto por los países imperiales a nuestra nación, luego de la osadía de atreverse a recuperar los territorios usurpados por el colonialismo británico de Malvinas y otros territorios del Atlántico Sur el 2 de abril de 1982, y de defenderse de la bárbara agresión británica, asistida por EEUU y consentida por las demás potencias mundiales.
El acuerdo se firmó entre el gobierno argentino y la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EEUU), uno de los principales centros militares del mundo.
 El presidente Macri había manifestado su voluntad de integrarse al Programa de Colaboración Estatal (State Partnership Program) que coordina el Departamento de Defensa de EEUU y en el que participa directamente la Guardia Nacional. El SPP (por su sigla en inglés) es un programa que impulsa acciones militares conjuntas con el Comando de Combate Unificado (Unified Combatant Command), creado por la administración de George H. Bush en 1989. Este organismo prioriza sus acciones militares en el exterior.
La Argentina, ingresó con este acuerdo bajo la órbita del Comando Sur de los EEUU (United States Southern Command), al mismo tiempo que el presidente electo Donald Trump designara al frente del Departamento de Seguridad Nacional a John Kelly, quien lideró el Comando sur entre 2012 a 2015.
 Los objetivos formales del SSP son promover la “interoperabilidad” y “enlazar las capacidades militares” de ambos países. En el caso argentino, el acuerdo que se formalizó con el Estado de Georgia, habilita a sus miembros a que operen en nuestro país y tomen decisiones por encima de las FFAA locales. El acuerdo se refiere a zonas de frontera, catástrofes naturales, aunque no descarta la participación de esas fuerzas militares en conflictos sociales, dado que su objetivo genérico es “mantener la paz en la región”. Lo anterior pone a Argentina en grave peligro de intervención de tropas extranjeras en nuestro territorio (las estadounidenses y las de potencias adversarias), en un mundo al que el mismo Papa Francisco describe como sumido en una Guerra Mundial por etapas.
 Este vergonzoso acuerdo se suma a la profundización de la política de sumisión nacional ante el usurpador británico, puesta de manifiesto en el entendimiento Malcorra-Duncan, que compromete vuelos desde el continente a Malvinas para abastecer a las fuerzas de ocupación colonialista y de exploración y explotación de los recursos hidrocarburíferos argentinos en la zona de la ocupación militar extranjera de nuestros territorios insulares. La misma Cámara de Comercio de la ocupación colonial de nuestras Malvinas ha manifestado su necesidad de los vuelos argentinos, por lo que no haremos más que facilitar nuestra ocupación colonial, en lugar de dificultarla. Difícilmente se encuentre en la historia un ejemplo similar en la que un país con su territorio parcialmente colonizado facilite la continuidad de la situación.

La política de “ajuste” en el área de la defensa nacional

El documento mencionado líneas arriba, se titula “Contribución de la Jurisdicción Defensa al Esfuerzo Fiscal”, y se propone como un modelo de ajuste presupuestario, afectando todo el sistema de defensa nacional, llevándolo casi a su extinción.
Por otra parte, y antes de adentrarnos en el detalle de estos “ahorros” que el gobierno nacional presenta a través de su ministerio como un gran logro de su administración, conviene hacernos una pregunta muy importante.
La orientación que el gobierno nacional impulsa para el uso del instrumento militar (las fuerzas armadas argentinas) ¿es para la defensa nacional o para la seguridad interna? La reducción impuesta al sistema de defensa nacional podría ser suficiente respuesta a este interrogante. Pero nuestras fuentes, que son confiables, refieren que está en estudio en ciertos ámbitos del gobierno, la modificación de la Ley de Defensa Nacional, para permitir la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna. Dicha modificación apunta a legalizar el uso de las fuerzas armadas para la represión interna. Sería un progreso en relación al uso del instrumento militar para esos fines, que implementó la administración anterior con la designación de Sergio Berni, quien revestía en actividad con el grado de Teniente Coronel y era personal de inteligencia militar, y la designación del propio Jefe de Estado Mayor General del Ejército Argentino, Tte. General César Milani, a quien se acusa de haber desarrollado un sistema de inteligencia interna paralelo a la AFI, (Agencia Federal de Investigaciones, la ex SIDE).

La propuesta de utilizar las fuerzas armadas para la represión interna no es nueva. Hicimos mención al “dossier” que se hizo circular entre los altos mandos de las FFAA antes de las elecciones presidenciales de 2003. Desde entonces, voceros de distintos sectores reiteran esa propuesta. Antes de las elecciones presidenciales de 2015, se volvió sobre el tema, en especial, por boca del candidato presidencial Sergio Massa.
El acuerdo con la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EEUU) demuestra que es en este sentido que el gobierno del presidente Macri orienta su política.
El documento del ministerio de Defensa sobre reducción del gasto comienza con un dato significativo. La “interrupción” del proyecto de remotorización de Pucará por 3.833 millones de pesos. Se debe tener en cuenta que al tiempo que se suspendió la remotorización de esta aeronave, se propuso y se ejecutó la compra de aviones Texan 6, de fabricación en EEUU, que podría implicar un gasto de 300 millones de dólares, que al cambio actual equivaldría a más de 4.800 millones de pesos.
El segundo ítem destacado por el ministerio de Defensa versa sobre la racionalización del plan anual de comisiones al exterior, que incluye la reducción de agregadurías y comisiones militares al exterior, por valor de 400 millones de pesos. En orden decreciente, le sigue la modificación de los coeficientes por cambio de destino: que es la compensación que percibe el personal de oficiales, suboficiales y soldados voluntarios cuando cambian de organismos que distan a más de 20 km, según señala la información ministerial. Aquí se trata de una reducción de 381,8 millones de pesos.
Cierra la primera hoja del informe, el ahorro suscitado por el repliegue de 1800 efectivos desplegados en el marco del operativo “Escudo Norte”, dispuesto oportunamente por la administración anterior. Se trata de una reducción de 160 millones de pesos. En total, se señala, el ahorro es de 4.615 millones de pesos. Nótese que la compra del Texan 6 a EEUU, refiere a una suma casi igual a la celebrada reducción. No entra en consideración la compra de cuatro lanchas artilladas Shaldag a Israel, por parte del ministerio de Seguridad de la Nación por valor estimado de 40 millones de dólares (unos 640 millones de pesos), y que fue objeto de severas críticas de toda la industria naval argentina. Se trata de una compra que atenta directamente contra la producción nacional para la defensa.

El documento sigue con la reducción de gastos para inmuebles. En primer lugar, se señala la suspensión de las obras de mantenimiento y recuperación del Dique 2 en la Base Naval Puerto General Belgrano, limitando el mantenimiento y carenado de los buques de la flota de mar. Se trata de un ahorro de 14,3 millones de pesos.
La desafectación del predio de 1700 m2 con 940 m2 construidos y relocalización del personal a otras áreas, en Comodoro Rivadavia, Chubut, por valor de 32 millones de pesos.
Traslado de la VII Brigada Aérea. El documento indica que se concentrarán los escuadrones operativos de helicópteros y fuerzas especiales actualmente alojados en la Base Mariano Moreno, VII Brigada, en la Base Aérea de Morón a fin de reducir el área metropolitana y racionalizar el gasto. No está especificado el ahorro en pesos. Solo se dice “millones de pesos a determinar”.
Finalmente, se señala en el ítem “infraestructura y terrenos en San Miguel”, la desafectación y venta del predio de 63.000 m2 con 11.000 m2 construidos y se relocaliza el personal a otras unidades en el área metropolitana para racionalizar el gesto, por valor de 160 millones de pesos.
El total de “ahorro” para infraestructura e inmuebles suma 206,3 millones de pesos.
El documento dedica una detallada descripción de inmuebles a vender por valor de 335 millones de dólares (5.360 millones de pesos), que no serán destinados para la defensa nacional, sino que se acumularán en el fondo común del presupuesto nacional para la atención de otras prioridades.

Luego se explican los ahorros el capítulo dedicado a “Gestión de activos de Fuerzas Armadas”.
En primer lugar, sobre Sistema de radarización. Se señala que se desafectará la partida presupuestaria prevista para la fabricación del sistema Radar RPA#DLA II Serie, por valor de 25 millones de pesos.
Se suspendió, durante un año, así sostiene el documento, las tareas de reparación del submarino Santa Cruz, previéndose su finalización en el año 2023 (Sic). “Ahorro”: 20 millones de pesos.
Repliegue del sistema de radares Rasit: se retirará del “Operativo Fronteras” el sistema de radares de vigilancia terrestre para detección de blancos pequeños móviles. Reducción por 160 millones de pesos. Finalmente, este capítulo cierra con la desprogramación del 60% de un total de 90unidades, de los vehículos de combate M113 del Ejército Argentino. Reducción de 30 millones de pesos. El total de “ahorro” es de 235 millones de pesos.
El capítulo dedicado a “Gestión de material Fuerzas Armadas”, señala en el ítem “enajenación del material aéreo desprogramado”, que se pasarán a disponibilidades los sistemas de armas desprogramados que aún se mantienen en guarda: Boeing 707-320C, C-130B, Fokker FK-27 y FK-28, C-182J, Pawnee – PA – 28R – AB – 180, “a determinar en millones de pesos”.
En cuanto a la desprogramación de flota de vehículos del Ejército, se señala una reducción de 18 millones de pesos.

En cuanto a la gestión de personal, se trata de uno de los ajustes más severos.
En primer lugar, reducción del personal de oficiales (incremento de bajas y retiros de un 102% con respecto al año 2015); y del personal de suboficiales (incremento de bajas y retiros de una 130% con respecto al año 2015), por valor de 3.520 millones de pesos
Reducción de personal en FADEA, por 200 millones de pesos.
Reducción de personal en Tandanor, por 50 millones de pesos. Este ítem arroja un total de 3.770 millones de pesos.

La gestión de servicios Fuerzas Armadas, refiere a la racionalización de los gastos de funcionamiento, mantenimiento y servicios básicos, infraestructura comercial, vehículos, viáticos. Readecuación de la infraestructura comercial conforme a los planes de racionalización de los servicios aéreos. En millones de pesos valor a determinar.

En cuanto a la Secretaría de Ciencia, Tecnología y producción para la Defensa, el ajuste se distribuye del siguiente modo:
Fabricaciones militares: se discontinuará la ejecución de las etapas programadas por la gestión anterior para la instalación de la línea de ensamble de vagones en la fábrica militar “Río Tercero. Ahorro previsto para 2017: 22 millones de pesos.
Fabricaciones militares: No se ejecutará la actualización tecnológica de las condiciones de servicios y almacenamiento de materia primas y polvorines de la Fábrica Militar “Azul”. Ahorro previsto para 2017: 3 millones de pesos.
Fabricaciones militares: No se realizará la adecuación de instalaciones e infraestructura de la fábrica militar “Azul”. Ahorro previsto para 2017: 350 mil pesos.
Fabricaciones militares: No se ejecutará la modernización de la planta de pólvoras monobásicas de la fábrica militar “Villa María”. Ahorro previsto para 2017: 130 mil pesos.
Fabricaciones militares: No se realizará la puesta en valor de almacenamiento y polvorines Fábrica Militar “Azul”. Ahorro previsto para 2017: 50.000 pesos.
Fabricaciones militares: No se ejecutará la instalación del centro de servicios mineros “Jachal”. Ahorro previsto para 2017: 2 millones de pesos.
Fabricaciones militares: No se realizará la puesta en valor y actualización tecnológica de laboratorios de calidad en la Fábrica Militar “Villa María”. Ahorro previsto para 2017: 1,4 millones de pesos. Total del ajuste en Fabricaciones Militares: 28, 93 millones de pesos.

Instituto de investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se cancelarán los proyectos de boogies ferroviarios y de hexacopteros en el CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 3.394.000 pesos.
Instituto de investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se cancelará el proyecto CALIV 105 en el CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 1.175.000 pesos.
Instituto de investigaciones científicas y técnicas de la defensa: se postergará la finalización del proyecto 8 (instalación de un laboratorio de imagen térmica) del CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 2.240.000 pesos.
Instituto de investigaciones científicas y técnicas de la defensa: no se realizará la convocatoria de proyectos de investigación y desarrollo en CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 7,450 millones de pesos.
Instituto de investigaciones científicas y técnicas de la defensa: no se ejecutarán las obras de puesta en valor en el CITIDEF. Ahorro previsto para 2017: 6 millones de pesos.
Programa de investigaciones y desarrollo para la defensa: no se realizará la convocatoria al programa de investigación y desarrollo para la defensa (PIDDEF). Ahorro previsto para 2017: 30 millones de pesos.
Servicio de Hidrografía Naval: no se ejecutará la obra de puesta en valor y acondicionamiento de la sede costanera del servicio de Hidrografía Naval. Ahorro previsto para 2017: 11 millones de pesos.
Servicio de Hidrografía Naval: no se ejecutará las obras de mantenimiento del Buque Hidrográfico Comodoro Rivadavia. Ahorro previsto para 2017: 9 millones de pesos.
INVAP: no se ejecutará el contrato con INVAP por la modernización de los radares transportables (TPS 43). Ahorro previsto para 2017: 268 millones de pesos.
Total de ahorros CITIDEF + SHN + INVAP: 338 millones.

La hipótesis de conflicto es interna

A lo largo de todo el documento y en ningún caso, se explica qué hipótesis de conflicto y qué hipótesis de guerra validan estos ahorros. Mucho menos a dónde se reorientarían esos gastos. Ausente ambas definiciones, solo se trata de una nueva vuelta de tuerca en la ya pronunciada destrucción del sistema de defensa nacional. No sólo en lo que respecta al instrumento militar sino al complejo del sistema de defensa que incluye el desarrollo de la técnica, la industria y la ciencia de la defensa de manera independiente. La reducción establecida para CITIDEF y otras dependencias como el INVAP y el SVH, demuestran que la voluntad del ejecutivo nacional es avanzar en el desmantelamiento del complejo militar industrial para la defensa y en especial en la destrucción de sus instrumentos de investigación y desarrollo.
Esto confirma dos datos de la realidad: el gobierno del presidente Macri continúa la línea de indefensión nacional seguida por los gobernantes argentinos desde el 14 de junio de 1982 (política de indefensión impuesta por las potencias mundiales), en un mundo en el que se ha pasado a hablar como cosa cotidiana de la posibilidad de una tercera guerra mundial, estando la Argentina ubicada en un lugar estratégico como es la confluencia del Atlántico Sur-Pacífico Sur, y siendo un país rico en materias primas y de vasto territorio indefenso.
Si se estudia el despliegue de las fuerzas militares terrestres en el territorio nacional, se observará sin demasiado esfuerzo, que están dispuestas de espaldas al Atlántico Sur, es decir, de espaldas a la ocupación colonialista británica, principal hipótesis de conflicto que compromete la soberanía argentina y, por ende, hipótesis de guerra dada la voracidad de ese imperialismo y otros, por el control de nuestro territorios y riquezas. La Fuerza Aérea está en estado comatoso, y no muy diferente en la situación de la Armada. Ambas fuerzas son indispensables en una hipótesis de conflicto como la que nos plantea el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, por su ocupación militar colonialista. Se trata de un escenario aeronaval y por ello, el desmantelamiento de ambas fuerzas es imprescindible para sostener sin mayores sobresaltos la ocupación militar.
Aunque se pretenda convencer a la ciudadanía de que el Reino Unido no tiene como hipótesis de guerra una nueva confrontación contra la Argentina, sus ejercicios militares lo desmienten. Se tratan de ejercicios militares de carácter ofensivo, con uso de capacidad misilísta moderna. Los ejercicios incluyen la hipótesis de desembarco en la costa continental y la fractura de la parte continental del extremo sur de América del Sur (Argentina e inclusive Chile). A esta estrategia se incorpora el aeropuerto de Lewis en Río Negro y su proyecto de un segundo en el Lago Escondido. La práctica de las fuerzas de infantería de marina (y otras) británicas en costas similares a las patagónicas así lo demuestran. Por otra parte, el Reino Unido compró a Israel armamento destinado a Malvinas por 180 millones de dólares para reforzar su sistema militar con asiento en Mount Pleasant. 
Se debe incluir en esta frágil situación de indefensión, la instalación de la base militar China en Neuquén (habiendo tratativas para la instalación de otra en San Juan), y el acuerdo para emplazar una base de EEUU en Bariloche, con el pretexto de control y seguimiento de la cuestión nuclear. Sabemos, por informaciones confiables, que Argentina no avanzará en ningún proyecto que preocupe a EEUU (como el proyecto Carem | CNEA).

Un mundo en el que crecen los factores de guerra

Estamos frente a una situación internacional en la que crecen los factores de guerra. Este es el rasgo principal. El mundo presencia el desarrollo de guerras comerciales y convencionales. Estas, por ahora, son localizadas, pero con la intervención directa o indirecta de distintas potencias imperialistas.
La más importante es la guerra en Siria e Irak, con la intervención directa de EEUU, Rusia, y otras potencias mundiales y locales. El mundo multipolar está en un momento de transición y reagrupamientos, a partir del cambio del gobierno en Estados Unidos, la mayor potencia del mundo, lo que implica una gran incertidumbre sobre su futuro. Como expresión de esa transición y reagrupamiento, el Reino Unido pasó a implementar su ruptura de la Unión Europea (Brexit), y busca consolidar su presencia en el Atlántico Sur. La ocupación colonial británica de Malvinas, hace del Reino Unido una potencia en los dos extremos del Atlántico, en el Norte, donde todavía integra activamente la OTAN, y en el sur, mediante la mencionada ocupación militar de territorios argentinos y sus pretensiones de colonizar más de cinco millones de kilómetros cuadrados de territorio argentino.
En pocos días, EEUU bombardeó nuevamente a Siria y a Afganistán, utilizando en el primer caso casi una centena de misiles Tomahawk y en el segundo una poderosa bomba convencional de nueve toneladas de explosivos, demostraron el cambio de actitud de esa superpotencia en el escenario mundial. EEUU despliega su ofensiva para reposicionarse en la aguda disputa mundial con las otras potencias, y en este sentido, dispuso el envío de una poderosa flota para rodear a la República Democrática de Corea del Norte la que a su vez amenaza con el uso de armamento nuclear capaz de alcanzar las bases de EEUU en Japón y otros países.
China botó un nuevo y poderoso portaaviones, aunque fuentes militares confiables señalan que le llevará al gigante chino no menos de dos años para poner en condiciones de operatividad la nueva nave de guerra. China, en su carrera por transformarse en una superpotencia militar a escala mundial, debe desarrollar su marina de guerra para poder establecer la lucha por el control de las vías navegables y de aprovisionamiento mundiales. Entre ellas se cuenta, huelga decirlo, Malvinas –un “portaaviones” inhundible–, el pasaje de Drake al sur de Tierra del Fuego y la ruta transpolar de suma importancia para amenazar la “panza” de Rusia o China, o un contracerco frente al dispositivos militares de EEUU y sus aliados de la OTAN y Japón. China cuenta con una base militar en Neuquén destinada al seguimiento de señales “espurias”, es decir, señales que corresponden al lanzamiento de misiles intercontinentales desde distintas naves occidentales.
Tras el lanzamiento de la “madre de todas las bombas” en Afganistán de parte de EEUU, Rusia informó que tiene en su arsenal la que llamó “el padre de todas las bombas”, de 40 toneladas de explosivos convencionales. Al mismo tiempo, Rusia dejó en claro que no descarta el uso de su arsenal nuclear en caso de una conflagración mundial, exhibió el Satan II, un misil intercontinental de hasta 40 megatones, al que presentó como un misil capaz de destruir en un solo golpe a Francia.
 Pese a esta grave situación internacional y que sugeriría a cualquier gobernante actuar con prudente patriotismo para proteger a su nación y a su pueblo, el gobierno del Ing. Macri avanza en el desmantelamiento del ya destruido sistema de defensa nacional, en la entrega del patrimonio nacional a distintas potencias mundiales y el aumento irresponsable de la deuda externa con los centros de la usura mundial. Los acuerdos militares implementados por su gobierno, en particular con la Guardia Nacional del Estado de Georgia (EEUU), apuntan a consolidar una variación de la nefasta doctrina de seguridad nacional.
¿El camino elegido por el actual turno gobernante promete independencia y libertad para nuestra nación o más sometimiento e indefensión? No cabe duda cuál es la respuesta.
El presidente de la Nación tiene una curiosa interpretación de sucesos históricos fundacionales, entre ellos, la declaración de la Independencia nacional del 9 de julio de 1816. Dijo en oportunidad del Bicentenario de esa declaración refiriéndose a los Congresales patriotas: Claramente deberían tener angustia de tomar la decisión, querido rey, de separarse de España”.
Por el contrario, en una carta a Godoy Cruz, el Libertador dice “Los americanos de las Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la emancipación del mando del fierro español y pertenecer a una nación”. Y en otra le escribe al diputado mendocino: “¿Hasta cuándo esperamos declarar la independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al Soberano de quien en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más que decidirse?” En ninguna de las dos misivas aparece un sentimiento de angustia por decidir la independencia del dominio español.
El 9 de julio de 1816, en efecto, se declaró la independencia. Y días después, a instancia del diputado Medrano, se asienta en el acta independentista su propuesta de agregar a continuación de la declaración de la Independencia “de los reyes de España, sus sucesores y metrópoli”, la expresión “y de toda otra dominación extranjera”. Medrano, con su propuesta, desarrolló el ideario belgraniano de “ni amo viejo ni amo nuevo, ningún amo”. Como se desprende de estos hechos históricos, el ánimo de los patriotas estaba muy lejos de la angustia de “separarse” del rey de España, que supuso el Ing. Macri invadió a aquellos prohombres.
Ese mismo espíritu independentista crece en amplios sectores patrióticos y populares, quienes van construyendo su unidad por caminos diversos, para llevar los ideales que iluminaron a los patriotas de la Revolución de Mayo, los Congresales de la declaración de la independencia del 9 de julio de 1816, y la propia guerra de la emancipación hasta el final. Así como la decisión patriótica de nuestros veteranos de la guerra de Malvinas. Solo este camino abrirá un curso de libertad y democracia grande, de completa independencia de todo dominio extranjero, en unidad con los hermanos del Latinoamérica y el Tercer Mundo, para la felicidad del pueblo y para las generaciones que en el futuro habiten el sagrado suelo argentino.


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