Aumento del tráfico de drogas en los barrios, problemas de adicciones
severas en las familias y poblaciones en riesgo
Observatorio de la Deuda Social Argentina
UCA
La expansión de la
venta de drogas en los barrios más vulnerables, particularmente en villas de
emergencia y asentamientos está asociada tanto al déficit en la presencia
estatal, que se manifiesta en las dificultades para el acceso a derechos
vinculados al hábitat urbano (vivienda, servicios, infraestructura básica,
protección, etc.), como así también en las pocas posibilidades que presenta el
mercado de trabajo a sus poblaciones.
Con base en la falta
de oportunidades educativas, laborales y las dificultades que se presentan en
este contexto para llevar adelante proyectos de vida, el reclutamiento de los
jóvenes por parte de las redes de delito organizado resulta más efectivo. La
posibilidad de mayores ingresos que a los que podrían acceder con un empleo
precario, y la perspectiva de adquirir sentido de pertenencia y reconocimiento
al interior de estas redes, se constituyen como elementos que motivan el
ingreso de jóvenes en situación de vulnerabilidad a esta actividad, sin dudas a
un precio muy alto.
La falta de
oportunidades y las dificultades del Estado para hacer efectivas sus
regulaciones se presentan como algunos de los determinantes de la emergencia de
redes de delito organizado en los barrios más vulnerables.
Cabe aclarar que las
personas que habitan en estos territorios son gravemente perjudicadas por la
expansión del narcotráfico. Por una parte existe mayor exposición al tráfico y
a las adicciones con consecuencias negativas para la salud individual y para el
bienestar de los grupos familiares afectados. Al mismo tiempo los residentes en
villas, asentamientos y barrios vulnerables tienen mayores posibilidades de ser
víctimas de hechos violentos producto de organizaciones delictivas. Por otra parte,
cabe destacar que el establecimiento de redes de comercio ilegal contribuye a
la construcción de territorios estigmatizados que afectan negativamente a sus
habitantes, que además y como consecuencia tienden a ser objeto de la violencia
estatal que se manifiesta en abusos y arbitrariedad por parte de las fuerzas de
seguridad.
RECOMENDACIONES
·
La lucha contra
el narcotráfico no puede fundarse en una acción represiva sobre las víctimas ni
sobre los eslabones más precarios de la cadena sino que debe centrarse y
extremar esfuerzo en erradicar las organizaciones delictivas, circuitos
económicos y políticos que protegen y promueven la venta y consumo de drogas
ilegales.
·
Es necesario
establecer un consenso amplio entre las principales fuerzas políticas y
organizaciones sociales del país sobre políticas estratégicas que tengan como
área prioritaria tanto la erradicación de las bandas delictivas como la
inclusión social de las poblaciones en riesgo.
·
La prevención
del consumo de las sustancias psicoactivas se vincula a la distribución y
comercialización de drogas. En este caso, la conducta preventiva debería
centrarse en intervenciones que interrumpan y eviten la producción, venta y
tráfico de las drogas en espacios comunitarios.
·
La prevención de
las adicciones debería entenderse como un proceso integral para promover un
cambio en la situación actual en toda su complejidad, a través de una propuesta
para el desarrollo de acciones y proyectos preventivos basados en la
participación comunitaria y la coordinación de diversas instituciones y actores
sociales.
·
El registro de
venta de drogas en el barrio desciende de manera poco relevante ante una mayor
presencia policial, con excepción de los barrios de nivel socioeconómico medio,
donde la presencia de fuerzas de seguridad logra mayor impacto. Esto estaría
indicando que en los barrios más pobres o medios profesionales existe un
déficit de control, falta de efectividad o connivencia policial con esta forma
de comercio ilegal.
·
En hogares donde
son más precarias las condiciones socioeconómicas, educativas, laborales y
residenciales se registran mayores índices de drogadicción. Mejorar la calidad
educativa, crear un hábitat inclusivo, acceder a mejores escenarios de vida y
de empleo son factores que reducen de manera significativa en riesgo a
adicciones en los sectores más pobres.
·
El perfil de los
hogares extendidos o nucleares incompletos muestra que determinado entorno familiar
constituye un factor asociado a las adicciones, creando una especie de efecto múltiple
en donde la composición del hogar influye en la adicción así como la adicción
repercute negativamente sobre la convivencia familiar.
·
Crear recursos y
fortalezas psicosociales a través de modos adecuados de afrontamiento, de actitudes
frente a la externalidad y de contención social, mejoran la calidad de salud
tanto física como mental de las personas que se encuentran atravesadas por un
contexto familiar con adicciones.
·
Los indicadores
emocionales manifiestan una implementación de ayuda desde los profesionales de
la salud mental que no se refleja en la concreción de tratamiento o búsqueda de
atención por parte de las familias afectadas por adiciones.
Observatorio de la Deuda Social Argentina. Aumento del tráfico de drogas
en los barrios, problemas de adicciones severas en las familias y poblaciones
en riesgo. Educa, 2015.
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