El Mangrullo Argentino
Breve comentario después de escuchar a la Sra. Presidente...
Ayer la Sra.
Presidente habló en Tecnópolis.
Dijo, entre otras
cosas:
“Quiero
convocar a un debate en serio, pero con los sectores, con la Asociación de
Bancos, con la que conduce el banquero Jorge Brito por ejemplo, a ver qué es lo
que quieren hacer con las finanzas del país; vamos a reunirnos con la Unión
Industrial también para ver qué es lo que proponen, cuáles son los beneficios
que reciben desde la promoción pasando por los beneficios de los subsidios”.
La Sra. Presidente también incluyó en la
lista de eventuales invitados a los jerarcas sindicales: “Vamos
a sentarnos con los trabajadores también para discutir las cosas que tengamos
que discutir pero en serio, con todos en la mesa”.
“Si
hay errores los corregiremos porque no somos obcecados ni tontos. Pero queremos
discutirlo en la mesa grande con los verdaderos jugadores, no con los
suplentes.” “Quiero los titulares y los directores técnicos. Los suplentes no
me sirven. Quiero discutir con los verdaderos actores económicos. Esto no es un
partido de suplentes, es para los titulares de intereses y representaciones.”
Después, a través de su cuenta de
Twitter, hizo manifestaciones análogas.
No vamos a analizar aquí otras aseveraciones
que hizo, sobretodo las referentes a la comunidad QOM, que merecen una
respuesta muy dura ya que de lo que se trata respecto a los integrantes de ese
pueblo originario es que les den la tierra a la que tienen derecho, la
documentación que les corresponde y que dejen de matarlos a palos, según
parece, los amigos de la Sra. Presidente. Sólo nos referiremos brevemente a las
frases transcriptas más arriba.
Algunos prefieren detenerse en el estado
emocional y síquico de la Sra. Presidente. Otros lo harán en su posible
impericia, arrogancia y desmesura. O en el desprecio del voto ciudadano y la
confesión de que, en Argentina, deciden unos pocos, en realidad: “los verdaderos jugadores ... los
titulares de intereses y representaciones” según la
Sra. Presidente.
En nuestro caso preferimos ser directos,
secundarizando lo anterior.
Ir al grano.
Para nosotros lo que ha ocurrido es que
el grupo K –con sus componentes político (del estrecho círculo presidencial),
militar (Milani, Berni y su grupo de inteligencia) y económico (fuerte en el
petróleo, el juego, la soja, las finanzas, los multimedios, la pesca y algún
otro menester non sancto a juzgar por
algunos datos periodísticos: ¿el 7% del PBI argentino?) le ha dicho a sus
adversarios que le disputan la hegemonía del bloque que decide en esta
Argentina indefensa y expoliada: “discutamos entre jefes de lo contrario
estamos dispuestos a pudrirlo todo”.
Ya hemos advertido en un comentario
anterior que CFK no se irá mansamente. Que hay que estar alerta.
Esto confirma la veracidad de ese
análisis, que repetimos:
“Sería un grave error subestimar a esta
corriente política con amplia sustentación económica, que ha mostrado su verdadera cara con
Jaime, Milani y Chevron (y podríamos
agregar chinos, rusos e ingleses como Panamerican Energy); y más
ahora, cuando siente que la situación económica se presenta con más nubarrones.
El kirchnerismo tiene el gobierno,
renueva los legisladores electos en el 2009 (su peor elección antes de ésta del
2013), ha desarrollado un poderoso grupo económico, financiero, multimedios,
etc., tiene alianzas, y va a pelear.
Ya lo dijo Cristina Kirchner: `Somos
militantes´.”
También
reiteramos lo que dijimos en ese momento:
“Es preciso
estar alertas ante nuevas maniobras, movimientos, acciones de distracción o
confusión, acciones de “inteligencia” e incluso intentos represivos del equipo
gobernante.
A condición de lo anterior, es un buen
momento para los patriotas y luchadores populares que buscan un nuevo camino.
Un camino que
saque a Argentina de la indefensión.
Un camino que
saque a Argentina de la sumisión nacional y la entrega del patrimonio.
Un
camino que haga realidad la Declaración de nuestra Independencia: `libres de toda dominación extranjera´.”
Y
agregamos: con verdadera soberanía del Pueblo y democracia grande, donde las
decisiones no las tomen minúsculos cenáculos de “jefes y titulares de intereses
y representaciones”, al decir de la Sra. Presidente.
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