CRISTINA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
El Mangrullo Argentino
Fecha: 04/03/2013
12 millones de pobres, 4,5 millones de indigentes, 900.000 jóvenes
que no estudian ni trabajan.
1. Números falsos, ajustes
reales
La Presidente inauguró las sesiones del Congreso Nacional
con un largo discurso sobre el estado de la Argentina, y propuestas para
reformar la Justicia.
Cristina Kirchner resumió la situación nacional calificando
los resultados del gobierno kirchnerista de “década ganada”. Basó ese análisis
en comparar los datos del Indec del 2003 con los del 2012. El Indec, desde su
intervención por el gobierno, en el año 2007, lleva 6 años manipuleando datos a
los que nadie cree.
Con esos datos, la Presidente no habló de la enorme
inflación que castiga al pueblo, y dijo que sólo el 6% de la población vive en la
pobreza, nada más que el 1% en la indigencia, el salario mínimo de $ 2.875 es
un ejemplo mundial, al igual que la jubilación mínima.
También hubo discursos del Gobernador de la Pcia. de Bs. As.
Daniel Scioli y del Jefe de Gobierno de
la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri:
Scioli ofreció un miserable 18,7% para el aumento de los
docentes, y Macri pegó otro tarifazo en el subte llevando el boleto a $ 3,50.
Todos ajustan, cargando la inflación y la crisis sobre las
espaldas del Pueblo y la Nación.
2. La crisis y la
extranjerización
La Presidente usó la trampa de hablar de 10 años, y no de
los de su mandato presidencial, para ocultar que la crisis mundial también
golpea, por oleadas, a la Argentina.
Dijo que nuestro país “sigue
protagonizando uno de los más vigorosos crecimientos desde que se tiene
memoria”. Los datos reales prueban lo contrario: la economía nacional está
estancada. Hay sectores en baja, como la construcción, que lleva 10 meses
cayendo, en el que el Indec reconoce 27.000 despidos (no cuenta los de
trabajadores en negro, por lo que la cifra real es más del doble).
Cristina Kirchner no habló de la enorme extranjerización de
la tierra y de la industria. Y para
justificar el uso de los fondos de los trabajadores en la ANSES para un
préstamo a la filial en la Argentina del monopolio imperialista estadounidense
General Motors, lo dio como “una empresa argentina con accionistas americanos”.
3. ¿Transparencia?
En política, el tema central de la Presidente fue lo que
llamó “la democratización de la justicia”.
Para esto realizó propuestas, algunas de las cuales referidas a la
transparencia, tales como la publicidad de las declaraciones juradas de bienes
de los jueces, legisladores y el Poder Ejecutivo; y establecer una base de
datos sobre la marcha de los juicios. También, que los jueces paguen el
impuesto a las ganancias y que el Consejo de la Magistratura se elija por voto.
Mientras hablaba de la Justicia, en una tragicómica
paradoja, al lado de Cristina Kirchner estaba sentado Boudou, quien ahora se
sabe que se reunió “tres veces con
distintos miembros de la familia Ciccone para negociar la entrega de la
imprenta (…) tras invocar los nombres de Néstor y Cristina Kirchner”; reuniones
en las que se negoció “el traspaso del 70% de las acciones por apenas $ 1.000.
Pero en la segunda reunión acordaron que [los Ciccone] cobrarían 100.000
dólares por mes. Así lo plasmaron en un documento con las firmas certificadas”
(La Nación, 3/3).
4. La disputa por “la corporación
judicial”
Habrá que verlos y estudiarlos, cuando el gobierno concrete
sus proyectos de leyes para reformar la justicia. Para una justicia
verdaderamente democrática, habría que hablar de medidas como los Tribunales
Populares y Patrióticos para juzgar a los que cometieron crímenes contra el
Pueblo, el Patrimonio y la Soberanía Nacional. Para aquellos que incurrieron en
infame traición a la Patria, de distintas maneras, a veces sutilmente. Para
aquellos que dejaron inerme, indefensa a la Nación, sometida a la rapiña de
potencias de toda laya. Para los responsables del remate a precio vil de
nuestras tierras y mares, de nuestras riquezas, de nuestras Malvinas, de
nuestros símbolos.
O sea, habría que hablar de una Nueva Justicia en un Nuevo
Estado Patriótico y Democrático.
Si el gobierno realmente quisiera una reforma democrática,
debería, entre otras cosas, poner en práctica los juicios por jurado que
establece la Constitución Nacional en su artículo 118.
Lo que aparece con la propuesta de reforma del Gobierno, es
que se busca avanzar en la disputa por el control del Poder Judicial con otros
sectores que le disputan el tamaño de la tajada que surge de la rapiña de
nuestro patrimonio nacional. El que domine el Poder Judicial obtendrá una
protección y una garantía de impunidad.
6. Es el momento de una
nueva unidad y de nuevos caminos.
La protesta por el aniversario de la masacre de Once, y los
grandes paros docentes, en algunos casos junto a estatales, han castigado a la
política (del gobierno nacional, así como Macri, Scioli y muchos otros) de
descargar sobre la Nación el ajuste, la inflación y la crisis, con represión y
persecución (abierta o solapada) a quienes se oponen a la entrega nacional. A
quienes se atreven a denunciarla.
Es el momento de una nueva
unidad y de nuevos caminos.
Una unidad que abandone las ya trilladas rutas que son
variantes de la entrega y la sumisión nacional y que no cuestionan las
políticas que han llevado a esta Argentina indefensa y sometida que vivimos: el
reino de la riqueza y la ostentación obscena de unos pocos, de la educación y
la salud deterioradas, de una vida miserable para las mayorías, de un país
desarmado donde la desidia deja hundir a buques gloriosos como un símbolo y un presagio
del futuro que espera a la Nación.
Los patriotas no queremos que a las actuales aves de rapiña
las remplacen otras. No queremos más rapiña.
Es hora de nuevas huellas patrióticas que retomen el
objetivo del Acta de nuestra Independencia: “Independientes de toda dominación extranjera”.
El Mangrullo Argentino
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