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martes, 16 de diciembre de 2014

En Santa Fe, simposio a favor de legalizar las drogas: Camino al desastre. Por Eduardo Mariano Lualdi

En Santa Fe, simposio a favor de legalizar las drogas

Camino al desastre

Por Eduardo Mariano Lualdi

Profesionales en Santa Fe, organizaron un Simposio para debatir sobre narcotráfico y drogodependencia.
Allí se teorizó sobre la conveniencia e inevitabilidad de legalizar el consumo de drogas. Apuestan a lo que ellos denominan “mitigar el daño”, es decir, no combatir el narcotráfico ni el consumo de drogas que provocan el flagelo de la drogodependencia con sus secuelas destructivas para la salud humana, sino asistir al enfermo en sus consecuencias, procurando que estas sean controlables.
La “teoría” de la sola posibilidad de mitigar el daño, se basa en una falsificación de los derechos humanos que dice que cualquier persona tiene derecho a elegir que quiere hacer, por ejemplo, drogarse, y lo único que le cabe al sistema de salud y al Estado, es dedicarse a mitigar el daño para que el individuo que supuestamente adopta libremente como hábito el consumo de estupefacientes, se perjudique de manera “acotada” y asistida.
Esta “doctrina”, es la “base teórica” de las declaraciones del jefe del Sedronar, del Secretario de Estado Coronel Sergio Berni, de senadores, diputados, y de la trouppe de infinidad de funcionarios estatales oficialistas y/u “opositores”, etc., que impulsan la legalización de la droga. ¿En qué país se embanderan con esta posición? En aquel cuya realidad es haberse transformado en una país de tránsito, consumo y producción de drogas, en el que “con el menemismo llegó la droga (principalmente la cocaína), con Duhalde se masificó el consumo y con los Kirchner llegaron los cárteles”, y que, según las Naciones Unidas, ha pasado a ser el tercer exportador de cocaína del mundo, con evidentes signos de transformación en un narcoestado.
Hay varias cuestiones que merecen ser seriamente analizadas pero que exceden el marco de este comentario (el concepto de la libertad, de la libertad individual en particular, etc.). Pero hay dos coordenadas de pensamiento que, para nosotros, son orientadoras en el tratamiento de la cuestión del narcotráfico y la drogodependencia.
La primera es trazar una clara línea divisoria: se está a favor o se está en contra de la droga. Nosotros estamos en contra.
La segunda: jamás la droga ha sido un producto introducido en una sociedad para asistir o satisfacer necesidades vinculadas al libre albedrío y la felicidad humana, por el contrario, siempre ha sido un instrumento de dominación, de embrutecimiento, de sumisión al sistema de opresión impuesto en el mundo a la inmensa mayoría de las naciones y a miles de millones de habitantes del planeta.
La teoría de la “mitigación del daño” ante el narcotráfico y la drogodependencia, en algunos casos, responde a individuos encaramados en posiciones de dirección estatal en todos sus niveles, cuyo pensamiento político e ideológico está imbuido de un profunda insensibilidad, que les impide avizorar una sociedad, un país y un mundo, en el que sean posibles los cambios profundos requeridos para alcanzar el objetivo de eliminar las podredumbres y sufrimientos que padecen millones de personas.
Son intrínsecamente escépticos, y sus aspiraciones y propuestas se circunscriben a “adaptarse” a la realidad que nos rodea, negando toda posibilidad de actuar para cambiarla.
En otros casos, se trata de personas que directamente trabajan para liquidar a la Nación y llevarla a un tal estado de postración que aleje toda posibilidad liberadora en el mediano plazo. Esto requiere la destrucción de la juventud como condición sine qua non para su realización y es por ello que el centro del ataque del conglomerado narcotráfico-poder estatal está puesto en las jóvenes camadas. Buscan destruir nuestro futuro que es la juventud.
A aquellos que por escepticismo, indiferencia e insensibilidad reniegan de actuar para cambiar la realidad, les convendría reflexionar sobre hechos históricos. A lo largo de la historia de la humanidad, los esclavos, los siervos, los oprimidos, tuvieron dos actitudes posibles: luchar por destruir las cadenas de la esclavitud, la servidumbre, la opresión, o adaptarse a ellas, procurando “mitigar el daño” de no ser libre. Aquí sí pueden disponer del libre albedrío: elegir luchar por no ser esclavo o conformarse con ello y arrastrar con alegría las cadenas de la opresión. Preferimos a Espartaco y los miles que como él, lucharon por la más noble de todas las causas: la libertad.
                        
Resumiendo: estamos situados frente a dos oposiciones:

1º.- Se está a favor o en contra del narcotráfico. Nosotros estamos en contra y procuramos su total erradicación del suelo de nuestra Patria; desde esta posición trabajamos para lograr todo lo necesario para devolver la salud a quienes padecen esta horrible enfermedad;

2º.- Se está a favor de destruir todas las formas de esclavitud, servidumbre y subordinación de las personas, tengan estas las formas que tengan como es el caso del narcotráfico, o se está a favor de mantener las cadenas de la opresión, procurando “mitigar” en algo la esclavitud, como todo objetivo posible.

Nosotros, desde nuestra constitución como Foro Patriótico y Popular, definimos actuar para transformar la realidad y estos ideales se condensan en nuestro Documento Fundacional y las tres consignas generales que vinculan nuestras labores en todo el país, por ello, en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción que envenena la Nación hemos tomado decidido partido por su total y completa erradicación.


domingo, 7 de diciembre de 2014

REFLEXIONES PETROLERAS Desciende el precio internacional y no baja la nafta...

REFLEXIONES PETROLERAS

Desciende el precio internacional y no baja la nafta...


Cuando sube el precio internacional del petróleo, se nos dice que hay que pagarle más a las petroleras, por esa circunstancia, para que inviertan, pero cuando baja el precio internacional se nos dice que hay que pagarle más para que no dejen de invertir...
Con esta política la Argentina siempre pierde.
Al derrumbarse el petróleo debería reducirse el precio de las naftas. Pero eso no va a ocurrir. En la Argentina el petróleo se mantiene en el nivel que fijó el Gobierno: US$ 83 el barril contra los US$ 69 que cotiza en el resto del mundo.
El Gobierno debería reconocer que no deben seguirse los precios internacionales (cargados de cuestiones políticas y razones externas) sino los costos internos. Pero entonces debería reconocer que los costos internos del barril en boca de pozo son inferiores (y lo fueron mucho mas en el pasado reciente) lo que significa (y significó) grandes ganancias para las petroleras.
En otros países, como Colombia o Paraguay la nafta se ha vuelto más barata.
Kicillof confiscó a YPF alegando (con razón) que la voracidad de las petroleras castigaba al automovilista argentino. Hoy ese automovilista paga una de las naftas más caras del mundo porque Kicillof subsidia a las petroleras. Sobre todo a la que conducen él y Miguel Galuccio que no es estatal sino sociedad anónima por obra y gracia del kirchnerismo.
El aumento de la oferta de crudo por parte de Estados Unidos, la recesión en Europa y la menor expansión asiática diseñaron un escenario de retracción en los precios internacionales, que vienen bajando desde julio después de haberse ubicado por encima de los U$S 100 en la primera parte del año.
La estocada la dio Arabia Saudita, uno de los principales productores mundiales, que semanas atrás apostó a la baja del crudo como una estrategia para defender su posición en el mercado, ante la arrolladora performance norteamericana en la operación de pozos no convencionales.
Vaca Muerta
El precio internacional del petróleo cobra relevancia al hablar de Vaca Muerta, ya que la explotación de los yacimientos no convencionales es mucho más cara que la de los convencionales.
Según datos del mercado, el costo de un pozo para el shale es de entre U$S 8 y 10 millones, tres o cuatro veces más que el de uno convencional. Para desarrollarse, la explotación de Vaca Muerta demanda U$S 37.000 millones y este año recibirá inversiones por U$S 5.500, según datos del gobierno neuquino.
De acuerdo a muchos expertos, el impacto de la baja del crudo sobre las inversiones locales es limitado por dos motivos: porque los proyectos son de largo plazo y porque el precio local del barril está controlado por el Gobierno, lo que lo distancia del valor internacional (siempre, de una manera o de otra, a favor de las petroleras).
“No creo que la baja del crudo tenga impacto en el corto plazo porque los precios locales son aún inferiores a los internacionales. Además, en las zonas no convencionales todavía se está en una etapa de exploración para establecer cuál es la mejor forma de desarrollar los pozos. En esta etapa, el precio del barril no tiene tanta incidencia”, señala Daniel Gerold, de G&G Energy Consultants.
Como se ve: un reconocimiento expreso, desde el riñón de las petroleras, de que el costo del barril convencional en boca de pozo es inferior al precio internacional, aún hoy que este está en descenso.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Primeras reflexiones sobre la nueva ley de hidrocarburos. UN ESTATUTO DE LA ENTREGA PETROLERA

INFORME PRELIMINAR:

Primeras reflexiones sobre la nueva ley de hidrocarburos.

UN ESTATUTO DE LA ENTREGA PETROLERA

A contramano de los Generales Mosconi, Baldrich y del Dr. Silenzi de Stagni.


Por Horacio Micucci

Resumen Ejecutivo:
 Muchos expertos, representantes o no de los monopolios petroleros, exigían, en los últimos tiempos, una nueva ley de hidrocarburos que diera seguridad jurídica a los monopolios privados, dada la situación existente por la cual diversas leyes y decretos habían modificado la ley vigente 17.319 (que data de la época de Onganía) haciéndola, inclusive, más entreguista. Como ejemplo, ley 17.319 impedía que las empresas recibieran más de cinco concesiones. Esto último no estaba ocurriendo en la práctica ya que las empresas (en forma directa o indirecta) superaban ese número de concesiones.
La nueva ley de hidrocarburos viene, no sólo a consolidar la entrega del petróleo argentino, sino a profundizarla. En efecto, establece concesiones ilimitadas en el tiempo y en el espacio, con regalías mínimas y todo tipo de exenciones y beneficios, con permisos de giros de capital al exterior y exportación del petróleo, desprotección ambiental y desprecio del derecho de los ciudadanos y de comunidades y pueblos originarios de intervenir en los procesos en que se decida la exploración y explotación de recursos naturales del dominio público.
En síntesis, esta Ley de Hidrocarburos profundiza el camino de entrega del patrimonio nacional y “legaliza” los beneficios entregados a monopolios extranjeros y empresarios que intermedian con nuestra dependencia económica, por anteriores decretos nacionales y acuerdos diversos, como el alcanzado entre el Gobierno de Neuquén e YPF para explotar el yacimiento de Vaca Muerta en sociedad con Chevron.
De esta manera el falso estatismo y nacionalismo popular del actual gobierno queda al desnudo: hace más entreguista la legislación y profundiza la desnacionalización.
Ya no se podrá decir, “los neoliberales lo hicieron o Menem lo hizo”. Esto lo hicieron los Kirchner.
El tema es clave porque, dadas las características del petróleo y el gas que no son sólo materias primas sino que tienen importancia estratégica, lo que se haga con ellos afecta la Defensa Nacional,  la Soberanía económica y la Independencia argentina.
Por todo lo anterior, esta ley deberá ser derogada por cualquier gobierno que tenga mínimas posiciones patrióticas y populares. Es necesario que se desarrolle un amplio movimiento que se oponga a ella y se movilice por su derogación.
Es preciso volver a las concepciones de los Generales Mosconi y Baldrich y del Dr. Silenzi de Stagni.
No debe haber seguridad jurídica para los que se están llevando nuestro petróleo.

“Porque esa mancha de petróleo, que es en el obrero honrosa y pasajera, resulta indeleble y oprobiosa en los legisladores venales y funcionarios sobornados por el oro corruptor de las empresas invasoras”.
General Alonso Baldrich

“En relación con el petróleo y la defensa nacional es obvio que no es lo mismo para el abastecimiento de las necesidades logísticas de la Fuerzas Armadas que ellas estén cubiertas por una empresa estatal que por una transnacional con casa matriz en EE.UU., o en Gran Bretaña.”
Adolfo Silenzi de Stagni. Claves para una política petrolera nacional. Editorial Theoría. 1983. Pág.  155.

 “La falta de criterio conservativo en la explotación de nuestros yacimientos, por parte de las empresas privadas, trajo indudablemente un aumento en la producción, que aparentemente benefició al país al reducir el monto de la importación, pero que no lo benefició en cuanto a que el oro de las ganancias obtenidas por las empresas emigró del país, yendo a reforzar las arcas de los grandes consorcios internacionales.”
General Enrique Mosconi.1877-1940


La Ley de Hidrocarburos aprobada es un verdadero Estatuto de la entrega del petróleo argentino. Ha superado lo ya existente.
Veamos algunos de los puntos que incluye:

1.- Obviamente, se toma como modelo el acuerdo de inversiones firmado en 2013 entre YPF y Chevron para la explotación de Vaca Muerta, en Neuquén. Como se recodará este Convenio tiene cláusulas que aún permanecen secretas. Tan impresentable es.
Se justifica la entrega con el argumento de lograr los capitales necesarios para lo cual se propone “la integración de capital público y privado, nacional e internacional, en alianzas estratégicas dirigidas a la exploración y explotación de hidrocarburos convencionales y no convencionales”.
Decía el Dr. Adolfo Silenzi de Stagni, respecto a la necesidad de capitales:
“¿Cómo se capitaliza un país?. (...) La explotación del petróleo puede ser uno de los caminos más rápidos para capitalizar el país, por cuanto es la actividad de mayor lucratividad que se conoce en el mundo. ¿Pero que ha ocurrido? En lugar de extraerlo por cuenta nuestra a través de YPF, entregamos a empresas extranjeras las mejores áreas localizadas y cubicadas por esta repartición oficial, firmando contratos leoninos y sin precedentes en el extranjero. La última edición de una publicación norteamericana sobre los negocios en Latinoamérica: la Hanson´s Latin American Letter (1959) sostiene lo siguiente: `El día que los argentinos se den cuenta de cuan pequeña era la inversión necesaria para desarrollar la explotación del petróleo habrá indignación y creciente ira´.”.
Y agregaba:
 “El proceso de acumulación de capital no puede provenir de la `ayuda´ externa, el capital se forma en casa. Hoy, lamentablemente, por causas que no corresponde analizar en esta ocasión, existe un gran número de legisladores, economistas, dirigentes sindicales y estudiantiles,(...), que reniegan de esta bandera de luchar por la independencia económica en torno a la cual no debiera haber divergencias políticas, sobre todo después de los devastadores resultados de la gestión económica que vivió el país durante el período autotitulado Proceso de Reorganización Nacional.
Referido al papel del capital extranjero decía:
“La experiencia demuestra que el capital extranjero genera en el mediano y largo plazo un flujo mayor de salida de divisas del que realmente ingresa. En otros términos el efecto de las inversiones directas de las transnacionales es el de la transferencia neta de recursos hacia el país de origen de esos capitales y, por tanto, el de una descapitalización incesante de los países subdesarrollados.”
La actual falta de dólares demuestra que esa inversión extranjera produce dependencia y descapitalización. Las citas anteriores podrían haber sido escritas hace instantes. Tienen total vigencia.
El dinero para una verdadera capitalización nacional está en las riquezas petroleras y mineras que se entregan, en exportaciones mineras que salen como “barros” (aunque tienen oro, plata y minerales estratégicos), en la renta financiera y el juego que no pagan impuestos, en la deuda externa ilegítima por fraudulenta, usuraria y odiosa que se paga religiosamente, en los millones de dólares que salen del país por lavado de dinero o por distintas cláusulas por las que se remesan ganancias al exterior, etc., etc.,etc..
2.- Se establecen plazos más extensos en los contratos, que pasan a ser de 30 años con posibilidad de 10 de prorroga en los yacimientos convencionales y de 35 más 10 de prorroga en lo no convencionales y la explotación off shore (plataformas marítimas) es de 30 años con opción a 10 más. Al mismo tiempo, las concesiones ya entregadas para pozos convencionales pueden ser reconvertidas a pozos no convencionales. Es decir, que si hay una empresa con 15 años de concesión convencional operando, puede reconvertir su actividad en no convencional por 45 años más, con un total de 60 años aproximadamente.
El texto de la ley dice:
“Se prevé que aquellas concesiones de explotación que a la fecha hayan sido prorrogadas seguirán hasta el agotamiento de la prórroga por los términos y condiciones existentes. Agotadas tales prórrogas los titulares de la concesión de explotación podrán solicitar nuevas prórrogas debiendo dar cumplimientote las condiciones de prorroga establecidas en la ley”.
Por lo tanto, Cerro Dragón, la perla de nuestros yacimientos convencionales, prorrogado hasta el 2047, podrá extenderse, al menos, hasta el 2057, dentro de 42 años.
Cerro Dragón, pasa por las provincias de Chubut y Santa Cruz y se ubica en la Cuenca del Golfo San Jorge. Tres mil quinientos kilómetros cuadrados, un territorio que equivale 17 veces a la ciudad de Buenos Aires. Está operado por Pan American Energy (PAE) desde 1997, que renovó la concesión en 2007. La empresa PAE es 60% de la British Petroleum y el 40% restante de BRIDAS (cuyo capital accionario es compartido por el Grupo Bulgheroni y la china Cnooc). Bulgueroni es el operador del yacimiento.
Cabe recordar que la ampliación del contrato de concesión del yacimiento Cerro Dragón hasta el 2047 es uno de los hechos de corrupción más grandes de la historia argentina.
En 2007, PAE fue beneficiada por la extensión de la concesión: 10 años antes del vencimiento de la que estaba en vigencia se la extendió por 20 años con opción a otros 20, más la libre disponibilidad de los recursos, a cambio de un inversión de 3 mil millones de dólares en ese lapso.
La cuestionada entrega fue firmada por el entonces gobernador de Chubut, Mario Das Neves, respaldada por el gobierno de Néstor Kirchner. Ahora, con la nueva ley, podrá extenderse la concesión más aún, de manera legal, aunque no legítima. Y de la misma manera en otros casos.
Silenzi de Stagni sostenía que dar un área en concesión por tantos años era como darla hasta su agotamiento, era regalar las áreas. Los abogados discutirían infinitamente, decía haciendo una comparación, la diferencia en dar un auto hasta que no sirva más o regalarlo.
Conceder por tantos años es regalar las áreas petroleras.

 El General Mosconi sostenía:

“...la experiencia de las luchas incesantes que la organización fiscal ha debido soportar con las compañías privadas durante todo el tiempo en que la hemos dirigido, nos condujo a la conclusión de que tales organizaciones, la fiscal y la privada, no pueden coexistir, pues representan dos intereses antagónicos destinados a vivir en lucha, de la cual sólo por excepción saldrá triunfante la organización estatal. Resulta inexplicable la existencia de ciudadanos que quieran enajenar nuestros depósitos de petróleo acordando concesiones de explotación y exploración al capital extranjero, para favorecer a éste con las ganancias que de tal actividad se obtienen, en lugar de reservar en absoluto tales beneficios para acrecentar el bienestar moral y material del pueblo argentino. No queda otro camino a adoptar que el monopolio del Estado pero en forma integral, es decir, en todas las actividades de esta industria: la producción, elaboración, transporte y comercio.”
Las palabras del General Enrique Mosconi también tienen total actualidad.
3.- Reducción de regalías: Sobre las regalías se establece, tanto para gas como para petróleo, un porcentaje máximo del 12%, pero habilita a ser reducida en un 5%.
Las compañías pagan en otros países latinoamericanos más del doble o el triple y aquí incluso se puede reducir hasta llegar al 7%, al disminuirla en un 5%.
Como ejemplo por oposición a lo que aquí se hace, en Bolivia, el 1º de mayo de 2006, el Presidente Evo Morales nacionalizó los hidrocarburos recuperando su propiedad para los bolivianos. YPFB (YPF boliviana) renació y el 29 de octubre se firmaron nuevos contratos con las compañías petroleras privadas estableciendo hasta el 82% de regalías en favor del Estado boliviano, en la mejor negociación lograda jamás para el país.
La nueva ley aprobada en nuestro país mantiene lo establecido en la ley 17.319, del Dictador Onganía, que dice: “Artículo 59 — El concesionario de explotación pagará mensualmente al Estado Nacional, en concepto de regalía sobre el producido de los hidrocarburos líquidos extraídos en boca de pozo, un porcentaje del 12 %, que el Poder Ejecutivo podrá reducir hasta el 5 %, teniendo en cuenta la productividad, condiciones y ubicación de los pozos.”
En el artículo 28 se dice que el Poder Ejecutivo Nacional o Provincial podrá reducir hasta el 25% del monto de las regalías y durante los 10 años siguientes a la finalización del proyecto a favor de las empresas que tienen concesiones de explotaciones no convencionales.
El artículo 27 establece que los proyectos de producción terciaria, petróleo extra pesado y costa afuera, que por su productividad, ubicación y demás características técnicas y económicas, sean desfavorables, podrán ser pasibles de una reducción de regalías de un 50%.
4.- Número de concesiones: La ley Onganía Nº 17.319 (vigente hasta ahora), limitaba el número de concesiones, ya que decía: Artículo 34 — El área máxima de concesión de explotación que no provenga de un permiso de exploración, será de 250 km2.
Ninguna persona física o jurídica podrá ser simultáneamente titular de más de 5 concesiones de explotación, ya sea directa o indirectamente y cualquiera sea su origen.
Estas prescripciones limitativas permitirán que en las zonas de la República no reservadas a las empresas estatales, actúen un considerable número de empresas particulares, con lo cual se evitará el acaparamiento de concesiones y la eventual absorción por contadas entidades de las actividades extractivas.”.
La nueva ley cambia el artículo 34 por el siguiente texto: “El área máxima de una nueva concesión que sea otorgada a futuro y que no provenga de un permiso de exploración, será de 250 Km2”. Se elimina así toda limitación del número de concesiones, legalizando y profundizando la entrega actual.
Por si fuera poco, se elimina la restitución parcial de áreas al finalizar cada período de exploración.
Además se permite la conversión de concesiones convencionales en no convencionales. En efecto, según el Artículo 5, se establece, mediante la incorporación del Artículo 27 bis a la Ley 17.319, que los titulares de concesiones convencionales podrán requerir el otorgamiento de una concesión no convencional sobre parte del área de la que es concesionario, pudiendo sobre esta área continuar realizando explotación convencional, siempre y cuando el objetivo principal de la nueva concesión sea la no convencional.
En suma, consolida por décadas la entrega de nuestro petróleo y la rapiña de esta riqueza vital.
En el momento de aprobarse esta ley las compañías exceden ampliamente los límites de la ley Onganía, entreguista ya de por sí. La nueva ley no establece limitaciones. Se está entregando la totalidad del petróleo y el gas, en una mesa de retazos, comprometiendo a varias generaciones futuras.
De esta manera el falso estatismo y nacionalismo popular del actual gobierno queda al desnudo: hace más entreguista la legislación y profundiza la desnacionalización.
5.- Promociones y exenciones: Un dato adicional es que se incorporan las inversiones petroleras al Régimen de Promoción de Inversión para la explotación de hidrocarburos (Decreto 929/13), si superan al monto de 250 millones de dólares a partir del tercer año desde la puesta en ejecución del proyecto (ya sea convencional, no convencional o costa afuera). Es decir, reduce el monto del decreto mencionado de 1000 millones a 250 millones de dólares.
Ahora la exigencia como pauta mínima de inversión será de 250 millones de dólares, que es una bicoca para cualquier monopolio petrolero extranjero.
Los beneficios establecidos en el mencionado Decreto 923/13 consisten en el derecho a comercializar libremente en el mercado externo el 20% de la producción de hidrocarburos líquidos y gaseosos producidos en dichos Proyectos, exentos de derechos de exportación, teniendo la libre disponibilidad de la totalidad de las divisas provenientes de dicha exportación.
La ley mantiene el porcentaje (20%) establecido en el Decreto, aumentándolo al 60% para la explotación costas afuera.
6.- Exenciones a las importaciones de bienes de capital establecidas en el Dto. 923/13: El Artículo 22. Establece que los bienes de capital que resulten imprescindibles para la ejecución de los planes de inversión de las empresas inscriptas en el Registro Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas tributen derechos de importación de acuerdo con lo establecido en el Decreto 927/13, lo que implica la reducción o eliminación de los derechos de importación para los mismos, beneficio que actualmente se encuentra restringido a 9 posiciones arancelarias.
7.- Tratamiento fiscal uniforme: El Artículo 24 propone que el Estado Nacional y las Provincias propicien la adopción de un tratamiento fiscal uniforme que promueva las actividades hidrocarburíferas. No está establecido en el articulado el alcance de dicha uniformidad, y las modificaciones impositivas deberán ser tratadas por las respectivas legislaturas provinciales. Ver para este y los otros puntos: “Sobre el Proyecto de Ley de Modificación a la Ley de Hidrocarburos (N° 17.319) y otros - Exp. PE 316/14”. Luciano Caratori. Rev. 23/09/2014).
El Anexo I del Acuerdo Federal para el Autoabastecimiento de Hidrocarburos esboza el alcance de dicha uniformidad:
·  Establece un máximo para la alícuota del Impuesto a los Ingresos Brutos del 3%, prohibiendo la aplicación de adicionales en función del tipo de actividad o la situación del contribuyente.
·  Establece que las provincias y los municipios no podrán gravar con nuevos tributos ni aumentar los existentes a los titulares de permisos y concesiones durante la vigencia de éstos, a excepción de las tasas retributivas de servicios o incrementos generales de impuestos.
·  Por último, establece que las provincias no incrementarán las alícuotas efectivas del impuesto a los sellos, comprometiéndose también a no gravar los contratos financieros que se realizan al estructurar, garantizar o avalar proyectos de inversión.
8.- Desprotección ambiental: El Artículo 23 establece que el Estado Nacional y las Provincias propendan, según lo previsto en el Artículo 41 de la Constitución Nacional, al establecimiento de una legislación ambiental uniforme, con el objetivo prioritario de aplicar las mejores prácticas de gestión ambiental a las tareas de exploración, explotación y/o transporte de hidrocarburos a fin de desarrollar una actividad con un adecuado cuidado del ambiente”. Versiones anteriores del proyecto de ley, antes de su aprobación, hacían una referencia explícita al establecimiento de presupuestos mínimos de protección ambiental para la actividad, o incluso incorporaban artículos específicos sobre dicha cuestión. La redacción actual no plantea plazos para el establecimiento de dicha legislación, que según lo establecido en el mencionado Artículo 41 de la Constitución del 94, debería surgir de una Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental y de leyes complementarias por parte de las provincias. Estos presupuestos mínimos no se han establecido pese a que la reforma constitucional que lo indica es de 1994.
Importantes organizaciones de protección ambiental, como la Fundación Ambiente y Recursos Naturales han hecho notar esta circunstancia, a través de artículos como el de Felipe Gaziglia, según el siguiente texto:
“Sin embargo, la nueva ley hace una sola y única mención a la cuestión ambiental en su texto, el que carece de las disposiciones técnicas, ambientales y sociales necesarias para regular una actividad que cuenta con características muy diferentes a la convencional.
En este sentido, la nueva Ley carece de disposiciones específicas que dispongan la obligatoriedad de llevar adelante los procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental de los proyectos, así como los requisitos mínimos que deberán observase. Tampoco dispone ningún tipo de cláusula que garantice el acceso a la información por parte del público, habiendo consolidado con su aprobación, el aberrante acuerdo secreto firmado entre YPF y Chevron para la exploración y explotación de Vaca Muerta.
De igual forma tampoco se prevén mecanismos que permitan a todas las personas interesadas, comunidades y pueblos originarios participar en los procesos en que se decida la exploración y explotación de recursos naturales del dominio público, que impactarán en el territorio, el ambiente y la vida de las personas.
Es de estimar que la nueva ley, tal cual ha sido aprobada, contribuirá a dar un mayor impulso a la actividad, que de realizarse sin contar con la regulación y el control ambiental apropiado, producirá serios impactos en el medio ambiente, pudiendo incluso generar graves conflictos sociales.”
9.- Contratos de asociación (eliminación parcial del carry o acarreo provincial). Se establece que sobre las áreas que a la fecha hayan sido reservadas que no cuenten con contratos de asociación con terceros, los esquemas asociativos se podrán realizar, pero durante la etapa de desarrollo la participación de las empresas provinciales será proporcional a las inversiones efectivamente realizadas por ellas. Por la aplicación de este artículo, se eliminaría la posibilidad de que se establezcan modalidades tipo carry o acarreo provincial, en las que las mismas se asocian a un tercero participando de las ganancias, sin comprometer ni realizar inversiones.
10.- Por último, pero no menos importante, se legaliza el fraking. La fractura hidráulica, más conocida por su término anglosajón fracking, es una técnica de extracción de gas y petróleo de yacimientos no convencionales, generalmente de formaciones de esquistos (shale), arenas compactas (tight sands) y mantos de carbón (coalbed methane).
Esta técnica es un tema controvertido y que exige un debate científico profundo dadas las consecuencias ambientales que implica. En la ley se obvia, como es frecuente, el Principio Precautorio por el cual, en toda decisión de consecuencias ambientales, son las empresas las que deben demostrar que no contaminarán y no los pueblos afectados quienes, después de ser perjudicados, deben demostrar que lo fueron, ante los hechos consumados. Por eso se han ocultado accidentes: sólo en los últimos cinco meses hubo dos explosiones en pozos de tight gas en Allen, Río Negro; la pérdida de dos pastillas radioactivas en pozos de Neuquén y una grave fuga de gas en un pozo de shale gas en Loma Campana, el corazón de Vaca Muerta. 
Además, desde el punto de vista económico, cabe destacar que Miguel Galuccio (CEO de la YPF kirtchnerista), da como un éxito que gastó 3.000 millones de dólares para hacer 200 pozos en Vaca Muerta, con fondos que salen del combustible que pagamos 50% más caro que en Estados Unidos, y 200% más caro que en Bolivia. Con esos 3.000 millones de dólares YPF podría haber perforado 2.000 pozos convencionales, produciendo 10 veces más petróleo y gas. Por el contrario, el gobierno hizo aprobar una ley que regala el petróleo y el gas, hasta agotar los yacimientos, a los monopolios imperialistas que provocaron la pérdida del autoabastecimiento y ganan con la importación de combustibles.

En síntesis, concesiones ilimitadas en el tiempo y en el espacio, con regalías mínimas y todo tipo de exenciones y beneficios, con permisos de giros de capital al exterior y exportación del petróleo, desprotección ambiental y desprecio del derecho de los ciudadanos y de comunidades y pueblos originarios de intervenir en los procesos en que se decida la exploración y explotación de recursos naturales del dominio público.
Esta Ley de Hidrocarburos profundiza el camino de entrega del patrimonio nacional y “legaliza” los beneficios ya otorgados a monopolios extranjeros y empresarios que intermedian en nuestra dependencia económica, por anteriores decretos nacionales y acuerdos diversos, como el alcanzado entre el Gobierno de Neuquén e YPF para explotar el yacimiento de Vaca Muerta en sociedad con Chevron.
Ya no se podrá decir, “los neoliberales lo hicieron o Menem lo hizo”. Esto lo hicieron los Kirchner.
Por todo lo anterior, esta ley deberá ser derogada por cualquier gobierno que tenga mínimas posiciones patrióticas y populares.
Es necesario que se desarrolle un amplio movimiento que se oponga a esta ley y se movilice por su derogación.
Se debe volver a las concepciones de los Generales Enrique Mosconi y Alonso Baldrich y del Dr. Adolfo Silenzi de Stagni.
Yanquis, chinos, ingleses, rusos, franceses y otros, asociados a los “amigos de siempre” como Ezquenazi, Cristóbal López, Lázaro Báez, etc. pastorean sobre nuestros yacimientos en la tierra, en el mar y en los territorios usurpados por la colonialista Inglaterra.
Nosotros, en cambio, pensamos que debemos recuperar el lema de los hombres de Mayo:
“Ni amo viejo ni amo nuevo. No queremos tener amo”

Continuaremos nuestra lucha por la estatización total del petróleo y el gas y por la propiedad y gestión estatal, monopólica y eficiente, en todos los eslabones de la cadena productiva, desde la exploración a la comercialización, con control de sus obreros y técnicos y del pueblo argentino, de todos los hidrocarburos líquidos y gaseosos de la Argentina. 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Adelanto: Editorial de la edición N° 46 de CUADERNOS: Independientes de toda dominación extranjera

Adelanto: Editorial de la edición N° 46 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina

 

Próximos al Bicentenario de la declaración de la Independencia por el Congreso de Tucumán, el 9 de julio de 1816, hacer realidad su mandato 

Independientes de toda dominación extranjera


No muy lejos de la ciudad de Neuquén, a 30 kilómetros de Bajada del Agrio, la obra civil avanzada, que asoma a simple vista, muestra la base China, pese a que el Poder Ejecutivo Nacional no ha logrado aún la aprobación del Senado. El gobierno nacional, y el de Neuquén, afirman que se trata de una base para el estudio del espacio profundo. Sin embargo, expertos militares argentinos consultados por nuestra publicación, no dudan en señalar que se trata en realidad de una base de rastreo de misiles nucleares y escaneado de comunicaciones. El proyecto ha sido desarrollado por BSEDI (Beijing Special Engineering Design and Research Institute) para el concesionario de la instalación, China Satellite Launch and Control General, quien ha contratado a CHEC (China Harbour Engineering Company), ambas de la República Popular China, para llevar a cabo su construcción. Estas empresas están bajo la órbita de las fuerzas militares chinas, más precisamente de la poderosa Comisión Central Militar de China, el máximo órgano de decisiones estratégicas. Es un hecho de gran trascendencia la decisión de las autoridades argentinas de permitir la instalación de una base militar extranjera por primera vez en el territorio continental argentino. Se trata de un viraje estratégico que tiene y tendrá importantes consecuencias para nuestra Nación.
No es una determinación menor. Enfrente del territorio continental argentino, en Malvinas, producto de la nueva ocupación colonial de nuestros territorios a partir del 14 de junio de 1982, se emplaza la base militar extranjera más importante de América del Sur: Mount Pleasant. El Reino Unido reúne allí alrededor de 1.500 soldados británicos, navíos ultramodernos, aviones de última generación, sistema de lanzamiento misilístico, etc. Las aguas del Atlántico sudoccidental son patrulladas por submarinos nucleares equipados con misiles intercontinentales del tipo Trident de cabeza múltiple. Es una instalación militar integrada al sistema de bases de la OTAN, bajo el paraguas de la Unión Europea y en alianza estratégica con EEUU.
Además, sobre la costa atlántica de Río Negro, en bahía Lobos, el magnate británico Joseph Lewis tiene un aeropuerto de tamaño mayor al Jorge Newbery de Buenos Aires, en el que pueden descender aviones de gran porte como los que utiliza la OTAN, organización militar de la que es fundador y miembro activo el Reino Unido de Gran Bretaña a Irlanda del Norte.
A partir del recrudecimiento de la disputa alrededor de los “holdouts” y el juicio que en Nueva York está a cargo del juez Thomas Griesa, el gobierno argentino profundizó su distanciamiento estratégico del “mundo occidental”, cuya potencia principal es EEUU. No solo lo ha hecho en relación a esta potencia, sino que también abrió frentes de conflicto con otras, como Alemania
De EEUU ha tomado distancia en lo económico, en lo político y en cuestiones que EEUU considera estratégicas para sus intereses imperialistas: el conflicto abarca tanto aspectos financieros referidos a la deuda externa argentina, como políticas contrapuestas a las diseñadas por el Departamento de Estado de los EEUU y de la DEA en lo que refiere al narcotráfico. Esto no le impide al Ejecutivo Nacional, acordar con empresas de EEUU negociados vinculados a nuestros recursos estratégicos como el petróleo. Con Chevron, la administración nacional cerró acuerdos por el yacimiento de Vaca Muerte que permanecen secretos para la ciudadanía, y que comprometen el patrimonio hidrocarburífero argentino y su soberanía, al tiempo que amenazan destruir el medio ambiente complicando las condiciones de vida de las poblaciones radicadas en la región.
Frente a este cuestionable viraje estratégico, se alzan voces críticas que enumeran las inconveniencias del nuevo amarre internacional, aunque no lo hacen porque vislumbran un porvenir de bienestar al alcanzar nuestro país un status de completa independencia nacional. Por el contrario, llaman a adherir a las políticas “globalizadoras” promovidas por EEUU y sus aliados, y proclaman las supuestas ventajas que disfrutaría la Argentina con la perpetuación del alineamiento incondicional al servicio de esas potencias occidentales.
Parecen nostálgicos del rumbo estratégico impuesto por el tratado Roca - Runcimann, e imaginan su reedición en las condiciones particulares del siglo XXI para acceder, supuestamente, a los manantiales de riquezas de los países occidentales encabezados por EEUU. Una riqueza de la que están privados más de 2.000 millones de hambrientos y desposeídos en el mundo, que sobreviven con apenas 1 US$ por día.
Intelectuales argentinos, por citar un ejemplo de estos nostálgicos, han propagandizado los supuestos beneficios que devendrían para Argentina, aceptar la “independencia de los kelpers” y la existencia de un pseudo estado “Falklands”, (agitando falsamente el “derecho a la autodeterminación”, e ignorando todos los derechos históricos, jurídicos, geográficos, etc., que posee la Argentina frente a la ocupación colonial del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte), como una de las llaves maestras para ingresar a ese soñado “primer mundo” y para ascender en una espiral de “progreso infinito” que el mundo capitalista occidental ofrecería a los que se le subordinan. Sin embargo la realidad demuestra que la crisis económica desatada en 2007 con la denominada “crisis de las hipotecas”, ha sumergido a sus propios pueblos a condiciones de vida deplorables y que están en la base de las poderosas rebeliones juveniles de Grecia, Portugal, Irlanda, España, Francia, Inglaterra, EEUU, etc.
Los efectos de la subordinación a EEUU, su socio Gran Bretaña y otras potencias asociadas del denominado “mundo occidental”, son muy conocidos por el pueblo argentino, no por sus beneficios, sino por los inmensos perjuicios que provocaron contra nuestra nación a lo largo de la historia. La agresión imperialista entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, fue una de las más recientes y crueles demostraciones de esa “amistad” y ese “progreso” que nos trajeron en sus más de 100 buques de la “Task Force” británica, desde Londres, pasando por la isla Ascensión, hasta Malvinas. 649 patriotas muertos durante el conflicto, dan testimonio de esa “amistad”.
“En la década del 90’, el Dr. Menem, afirmó que debíamos subirnos al ‘tren de la globalización’, entendiendo que del fin de la guerra fría emergió Estados Unidos como la gran y única potencia triunfante – el siglo XXI sería el siglo estadounidense –, y pugnó por establecer un alineamiento automático con Washington con la esperanza de acceder a las bondades de un imaginario primer mundo globalizado. Dio por terminada la época de la lucha por las independencias nacionales y practicó a fondo lo que denominó “diversificación de la dependencia”, con gravosas consecuencias para nuestra Nación. La idealización del triunfo del mundo uno, estuvo en consonancia con las políticas que llevaron a la Argentina al descalabro de fines del siglo XX y principios del XXI.” (Editorial, CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella Argentina N° 44).
Un viraje estratégico: los acuerdos con Rusia y China
Guiado por ese viraje estratégico, el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner avanzó en su política de “asociación estratégica” con Rusia y de “asociación estratégica integral” con China.
“El presidente ruso, Vladimir Putin afirmó: ‘La Argentina es el principal socio estratégico de Rusia en América Latina, la ONU y el G-20’.
Rusia, busca sostener la presencia de buques de su armada en el Atlántico Sur y la Antártida, prolongando el uso de sus rompehielos y helicópteros de parte de la Argentina, para las tareas antárticas. El enorme retraso en la reparación integral del buque Irizar, juega en beneficio de los intereses rusos. Esto, en el marco de la ocupación colonial británica bajo el paraguas de la Unión Europea y en alianza con EEUU, que aspira a colonizar más de 5.000.000 km2 de territorios argentinos y la totalidad del Sector Antártico Argentino. La idea de “equilibrar” la presencia militar británica introduciendo a otro imperialismo en la zona la practicó el Dr. Alfonsín con los contratos de pesca y resultaron un tremendo fracaso para los intereses argentinos: fuimos esquilmados por los británicos y por los rusos, depredando la riqueza ictícola nacional. (Editorial de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina N° 45).
Rusia aspira, a su vez, a una base para el sistema de espionaje de sus satélites como ya le fue concedida a China.
En cuanto al posicionamiento chino en nuestro país, el presidente chino Xi Jinping, definió la relación con la Argentina como una “alianza estratégica integral” que abarca aspectos económicos, comerciales, políticos y militares. En lo económico, entre otros acuerdos, se firmaron convenios que implicarán inversiones chinas por 7.500 millones de dólares en represas hidroeléctricas y en infraestructura ferroviaria en nuestro país. A estos acuerdos de estratégica importancia en la relación con China se suma el de financiación del equipamiento y participación en el proyecto de la central nuclear eléctrica en el país, Atucha III, de 700 megavatios, de agua pesada y uranio natural.
Otros acuerdos firmados fueron de cooperación entre la Comisión de Comunicaciones y su par china, un proyecto de acceso de banda ancha nacional, colaboración entre YPF y la Corporación del Banco de Desarrollo de China y un compromiso entre la provincia de Entre Ríos y la Corporación Estatal China para proyectos de riego y la construcción de tubos de presión de agua pesada, entre otros. Después las movilizaciones multisectoriales que impusieron la suspensión del proyecto de arriendo a capitales chinos, de 300.000 hectáreas en la provincia de Río Negro, en la ribera del río homónimo, su gobernador volvió a reflotar el proyecto. Información  similar circula sobre 320.000 hectáreas en la provincia del Chaco.
Tierras, aceiteras y cerealeras (Noble y Nidera), hierro (Sierra Grande) y litio (Jujuy), transporte (Ferrocarril Belgrano Cargas), Puertos (San Antonio Oeste y el del holding  chino Hope Full Grain & Oil, s, en Santa Fe), Bancos (HSBC e ICBC), energía atómica, obras de infraestructura (represas de Santa Cruz), y ahora la base militar: solo un ciego podría no ver que la penetración china va constituyendo un Estado dentro de otro Estado.
Ni amo viejo, ni amo nuevo
La crisis económica mundial lleva ya 7 años, atravesando fases en las que se traslada de uno a otro epicentro, con desigualdades en las que algunos países se hunden, otros frenan, los hay que carretean sin lograr despegar, y ninguno se siente absolutamente a salvo. Observada de conjunto, la crisis aceleró la tendencia al traslado del centro de la economía capitalista mundial, del Occidente-Atlántico con centro en Estados Unidos, al Asia-Pacífico con centro en China.
EEUU busca resolver su “cansancio estratégico” concentrando sus fuerzas en la disputa por el Asia-Pacífico.
China y Rusia tratan de aprovechar el debilitamiento que deja, en determinadas regiones, la nueva estrategia de EE.UU. China, sobre la base de alcanzar este año la paridad económica con EEUU (según datos del Banco Mundial), da pasos en su objetivo confeso de alcanzar la paridad estratégica mundial a partir del año 2020, para disputar la supremacía mundial.
Este contexto de agudización de la disputa imperialista por un nuevo reparto del mundo, vuelve a colocar en un plano clave al Atlántico Sur, con sus pasos oceánicos y sus riquezas marítimas y las de su proyección en el continente Antártico: Inglaterra trae a esas aguas sus submarinos nucleares y refuerza su base en el territorio colonizado del “portaaviones Malvinas”; mientras con el Irízar en una reconstrucción sin fin, Rusia se posiciona sobre el dispositivo antártico argentino; y China se irrita y amenaza ante la menor demora en la instalación de su base militar estratégica en Neuquén.
¿Involucrarnos en el dispositivo estratégico de una potencia mundial, en este caso China, como ha decidido el gobierno nacional, es un camino de liberación o se reduce a un simple cambio de amo? ¿Vendrá de la mano de una potencia imperialista y colonialista la independencia nacional a la que aspiramos la inmensa mayoría de los argentinos? ¿Creen, quienes gobiernan, que el futuro de la Nación está en subirnos al tren de “la próxima potencia hegemónica”, aunque sea como furgón de cola? Estas no son experiencias desconocidas en nuestra historia más o menos contemporánea.
En los albores de la Revolución de Mayo este debate recorrió al conjunto de las fuerzas patriotas. Fue Belgrano quien tras su entrevista con el General británico Robert Crawford en 1806, comprendió que entregarse a Inglaterra para liberarse del yugo español solo equivaldría a cambiar de amo. De aquella experiencia surgió una orientación estratégica para todos los patriotas, válida hasta nuestros días: “Ni amo viejo, ni amo nuevo. ¡Ningún amo!”
En 1845, cuando la agresión colonialista anglofrancesa, se especuló con que Francia o Inglaterra, podrían ser socios benéficos para alterar el curso político de la realidad nacional, sometida al atraso feudal expresado en el gobierno del Brigadier Rosas. Sin embargo, las potencias europeas de entonces vinieron a estos territorios guiadas solo por el afán colonial de dominio y conquista. Ora para “abrir” los ríos interiores a la “libre navegación” colonialista como pretendían tanto Inglaterra como Francia, o para reposicionarse en estas latitudes del globo como deseaba Francia, menoscabada en su presencia colonial en América desde hacía décadas. Inglaterra, por su parte, venía de ocupar nuestros territorios de Malvinas en enero de 1833, y de librar la criminal guerra del Opio contra la nación china a la que derrotó y sometió al escarnio del consumo de opio, lo que bien podría considerarse un antecedente directo de la relación entre narcotráfico y dominio imperial y los tremendos padecimientos que sufren los pueblos cuando caen bajo el yugo de los poderosos del mundo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, no fueron pocos los argentinos que vieron en la alianza con la Alemania nazi (Alemania tenía por entonces una profunda penetración en nuestro país), el socio ideal para terminar con la opresión británica y la creciente injerencia de EEUU en Argentina. Los fluidos lazos que sectores dominantes tenían con los jerarcas nazis del Tercer Reich, facilitaron entrevistas de emisarios argentinos ante Ribentrop y Himmler para discutir el apoyo a los objetivos imperialistas alemanes a cambio de su colaboración para la reconquista de la soberanía argentina en Malvinas. No sabemos si aquellos enviados en 1942 tenían presente la grave situación a la que quedó expuesta la Argentina cuando cupo la posibilidad de que el Canal de Suez cayera en manos alemanas producto de los sucesivos éxitos militares del “Afrikan Corps” comandado por el Mariscal Rommel. De haberse producido la caída de Suez a manos de Hitler, algo que no ocurrió por la derrota nazi en “El Alamein”, los aliados, en especial el Reino Unido, estaban obligados a garantizarse la libre disponibilidad del paso del Atlántico Sur al Pacífico Sur (que extiende su influencia al océano Índico) y por lo tanto previeron la necesidad de ocupar el extremo sur de América del Sur (Chile y Argentina) para garantizar a los aliados la posesión de tan vital vía de comunicaciones interoceánicas, e impedir que una componenda germano - argentina, inclinara el balance de fuerzas a favor de los aliados del Eje. La Argentina quedó así muy expuesta a una fractura territorial en beneficio de potencias imperialistas, y la soñada reunificación territorial argentina al recuperar Malvinas de manos británicas, se hubiese trocado en la perdida de todo el extremo sur argentino, vastas porciones de la plataforma continental y todo acceso posible al Sector Antártico Argentino.
Más recientemente, en la década del ’70, tiempos del mundo bipolar que enfrentó a las dos superpotencias de entonces: EEUU y la URSS (1), la dictadura militar instaurada el 24 de marzo de 1976 encabezada por Jorge Rafael Videla, impulsó una alianza estrategia con la URSS –que pasó a ser el principal socio comercial y político de la Argentina–; ese alineamiento se expresó vivamente en la ruptura del bloqueo a la URSS por su criminal invasión a Afganistán, por parte de la dictadura argentina. Posteriormente, la dictadura intentó avanzar en esa alianza promoviendo el conflicto bélico contra Chile alrededor de la disputa por el Canal de Beagle. La guerra fratricida con el pueblo hermano de Chile hubiera disparado un conflicto de inimaginables consecuencias no solo para las naciones involucradas, sino para el conjunto de América Latina y el denominado tercer Mundo.
En la propia guerra nacional de Malvinas se reavivó este debate. Algunos connotados personajes políticos y militares, pasaron abiertamente a promover la derrota argentina frente a la guerra impuesta por Gran Bretaña contra la Argentina, reclamaban la rendición y la vuelta a la subordinación a esas potencias. De esos cenáculos salió la adhesión a los Acuerdos de Madrid de octubre de 1989 y 1990 impuestos por Gran Bretaña, aún vigentes, y firmados por el Dr. Menem y su ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Domingo Cavallo. Otros, en cambio, pregonaban las ventajas de aliarnos a la URSS para poder enfrentar el poderío militar del Reino Unido y sus socios de la OTAN. Ambos bandos repudiaban las mejores enseñanzas de los más preclaros constructores de la independencia americana: Tupac Amaru, Tupac Katari, Murillo, Belgrano, San Martín, Güemes, Brown, Warnes, Padilla, Azurduy, Bolívar, Artigas, Martí, etc. Los serviles, siempre encuentran razones para subordinarse.
Con motivo de la presentación de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina N° 11, en marzo de 2003, en la ciudad de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires, el Contraalmirante (R) VGM Carlos Büsser, Jefe del operativo Rosario de reconquista de las Islas Malvinas del 2 de abril de 1982, se refirió a la perspectiva de la existencia de dos superpotencias mundiales, EEUU y China, reconstruyendo una nueva bipolaridad, y la planificación de un política en defensa de los intereses soberanos de la Argentina. Dijo entonces: “(…) China ya está en la carrera nuclear, es la tercera o cuarta potencia mundial, está en la carrera misilística, espacial, etc. (…) Va a empezar a tallar en todo el mundo. Es para este mundo que nos tenemos que preparar. No para meternos a la cola de una de las dos superpotencias creyendo que ellas nos van a proteger. El poderoso del bando que fuera en el que nosotros nos queramos incorporar para estar supuestamente protegidos, va a proteger su territorio y su población y nosotros vamos a ser solamente carne de cañón. Creo que todos, pero en particular los jóvenes, debemos estudiar todos estos problemas, los de nuestra soberanía sobre todos los espacios terrestres y marítimos de nuestra Patria, y sobre los problemas mundiales que nos van a condicionar, porque según sea la forma en que los encaremos y solucionemos, resultará nuestro destino como nación. Y eso lo debemos estudiar con un profundo sentimiento de patriotismo dispuesto a las mayores entregas”.
Oíd el ruido de rotas cadenas
Dice nuestro documento fundacional: “Somos conscientes de que los enemigos jurados de la Patria son muy poderosos, pero también sabemos, porque lo muestra toda la historia nacional, que el camino de la sumisión o la conciliación con esos enemigos, ha traído sangre, sudor y lágrimas para los argentinos. Por eso, la huella en la que nos encontramos en el Foro Patriótico y Popular, es la de poner de pie al pueblo y a las fuerzas patrióticas de nuestra Nación, hasta conquistar su segunda y definitiva independencia de toda dominación extranjera. Esa gran tarea histórica presupone acabar con el poder de las viejas y nuevas oligarquías, cipayas y gerenciales, que han sido y son funcionales a la sumisión nacional, y que han provocado la más grave crisis económica y social que se recuerde. Logrado ese objetivo, será posible fundar un nuevo Estado nacional, que estará signado por las fuerzas que lo dieron a luz y tendrá la impronta de las nuevas generaciones.
Hemos escuchado hablar por décadas del “progreso” puesto de manifiesto por cifras de una supuesta “macroeconomía”. Pero esas cifras son, en realidad, las cuentas del enriquecimiento obsceno de los beneficiarios de la entrega y del empobrecimiento inaudito de la inmensa mayoría de los habitantes de nuestro suelo. Se nos habló de una supuesta teoría del “derrame” por el cual había que permitir ese enriquecimiento para que las sobras del banquete cayeran sobre los más pobres, pero esto nunca ocurrió. Sólo asistimos a la existencia de una minoría, cada vez más opulenta y poderosa, frente a una mayoría creciente de pobres cada más pobres. El Progreso, para ser verdadero, se debe manifestar en el bienestar del conjunto social y la fortaleza de la Nación.
Se niega abiertamente que sea posible un proyecto de Argentina independiente en el contexto mundial actual. (…)
Es posible una Argentina soberana, popular y democrática, unida a los pueblos y naciones oprimidas. Es necesario para ello un Estado que lo exprese con formas democráticas que garanticen la participación y decisión popular. Son muchos, en todo el mundo, los que están hartos de vivir penando para que un puñado de potencias viva de lo que le es ajeno.
El camino de hacer concesiones a las potencias que disputan con EE.UU. para resistir la prepotencia del gigante, lleva, en el mejor de los casos, a un cambio de amo pero no a la Independencia.
No se puede “reformar” una política que por su naturaleza va contra la Patria y el pueblo. De igual manera que no se puede reformar el Estado imperial y oligárquico, cuya razón de ser es esa política de sumisión y opresión.
La lucha por la segunda independencia exige, como primera condición, que el pueblo rompa sus cadenas. Por eso, la lucha emancipadora está impregnada por la lucha por la libertad, lo que exige la investigación y castigo de todos los crímenes cometidos contra el pueblo y la Nación Argentina, y la más amplia libertad de acción de las fuerzas patrióticas y populares. Cómo ya ocurrió en la Guerra en la que surgimos como Nación, también ahora, en el curso de la lucha por la segunda y definitiva emancipación, será el ruido de rotas cadenas, el grito sagrado de ¡Libertad! de todo un pueblo, el que barrerá con el Estado de la sumisión y la opresión, y parirá el nuevo Estado argentino.
“Sean eternos los laureles que supimos conseguir, coronados de gloria vivamos, o juremos con gloria morir.” 

(1) Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Pese a la restauración del capitalismo y su desarrollo imperialista, Rusia y las naciones sometidas a su dominio mantuvieron esa denominación.