Vacunas
argentinas en China. El color del dinero.
Silvia Naishtat. Clarín – 01-11-2015
La ventana de un despacho deja ver un nuevo contingente de técnicos
chinos que en el kilómetro 38,5 del ramal Campana, en la localidad de Garín, se
entrena a toda velocidad. Estamos en la planta de Biogénesis Bagó que en marzo
de 2016 tendrá en marcha otra de proporciones gigantescas en la lejana
Yangling, a 19.260
kilómetros de Buenos Aires.
Cuentan que el proyecto para la elaboración de la vacuna contra la
aftosa en China les llevó tiempos orientales. Arrancó en 2012 y tuvieron que
atravesar varias murallas en términos de aprobaciones. Implica un desarrollo de
alta tecnología dado que las cepas del virus contra la aftosa son distintas en
Asia, con siete serotipos y sus subtipos diferentes.
La nueva fábrica representa una
inversión de US$ 70 millones aportados por Hile Biotechnology, el socio privado
chino. A su vez, Biogénesis Bagó, mitad del grupo Bagó y mitad de las familias
Sigman-Gold, transfiere el conocimiento tecnológico. La planta de Yangling será
la primera y única de capitales extranjeros elegidos por Beijing para la
elaboración de la vacuna. Un hecho que jugó a favor fue que en 1997 la vacuna
de Biogénesis ayudó a derrotar a la aftosa en Taiwán.
Por cierto, ingresar al colosal mercado chino es el sueño de cualquier
empresario. Allá consumen 1.800 illones de dosis por año, tres veces más que el
conjunto de América Latina. En Yangling producirán 400 millones.
Claro que según reconoce Rodolfo Bellinzoni, director del proyecto que
ocupará a 150 profesionales, no será sencillo. Tendrán que ganarse espacio ante
otras siete competidoras de capitales chinos. La aspiración es hacer de la
planta una plataforma para exportar hacia el resto de Asia, que también
requiere la vacuna en proporciones que impresionan. En aftosa, Biogénesis Bagó
es la tercera en importancia del mundo. Compite con laboratorios de la talla de
Pfizer y Merck y otros más chicos como los brasileños Vale y Ouro Fino.
NOTA DE LA REDACCIÓN de
AGENCIA DE NOTICIAS Y CONTENIDOS (ANC-FPyP)
Quién es Hugo Sigman, el Grupo
Chemo y Bagó...
Buscando al Grupo CHEMO en INTERNET aparece el Blog personal de Hugo Sigman. En ese blog se dice que
este señor es socio del Grupo CHEMO que se dedica a la fabricación y
comercialización de productos farmacéuticos y veterinarios, tanto de materias
primas como productos intermedios.
CHEMO es una compañía basada en Madrid, con plantas químicas para la
fabricación de principios activos en España, Italia y China; fabricación de
productos farmacéuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia,
India, Vietnam y China, entre otros.
Además, se informa en dicho blog, que Sigman posee una participación accionaria (junto a Luis Alberto Gold y la familia Sielecki) en el laboratorio ELEA. De lo que surge que el laboratorio nacional
ELEA es controlado por el grupo CHEMO.
En la página web de este
grupo se informa que Romikin es
la oficina comercial de CHEMO en Argentina. También se comunica que los
negocios de CHEMO (controladora de ELEA) tienen base en Barcelona y posee industrias
químicas de principios activos (droga base) en Italia (Industriale Chimica), en
España (Química Sintética) y hasta en China (Gold Pharma). También fabrica
productos terminados en España (Liconsa y León Farma)
Hace un tiempo el diario Crítica publicó que “...La multinacional (CHEMO) nació en Argentina en 1940 con la fundación de
los Laboratorios Sintyal, propiedad de la familia Gold, que
puso un pie en España en 1977 cuando el matrimonio de la bioquímica Silvia Gold
y el psiquiatra Hugo Sigman abrió una oficina comercial en Barcelona.”...” A partir de 2006, CHEMO inició un nuevo
proceso de internacionalización con el nacimiento de Gold Pharma (China) y
comprando participaciones en las compañías Nexchem de China y Nosch de India”.
Información similar figura en la página oficial, en INTERNET, de Hugo Sigman.
En la página web de CHEMO se informa que tiene una alianza estratégica
con Bagó en la empresa de productos veterinarios BIOGÉNESIS (uno de los principales proveedores de la vacuna contra
la fiebre aftosa en el país y en la región, incluyendo países como Taiwán y los
Estados Unidos) y con Bagó Rusia (¿?). BIOGÉNESIS es propiedad de Luis Alberto Gold, Diego Alberto Zito, Alejandro
Marcelo Zito, Paula Marcela Zito
y los hermanos Juan Carlos y Sebastián Bagó, según se informa en la
página de Hugo Sigman.
Como dato adicional, la página de Hugo Sigman agrega que es dueño de la Editorial Capital Intelectual que edita Le Monde Diplomatic para Latinoamérica
y numerosos libros de divulgación científica y, junto con el fallecido Oscar Kramer, de la productora
cinematográfica (en Argentina y en el exterior) K&S Films (productora de la película “Iluminados por el
fuego”).
Según Wikipedia, Hugo Sigman nació en Buenos Aires en 1944. Cursó la
primaria y el secundario en escuelas públicas. En 1969 se recibió de médico en
la Universidad de Buenos Aires y en el mismo año concluyó sus
estudios de psicología Social en la Escuela dirigida por el Dr. Pichon
Riviére. En 1970, ingresó como médico residente en el Servicio de Psiquiatría
del Policlínico Lanús dirigido por el profesor Mauricio Goldenberg.
Continuó su carrera primero como Jefe de residentes y luego creó y dirigió el
Servicio de psiquiatría de urgencia en el mismo Hospital. Se radicó en España
en 1976, donde trabajó en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico
de Barcelona. Es allí cuando, gracias al impulso de su suegro, Roberto Gold, Hugo comienza a transitar
el camino empresarial y a involucrarse en la industria farmacéutica. En 1978 y
junto a su esposa Silvia Gold –su
socia en el amor y en el trabajo desde hace 45 años-, fundó Chemo,
una empresa del sector químico farmacéutico; la primera de lo que luego sería Grupo INSUD.
En los años 80, Hugo y Silvia regresaron a la Argentina para continuar
aquí el camino que habían iniciado en Europa.
Actualmente, en el área de ciencias de la vida, son tres las empresas
del grupo INSUD:
a) Chemo, con venta de materias primas y productos terminados
a 1200 laboratorios en todo el mundo, 15 plantas de producción y 9 centros de
I+D;
b) Exeltis, que vende productos con marca propia en más de 40
países y
c) Mabxience, empresa de biotecnología creada en 2008 con 3
plantas de producción, la primera planta de anticuerpos monoclonales de
Latinoamérica, pharmADN, y la
primera planta de producción de vacunas y biotecnológicos en Argentina, Sinergium Biotech.
En 1998 comenzó a desarrollar actividades
agropecuarias y forestales en distintos puntos de la Argentina, con énfasis en
el mejoramiento genético y la producción sustentable con empresas como Garruchos, dedicada la actividad
agropecuaria, Pomera, rankeada como
la más importante empresa forestal de “capitales
nacionales” (¿?), y Los Murmullos
dedicada a la genética bovina. Es accionista, además, de Bioceres, una empresa argentina de biotecnología centrada en la
producción agrícola. Esta joven empresa desarrolló un gen que permite crear
plantas de trigo, maíz y soja tolerantes a la sequía y la salinidad del suelo y
que ha licenciado sus productos a USA, Francia, India.
Hugo Sigman impulsa el debate de ideas a
través de la editorial Capital
Intelectual, que publica sus títulos en España bajo el sello Clave Intelectual, la edición Cono Sur
de Le Monde Diplomatique y la
versión latinoamericana de la prestigiosa The
New York Review of Books.
En 2005, Hugo Sigman se asoció con el
fallecido Oscar Kramer y juntos comenzaron la productora de cine Kramer & Sigman Films (K&S).
Actualmente, es un exitoso productor con destacadas películas como Kamchatka,
El perro, El último Elvis, Séptimo y Relatos
Salvajes, entre otras. Su más reciente producción es El Clan, dirigida por Pablo Trapero.
Pero ya que aparece Bagó, otra empresa nacional, sigámosla. Ya sabemos
de su relación con CHEMO y ELEA. El Grupo BAGÓ-MONTPELIER (considerado por muchos
como “nacional”) dice en su página web: “Laboratorios Bagó, empresa argentina
líder en Latinoamérica y con 18 filiales en la región, concretó el lanzamiento
de su filial en la
Federación Rusa consolidando su creciente presencia internacional
en los mercados farmacéuticos más competitivos del mundo”. La empresa cuenta con patente para fabricar en la
Rusia de Putin, abrió recientemente una planta farmacéutica en Pakistán, y
empezó a negociar la instalación de una planta de producción de vacunas de
aftosa en ese país y otra de medicamentos oncológicos en la región conformada
por Asia, África y Europa del Este. Bagó también prepara su llegada a Europa
Occidental y evalúa la compra de una empresa en los Estados Unidos.
Algunos califican a estas empresas como de capitales nacionales. Otros
opinan que son parte de un empresariado de intermediación. Lo que los define es
si sus intereses son primordialmente nacionales o son los de las potencias a las
que se vinculan.
Un dato más: es un empresario mimado
del Grupo K.
Se dice que apoya fuertemente las
alianzas público-privadas, a las que considera un paradigma positivo,
importante de promover con ética y transparencia. Entiende que los centros de
investigación públicos deben retribuir a la sociedad parte de sus conocimientos
y desarrollos, y que el sector privado debe reconocer ese aporte remunerándolo
adecuadamente. Inspirado en ese modelo, ha logrado construir alianzas con
prestigiosas instituciones como la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Quilmes,
la Universidad
Nacional de San Martín, los Hospitales Roffo y Garrahan, la Academia
Nacional de Medicina y numerosas Universidades del exterior.
En el año 2010 Página 12 publicaba que “la Presidenta de la Nación
firmó un decreto que declara de interés público la fabricación en la Argentina
de la vacuna contra la
gripe A. La medida responde a la propuesta presentada por el
laboratorio suizo Novartis, el laboratorio nacional Elea y uno de los propietarios
del laboratorio Biogénesis-Bagó, llamado Hugo Sigman.” Según la propuesta,
la vacuna podría empezar a producirse proximamnete; mientras tanto, Novartis se
comprometería a proveer a la Argentina dosis de la vacuna, que ya fabrica en
otros países. El Estado argentino, por su parte, comprará la que se produzca en
el país, que también podría exportarse. El proyecto supone una inversión de 50
millones de dólares por las empresas y podría generar 400 puestos de trabajo,
se dice. Hay que tener en cuenta que este acuerdo requiere una licitación
pública (según consta en el decreto presidencial) en la cual “los laboratorios
que presentaron la propuesta tendrán una preferencia”, según el Ministerio
de Salud.
En síntesis: el Estado argentino compra
la vacuna a precio internacional a NOVARTIS durante los cinco años en que se
estima la construcción de la planta, y después continuará comprándosela a
precio internacional, a la planta propuesta por Hugo Sigman, que venderá al
Estado toda su producción, asegurándose su colocación.
Tal vez esa alianza pública privada que
propugna no sea más que la utilización del Estado para hacer crecer un grupo
privado de empresariado de intermediación...