OBSERVATORIO ECONÓMICO
Frente al chantaje del default y a que
el país siga siendo sometido a la usura imperialista y la política kirchnerista
de pagar con el hambre y la entrega.
La presidenta Cristina Kirchner acaba de ratificar en su discurso en
Rosario, con motivo del Día de la Bandera, la línea de su gobierno de pagar las
deudas ilegítimas y usurarias, con el hambre del pueblo y la entrega del país.
Haciendo alarde de lo hecho hasta ahora con esas deudas, y ratificando su
cesión de la soberanía jurídica, pidió “al juez en Nueva York que genere las
condiciones para que llegue a un acuerdo igualitario que sea beneficioso para
el 100% de los acreedores”. Para saber lo que eso significa, es necesario
recordar los “acuerdos” hechos durante “la década ganada”, beneficiosos para
los usureros, que ella misma volvió a historiar.
Con los canjes de Kirchner-Lavagna en 2005 y de Fernández-Boudou en 2010
se quiso dar por solucionado el tema de “las deudas heredadas” de la dictadura
y los gobiernos posteriores, con lo que se le volvió a dar legitimidad a todas
esas deudas, entraran o no en los canjes. Además se ratificó la cesión de
soberanía jurídica a los tribunales de Estados Unidos y de otras potencias
imperialistas, que también venía desde Videla-Martínez de Hoz. Por lo que el
gobierno argentino no puede ahora envolverse en la bandera argentina,
declarándose “una víctima” de los fondos de inversión (sean buitres o no) que
no entraron en el canje (llamados en inglés holdouts) y del juez y las cámaras
de Nueva York.
Pero no sólo que no investigó “las deudas heredadas”, separando las
legítimas de las ilegítimas (como hicieron, por ejemplo, Ecuador y los propios
Estados Unidos respecto de la dictadura de Irak), ni recuperó la soberanía
jurídica para los tribunales de Argentina para los canjes.
También, en las mismas condiciones y reconociendo una usura fenomenal,
el gobierno de Cristina Fernández aceptó pagar 9.700 millones de dólares en un
plazo de cinco años al Club de París de naciones acreedoras, y acordó pagar a
la compañía petrolera Repsol SA bonos por un mínimo de 5.000 millones de
dólares por el 51% de las acciones de YPF, después de haber sido cómplice de su
vaciamiento por una década.
Además de pagar y seguir reconociendo deudas con otros monopolios
imperialistas en los tribunales del Ciadi (en el Banco Mundial) y del acuerdo
con la petrolera Chevron, también radicado en tribunales internacionales.
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha venido presentando
todas sus negociaciones con estos buitres como una “epopeya”, negando en sus
declaraciones públicas que va a pagar o a aceptar condicionamientos, para
después presentar esos “acuerdos” como un triunfo, donde salvó al país de un
mal mayor. Lo mismo que está haciendo ahora el chantaje de un nuevo default
(cesación de pagos), para que nos encolumnemos tras ella y aplaudamos “su
epopeya de negociar” y seguir pagando deudas ilegítimas (que se niega a
investigar) con el hambre del pueblo y la entrega del país a los usureros
imperialistas.
Parece que para el “relato kirchnerista” hay buitres buenos y buitres
malos. Buenos serían los buitres del Club de París, Repsol, Chevron, etc., y
los usureros que hicieron negocio con los canjes, obteniendo el reconocimiento
de deudas ilegítimas y “la compensación” del llamado cupón PBI. Como por
ejemplo el Gramercy Funds Management LLC, que entró en el mercado en 2007,
después del primer canje de 2005, y en vez de litigar, como siguieron haciendo
“los malos”, consiguió con Cristina-Boudou el segundo canje en 2010.
Ahora nos enteramos que sabiendo de antemano cual sería la decisión de
la Corte de los Estados Unidos (Cristina y Kicillof, dicen que también lo
sabían), crearon un clima diciendo que iba a ser favorable para vender sus
bonos y hacerse una millonada con la diferencia: “Gramercy Funds Management LLC
obtuvo una ganancia al vender este año la mayor parte de los bonos soberanos
argentinos que compró a partir de 2007” ,
informó The Wall Street Journal (La Nación, 19/6/14). Cristina y Kicillof
dijeron después que ya sabían la decisión de la Corte yanqui: ¿son parte
también de ese “buitre bueno”, como se dice que lo son Boudou y Lorenzino?.
Si la consigna es “Patria o Buitres”, que sean todos los buitres, los
extranjeros y los que están en el país. No hay buitres buenos y buitres malos.
Frente al chantaje del default y a que
el país siga siendo sometido a la usura imperialista y la política kirchnerista
de pagar con el hambre y la entrega, todos los verdaderos patriotas y
demócratas debemos unirnos en la lucha por:
. Suspensión del pago e investigación
de la deuda externa usuraria, ilegítima y fraudulenta.
. Anulación inmediata del Acuerdo de
pago de la “deuda odiosa” con el Club de París (U$S 9.400 millones), del
acuerdo de indemnización a REPSOL (U$S 9.000), del pago a los fallos del CIADI
(U$S 1.500 millones).
. Eliminación del gasto público
corrupto. Aplicación de los fondos públicos a la inversión productiva para aumentar
la oferta de bienes y servicios, con preferencia de origen nacional.
. Reforma monetaria para defender el
valor del peso argentino. Condonación de deudas de los trabajadores y
empresarios nacionales para evitar las quiebras y exorbitantes costos financieros.
. Nacionalización del crédito para
asegurar su manejo adecuado en función de las reales necesidades del agro, la
industria y el comercio nacionales. Control de cambios efectivo para evitar
toda especulación con monedas extranjeras y garantizar el uso de las divisas
para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la producción nacional.
. Reforma impositiva integral, que haga
que paguen más los que tienen más. Eliminación del Impuesto a las Ganancias a
todos los trabajadores – El salario NO es ganancia. Eliminación del IVA de la
canasta alimentaria. Eliminación del impuesto al cheque.
. Impuesto a la renta financiera y al
juego. Impuesto progresivo a las viviendas desocupadas de los grandes rentistas
urbanos.
Buenos Aires, 20 de junio de 2014
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