UN INFORME SOBRE LAS EMPRESAS QUE CONTROLAN LA ACTIVIDAD AGROPECUARIA
Las multinacionales del agro
Tres compañías manejan más de la mitad del mercado mundial de semillas, seis empresas de plaguicidas dominan las tres cuartas partes de ese negocio y diez corporaciones controlan el 40 por ciento de los fertilizantes. Las cifras del agronegocio.
Por Darío Aranda
Tres empresas controlan el 53 por ciento del mercado mundial de
semillas, seis compañías de plaguicidas dominan el 76 por ciento del sector y
diez corporaciones se hacen del 41 por ciento del mercado de fertilizantes. Con
nombres propios y cifras de ganancias, un informe internacional arroja datos duros
sobre las multinacionales del agro. “La concentración del poder de las
corporaciones y la privatización de la investigación deben discutirse como
temas principales en la búsqueda de soluciones al problema de quién nos
alimentará”, reclamó Kathy Jo Wetter, coordinadora de la investigación desde
Estados Unidos, y remarcó una de las principales “falacias” del modelo de
agronegocios: “Es una gran mentira que este modelo agroindustrial puede
combatir el hambre del mundo”. Y planteó la necesidad de acabar con los
oligopolios y fortalecer otro modelo.
El Grupo ETC es un espacio de referencia en el estudio de las
corporaciones del agro. Con tres décadas de trabajo y oficinas en Canadá,
Estados Unidos y México, periódicamente emite documentos sobre los cinco
continentes sobre la base del entrecruzamiento de información oficial de
gobiernos y empresas. “Semillas, suelos y campesinos. ¿Quién controla los
insumos agrícolas?”, resume el estado de situación de las multinacionales del
agro.
Detalla que tres empresas controlan más de la mitad (53 por ciento) del
mercado mundial de semillas. Se trata de Monsanto (26 por ciento), DuPont
Pioneer (18,2) y Syngenta (9,2). Entre las tres facturan 18.000 millones de
dólares anuales. Entre el cuarto y décimo lugar aparecen la compañía Vilmorin
(del francés Grupo Limagrain), WinField, la alemana KWS, Bayer Cropscience, Dow
AgroSciences y las japonesas Sakata y Takii.
Entre las diez empresas dominan el 75 por ciento del mercado mundial de
semillas. Y facturan 26.000 millones de dólares anuales.
El informe detalla que las grandes compañías ya compraron la mayor parte
de las empresas que podían adquirir en sus países de origen. Y señala que la
nueva estrategia es adquirir y establecer alianzas con compañías de India,
Africa y Latinoamérica. Citan, como ejemplo, el caso de la estadounidense
Arcadia Biosciences y la argentina Bioceres (en su directorio están Gustavo
Grobocopatel y Víctor Trucco, entre otros referentes del agro transgénico
local). El Grupo ETC alerta que el cartel semillero impulsa la privatización de
las semillas mediante la “protección más severa a la propiedad intelectual” y
el desaliento de la práctica tan antigua como la agricultura: guardar semillas
de la cosecha para utilizar en la nueva siembra.
El marco legal impulsado por las empresas del agro y gobiernos se llama
UPOV 91 (Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales),
que prohíbe el intercambio de variedades entre campesinos.
El sector de agroquímicos también está en pocas manos. Diez compañías
controlan el 95 por ciento del sector. Syngenta (23 por ciento del mercado y
10.000 millones de dólares anuales de facturación), Bayer CropScience (17 por
ciento y 7500 millones), Basf (12 por ciento y 5400 millones), Dow AgroSciences
(9,6 por ciento y 4200 millones) y Monsanto (7,4 por ciento y 3200 millones de
dólares anuales). Entre el sexto y décimo lugar se encuentran DuPont,
Makhteshim (adquirida por la china Agrochemical Company), la australiana Nufarm
y las japonesas Sumitomo Chemical y Arysta LifeScience. Entre las diez empresas
facturan 41.000 millones de dólares al año.
El informe señala el aumento exponencial de agroquímicos en los países
del sur. Los autores cuestionan el incremento de la exposición química y el
impacto en la salud pública.
“Los oligopolios invadieron todo el sistema agroalimentario”, resumió
Kathy Jo Wetter, de la oficina en Estados Unidos del Grupo ETC, y reclamó
“revivir las regulaciones nacionales en materia de competencia y establecer
medidas que defiendan la seguridad alimentaria global”. Y arremetió contra el
discurso empresario que promete acabar con el hambre sobre la base del modelo
agropecuario actual: “Es una gran mentira argumentar que intensificando la
producción industrial con las tecnologías del Norte (semillas transgénicas,
plaguicidas y genética animal que promueven las corporaciones) la población
mundial tendrá alimentos para sobrevivir”.
En fertilizantes, diez compañías controlan el 41 por ciento del mercado
y facturan 65.000 millones de dólares. Se trata de las empresas Yara (6,4 por
ciento), Agrium Inc (6,3), The Mosaic Company (6,2), PotashCorp (5,4), CF
Industries (3,8), Sinofert Holdings (3,6), K+S Group (2,7), Israel Chemicals
(2,4), Uralkali (2,2) y Bunge Ltd (2 por ciento).
El Grupo ETC también analizó el sector farmacéutico animal: siete
compañías cuentan con el 72 por ciento del mercado global. En cuanto al sector
dedicado a la genética del ganado, cuatro firmas dominan el 97 por ciento de la
investigación y desarrollo sobre las aves de corral (gallinas de engorde,
ponedoras y pavos).
Silvia Ribeiro, directora para América latina del Grupo ETC, resaltó la
necesidad de otro modelo agropecuario: “La red campesina de producción de
alimentos es prácticamente ignorada o es invisible para los elaboradores de
políticas que tienen que resolver cuestiones de alimentación, agricultura y
crisis climática. Esto tiene que cambiar, los campesinos son los únicos que
realmente tienen la capacidad y la voluntad para alimentar a quienes sufren
hambre”.
Para reducir la
concentración
El Grupo ETC alerta que la concentración del mercado agroalimentario
generó una alta vulnerabilidad en el sistema alimentario mundial. “Es momento
de desempolvar las regulaciones nacionales sobre competencia y empezar a
considerar medidas internacionales para defender la seguridad alimentaria
mundial”, exige el informe. Recomienda que, en alimentos y agricultura, el
nivel de concentración de cuatro compañías no debe exceder una cuota de 25 por
ciento del mercado y que una sola empresa no debe contar con más del 10 por
ciento. Propone prohibir a cualquier empresa la venta de semillas cuya
productividad dependa de los agroquímicos de la misma empresa.
Recomienda a los gobiernos implementar políticas de competencia que
incluyan fuertes disposiciones antimonopólicas combinadas con acciones
concretas para proteger a los pequeños productores y consumidores. Insta al
Comité para la Seguridad Alimentaria de la ONU a que evalúe seriamente la
capacidad del modelo industrial (agronegocios) y fortalezca con medidas
concretas la red de alimentos campesinos, “para así garantizar con éxito la
seguridad alimentaria”.
INFORME
COMPLETO EN:
No hay comentarios:
Publicar un comentario