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viernes, 13 de septiembre de 2013

Algunas cuestiones sobre la inseguridad (II) Por Eduardo Mariano Lualdi

Algunas cuestiones sobre la inseguridad (II)
Por Eduardo Mariano Lualdi
La cuestión central radica en la extensión y perdurabilidad de la pobreza. Además del tipo de pobreza que se impuso a la Argentina desde 1976 con el golpe de Estado del 24 de marzo de ese año (“vienen a voltear las chimeneas”, dijo entonces la presidente María Estela Martínez de Perón), políticas de pauperización de la población que fueron escalando luego de la derrota de Malvinas y potenciadas por las políticas estructurales aplicadas por los gobiernos constitucionales desde Alfonsín a la fecha.
El Dr. Julio C. González define el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 como corolario de un acción destinada a liquidar “la Argentina tecnológica, científica e industrial”, y la ejecución de una política genocida de “aniquilamiento y reemplazo” de la población, acción aplicada contra nuestra Nación en distintas oportunidades históricas.
El General Albano Harguindeguy, miembro del grupo de generales procesistas integrado por Videla, Viola y Villarreal -y que fuera el núcleo central de la dictadura militar junto a Massera, de la Armada y Agosti, de la Fuerza Aérea-, señaló que el objetivo del autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”, era devolver a la Argentina a su condición de país pastoril, y ubicaba la fecha de 1943 como referencia temporal del modelo de Argentina que el generalato procesista aspiraba a “reconstruir”.
Los cambios producidos por la dictadura se perpetuaron y profundizaron durante los gobiernos constitucionales. Por ejemplo, se avanzó hasta su liquidación total de la empresa petrolera estatal, proceso en el que el kirchnerismo colaboró activamente durante la década del 90. Es harto conocido que el actual Secretario de la Presidencia Dr. Parrilli, fue el miembro informante que defendió en nombre del menemismo la privatización de YPF. Luego, también con el kirchnerismo como socio fundamental, se avanzó en la privatización total de YPF hasta su completo vaciamiento en una sociedad integrada por Repsol, Ezkenazi-Kirchner. Luego sobrevino el rescate de YPF-Repsol, apenas el esqueleto de aquella YPF que llegó a ser la séptima petrolera del mundo. Hoy apenas queda un 20% de aquella empresa estratégica.
Hay que incorporar a este escenario la imposición de la deuda externa como una “lápida” que pesa sobre el pueblo argentino, como definió don Alejandro Olmos cuando impulsó el juicio conocido como Olmos I, donde denunció la multitud de ilícitos cometidos por la dictadura militar durante el proceso de endeudamiento externo.
Luego de la derrota de Malvinas la entrega y la sumisión nacional se pronunciaron, se privatizó casi total de la economía nacional y se liquidó todo el sistema de defensa nacional. En los últimos diez años, además, se procedió a retirar las fuerzas de frontera para cumplir tareas de represión interna como grupos de elite, liberando las fronteras al narcotráfico.
Hoy nuestra producción es esencialmente primaria y extractivista, y se complementa con una industria de armado. Incluso la industria automotriz, señalada como el gran impulsor económico que demostraría el vigor de la economía nacional, es en esencia una industria de armado.
La economía argentina reúne las formas y sustancias de una factoría exportadora de materias primas y con una industria de armado de productos no nacionales.

Los cambios en la estructura productiva mundial y nacional producidos desde hace varias décadas, han arrojado a un tercio de la población a la pobreza y a una amplia franja de población a una desocupación estructural. Se trata de un segmento poblacional que no trabajan ni trabajará en el futuro. Y en la medida que la economía se torne más primaria y más extractiva, ese perfil económico se pronunciará. En tanto este “modelo” se profundice, se hundirán las economías regionales marcando el fin de numerosas producciones tradicionales argentinas con su consecuente caída en la mano de obra ocupada, el aumento de la pobreza y el crecimiento del narcotráfico y la trata de personas para la esclavitud sexual y laboral.
La falta de trigo, la destrucción de la ganadería y el achicamiento de la producción lechera ejemplifican el rumbo estructural que el sector que representa el kirchnerismo le ha impuesto a la economía nacional. Y al visitar las ciudades del interior del país, se verá cómo todos los vicios propios de los grandes centros urbanos se reproducen en ellas, destruyendo a la juventud que es la verdadera reserva de todas las naciones. La emigración poblacional de los centros rurales a los centros urbanos es directamente proporcional al crecimiento del narcotráfico y la prostitución incluida la infantil.
La denuncia sobre el negocio montado alrededor de la exportación de soja que involucra tráfico de droga y prostitución, representa del modo más descarnado la Argentina real que el kirchnerismo, como cabeza política, ha profundizado en esta denominada “década ganada”.
Se refiere cómo alrededor de los puertos donde se carga la soja en los buques, centenares de mujeres (especialmente niñas y jóvenes apenas adolescentes) drogadas, se amontonan para ofrecer servicios sexuales. Su cantidad impone muchas veces la intervención policial para regularizar la oferta. Y si bien es posible saber cuántas mujeres están presentes en el puerto y sus inmediaciones, es imposible saber cuántas realmente regresan a tierra firme de esos buques. Soja, droga y prostitución, representa una pintura cruelmente precisa de la realidad social y económica de la Argentina del kirchnerismo. Así se puede retratar la “década ganada” de la que se vanagloria la minoría gobernante actual.

Un nuevo grupo de poder: el kirchnerismo
Un rasgo decisivo del grupo oligárquico que representa el kirchnerismo es la fuente principal de su acumulación originaria. En sus albores como grupo no estuvo vinculado a la actividad productiva o industrialista: no está presente en su “ADN”, porque el usurero (1) se sublima cuando obtiene esa “libra de carne” que satisface su demanda de beneficios rápidos y sonantes, y desiste enredarse en asuntos difusos de productividad o industrialismo, que prometen ganancias trabajosas o incluso raquíticas. El dios dinero travestido en dólar o euro, producto de la compra a precios de bicoca o un singular trueque ventajoso, es el dios verdadero de este grupo oligárquico emergido en los confines de un país del fin del mundo.
Puede considerarse como uno de los afluentes de su riqueza la apropiación de bienes inmobiliarios en ancas de la circular 1050 de Martínez de Hoz. Y también los beneficios pecuniarios merced a las coimas en la obra pública en Santa Cruz. Pero ni uno ni el otro afluente de riqueza explican íntegramente el capital económico originario del kirchnerismo. ¿Por qué ésta es una cuestión central para comprender la dinámica del pensamiento del kirchnerismo? Porque en su acumulación original está la quintaesencia de su verdadera ideología, esa que hace que la presidente de la Nación se solace porque un lavarropas tiene ¡un 30% de productos industriales nacionales!, y que a la hora de garantizar su seguridad económica, el matrimonio Kirchner haya elegido Seychelles, un paraíso fiscal británico al que solo se accede con avión y tripulación británica. ¡Dios salve a la Reina!
Señalamos en el editorial Nº 42 de CUADERNOS para el encuentro en una nueva huella argentina: Tanto el gobierno del Dr. Néstor Kirchner, como su sucesión de parte de la Dra. Fernández de Kirchner, ha sostenido desde su inicio la alianza estratégica con China en primer lugar, luego con la Unión Europea y por último con Brasil.
El “proyecto estratégico” del gobierno es la alianza con el emergente imperialismo chino. En Argentina se ha instalado el ICBC (International and Commercial Bank of China), banco chino que es el más grande del mundo.
La empresa más grande del mundo china se ha convertido en el primer inversionista extranjero en la Argentina. China se refiere a la Argentina como países de economías complementarias. Ellos producen productos industriales, y nosotros les vendemos porotos de soja. Antes les vendíamos aceite de soja. Ahora vendemos los porotos porque ellos tienen la posibilidad de hacer ese aceite en los mismos puertos de China, donde desembarcan el poroto.
“Economías complementarias” significa que en Tierra del Fuego, por ejemplo, todo lo que se hace es con productos que vienen de China. Se propagandiza que la Argentina tiene una industria de teléfonos celulares nacional. No es cierto, son productos armados acá y no producidos. Otro tanto ocurre con los microondas y todos los electrodomésticos. A esto se le llama “industria nacional” de “economías complementarias”.
¿Qué diferencia sustancial hay entre esta política de “complementariedad de las economías chino-argentina” con aquella que amarró a la Argentina a los intereses británicos en la década del 30? En aquella década se proclamaba como fuente de progreso ininterrumpido, justamente la complementariedad de la economía argentina a la del imperio más grande de la época: el Imperio británico. Allí confluyeron la oligarquía argentina pro británica y Su Majestad la Reina de Inglaterra, para suscribir el Tratado Roca-Runciman, que le siguió al Tratado de Paz y Amistad de 1825, aún vigente, a los que completa el modelo de sumisión nacional: los Acuerdos de Madrid de 1989/1990.”

La economía de la década ganada
En términos de producción nacional, si se observa detenidamente el cuadro económico de la denominada “década ganada” pero en especial su consecuencia social, se verá que el crecimiento exponencial ha sido, además de la sojización y el desarrollo de la megaminería saqueante y contaminante, el del tráfico de droga, el juego y la trata de personas para la esclavitud sexual y laboral.
El otro gran negociado ha sido el de la deuda externa. La “política de desendeudamiento” aplicada desde el megacanje de Kirchner-Lavagna ha llevado a la deuda pública a ¡197 mil millones de dólares! Y nos ha dejado expuestos a las decisiones antojadizas de tribunales extranjeros que ponen a la Argentina al borde del colapso económico.

El desarrollo capilar del narcotráfico
Tiene razón la Diputada Margarita Stolbizer cuando señala el enraizamiento del narcotráfico a nivel territorial. Aunque a nuestro entender el circuito es inverso al que ella enuncia: la capilaridad del delito del narcotráfico así como el de la trata de personas para la esclavitud sexual o laboral, no es la base desde la cual se marcha a la asociación con el poder político, económico, judicial y de seguridad. El camino es inverso, es la profunda imbricación del poder político, económico, judicial y de seguridad el que abre curso al dominio territorial y su expansión capilar en toda la sociedad.
Alguna vez hablamos de rasgos propios de un narco Estado. Si así se considera a X nación porque sus narcos hacían uso de submarinos rusos para el tráfico, ¿por qué cabría otra definición para una nación que usa una línea aérea exclusiva para ello? Volvemos a dar la razón a la diputada Margarita Stolbizer cuando señala que en la provincia de Buenos Aires escaló un avión en la base aérea de Morón, donde cargó una tonelada de cocaína y luego hizo una breve parada en el aeropuerto internacional de Ezeiza, pero nunca nadie vio nada. Southernwinds y el escándalo de ese avión capturado en Barcelona, son la comprobación desvergonzada de ese crecimiento exponencial del narcotráfico en Argentina como fenómeno político, económico e institucional. ¿Quién otorgó los permisos de vuelo a Southernwinds? Sería bueno recordarlo, porque siempre en la historia radica la explicación de eventos del presente. ¿Quién controló la base aérea de Morón y quiénes la salida del avión por el aeropuerto de Ezeiza?
Aquí no hacemos mención a la cantidad de puertos que son denunciados como bocas de salida de la droga de la Argentina. El periodismo televisivo ha mostrado el puerto de Comodoro Rivadavia como uno de esos puntos y también denunció las empresas comprometidas en dicho tráfico, y existen viejas referencias a Mar del Plata (ciudad en la que se han denunciado más de 600 prostíbulos), Caleta Paula, etc.
Es conveniente recordar que el entonces ministro de Economía Dr. Domingo Cavallo, propuso la legalización de la prostitución cuando se proyectaba transformar a Mar del Plata como una base de aprovisionamiento y “solaz” para los tripulantes de los buques de la OTAN. La legalización de la prostitución que proponía Cavallo es un antecedente de la legalización de la droga que propone Aníbal Fernández y que significaría un salto en calidad en la “reconfiguración” de la nación argentina. Paco blanco y Paco negro, resaca de la resaca, para destruir a los únicos depositarios del futuro de un país: sus jóvenes, eso si, con negocio al fin legalizado.
El narcotráfico, cualquiera sea su enmascaramiento, lleva en sus entrañas al imperialismo, fuera cual fuere este. Todas las potencias mundiales disputan este fabuloso negocio que les garantiza además la destrucción sistemática de los pueblos que padecen este flagelo. Como la sombra al cuerpo, el narcotráfico conlleva la trata de personas para la esclavitud sexual o laboral y el tráfico de armas. Si se prefiere, tráfico de armas, narcotráfico y trata de personas son el derrotero que somete a millones a inimaginables tormentos. ¿Cómo se puede hablar de libertad e independencia nacional cuando estas enfermedades corroen la nación ante la indiferencia o la complicidad de sus hombres públicos? La droga siempre ha sido un instrumento de dominación de los pueblos. Las guerras del Opio (2) que Inglaterra le impuso a China son un ejemplo al que siempre se recurre para refrescar los verdaderos objetivos de los narcotraficantes de todos los tiempos.
La Argentina ha sido modificada estructuralmente en estos últimos veinte años: de país de tránsito, a país de tránsito, consumo y producción, y el paco como droga masiva para diezmar a la juventud. Según las Naciones Unidas la Argentina es el tercer exportador de droga del mundo y el segundo consumidor de cocaína después de EE.UU. Frente a este fenómeno la propuesta de droga legal promovida por representantes del oficialismo, completaría el proyecto de sumisión nacional, contra un pueblo que alguna vez escribió con la sangre de sus mejores hijos: Se levanta a la faz de la Tierra / una nueva y gloriosa Nación / coronada su sien de laureles / y a sus plantas rendido un león.”

(1) “Hubo una realidad concreta, alguien que tiene mucha plata no desde ahora, aunque a mí me disguste, el abuelo de Kirchner era usurero y tenía plata, plata que acrecentó el papá y plata que tienen los Kirchner". Luis D’Elía, 5 de febrero de 2010.
(2) Las Guerras del Opio, fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 respectivamente, el punto culminante de los conflictos comerciales entre China y el Reino Unido. Los intereses comerciales creados por el contrabando británico de opio de la India Británica hacia la China, y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra el comercio de opio llevaron al conflicto. Francia luchó al lado de Gran Bretaña en la segunda guerra. Conviene señalar que es la época en que esas potencias, Inglaterra y Francia, intentaron avasallar nuestra soberanía, y que dio lugar a los combates de la Vuelta de Obligado, Tonelero, Punta Quebracho en defensa de la soberanía y la dignidad nacional y que derrotaron los objetivos de esas potencias imperiales en ese momento.


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