De actos, festivales y batallas
mediáticas para ocultar lo principal
El mangrullo argentino
1. Acto y festival K
El gobierno realizó una gran movilización para el
festival y acto convocado, en la Plaza de Mayo, como “fiesta de la democracia”.
El centro de plaza fue ocupado por La Cámpora, seguida de los demás integrantes
de Unidos y Organizados, y rodeados, estos, por columnas de los intendentes y
gobernadores más fieles al kirchnerismo. A esa concurrencia “orgánica”, se
sumaron contingentes, en muchos casos atraídos por los artistas. Fue notoria la
ausencia de varios gobernadores e intendentes, para quienes la orden
presidencial fue concurrir sin carteles para dar una imagen de concurrencia
espontánea. Más notable aún fue la ausencia de columnas del sindicalismo
oficialista, sometidas a la misma directiva que el PJ (sin carteles), y muy
golpeadas por el paro del 20 de noviembre.
2. ¿La madre de todas
las batallas?
Hace tiempo que el gobierno trabaja para colocar en
el centro de la política la pulseada con Clarín, a la que considera “la madre
de todas las batallas”. La Sra. Presidente considera que desguazar al holding
de Magnetto es lo que le falta para completar el súper monopolio multimedios K
que la lleve a la re-reelección.
Además, busca instalar esa pulseada para desplazar
las cuestiones que están en el centro del malhumor popular, y que son su principal responsabilidad:
la inflación, el ajuste, la crisis, la inseguridad, los impuestos al salario,
las jubilaciones de miseria, etc.…
3. Titanes en el ring
En la Argentina existe un bloque de sectores que
dominan la política y la economía que recuerdan a los que en la nobleza feudal
española eran los “Grandes de España”, superiores y privilegiados entre los
propios nobles y autodesignados como descendientes de los visigodos (de allí
que San Martín y otros próceres hablaran de los godos, poniendo el blanco en
ellos para dividirlos de otros sectores de la nobleza y del resto de los
españoles para aislarlos, buscando golpearlos de uno en uno).
En ese bloque desde hace tiempo han aparecidos
sectores enfrentados por el tamaño de la tajada de la rapiña. La pugna entre el
Gobierno Kirchnerista y el grupo Clarín es parte de eso. Pero, debe quedar
claro, es el sector kirchnerista el principal responsable de las medidas en
curso que descargan la crisis en el pueblo y mantienen la sumisión y la
indefensión nacional, aunque sus opositores dentro de aquel bloque no prometan
nada mejor.
El grupo de multimedios K y el grupo de multimedios
Clarín son los dos grandes MONOPOLIOS que compiten por la desinformación de la
opinión pública. Coinciden en achicar la cancha y presentar su pelea como si
fuera la madre de todas las batallas.
4. La “Corpo” K y su
contrincante
Con la ley de medios, el grupo K avanzó en la
construcción un poderoso monopolio propio, se asoció al grupo Vila-Manzano (sí,
Manzano, el que estaba con Menem), y usa descaradamente los medios y los fondos
del Estado. Ahora va por el desguace de Clarín para quedarse con Cablevisión y
Fibertel, porque considera que es el principal obstáculo para la re-reelección
de Cristina Kirchner.
Este grupo se compone, además de los medios del
Estado (TELAM, Radio y Televisión Argentina, Televisión Digital Argentina, Televisión
de los Ministerios, etc.), de otros más:
Medios de contratistas del Estado como
Electroingeniería (Radio del Plata, 360 TV)
Medios de Universidades, ONG`s, Sindicatos (Radios y
TV de la Universidad Nacional de Córdoba, Universidad de las Madres, UOCRA, SUTERH – Caras y
Caretas- etc.
Medios sostenidos por la pauta oficial: Grupo Ámbito,
Grupo OLMOS (Crónica), Grupo Veintitrés-Szpolski-Garfunkel, Grupo
Uno-Vila-Manzano, Grupo Moneta-Garfunkel, Editorial La Página-Página 12, Grupo
Indalo, Grupo Hadad, Grupo Alba Visión Remigio González, etc..
Por su parte, el grupo Clarín creció de la mano de
todos los gobiernos incluyendo al actual, al que le dieron Página 12 y las
tapas del propio Clarín. Al monopolio imperialista Clarín (para hablar con
precisión), si se le remueve un poco el pasado, se le encuentran vinculaciones
con el imperialismo ruso. ¿será por eso y para no descubrir viejas
vinculaciones (Frigerio- Gelbard-Graiver-Lanusse-Timmerman padre e
hijo-Videla-Viola) que se inventó la palabra “Corpo” tan “light” y
“progre”?. ¿será para ocultar el apoyo del actual canciller a Videla y
Viola cuando dirigía el diario La Tarde? ¿será para mantener el “relato”
oficial que hace del General Lanusse un demócrata y de David Graiver un
patriota?.
El monopolio Clarín arrastra una historia nefasta, ya
que fue sostén de la dictadura de Videla y Viola y luego de los gobiernos
(gerentes de la dependencia) que le siguieron, incluido el del período
Kirchner). Desde el 2003 al 2008, ni Néstor ni Cristina Kirchner llamaron
“corpo” a Clarín; le permitieron “engordar” cómo nunca, colonizando la prensa
de las provincias y expandiéndose como multimedios.
Desde que se inició la riña, en el 2008, el gobierno
debió hacer concesiones en la nueva ley de medios que reemplazó a la de la
dictadura; concesiones a los medios alternativos y la lucha democrática
popular. Pero es muy poco lo que realmente gotea para abajo.
La AFSCA se convirtió en un bunker Oficialista. Su
director, Sabbatella, según se dice, de añejas vinculaciones con la ex-URSS
(socialista de palabra e imperialista en los hechos que apoyó en los foros
internacionales al grupo Videla-Viola), lidera hoy Nuevo Encuentro, uno de los
partidos amamantados por Credicoop y su jefe Heller que es, a su vez, actual
apoyo de la política del gobierno.
5. La arremetida K en
la Justicia
El gobierno operó hacia el 7-D como si fuera dueño
del 54% de los votos que sacó el año pasado. No tuvo en cuenta los cacerolazos
que mostraron el cambio de humor de las capas medias, ni el paro reciente que
colocó a la clase obrera, con reclamos multisectoriales, en el centro de la
escena política. El gobierno apretó a la Corte Suprema y arremetió contra los
jueces. Estos cerraron filas en su declaración de respuesta al gobierno, y la
Cámara le falló en contra.
La Argentina es un país dependiente, disputado por
varias potencias imperialistas, y la lucha entre ellas por la rapiña nacional
se expresa en cada una de las ramas del Estado. En las buenas, siempre hay
jueces como Oyharbide dispuestos “a lo que guste mandar” la Casa Rosada. Pero
ya no le da al gobierno como para poner de rodillas a la Corte; lo que no
quiere decir que la Corte se vaya a jugar por Clarín. Es probable que la Sra.
Presidente insista por ese camino, con el riesgo de una crisis “institucional”,
es decir, política.
6. “Corpos” buenas y “corpos” malas
“Corpos”, es decir: corporaciones, es un invento K
para no llamar a las cosas por su nombre: monopolios imperialistas o monopolios
de empresarios de intermediación (que no son empresarios nacionales: apenas
nativos vinculados a uno u otro imperialismo) que son parte del “estábishment”, en Argentina
Cristina Kirchner encabezó las negociaciones para que
las “corpo buenas” vengan a saquear el petróleo. Y luego avanzó en esa
negociación el presidente de YPF, Galuccio, ¡en Londres!, con monopolios
imperialistas yanquis como Chevrón, rusos como los grupos Bulgheroni y
Eurnekian, y chinos como la Cnooc.
¿Por qué en Londres? ¿Se estará negociando la
soberanía de esos acuerdos en la justicia inglesa? Como en la minería, donde la
Sra. Presidente gusta fotografiarse con el dueño de la Barrick, Peter Munk,
saqueador del oro y envenenador de aguas y tierras.
El petróleo y la minería, esas sí son la madre de
todas las batallas, y ahí el gobierno hace lo mismo que hicieron junto con
Menem, cuando el riojano era presidente: lo entregan a los capitales
imperialistas.
7. La verdadera
divisoria de aguas
La iniciativa del gobierno del 9 de diciembre tuvo
como objetivo recuperar la calle y el centro de la escena política. No hay que
subestimarla. Exige dar una amplia batalla política que desnude que el poderoso
multimedios K es un instrumento para su política de descargar el ajuste, la
inflación y la crisis sobre el pueblo manteniendo la entrega y la sumisión e
indefensión nacional.
El multimedios K apoya esa política, la enmascara y
la disfraza, así como el monopolio Clarín alienta a Scioli y De la Sota, que
aplican en sus provincias variantes de la misma política de ajuste.
La verdadera divisoria de aguas en la Argentina no es
la que empuja el gobierno, sino la que resulta de enfrentar o no a la política oficial
(más allá de los “relatos”) de descargar el ajuste, la inflación y la crisis
sobre el pueblo y la Nación.
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