GRAJEAS DE LA SITUACIÓN POLÍTICA
1. Cayó España
Se agrava la crisis mundial. España, la cuarta economía
de Europa, quedó atrapada por una desocupación del 25%, y el endeudamiento
impagable de sus bancos y de su Estado. El gobierno de derecha optó por
arrodillarse ante la Unión Europea para conseguir un “salvataje” de sus bancos
a costa de más ajuste. Se hunde en el mismo martirio del que el pueblo griego
trata de salir ahora, con un frente surgido en grandes luchas, en las
elecciones del domingo próximo.
La caída de España tendrá graves consecuencias, en
Europa, en otros países del mundo (Obama presiona para que Alemania respalde la
situación), y en la Argentina.
España no solo es un gran inversor en la Argentina,
también es un gran comprador: la fruta de Río Negro, la pesca de Mar del Plata,
Chubut y Santa Cruz, biocombustibles, entre otras cosas. Y Repsol, con el
gobierno español, hace campaña en la justicia yanqui, el G20, el FMI y el Banco
Mundial para sancionar a la Argentina y bloquearle créditos.
2. Vamos mal
Se agrava la situación de la Argentina. En abril cayó la venta de alimentos (fideos,
arroz, etc.) y lácteos, en los supermercados el 2,4%. Cayó el 25% la venta de
inmuebles, y el 8,2 la de autos. La Renault suspendió a sus 2.000 obreros por
la caída de las exportaciones y ahora de las ventas internas, cortaron horas
extras y hay suspensiones en la agroindustria de Santa Fe y de Córdoba,
autopartistas, y cae la construcción (el gobierno paralizó las obras públicas).
La situación en el campo venía complicada por la
seca, y la nefasta política del gobierno sobre el trigo (los chacareros no pudieron
vender su cosecha) y la ganadería vacuna (provocó la liquidación de 10 millones
de cabezas y el quiebre de 180 frigoríficos del rubro); política que favoreció
a los molinos y criadores a corral que están prendidos con el gobierno. A lo
que se sumó la política de vaciamiento de YPF que llevó a la importación
creciente de gasoil y gas. Repsol es el principal responsable de ese
vaciamiento, con la complicidad del gobierno K que se lo permitió.
El problema con YPF es, ahora, que al entrar a la
empresa De Vido y Kicilof, en lugar de encontrar dólares, se habrían topado con
pilas de facturas a pagar por más de 8.000 millones de dólares. ¿Qué van a
hacer Galuccio y Kicilof? ¿Los van a mandar a cobrar a Repsol en Madrid?. Lo
que sí está claro, es que el “plan” de buenas intenciones anunciado por
Galuccio, no aclara de dónde va a sacar los 7.000 millones de dólares anuales
que costará. Ahora es la propia presidenta la que va a negociar con Exxon y
Chevron otro abrazo de la muerte a YPF.
3. Castigados: obreros
y provincias
La inflación y la política de “techo” en los aumentos
en las paritarias carcomen los salarios. Los convenios firmados (metalúrgicos,
comercio, bancarios y UPCN), tuvieron aumentos que van del 18 al 24%, en
cuotas. Si se tiene en cuenta que $ 5.200 es el techo para recibir las
asignaciones familiares, y 5.789 es el piso a partir del cual se paga ganancias
(el trabajador soltero), los trabajadores que superaron el techo dejan de
recibir las asignaciones familiares, y los que superaron el piso de ganancias
pasan a tener que pagar ese impuesto absurdo: el salario no es “ganancia”, sino
el precio de la fuerza de trabajo. Así, el aumento de muchos trabajadores será
mucho menor a lo anunciado por los gremios.
Se agrava la situación de las provincias. El gobierno
nacional no cumple con los envíos de la coparticipación, paró las obras
públicas, y tampoco envía fondos por numerosos planes comprometidos. En varios
distritos, los gobernadores pagan los salarios en cuotas, aumentan los
impuestos, y pegan tarifazos como Scioli con el agua: 180% de aumento.
Empeora la situación de los municipios. Hay miles de
despidos de trabajadores contratados, como denunció la CTA. También crece el
pago en cuotas, y están paradas todas las obras públicas. Esto último, también
golpea a los trabajadores de las cooperativas de Argentina Trabaja, y otras,
creando una situación dramática, ya que el gobierno fue eliminando todos los
planes sociales que no fueran las cooperativas de trabajo.
4. Golpes duros
El gobierno recibió estos días golpes duros.
El más duro, fue “la
gigantesca movilización con que la CTA y las agrupaciones de izquierda
bloquearon los accesos a la Capital y ocuparon la ciudad de Buenos Aires”,
como reseñó Susana Viau (Clarín, 9/6). El paro activo tuvo, también, gran
repercusión en Jujuy y otras provincias
Moyano saludó el acto en un comunicado. En el cierre
del acto central, Pablo Micheli insistió en la necesidad de unidad de acción
para la lucha de las centrales sindicales.
Otro golpe a la política K fue el paro agrario.
Sectores de capas medias, con muchos jóvenes,
salieron a “cacerolear”. Cuando muchos de esos “caceroleros” votaron a Cristina
Kirchner, en el 2011, el kirchnerismo no decía que eran “gorilas”. Es cierto
que hubo sectores de capas medias altas, pero también hubo otros de sectores
castigados por la política gubernamental, y de jóvenes movilizados por las
redes sociales que sufren las consecuencias del crecimiento de la inseguridad y
las drogas mortales. La inseguridad y la droga son dos temas en los que el
gobierno K “mira para otro lado”, y son terribles dramas que golpean no solo a
las capas medias, sino sobre todo a los barrios de trabajadores y villas.
También pesa en la opinión pública el manipuleo de la
justicia en la masacre de Once y el escandaloso “caso Boudou”. Por eso el
gobierno tuvo que resignarse a que fuera a la cárcel su amigo y socio
Cirigliano. Y por eso, también, recibió el cachetazo de la derrota de Reposo,
el ahijado de Boudou, como jefe de los fiscales.
YPF:
un camino equivocado
El endeudamiento que
dejaron Repsol y Eskenazi en YPF, y la persecución de Repsol y el gobierno
Español con acciones judiciales y bancarias en Estados y Europa vuelven a
confirmar que el camino de la expropiación lleva a cargar con las deudas e
hipotecar la propiedad.
Esto ya había quedado en
claro con Aerolíneas Argentinas, que todavía sigue siendo propiedad de Marsans,
que dejó la empresa sin un avión propio (eran todos alquilados). Lo único que
valía eran las rutas que son propiedad del Estado argentino, y es el Estado
argentino quién las concesiona, y puede quitar esas concesiones por mal uso.
Lo mismo pasó con el
Correo (de Macri) y Aguas Argentinas (de los franceses): el gobierno hizo que
el Estado se haga cargo de esas empresas quebradas que son cáscaras vacías.
El camino, con YPF, era
seguir quitándole a Repsol las concesiones de áreas por incumplimiento de los
contratos, como hizo el gobierno de Illia, y exigir indemnizaciones por esos
incumplimientos. Pero pedirle eso al Gobierno es pedirle peras al olmo, si lo
que están buscando es la “asociación estratégica” con Exxon o Chevrón; y
esperando el fracaso de esas negociaciones, están con los brazos abiertos
Cristóbal López y Carlos Bulgheroni. Este último, mandamás de Bridas y capo de
Pan American, acaba de ser premiado por el gobierno que autorizó la compra de
la destilería de la Esso en Campana y 550 estaciones de servicio.
El
fútbol, Scioli y Moyano; y De Vido
Moyano (Pablo) y Scioli
se enfrentaron en un partido de fútbol en la quinta del gobernador bonaerense.
En la tribuna, miraba Hugo Moyano. Luego el dirigente cegetista hizo
declaraciones de apoyo a la candidatura presidencial de Scioli.
Entre tanto, La Juan
Domingo (grupo que reúne a sciolistas e intendentes amigos del gobernador),
hizo una reunión de militantes, se reunió con el chubutense Das Neves, y
comenzará a movilizarse por las provincias.
Como se ve, las grietas
en el kirchnerismo se agravan, y hay quienes van poniendo fichas en el
“pos-kirchnerismo”.
Otro que va quedando
“fuera de juego” en el elenco K, es De Vido: le quitaron Aerolíneas Argentinas,
le sacaron la secretaría de Transporte (que maneja $21.000 millones), lo
dejaron afuera de YPF (a él y a su ahijado Baratta, que era representante del
Estado), y las obras públicas están congeladas. Y parece que Rudy Ulloa también
está “corrido”. En Santa Cruz dicen: “Esto no es kirchnerismo, esto es
“cristinismo”.
Malvinas
no, Exxon y Chevron
Cristina va al Comité de
Descolonización de las Naciones Unidas, acompañada por dos escuderos del banco
Credicoop: el senador Filmus y el veterano Alonso. Fue antes y vuelve ahora a
un organismo que nunca pisa ningún presidente. Si quiere hacer algo positivo,
que hasta ahora se ha negado a hacer, podría ir a la Asamblea General de la
ONU, y poner a votación el reclamo de soberanía argentina en Malvinas.
¿Por qué no denuncia los
acuerdos de Madrid y Londres, firmados por Menem, que humillan a la Nación?. Porque
acepta el “castigo” imperialista y colonialista por haber recuperado a las
islas por la fuerza.
En realidad, el paso por
la Comisión de Descolonización parece ser una tapadera para buscar “la
colonización” del petróleo de la mano de acuerdos con la Exxon o la Chevron,
con cuyos capomafia se va a ver la presidenta en Nueva York.
Lo que está claro es que
durante la ausencia de la Presidente asumirá la presidencia el hombre que ella
puso: Boudou. Alguien se acordará de cuando CFK decía que con Boudou se
iniciaba la “renovación generacional”. ¿Qué renovación? Si la corrupción tiene
tantos años como la mentira.
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