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jueves, 11 de julio de 2013

Crisis, economía estancada e indefensión nacional. Inermes frente a las potencias opresoras y sus socios y vigilantes del pueblo y los opositores patrióticos y populares -Por Eduardo Lualdi

Crisis, economía estancada e indefensión nacional
Inermes frente a las potencias opresoras y sus socios y vigilantes del pueblo y los opositores patrióticos y populares
Por Eduardo Lualdi

Hay un necesario marco de referencia para interpretar la situación nacional que es la crisis económica. La crisis económica mundial y sus expresiones en nuestra Nación. La crisis fue negada por la Dra. Fernández de Kirchner, la caracterizó como “el efecto jazz”, una chicana innecesaria, como si una nación pequeña y dependiente con parte de su territorio ocupado por el colonialismo pudiera sustraerse a los efectos devastadores de una crisis cuyo epicentro estaba en el corazón del sistema económico mundial.
Fueron momentos en que el gobierno hablaba de una economía blindada, de una capacidad económica que le permitiría a la Argentina atravesar sin sobresaltos una crisis que conmueve a las mayores economías del mundo. Luego “se nos vino el mundo encima” y las formulaciones viraron de la “chicana” del “efecto jazz” al derrumbe del mundo sobre las alicaídas espaldas económicas argentinas. La crisis se demostró inédita y prolongada y aún hoy no aparece un horizonte cierto de recuperación sostenida de los índices económicos mundiales.
La crisis golpea a la Argentina. La manifestación más expresiva de ello es la cuestión del hambre. La miseria y el hambre cuyos efectos son cuidadosamente seguidos por las organizaciones sociales y las instituciones vinculadas a la esfera de las actividades sociales, y al mismo tiempo ninguneados por las estadísticas oficiales. Un tercio de la población está sumida en la pobreza, y la creciente demanda de inscripciones en los comedores populares y la caída en picada del consumo de productos básicos de la alimentación popular son ejemplo directo de esta espiral ascendente de la crisis.
Estos padecimientos abarcan los cuatro sectores que se vinculan directa o indirectamente al mundo del trabajo y la producción: los trabajadores activos, los trabajadores desocupados, los trabajadores tercerizados o en calidad de trabajadores en negro y los trabajadores jubilados y pensionados. También la crisis afecta amplias franjas de las denominadas capas medias urbanas y rurales que ven menguar día a día su capacidad económica básica.
La inflación arrastra a miles de ciudadanos a esa pobreza, y a grandes franjas a pobreza extrema. El aumento desproporcionado del precio del pan, alimento básico y tradicional de la mesa argentina, está vinculado al aumento del precio de la harina de trigo que tracciona ascendentemente los precios de toda la economía básica de los hogares populares.
Hay inflación, entonces, y hay hambre creciente. Estos dos factores van a marcar los tiempos venideros y sus múltiples manifestaciones de descontento y reclamo que siempre van aparejados cuando se compromete el estándar de vida de la población argentina.

Ante la crisis mundial se vendía el prospecto BRIC, como el gran ejemplo de aquellos países que habían escapado a la vorágine de la crisis que tiene su centro en Europa y ha conmovido a España, Francia, Inglaterra, Italia, Suecia, etc. Pero al BRIC le estalló Brasil. Apareció el “otro Brasil”, el de la pobreza y la marginalidad manifiesta. Millones de brasileños se movilizaron aprovechando la Copa FIFA de las Confederaciones, para poner en evidencia los males que corroen a la sociedad brasileña que era presentada como la potencia emergente de América del Sur atravesada por las bonanzas de la “era Lula” que administra Dilma Rousseff. Los aumentos en los precios del transporte fueron los detonantes y luego se sucedieron multitudinarias movilizaciones en distintas ciudades de Brasil conmoviendo a todo el continente. Su ejemplo no se ha evaporado como la agüita al sol. Perdurará y se inscribe en la oleada mundial de luchas de distinto tipo y por distintos reclamos que abarcan desde el continente africano donde Egipto es conmovida por las grandes movilizaciones de su ciudadanía como una nueva vuelta de su primavera política, pasando por china y sus huelgas por condiciones de trabajo, salario, etc., abarcando la Europa en sus diversos países y el mayor o menor medida a los países denominados emergentes.

En la Argentina la situación es muy difícil. La economía no crece
El “proyecto estratégico” del gobierno es la alianza con el emergente imperialismo chino. En Argentina se ha instalado el ICBC (International and Commercial Bank of China), banco chino que es el más grande del mundo.
La empresa más grande del mundo china se ha convertido en el primer inversionista extranjero en la Argentina. Ya lo era en Brasil. China se refiere a la Argentina como de dos “economías complementarias”. Ellos producen productos industriales, y nosotros les vendemos porotos de soja. Antes les vendíamos aceite de soja. Ahora vendemos los porotos porque ellos tienen la posibilidad de hacer ese aceite en los mismos puertos de China, donde desembarcan el poroto.
“Economías complementarias” significa que en Tierra del Fuego, por ejemplo, todo lo que se hace es con productos que vienen de China. Se propagandiza que la Argentina tiene una industria de teléfonos celulares  nacional. No es cierto, son productos armados acá, no producidos. Otro tanto ocurre con los microondas y todos los electrodomésticos. A esto se le llama “industria nacional” de “economías complementarias”.
Una información fue difundida por medios locales: el presidente de Uruguay, Mujica, hizo una reunión de gabinete para discutir la posibilidad que se derrumbe la economía argentina. Tal derrumbe afectaría al conjunto de las economías vinculadas a nuestro país.
Se sostiene que en el Banco Central hay un poco más de 37 mil millones de dólares de reservas. Sólo en el mes de junio se fueron 700 millones del Central. En septiembre hay que pagar unos bonos, el Bonard, y las reservas caerán 7.200 millones más.
La cifra que los publicistas gubernamentales difunden por su maquinaria propagandística de que en el Banco central hay 37 mil millones de dólares es falsa. Si pudiéramos auditar las existencias reales, líquidas, de reservas, se comprobará que en el Banco Central no hay más de 3 mil a 4 mil millones de dólares para cubrir la emisión.
El gobierno está saqueando los recursos del Anses que deberían responder a las necesidades de los jubilados y pensionados. Los más de medio millón de juicios ganados al Anses no se pueden cobrar. El gobierno está financiando su déficit mediante las cajas del Anses y del Banco Central.
Está asomando en el horizonte próximo el fallo de la Corte de Nueva York sobre el juicio de los llamados fondos buitres. ¿Qué pasaría si la Corte finalmente resuelve convalidar lo ya dictaminó el Juez Griesa? El default argentino se impondría como aquel que en 2001 resultó de la crisis desatada en diciembre  de aquel año.
Se sigue emitiendo moneda con lo que la inflación crece. Argentina es uno de los países con más alta inflación en el mundo, pese a las estadísticas del INDEC.
Usufructúan la renta de la tierra es desmedro de sus verdaderos productores. Al productor le pagan cuando entrega la cosecha a las grandes cerealeras, y les descuentan la retención que el gobierno recién les hace a las cerealeras cuando exportan. Se ha liquidado la ganadería, 15 millones de cabezas de ganado es el stock destruido en estos años. También la lechería ha sido destruida. En un futuro próximo la Argentina va a tener que importar trigo.
La factura energética va a demandar este año unos 13 mil millones de dólares. Argentina, que se autoabastecía de petróleo y de gas, ahora tiene que importarlo y a  precios muy altos.
Han caído los tres pilares de la economía que según Néstor Kirchner sostenían virtuosamente el “modelo”: Pérdida del superávit fiscal. Hay déficit fiscal, que este año puede ser de unos 10 mil millones de dólares; caída del superávit comercial; caída del dólar competitivo. Ahora emiten los llamados “patacones verdes” o como ha sostenido la consultora “Bloomberg” de EEUU, los dólares falsos de la Argentina: los Cedines. El gobierno se va preparando para lo que va a suceder después de las elecciones. La economía en su actual conformación puede reclamar un “ajuste” que resulte en graves perjuicios para los ciudadanos.

Los movimientos en el área Defensa y la vieja hipótesis de la “Seguridad Interior”.
Superado el proceso electoral pueden presentarse distintos escenarios. Dificultades para hacer aprobar proyectos claves del gobierno, fracaso del proceso de reforma de la Justicia, fracaso definitivo del proyecto reeleccionista, empantanamiento parlamentario, etc. Asimismo en la Justicia, donde a pesar del fracaso de los distintos proyectos gubernamentales para la mal llamada “democratización de la Justicia”, legisladores oficialistas reiteraron los contenidos de esos proyectos apuntando en la misma dirección de subordinar al aparato Judicial a las necesidades del oficialismo. Otra hipótesis posible es que ante el ajuste post eleccionario, haya descontento y movilizaciones. Se explican entonces algunos hechos recientes, como el encumbramiento de sectores pertenecientes al área de inteligencia, en las fuerzas armadas.
Después de ello la Presidente Cristina Kirchner controla los recursos fundamentales de Inteligencia por medio del Teniente Coronel Berni, Icazuriaga (Secretaría de Inteligencia) y el General de División César Milani, que asumió como Jefe del Estado Mayor del Ejército y conserva el control de Inteligencia del arma.
Es necesario analizar algunos datos difundidos por la prensa, en particular en el diario Perfil.
Se dice allí, por ejemplo, que en Chile, en el año 2011 los gastos en personal representaron el 65% del total, mientras que las adquisiciones –compra de equipamiento, incluidas armas– fueron el 24% del gasto. En Argentina, para el mismo año, el porcentaje del gasto laboral fue 79% y el gasto en adquisiciones apenas fue 2,2%.
En Argentina el material para la defensa se reduce de manera creciente ya que se adquiere menos mientras que se desgasta por utilización u obsolescencia lo poco que se tiene.
El caza bombardero más moderno que tiene la Argentina es el A4-AR. De los 36 aparatos con que contaban nuestras fuerzas, sólo dos son utilizables. Mientras que en Francia el tiempo de entrenamiento de un piloto llega a las 15 horas mensuales de vuelo y Estados Unidos entrena a sus pilotos con 12 horas por mes, en nuestro país el tiempo promedio de entrenamiento es de 1 hora por mes. El desarme naval es análogo.
Lo anterior se contrapone con el aumento del gasto en Inteligencia Militar. Cuando se comparan el gasto en equipamiento y el de inteligencia en el Ejército, la desproporción resulta evidente. En 2011, el gasto devengado para adquisiciones de material (artillado y no artillado) fue 71,7 millones de pesos y, el que correspondió a inteligencia fue de 162,1 millones de pesos. El Gobierno dice que no hay “hipótesis de conflicto”, y se gasta más del doble en inteligencia militar que en reequipamiento, tomando en cuenta que este último apenas supera para el conjunto de la defensa nacional el 2% del gasto total.

¿No hay hipótesis de conflicto o la hipótesis de conflicto es el descontento popular?
El Gobierno parece interesado en desplegar lo que llamaremos el “Operativo Dorrego II”.
El “Operativo Dorrego” fue efectuado, en setiembre de 1973, entre Montoneros y el General Carcagno (hombre de confianza del General Lanusse, quien fue el último presidente de facto de la dictadura instaurada en 1966), conjuntamente con Albano Harguindeguy y otros hombres de lo que después sería la corriente de los Generales Videla y Viola, principales cabezas del derrocamiento del gobierno constitucional el 24 de marzo de 1976. El Gral. Perón les respondió con el famoso asado de los suboficiales peronistas para demostrar dónde radicaba su fuerza militar. El entramado del golpe de Estado que culminó el 24 de marzo de 1976, avanzaba en su tejido en vida del propio General Perón.
La excusa de ese operativo fue una confluencia de Montoneros y la conducción del Ejército para efectuar tareas de ayuda para las inundaciones en la Pcia. de Bs. As. En realidad estaba destinada a promover un golpe contra el General Perón. Más allá de la analogía del nombre, el nuevo Operativo Dorrego que impulsaría el Gobierno, no tiene como función un golpe contra la presidente sino, todo lo contrario, la confluencia de sectores de “guardia pretoriana kirchnerista” y la nueva conducción de militar para efectuar control social de protestas y actuar ante distintos detonantes posibles de ese descontento (como inundaciones, contaminación ambiental, catástrofes, accidentes ferroviarios, etc.).

El gobierno vigila al pueblo y se desarma ante las potencias que nos saquean.
Por lo tanto, con la excusa de tomar decisiones y volcar fondos a supuestas estructuras de desastre o catástrofes, la Dra. Fernández de Kirchner (sacando conclusiones de los efectos perjudiciales al gobierno de hechos como desastres ferroviarios e inundaciones) ha decidido montar un vasto aparato de control social disfrazado de “solidaridad social” para sujetar a los sectores populares. Es la verdadera razón de este Operativo Dorrego II como lo denominamos, remedando aquel que el lanussismo, con Carcagno como Jefe del Ejército, Harguindegui como ladero, Videla y Viola como reaseguro, realizaron con los Montoneros.
Un ensayo de esto fue el despliegue de “La Cámpora” en La Plata cuando, durante las inundaciones, el Ejército quedó relegado a la conducción política de esta “Guardia Pretoriana” oficialista.
Por otra parte, las sumas ascendentes de presupuesto destinados a la inteligencia interna no pueden ser disimuladas tras la muletilla de las “tareas sociales” a los que podría adscribir las FFAA.
La necesaria unidad del pueblo y sus fuerzas militares refiere a un cambio muy profundo en la Argentina, un cambio que nos devuelva a la matriz de 1806 y 1807, cuando, como señaló Matheu, “los oficiales dispersos de los ejércitos de tierra y los oficiales dispersos de los Ejércitos de mar, se unieron al pueblo en ejército ciudadano” y defendieron la patria reconquistándola y defendiéndola del invasor externo. Allí se cimentó la base del gobierno patriótico que coaguló el 25 de mayo de 1810, algo más de un año en el que el Cuerpo de Patricios derrotara el golpe proespañol de enero de 1809 y desarmó a las unidades aún fieles al vasallaje colonial. El gobierno Patrio del 25 de Mayo de 1810, sumó a militares patriotas, revolucionarios puros, comerciantes, canónigos, y abrió el camino al desarrollo de la guerra continental de la independencia de la patria grande, que fue en definitiva una guerra de reconquista contra el vasallaje, la ocupación y el pillaje colonial. La presencia colonialista británicas asociada a EEUU en vastos territorios nacionales, exige la comprensión profunda de aquella gesta que culminara en Tumusla en abril de 1825.

Hipótesis de conflicto: la Seguridad Interior
Hay quien duda de que la Sra. Presidente acepte mansamente un revés electoral. Se dice que, ante un escenario montado de “clamor popular”, resistiría.
Tal vez en ese marco el gobierno se prepara para su gran hipótesis de conflicto: el conflicto interno.
Tal vez quiera prevenirse del descontento y “curarse en salud” y para eso necesita control de  inteligencia sobre los opositores. No quiere que, como en Brasil, lo sorprendan las protestas. El “Operativo Dorrego II”, en que brigadas kirchneristas colaborarían con el Ejército ante emergencias sociales, entonces, no sería más que un disfraz para un aparato de control interno.
Se cerraría así un círculo cuyos antecedentes fueron el desguace de las Fuerzas Armadas para la Defensa Nacional, la destrucción del complejo industrial militar para la Defensa Nacional, el mantenimiento de los tratados de Londres y Madrid (que son los estatutos de nuestra indefensión nacional), la confesión de la Ex Ministra de Defensa Garré de que sólo tenemos balas para un par de horas de combate, la ley antiterrorista impulsada por Néstor Kirchner, nuestra indefensión terrestre, aérea y naval, etc.

Inermes frente a las potencias opresoras y sus socios y vigilantes del pueblo y los opositores patrióticos y populares
La política de defensa nacional del gobierno consiste en dejarnos inermes ante los colonialistas que ocupan nuestro territorio, indefensos ante los peligros para la integridad nacional, sumisos ante toda rapiña de nuestro patrimonio pero aceitado para vigilar a los opositores y reprimir todo descontento popular.
Progresismo de palabra y vuelta a la Doctrina de la Seguridad Nacional que postularon todas las dictaduras latinoamericanas a instancias de las potencias que saquean nuestro territorio.
¿Volveremos a escuchar las palabras que pronunció el General Onganía el 7 de agosto de 1964, en la Academia Militar de West Point, Estados Unidos, durante la Quinta Conferencia de Ejércitos Americanos en un discurso que preanunció la Doctrina de la Seguridad Nacional, según la cual, el enemigo estaba ahora fronteras adentro y se encarnaba en los opositores?

Indefensión nacional y represión a la oposición patriótica y popular
El proyecto de indefensión nacional hoy muestra una metamorfosis esencial: transformar la Fuerzas Armadas para la Defensa Nacional en una Guardia Nacional (con un tenue barniz para que conserve la apariencia de Fuerzas Armadas), con un cuerpo central de una fuerza terrestre de Ejército y dos colaterales minusválidas: una de Fuerza Aérea y otra de la Armada. Los nombres de Milani, Carena y Berni son referentes obligados de esos cambios que trascienden la simple burocracia y muestran el contenido esencial de la política que diseña la Dra. Fernández de Kirchner para la indefensión nacional.
Esta política estatal de indefensión nacional se engarza sin mucha finura en ese sistema hiperdesarrollado de vigilancia interna que tiene un dispositivo de avanzada que es el Ministerio de Seguridad, y cuya ideología se manifiesta en la Ley Antiterrorista, el sistema SIBIOS y el Proyecto X, o para bien decirlo, en los muchos Proyectos X que auscultan la intimidad de la ciudadanía en cuerpo y alma.
Así, la secuencia: Desmalvinización – indefensión nacional – FFAA transformadas en guardia para la represión interna – ley antiterrorista – proyectos X – Sistema SIBIOS - hiperdesarrollo de los sistemas de inteligencia con objetivos de persecución y amedrentamiento de opositores patrióticos y populares, es condición necesaria para una Argentina inerme a la rapiña de sus territorios y de su patrimonio nacional con una parte de sus espacios usurpados por el colonialismo.
Indefensión nacional y represión interna son inseparables (como los polos de un imán) de la dependencia y la sumisión nacional y la conculcación creciente de los derechos y reivindicaciones del pueblo.

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