POR PRIMERA VEZ LAS
PETROLERAS HABLAN DE SUS COSTOS INTERNOS
por Horacio Micucci
El
economista, consultor y "periodista" Willy Kohan dijo hoy, 25 de
enero de 2016 en el programa de Longobardi por Radio Mitre, que ante la baja
del precio internacional del petróleo, la empresas petroleras de Argentina
sostenían que no podrían producir porque el costo argentino por barril es de 35
dólares. (Algunos pensamos que sus costos son aún menores para el petróleo convencional,
pero a confesión de parte relevo de pruebas...)
Primera
afirmación (o confesión) de las petroleras sobre este precio celosamente
ocultado.
Gracias a
un complejo sistema de precios, que en la Argentina están regulados de facto,
las empresas que operan en el mercado doméstico cobran entre 77 y 83 dólares el
barril, según el tipo de crudo de que se trate, aun cuando en el mercado
externo el producto haya derrapado por debajo de los 30 dólares.
Las
empresas afirman, según Willy Kohan, que pierden cuando venden al exterior y
reclaman más beneficios. Estas empresas nada dicen de los superbeneficios
internos por los cuales la nafta argentina es una de las más caras impactando
sobre los costos de todos los productos.
Resulta
que, por el precio que el Estado argentino les asegura, cobran con una ganancia
que ronda en 100%, si el costo fuera de US$ 35, como ahora
"blanquean".
Los
consumidores, aún los que no tienen autos, subsidian a los monopolios
petroleros extranjeros que actúan (o rapiñan) en Argentina. Los que pregonan el
aumento de las tarifas nada dicen sobre esta "novedad".
Si los
hidrocarburos estuvieran en manos de una empresa verdaderamente estatal,
monopólica y eficiente, ese plus sería dinero de acumulación interna de capital
para un proyecto de Argentina independiente, para inversiones propias, dejando
de mendigar inversiones extranjeras onerosas que aumentan la dependencia.
Mientras
tanto el sueldo de Galuccio, CEO de YPF, podría ser de hasta US$ 5,5 millones
al año.
Según otros
cálculos, podría rondar 1,8 millón al año. La cifra exacta es un secreto. Y
exigen que se haga pública.
De la
misma manera sería bueno hacer públicos los contratos firmados con monopolios
extranjeros como Chevron, con cláusulas secretas. Y, ya que está, antes, la
compra del 25% de las acciones por Esquenazi.
Un
análisis de los balances contables de Repsol-YPF, por esos años, puso en la
lupa el manejo financiero de la petrolera por parte de los españoles, el
Gobierno kirchnerista y el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, allegada a los Kirchner
antes de la estatización.
Se afirmó
entonces que hasta la estatización, la compañía sufrió un proceso de
disminución de su patrimonio, fundamentalmente por distribución de dividendos
fuera de todo límite, con participación del Gobierno. Los accionistas de
Repsol-YPF se llevaron más de lo que le hicieron ganar a YPF. En 2008, 2009 y
2010, la distribución de dividendos estuvo por encima del máximo permitido por
la Ley de Sociedades Comerciales, se aseguró en su momento.
Parte de
los dividendos fueron pagados mediante ganancias, y parte con el capital de la
compañía, lo que constituiría fraude en la administración de la empresa. En ese
entonces se afirmó que los pagos realizados en exceso por sobre las ganancias,
es decir sobre el tope legal, ascendieron a 7 mil millones de pesos, de esos años.
Allí está
parte del dinero necesario y no en "inversiones extranjeras" que
comprometen el futuro de generaciones de argentinos y la entrega del patrimonio
nacional.
El dinero
proveniente de la corrupción debe ser expropiado.
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