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viernes, 31 de agosto de 2012

NO A LA DROGA: destacable posición de un joven


Un drama que afecta a la juventud
Sobre la despenalización de la droga: Una posición de oposición a las drogas y para que se tomen medidas contra ese flagelo

Mucho se viene discutiendo sobre la despenalización del consumo de droga a partir de una serie de proyectos de ley de distintos diputados y del impulso que sectores del gobierno le dieron al tema.
Nos pareció importante difundir un extracto de las posiciones de Gerardo Cambio, un joven dirigente de una corriente patriótica, popular, antiimperialista y democrática del Movimiento Estudiantil.
Nos parece importante difundir sus conceptos porque pocas veces se encuentra una posición tan clara y definida sobre este drama.

Extracto de las posiciones de Gerardo Cambio
Hay que luchar para que se tomen medidas contra la droga
...El problema de la droga es grave, es uno de los principales –sino el principal– problemas de la juventud argentina. Por eso es imprescindible luchar para exigir que se tomen medidas laborales, sociales, jurídicas, sanitarias y educativas para sacar a los pibes de la droga. Exigir que se aumente considerablemente el presupuesto del Sedronar, para que se creen centenares de centros de atención gratuitos en todo el país para los jóvenes que quieran recuperarse, junto a otra serie de medidas. Pero al mismo tiempo hay que enfrentar a los narcotraficantes, y exigir que se los castigue.
No hay que dejarse engañar con medidas supuestamente “progresistas” que esconden en realidad una política profundamente reaccionaria que busca transformar a nuestro país en un fumadero de paco. El problema principal es que la droga y el alcohol se desarrollan entre las masas populares como uno de los instrumentos eficaces para su adormecimiento, como herramienta que facilita la profundización de la opresión. Tenemos que seguir luchando para terminar con esa lacra del sistema que es la droga. El camino para hacerlo es el camino de la lucha, el camino revolucionario.
Una posición de oposición a las drogas…
…pensamos que tanto la droga como el alcohol hacen estragos entre los jóvenes...
… los han utilizado para desviar y dividir la lucha juvenil, para que no nos rebelemos frente a las injusticias que vivimos.
…En todos estos años los sufrimientos de los jóvenes se han agravado con política kirchnerista. Para muestra basta un botón dice el dicho, en el tema educativo un reciente informe de la Unesco asegura que sólo 31 de cada 100 chicos que empiezan la primaria terminan el secundario, por esa y otras razones ya son 993.000 los jóvenes de 14 a 25 años que no estudian ni trabajan.
…Mientras el gobierno y el conjunto de las clases dominantes tienen esta política de exclusión y explotación de la juventud, al mismo tiempo fomentan la vida “fácil”, el individualismo, la falta de solidaridad, y la “cultura del reviente”, naturalizan el alcohol y la droga como parte de nuestra vida cotidiana y como factores necesarios para la diversión o para poder soportar la vida que tenemos.
El gobierno y la droga…
…estos casi diez años de gobierno han profundizado la dependencia del imperialismo y el latifundio en nuestro país, pero también, han transformado a la Argentina de un país de tránsito a un país de consumo de droga.
La masificación del paco –que se elabora con los desecho de la cocaína– muestra que se han instalado una importante cantidad de “cocinas” donde se fabrica y procesa la droga. Han dado vía libre a la importación de efedrina –se utiliza para la fabricación de cocaína–, que ha ingresado a nuestro país en cantidades siderales.
En todos estos años han salido a la luz una serie de hechos que vinculan al gobierno con el narcotráfico. Se conoció que durante el gobierno de Néstor Kirchner existió una línea área que hacía la ruta Tacna (Perú)–Córdoba(Argentina)– Madrid (España) con una inusual frecuencia. La empresa Southern Winds era una pantalla a través de la cual llevaban droga a España. El triple crimen donde fue asesinado Forza junto a dos de sus compañeros, hizo emerger que estos “empresarios farmacéuticos” ligados al tráfico de efedrina fueron financistas de la campaña electoral de Cristina Kirchner. Vale recordar que la empresa Conarpesa, implicada en uno de los mayores allanamientos de droga de nuestro país (operativo langostino), había sido financista de la campaña de Néstor Kirchner en 2003. También el gobierno tomó medidas que beneficiaron de hecho a los narcotraficantes, como el blanqueo de capitales que les permitió declarar millones de pesos sin que nadie les preguntara acerca de los orígenes de esos fondos.
¿Quiere el gobierno combatir la droga y a los narcos despenalizando?
Estamos en contra de la actual Ley 23.737 (Ley de estupefacientes) porque no toma a la droga como una enfermedad social sino como un delito. La ley mezcla el consumo con la comercialización y pone como solución primordial para el consumo la represión.
Somos claros: estamos en contra de que se penalice a cualquiera –y particularmente a cualquier joven– que consuma, porque la droga es una enfermedad social. Pero no acordamos con los proyectos de ley que están circulando.
Porque en primer lugar nos quieren llevar a un debate falso. Si quisieran resolver el problema de los jóvenes con adicciones, ¿por qué no toman medidas inmediatas? ¿Por qué no aumentan el presupuesto del Sedronar para crear más centros de recuperación? En lugar de eso se concentran en discutir el gramaje, es decir la cantidad de droga con la que una persona puede circular y que determinaría si es para uso personal o para vender. Hecho que hace pensar que va aumentar el tráfico en pequeñas cantidades, miles de pequeños vendedores podrían circular libremente. ¿No será entonces que pretenden masificar aún más el consumo?
Mientras las políticas dominantes como la del kirchnerismo sea favorecer el narcotráfico y el fomento de la droga en la juventud, la despenalización lisa y llana no va a mejorar el problema de los jóvenes sino que va a beneficiar a los narcotraficantes. Se necesitan leyes integrales que tomen a la droga como una enfermedad social y que contemplen medidas, sanitarias, educativas y sociales para poder darles una salida a esos pibes. No leyes que partan del “derecho” y la “libertad” que tienen los individuos para drogarse tranquilos. Y se necesita combatir verdaderamente al narcotráfico.
Por otro lado, es falso el argumento de que con la despenalización no van a encanar más a los pibes. En primer lugar porque el narcotráfico está íntimamente ligado a la corrupción policial. Y porque además en este país te encanan y te cagan a palos por portación de cara, por ser pobre o por ser joven. Y eso no va a cambiar mientras este Estado podrido siga en pie.
De fondo el problema más grave es que este tipo de leyes van en camino a la legalización de la droga.
La legalización: ¿A quién le conviene?
Hay muchos sectores progresistas, e incluso de izquierda, que plantean la legalización de la droga. Algunos son más cuidadosos y sólo hablan de la marihuana fomentando la teoría de drogas blandas y drogas duras. Un mito hecho a la medida del fomento del consumo de marihuana, principal puerta de entrada de los jóvenes a otras drogas.
Pero no sólo en organizaciones políticas, sino también estas ideas han enraizado en muchos jóvenes. Se escuchan argumentos tales como: “Si se legaliza no va a haber bandas que la controlen, por lo que los narcos perderían su negocio”, “van a tener que pagar impuestos que hoy evaden ganando millones”, “el Estado va a poder controlar”, “cada uno va a poder plantar libremente y no habrá más negocio”, entre otros.
Pero en un mundo donde domina la concentración monopólica, y donde los países son controlados por unos pocos monopolios imperialistas y grandes terratenientes ¿Por qué va a ser diferente en el terreno de la droga? Así es hoy la realidad en otros rubros: ¿Cuántos laboratorios extranjeros controlan los psicofármacos? ¿Cuántos controlan el tabaco libre? Tomemos el caso del juego –que antes era ilegal–, después de su legalización ¿se masificó o disminuyó? Su legalización trajo más jugadores, y sus ganancias hoy son mayores a las de antes. ¿Por qué va a ser distinto con la droga?
Por otro lado, pedirle a este Estado que controle es como pedirle al lobo que cuide las ovejas. Son precisamente sectores de las instituciones del Estado como la policía y gendarmería, el poder judicial y político en los más altos cargos de donde se promueve, se trafica y se hacen los más grandes negociados con la droga.
La libertad…
Otro gran debate es el de la llamada “libertad” individual. Muchos dicen, y es la base ideológica de los proyectos legislativos: “Yo soy libre de drogarme mientras no moleste al otro”. El problema de ese razonamiento es que no parte de la realidad de un país con las desigualdades sociales que tenemos.
Es difícil, por no decir imposible, hablar de libertad en esta Argentina oprimida y dependiente. Vale preguntarse entonces ¿Cuál es la libertad de un joven trabajador superexplotado? ¿Cuál la de un desocupado? ¿Y la de un joven campesino u originario sin tierra que vive el desarraigo en las villas miseria de las ciudades? ¿Cuál es la libertad de las masas populares explotadas en nuestro país? ¿La de poder emborracharse y drogarse cuando quieran? Pero sobre todo, ¿De qué libertad se puede hablar para un pibe que está metido en la droga?, ¿Qué libertad puede tener ese joven que es esclavo de la adicción que generan las drogas? No podemos hablar de verdadera libertad para los oprimidos en esta sociedad, con este sistema.

jueves, 30 de agosto de 2012



FORJA

BEBIENDO DE LAS FUENTES…
PARA CONTINUAR LA LUCHA PATRIÓTICA Y DEMOCRÁTICA
POR LA INDEPENDENCIA DE TODA DOMINACIÓN EXTRANJERA

"F.O.R.J.A. quiere afrontar los problemas argentinos con criterio argentino, porque considera que el vicio más funesto que padecemos es la entrega permanente y ominosa de la economía nacional a la colonización de las grandes potencias imperialistas, servidas onerosamente por nuestras más destacadas personalidades políticas y profesionales. Sin la total emancipación de la República, liberándola de estos vínculos coloniales, jamás podremos retomar la trayectoria de nuestra grandeza inicial, con grave ofensa para la dignidad de la Nación...”
“Es necesario, para disponerse a la acción heroica y salvadora, empezar por la propia purificación. Ningún hombre que continúe participando, activa o pasivamente, en la complicidad que comporta no repudiar sin piedad la corrupción política del ambiente, empezando por los propios círculos donde actúa, estará en condiciones de colaborar en la gran obra reparadora que exige la salud de la República".
(TEXTO EMITIDO POR FORJA EL 1º DE JUNIO DE 1936). 

FUNDACIÓN DE FORJA
El 29 de junio de 1935, la oposición al alvearismo dentro de la UCR se materializó en la fundación de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina).
FORJA fue creada dos años después de la muerte de Hipólito Yrigoyen, y en momentos que la Unión Cívica Radical decidía levantar la abstención electoral decidida en 1931 en oposición al sistema de elecciones fraudulentas.
Nació con el fin de impulsar una postura política "yrigoyenista" que realizara una dura crítica de los gobiernos que asumieron el poder a partir del golpe de estado del 6 de septiembre de 1930, y que se conoció como la década infame.
La sigla nace de una frase de Yrigoyen que decía: “Todo taller de forja es un mundo que se derrumba.
Bajo la dirección inicial de Juan B. Fleitas y de Manuel Ortiz Pereyra, entre los fundadores estaban Arturo Jauretche, Homero Manzi, Luis Dellepiane (hijo del General yrigoyenista del mismo nombre), Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge del Río y Darío Alessandro (padre). 
Raúl Scalabrini Ortiz, afín e inspirador de las ideas del grupo, no formaba parte orgánica del mismo, pues se requería ser afiliado a la UCR para participar, y lo hizo más tarde cuando esa exigencia fue eliminada.
Fue un grupo heterogéneo, con sectores patrióticos avanzados, que denunció la dependencia argentina.
INFLUENCIA EN LA CORRIENTE NACIONALISTA DE LAS FF.AA.
El trabajo de FORJA tuvo influencia en los grupos nacionalistas que surgieron, por esos años, en las Fuerzas Armadas.
Se ha hundido en el olvido que hubo resistencia al golpe de estado de setiembre de 1930, en el seno de la Fuerzas Armadas, ocultando (para que no cundiera su ejemplo en el futuro) la acción de los grupos legalistas que, dicho sea de paso, también existieron después del Golpe de 1955 y que se expresaron en el Movimiento de junio de 1956, donde el Teniente Coronel Adolfo Phillippeaux tuvo una activa y destacada participación.
En efecto, la resistencia al golpe del 30 tuvo importante eco en los cuarteles, expresándose en levantamientos militares como el de los suboficiales en Córdoba (orientados por Amadeo Sabattini) el 27 de diciembre de 1930, el dirigido por el General Severo Toranzo el 20 de febrero de 1931 en Buenos Aires y el encabezado por el Teniente Coronel Gregorio Pomar el 20 de junio de ese mismo año, en Corrientes.
Ya bajo el gobierno del General Justo, el 28 de junio de 1932, era asesinado en Curuzú Cuatiá, Corrientes, el Mayor Regino Lascano, quien era parte del movimiento cívico militar comandado por el Teniente Coronel Atilio Cattaneo, finalmente desbaratado en diciembre de ese año. Más tarde se produciría el levantamiento del 28 de diciembre de 1933 dirigido por el Teniente Coronel Roberto Bosch en Paso de los Libres (Corrientes), con ramificaciones en Santa Fe y Buenos Aires, del que participaron Arturo Jauretche y Luis Dellepiane, luego fundadores de FORJA.
INFLUENCIA EN EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL, INTELECTUAL Y PATRIÓTICO
FORJA llegó a tener influencia sobre los estudiantes y dirigió la FUA durante un breve período.
Realizó, también, investigaciones político-sociales que se publicaban mediante "cuadernos", conferencias y debates que se realizaban en su famoso sótano ubicado en Lavalle 1725 de la ciudad de Buenos Aires, y en actos callejeros.
LA CONCIENCIA PATRIÓTICA Y POPULAR
Había en F.O.R.J.A. una fuerte conciencia patriótica, democrática y partidaria de la independencia de toda dominación argentina: …el proceso histórico Argentino en particular y Latinoamericano en general, revelan la existencia de una lucha permanente del pueblo en procura de su Soberanía Popular, para la realización de los fines emancipadores de la Revolución Americana, contra las oligarquías como agentes de los imperialismos en su penetración económica, política y cultural, que se oponen al total cumplimiento de los destinos de América”
EL MANIFIESTO DE 2 DE SETIEMBRE DE 1935
Hace 77 años, el 2 de setiembre de 1935, FORJA emite el "Manifiesto al Pueblo de la República”, que creemos conveniente transcribir: 
Desde el 6 de septiembre de 1930 las oligarquías gobernantes desarrollan un plan sistemático para aniquilar la soberanía del pueblo, transfiriendo a grupos de especuladores el goce de los bienes de la Nación, sin hallar resistencia efectiva en los llamados partidos opositores, que, aprovechando la abstención radical, fueron a compartir posiciones con el pretexto de defender, desde ellas, los derechos populares.
Deploramos que las autoridades de la Unión Cívica Radical, con el pretexto de conseguir la soberanía política del pueblo, estén colaborando con las oligarquías económicas entregadas al capital extranjero...
Todos los aspectos de la vida nacional que se pasa a examinar, demuestran que ya se ha impuesto a la República una tiranía económica, ejercida en beneficio propio por capitalistas extranjeros a quienes se han dado derechos y bienes de la Nación Argentina; y que, por las facultades extraordinarias que este Congreso y los jueces han dado al Gobierno Nacional y por la supresión de derechos individuales, se ha echado las bases para establecer de inmediato una dictadura política que asegure y consolide aquella tiranía.
El Banco Central es una sociedad gobernada exclusivamente por los Bancos, en el cual el Estado, el Banco de la Nación Argentina y los bancos oficiales de las provincias tienen sólo 3 representantes sobre 14 miembros del Directorio, de modo que la casi totalidad son nombrados por los bancos particulares.
De modo que a este banco de capitalistas extranjeros se le ha dado un poder dictatorial en materia de bancos, moneda, crédito, industria, comercio interno, importación y exportación, haciéndose de él una fuerza superior a la de la Nación, las provincias y municipalidades, sin intervención eficaz de los representantes del pueblo argentino.
Por otra parte, hay que considerar que el capitalismo británico tiene en sus manos por medio del trust frigorífico y de los transportes marítimos, el dominio de la industria ganadera, a la vez que los comercios de tiendas y almacén más completos y poderosos de las ciudades principales del país, así como le comercio de las máquinas agrícolas.
Se debe tener en cuenta también que las empresas ferroviarias inglesas dominan toda la zona portuaria de ultramar del país, desde Bahía Blanca a Rosario, así como las zonas de los territorios del sur y la cordillera. Vale decir, todas las puertas aduaneras y estratégicas de la República, sin contar la dominación marítima que ejercen en los territorios del sur, con la posesión de las Islas Malvinas y el absoluto predominio industrial y comercial que el capitalismo británico tiene en dichos territorios...
Está de más hacer resaltar la absoluta incompatibilidad de estas dobles funciones del doctor Leguizamón, que es quizá el ciudadano argentino que recibe mayores beneficios del capitalismo británico. El Dr. Leguizamón estaba pagado por las empresas inglesas para que les defienda sus intereses en la Argentina, al mismo tiempo que le pagaba el gobierno para que le defienda los suyos en Inglaterra. Por el carácter de sus funciones plenipotenciarias y por la larga ausencia del Dr. Roca de Londres, en realidad fue el Dr. Leguizamón quién tramitó el tratado de Londres (Roca- Runciman N.R.), que ha resultado tan desastroso para la Argentina y tan beneficioso para Inglaterra...
El Tratado de Londres (Roca- Runciman N.R.) es una afrenta para la soberanía nacional y el pueblo argentino y, por estar fundamentado en una manifiesta prevaricación, está viciado de absoluta nulidad...
Por el progresivo aumento de todos los impuestos de consumo y al trabajo, la progresiva disminución de los sueldos y salarios de los empleados y obreros del Estado y de las empresas particulares y extranjeras de servicios públicos, la progresiva desvalorización de la moneda, el progresivo aumento del presupuesto y de los empréstitos internos y externos, los gobierno surgidos de la revolución de septiembre han agobiado al pueblo argentino, con el pretexto de pagar deudas y salvar el crédito. Mientras no se ha exigido a las empresas extranjeras de servicios públicos que rebajen sus tarifas, a la vez que se les ha permitido que rebajen los sueldos y salarios de sus empleados y obreros, y que los despidan a su antojo por razones de economía, cuando nadie ignora que los gastos de explotación, por diversos factores, han disminuido considerablemente; al mismo tiempo que se ha privilegiado a los trust y empresas extranjeras -que monopolizan y explotan los servicios públicos y las riquezas naturales del país - en los gravámenes impuestos por la ley de cambio, provocando con todos ello el empobrecimiento general del país en beneficio exclusivo del capitalismo monopolista extranjero, con el agravante de haberse exigido todos estos sacrificios económicos al pueblo argentino, so pretexto de salvar su honor y crédito, en los momentos que todas las potencias europeas suspendían sin término el pago de sus deudas, sin que esas potencias se hayan sentido por eso ni desacreditadas ni deshonradas.
Ahora los trust has tendido su organización clandestina para apropiarse de los frutos del trabajo nacional, que comprarán con la inagotable emisión de papeles de la máquina del Banco Central, y que venderán a precio de oro. Pues los trust son brazos del Banco Central para la expoliación del pueblo de toda la República.
La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, al desplegar la vieja bandera de Hipólito Yrigoyen, arriada por la actual dirección del radicalismo, ha entrado en la lucha, dispuesta a cumplir el último mandato del jefe: "Hay que empezar de nuevo"" (2/9/1935).

sábado, 11 de agosto de 2012


DÍA DE LA RECONQUISTA
1806 - 12 DE AGOSTO - 2012

Se conmemora la Reconquista de Buenos Aires de los invasores ingleses el 12 de agosto de 1806, hace 206 años.
Los sucesos de 1806 y 1807 que culminaron con la derrota de las tropas inglesas que invadieron el Río de la Plata, en forma lenta pero segura, han sido llevados al olvido por distintas políticas oficiales.
Los homenajes y conmemoraciones están hoy en su mínimo exponente o son inexistentes. La circunstancia tiene una gran similitud con la política desmalvinizadora practicada desde junio de 1982 hasta la fecha.
No es extraña la coincidencia: se intenta enturbiar el pasado para evitar que se saquen conclusiones para hoy. Conclusiones que inevitablemente apuntan lograr una Argentina Independiente de toda dominación extranjera.
Conclusiones que demuestran que cuando un país oprimido se une para enfrentar al opresor, es posible vencer.
Conclusiones que demuestran que la unidad patriótica y popular es el camino.
Argentina es un país dependiente, desgarrado por la disputa entre distintas potencias que rapiñan, y rapiñaron, nuestro patrimonio y con una parte de su territorio colonizado por el colonialismo imperialista británico. Yanquis, chinos, rusos, ingleses, europeos, etc… revolotean, como buitres, sobre nuestro patrimonio nacional.
Para ello contaron y cuentan con aliados internos. Son nativos de estas tierras pero no son nacionales. Son los gerentes de las políticas de entrega, miseria y sumisión nacional, del pago de la deuda externa usuraria, ilegítima y fraudulenta, de la indefensión nacional, de la extranjerización de la tierra, de la explotación megaminera contaminante efectuada, además, por muchos de los que explotan también en nuestras Malvinas usurpadas.
Son los que niegan salarios y jubilaciones dignas mientras facilitan el desangre de la Nación por empresas de potencias extranjeras y el enriquecimiento de empresarios amigos. Y, además, llenan sus propios bolsillos de manera obscena.
Son los Representantes de los intereses de potencias extranjeras y de sectores sociales internos  que se enriquecieron en los años de oprobio nacional y sufrimiento popular.
Son los que dicen que la economía va bien cuando crece el latifundio a expensas de los productores del campo, que se ven expulsados de las tierras que hicieron fértiles con el sudor de su frente. Son los que dicen que el país progresa cuando sus ganancias aumentan a expensas de la destrucción de la industria argentina. Son los que festejan la entrega del patrimonio nacional que tanto costó acumular y, como animales carroñeros, disputan entre ellos por el tamaño de los trozos que sacarán de su rapiña.
Son los que olvidan la justa causa de Malvinas.
Son los que destruyeron la industria de la Defensa Nacional porque, dicen, no hace falta defenderse en el “Mundo Globalizado”.
Son los que desarman nuestras fronteras terrestres y marítimas y mantienen indefensa a la Nación y hacen que nuestras Fuerzas Armadas y de Seguridad se ocupen del control interno.
 Son los eternos defensores del Orden, de “Su Orden”. El Orden de nuestra dependencia como país, de nuestra sumisión como Nación, de nuestra esclavitud como pueblo.
Son los que mantienen vigentes los tratados de Londres y Madrid.

Por eso, reivindicamos hoy aquel 12 de agosto de 1806, porque una conclusión importante a sacar es que la unidad patriótica y popular es el camino.
Así ocurrió en los albores de la Patria, en 1806 y 1807, cuando se logró el triunfo a partir de la unión del Pueblo, los patriotas y los militares dispuestos a enfrentar la invasión. A esta unión le corresponde la gloria del triunfo.
Esto se consolidó en el Cabildo Abierto del 14 de agosto de 1806 en la destitución del Virrey Sobremonte, y la organización de los cuerpos de milicias integrados por el pueblo y los militares que combatieron, que habrían de ser los artífices del triunfo en la segunda invasión y la base militar de la Revolución de Mayo.
Es que en los sucesos de 1806 y 1807 se conformaron, con la unidad patriótica y popular, con la confluencia del pueblo sublevado y los militares patriotas las nuevas fuerzas militares sin las cuales no hubiera sido posible el 25 de mayo de 1810. Por eso el acta original del Ejército Argentino lleva fecha de 6 de setiembre de 1806 y asume la forma de un bando publicado ese día que convocaba a las armas a todos los hombres aptos cuyas edades oscilaran entre los 16 y los 50 años, para constituirse en milicias ciudadanas, con el fin de enfrentar otra nueva agresión de las fuerzas inglesas sobre Buenos Aires.
El pueblo en armas fue la base del triunfo. Y cada vez que se produjo este tipo de unidad patriótica y popular se abrieron perspectivas de independencia nacional.

Los patriotas y los luchadores populares, civiles y militares, de distintas vertientes ideológicas, de distintas clases sociales, deben converger como en mayo de 1810 donde estuvieron juntos revolucionarios como Moreno y Belgrano, militares como Azcuénaga, Pedro Andrés García, Juan José Viamonte, Antonio y Diego González Balcarce, Ramón y Marcos Balcarce, religiosos como Alberti, líderes agrarios como el General José Gervasio Artigas, y comerciantes como Larrea.
Tarde o temprano, la unidad patriótica y popular, como en aquel agosto de 1806, impondrá el orden de una Argentina independiente como país, emancipada como nación, con una democracia grande y verdadera donde se satisfagan los verdaderos deseos del pueblo que se habrá liberado, al fin, de tanta ignominia, de tanta miseria, de tanto sufrimiento.

jueves, 2 de agosto de 2012


Nota editorial REVISTA CUADERNOS Nº 39

¿Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad para defender la soberanía?
La defensa nacional sometida al “castigo infinito”
Desde junio de 1982 en adelante, la desmalvinización se constituyó en política de Estado. La desmalvinización se expresa en medidas políticas, económicas, jurídicas, diplomáticas, militares, etc., que compendian las imposiciones de las potencias imperiales contra nuestro país, por la osadía de recuperar lo que nos pertenece, el 2 de abril de 1982.
El proceso desmalvinizador iniciado en junio de 1982 durante el último turno dictatorial, se completó durante el gobierno del Dr. Carlos Menem con los llamados Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 (paraguas de soberanía) y de febrero de 1990 (control de nuestras FF.AA. de parte del Reino Unidos de Gran Bretaña). Estos Acuerdos impusieron condiciones de carácter semicolonial a nuestro país de parte de la potencia ocupante: es en Londres y otras capitales imperiales donde se decide, entre otros asuntos, lo concerniente a nuestro sistema de Defensa Nacional. La inmensa mayoría de esos Acuerdos, entendimientos, etc., celebrados entre la potencia ocupante y la Argentina en los últimos 30 años se mantienen plenamente vigentes.
La desmalvinización significó la destrucción de nuestra sistema de Defensa Nacional incluyendo: la destrucción de las capacidades de las FF.AA. para una efectiva defensa de la soberanía, y de la industria militar, la investigación técnica y científica para la defensa; de la defensa en las zonas de frontera liquidando la ley de seguridad correspondiente, y la destrucción de la industria en general y de la empresa petrolera estatal YPF, empresa estratégica gravitante en las posibilidades soberanas como nación y para las capacidades defensivas del Estado ante una agresión imperialista externa. A este conjunto de medidas lesivas para la soberanía de la Nación, se debe sumar la imposición de la condición de socio extra OTAN durante la década de 1990, y la política de misiones militares al exterior al servicio de potencias imperialistas y colonialistas, sometiendo a nuestros hombres de armas a la humillación de servir a las mismas potencias que en 1982 nos impusieron su guerra colonial en el Atlántico Sur. Esta política se mantiene inalterable, en lo esencial, desde el gobierno del Dr. Menem a la actualidad, diseñada por el entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército Argentino, Tte. Gral. Balza.
La Directiva para la Defensa Nacional
La doctrina del gobierno nacional para las FF.AA., rechaza la existencia de una hipótesis de conflicto (¡en un país que tiene parte de su territorio ocupado por el colonialismo inglés, que aspira además a colonizar cinco millones de kilómetros cuadrados de nuestros territorios!). Las hipótesis de conflicto son orientadoras de las políticas de Defensa y Seguridad nacional en todos los países. El Poder Ejecutivo propone “en reemplazo del modelo basado en hipótesis de conflicto” que “el Planeamiento Estratégico Militar y el correspondiente diseño de fuerzas del Instrumento Militar”, se elabore “conforme al criterio de ‘capacidades’ como factor de planeamiento, esto es, deberá formularse en función de alcanzar y consolidar la aptitud de ejecutar en forma autónoma la completa gama de operaciones” que demanden “todas las formas genéricas de agresión que se manifiestan en los conflictos convencionales de origen externo generados por actores estatales”. Y define el modelo de nuestra Defensa como “un modelo de defensa de carácter ‘defensivo’”.
Para el Gobierno no existen hipótesis de conflicto, porque éstas han sido erradicadas de la doctrina de Defensa Nacional. Por lo tanto, no puede haber un planeamiento estratégico militar (estratégico significa importante, valioso, vital, trascendental, trascendente, principal, necesario, indispensable, etc.) y, menos aún, el correspondiente diseño del instrumento militar (el tipo de FF.AA.) conforme a un supuesto criterio de capacidades para enfrentar amenazas genéricas de agresión.
Si no existe una hipótesis de conflicto no se puede realizar ninguna planificación estratégica militar, ni diseñar el tipo de FF.AA. que necesita la Argentina para garantizar su integridad territorial e independencia frente al colonialismo y el imperialismo; lo que se impone es la doctrina de la incertidumbre como resultado de esta orientación.
En el plano teórico propuesto por el Poder Ejecutivo Nacional, la política para la defensa nacional enunciada en su Directiva para la Defensa Nacional, lleva el debate sobre la misma al ámbito estratosférico, justamente allí donde nos dejó Menem cuando “¡pum! para arriba” nos elevó en su vuelo al espacio exterior desde las humildades de la pobreza riojana, para de allí dirigirnos al Japón, donde incrédulos nipones mirarían azorados el indetenible progreso argentino ingresando por el espacio exterior al Primer Mundo prometido. Por supuesto, ni los japoneses vieron el estratosférico cohete, ni los argentinos entramos al Primer Mundo, ni la Directiva para la Defensa Nacional sirve para disuadir el persistente avance del colonialismo inglés, ni mucho menos a los fines de la recuperación patriótica de los territorios usurpados por el colonialismo británico, o para nuestra definitiva y completa independencia nacional.
En el plano de la práctica, la política para la defensa nacional enunciada por el gobierno en su Directiva para la Defensa Nacional resulta en indefensión de nuestro patrimonio en tierra, mar y aire. Más aún, garantiza la aplicación de los tratados de Madrid, perjudiciales a la soberanía nacional; al permitir el establecimiento del aeropuerto del magnate británico Joe Lewis de dimensiones superiores al Jorge Newbery de la ciudad autónoma de Buenos Aires, en el que pueden descender aviones de gran porte como los que utiliza la OTAN, a solo dos horas de vuelo desde Mount Pleasant, la base británica en Malvinas, y cortar en dos a la Argentina continental a la altura del paralelo 42.
Fuerzas de frontera
Junto a la liquidación del sistema de Defensa Nacional, las Fuerzas de Fronteras fueron retiradas en número considerable de su tarea de custodia de la soberanía terrestre, fluvial y marina para asignarles tareas propias de fuerzas de carácter policial de acuerdo a las decisiones del Poder Ejecutivo Nacional.
La Prefectura Naval Argentina nace como un producto directo de la Revolución de Mayo. El 30 de junio de 1810, el Primer Gobierno Patrio oficializó la dependencia orgánica de la Prefectura de la Primera Junta de Gobierno. Un decreto escrito por el Secretario de la Junta Dr. Mariano Moreno, suscribió la designación del Coronel criollo Martín Jacobo Thompson como primer Prefecto Nacional a cargo de la Capitanía de Puertos de las Provincias Unidas. Más acá en el tiempo Jorge Eduardo López y Julio Omar Benítez de la Prefectura Naval Argentina, que regaron con su sangre la turba malvinera, señalan la verdadera vocación que se debe inculcar a los custodios de la soberanía naval, muy lejos de las decisiones políticas del gobierno, de usarlos como fuerza represiva en conflictos sociales.
En la lucha por la emancipación americana del dominio colonial español, fueron las naciones originarias las que con sus heroicos combates escribieron con heroísmo los antecedentes fundacionales de la defensa de las fronteras patrias ante el conquistador extranjero. Luego, en el siglo XIX, las fuerzas de fronteras fueron parte de la lucha independentista en estas latitudes de la epopeya continental: los blandengues, tropas de frontera de Buenos Aires, Santa Fe y Montevideo, tuvieron en el General Don José Gervasio Artigas uno de sus más preclaros exponentes. El Gral. Don Martín Miguel de Güemes también referencia con su ejemplo heroico, el propósito de ser custodios de la soberanía en las fronteras que debe guiar el accionar de la contemporánea Gendarmería Nacional Argentina.
En Malvinas, durante la agresión colonialista inglesa, la Gendarmería Nacional Argentina recreando aquel espíritu de las heroicas huestes de indios y criollos conducidos por el General Güemes, incorporó al bronce de los héroes los nombres de Juan Carlos Treppo, Marciano Verón, Víctor Samuel Guerrero, Julio Ricardo Sánchez, Guillermo Nasif, Ramón Gumersindo Acosta, Carlos Misael Pereyra, quienes dieron la vida defendiendo la soberanía durante la Batalla por Malvinas.
Contrapuesto al espíritu güemesiano que debería inculcarse a los aspirantes a Gendarmes, el gobierno nacional desarrolló el “Proyecto X” de indudable objetivo represivo contra la libertad de pensamiento y acción de parte de ciudadanos argentinos.
Oportunamente, los distintos turnos gobernantes, procurando tener a disposición una fuerza represiva, dispusieron que las fuerzas de frontera se apartaran de sus objetivos fundacionales de defensa de la soberanía en las vastas fronteras de la Patria. Y utilizaron a estas fuerzas para reprimir reclamos populares como fue, entre muchos otros ejemplos,  Cutral Co (Carlos Menem), Corrientes, Mosconi y Tartagal (De la Rua), y la rebelión agraria y federal en 2008 (Néstor Kirchner).
Es paradigmático el caso de Cerro Dragón, a donde el Ejecutivo Nacional destinó tropas de Gendarmería para sofocar una rebelión de trabajadores petroleros. Cerro Dragón es la reserva petrolera continental más importante de la Argentina. Propiedad de Panamerican Energy, reparte sus acciones en un 60% de la British Petroleum (inglesa), y 40% de Bridas (integrada por mitades por el grupo Bulgheroni que en su momento formó parte de la llamada “multinacional rusa”, y la CNOOC estatal china). Néstor Kirchner y Mario Des Neves le extendieron la concesión de los yacimientos hasta el 2047 sin ninguna razón que lo justificara. Por su parte la Dra. Fernández de Kirchner prometió, en su discurso del 7 de febrero del corriente, no afectar los intereses económicos británicos en el continente dentro de los cuales y en primer lugar se encuentra precisamente Cerro Dragón, manteniendo a rajatabla la Ley de Garantía a las Inversiones británicas, cuya derogación venimos reclamando junto a la denuncia de los Acuerdos de Madrid.
Allí, como en otras empresas petroleras, desde 1992 estimularon la fragmentación sindical (de ahí que a veces coexisten hasta cuatro gremios en un mismo yacimiento) con el objetivo de dividir a los trabajadores y dejar a estos en inferiores condiciones para la negociación en defensa de sus condiciones laborales y de salario. Especialmente se usó el gremio de la Construcción como referente para el salario a la baja. En condiciones de vida y trabajo muy duras, esos trabajadores han vivido décadas en condiciones paupérrimas que han motivado decenas de huelgas y puebladas. De Chubut partió el contingente de Gendarmes a Mendoza y a 450 km del lugar sufrieron un tremendo accidente que acabó con la vida de 9 de ellos y los tres choferes del micro y el camión. La Dra. Fernández de Kirchner procuró atribuir a los trabajadores la responsabilidad de ese accidente.
En la medida que las fuerzas de frontera fueron alejadas de sus funciones específicas de custodios de los límites territoriales argentinos, se fueron transformando nuestras fronteras en verdaderas “zonas francas”. Se multiplicó el flagelo del narcotráfico, transformándose nuestro país en un lugar seguro para el desarrollo del narcotráfico en sus tres aspectos: tránsito, producción y consumo de drogas. El desarrollo del narcotráfico a su vez estimula la expansión sin freno de la trata de personas para la esclavitud sexual o laboral. Como expresión de ese avance de la droga está la proliferación del “paco”, producto de los residuos de la elaboración de cocaína en las “cocinas” (laboratorios clandestinos), que destruye y asesina a nuestros jóvenes en seis meses.
Nuestras fronteras son, como dice el pueblo, “un colador” por tierra, por aire y por agua, y nuestros sistemas de seguridad y de Defensa Nacional están inermes ante esta podredumbre que van destruyendo la Nación, castigando especialmente a nuestra juventud. Esto se ve agravado porque la propia estructura del Estado aparece íntimamente vinculada al narcotráfico: no por casualidad la Argentina tuvo una línea aérea, Southern Winds, con un itinerario Tacna (Perú) – Córdoba – Madrid que solo puede explicarse por lo que finalmente se vio: valijas de cocaína en Madrid; ni fue casual que del aeropuerto de Morón despegara una moderna aeronave con una tonelada de cocaína decomisada por las autoridades españolas de Barcelona. El poder del narcotráfico en la Argentina, expresa una de las graves transformaciones estructurales ocurrida en los últimos 20 años.
Ley antiterrorista y Proyecto X
La liquidación del sistema de Defensa Nacional y el retiro de las Fuerzas de Seguridad de sus tares de custodios de las fronteras están siendo complementadas con medidas que atentan contra derechos elementales de todos los ciudadanos amparados en la Constitución Nacional. La Ley “antiterrorista” impuesta por el Poder Ejecutivo Nacional en respuesta a las presiones de organismos subordinados a los intereses imperialistas como es el caso del GAFI. Este proyecto fue votado a libro cerrado imponiendo la mayoría automática que el oficialismo tiene en ambas Cámaras legislativas, y provocó reacciones dentro de sus propias filas y destacados constitucionalistas rechazaron la normativa por considerarla una imposición “cuasi mafiosa” de las grandes potencias.
El denominado “Proyecto X” de espionaje de dirigentes sociales, políticos, sindicales, etc., de parte de la Gendarmería por orden del Poder Ejecutivo Nacional a través del ministerio de Seguridad, el proyecto de desplegar unidades de las FF.AA. dentro de los asentamientos más humildes, etc., y el radiograma para reclutar choferes de las fuerzas armadas para romper una huelga sindical, van indicando una orientación general de parte del Poder Ejecutivo Nacional, que apunta a la modificación del rol que deberían tener las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Frontera. En un caso, para mutarlas en una Guardia Nacional, y en el segundo para transformarlas en meras fuerzas policiales. La orientación estratégica es reestructurar estas fuerzas para que resulten útiles para imponer el orden que deviene de “castigo infinito” dictado por las grandes potencias, por la recuperación de Malvinas y, también, por la decisión de destituir al gobierno de De la Rúa y suspender el pago de la deuda externa ilegítima, fraudulenta, usuraria y odiosa, en el 2001, ocasión en la que se bordeó la instalación de un “gobierno” con la Cancillería y el Ministerio de Economía nombrados por el Consejo de Seguridad de la ONU.  Es, en consecuencia, una orientación estratégica que va dando pasos para direccionar a las fuerzas propias de la defensa nacional hacia la represión de los reclamos populares por derechos conculcados y/o numerosas necesidad insatisfechas. El discurso oficial “garantista”, se contrapone con decisiones del Poder Ejecutivo Nacional que avanzan en la dirección de la Teoría de la Seguridad Interior con las nefastas consecuencias sufridas por nuestra Nación en décadas pasadas.
Un aspecto que también debe ponerse de relieve en esta problemática, es el achicamiento permanente del presupuesto para la modernización de la defensa nacional y la defensa de la soberanía en las fronteras de la Patria, junto a exiguos salarios para el personal en actividad y en condición de retiro. La propia Dra. Fernández de Kirchner puso de relieve la cuestión salarial de las fuerzas de frontera, cuando hizo referencia al salario percibido por el personal muerto en el fatal accidente  que costó la vida a 12 compatriotas, que mencionamos líneas antes.
En el presente se desarrolla una profunda crisis económica mundial. Esa crisis fue subestimada por el gobierno nacional en sus comienzos, pero debió ser reconocida, incluso por la Dra. Fernández de Kirchner, cuando manifestó que “el mundo se nos cayó encima”.  La crisis actúa sobre el proceso en curso, en las últimas décadas, de desplazamiento del centro de la producción mundial de Occidente a Oriente, más precisamente, de Estados Unidos a China; y las tensiones que genera, económicas, políticas y militares, hacia un nuevo reparto del mundo por las grandes potencias, son de consecuencias impredecibles; como también son impredecibles las respuestas sociales, como se puede ver en el Norte de África, o en Europa, en donde ya han caído 10 gobiernos de distinto signo. En ese mundo, a la par del crecimiento de los factores de crisis que sacuden Europa, Asia, África y América, se van desarrollando factores de guerra y las potencias mundiales apuran sus transformaciones militares con el objetivo de posicionarse en la disputa por el control de los pasos estratégicos internacionales, las materias primas fundamentales (petróleo, hierro, etc.), y los mercados para sus productos. Siria e Irán son hoy “zonas calientes” que pueden dar paso a conflictos de magnitudes insospechadas.
La importancia estratégica de las Islas Malvinas dado su ubicación para el control del paso interoceánico Atlántico Sur – Pacífico Sur y su proyección antártica, así como la existencia de recursos estratégicos como petróleo, pesca y agua dulce, está en el trasfondo de la arrogancia británica que se niega a discutir sobre la restitución del ejercicio pleno de la soberanía en los territorios usurpados a nuestro país. Allí, en Mount Pleasant, el Reino Unido posee la base militar extranjera en territorio americano más importante, provista de modernos sistemas de misiles, aviones y buques de guerra de última generación y submarinos nucleares. Este dispositivo se halla bajo el paraguas político del Tratado de Lisboa de diciembre de 2007 firmado por todos los países signatarios del pacto de la Unión Europea, y en alianza estratégica con EE.UU. que desplegó en el Atlántico Sur y otras latitudes su IV Flota. Desde esas posiciones, el Reino Unido de Gran Bretaña amenaza la integridad territorial de nuestro país y toda Suramérica, es, como repetimos siempre “una pistola amartillada apuntando al corazón continental de la Argentina”. El reciente ejercicio militar británico utilizando modernos sistemas misilísticos apuntando a aguas de jurisdicción argentina, es un claro recordatorio de parte del colonialismo británico de su decisión de sostener la usurpación y la agresión militar contra nuestro país.
Por otra parte, en ocasión de la visita de naves rusas a Suramérica, se conocieron declaraciones de la jefatura de ese imperialismo de que “volvieron para quedarse”, lo que se manifiesta en el intenso comercio de armamentos que lleva adelante con países de la región. Al mismo tiempo que crece la preocupación por las consecuencias de la creciente penetración en nuestros países el nuevo imperialismo chino, con inversiones estratégicas (petróleo, minería, alimentos, etc.).
Existen una premisa incuestionable al respecto de la Defensa Nacional y la Defensa de la soberanía en las zonas de frontera: no se organiza una fuerza militar “en general”. Las fuerzas armadas y las fuerzas destinadas a custodiar la soberanía en las fronteras de la Patria, se organizan para fines determinados y objetivos definidos. Así surge de la experiencia de 1806 y 1807 cuando el triunfo patriota frente a los dos intentos conquistadores de la Corona Británica, de los ejércitos de la Guerra de la Independencia de 1810 a 1824, de la defensa de los ríos interiores durante la guerra fluvial que protagonizaron los patriotas en 1845 cuando la Vuelta de Obligado, Tonelero, Punta Quebracho, etc., y de la propia Guerra Nacional de Malvinas.
Instruyendo nuestras tropas en misiones al exterior en funciones de policía al servicio de las potencias imperiales, reclutando choferes en las fuerzas militares para romper la huelga de un sindicato, ocupando las barriadas populares con el inocultable objetivo de controlar el simple reclamo popular, espiando dirigentes sociales, gremiales, políticos, etc., o denigrando la Guerra Nacional de Malvinas en concordancia con los objetivos estratégicos del colonialismo inglés, no se desarrollará una fuerza militar capaz de defender la soberanía nacional y de defensa de la soberanía en las fronteras. Como señalamos en el Documento fundacional del Foro Patriótico y Popular: La lucha por la segunda independencia exige, como primera condición, que el pueblo rompa sus cadenas. Por eso, la lucha emancipadora está impregnada por la lucha por la libertad, lo que exige la investigación y castigo de todos los crímenes cometidos contra el pueblo y la Nación Argentina, y la más amplia libertad de acción de las fuerzas patrióticas y populares. Como ya ocurrió en la Guerra en la que surgimos como Nación, también ahora, en el curso de la lucha por la segunda y definitiva emancipación, será el ruido de rotas cadenas, el grito sagrado de ¡Libertad! de todo un pueblo, el que barrerá con el Estado de la sumisión y la opresión, y parirá el nuevo Estado argentino.