ALGUNA DE LAS EXPRESIONES DE LA DEPENDENCIA ARGENTINA...
Dicen que para
muestra basta un botón...
Aquí van algunos
botones sacados de información de libre acceso en Internet.
El Mangrullo Argentino
MEDICAMENTOS
Hace unos años el Ministerio
de Economía se vanagloriaba de la exportación de medicamentos. Sin embargo, en
los medicamentos la parte importante, y que determina el valor del mismo, es su
principio activo. El resto son sustancias sin efecto terapéutico utilizadas
para dar forma, por ejemplo, a un comprimido. Ese principio activo (por ejemplo
el acido acetil salicílico, en una aspirina de Bayer) es lo que determina el
grado de dependencia o independencia de un país respecto a un fármaco. La
industria del medicamento argentina es altamente dependiente.
En efecto, en el año 2011
(para tomar años anteriores al actual), en la página WEB de ese ministerio de
Econimía se daban datos que ponían de manifiesto que la balanza comercial de los medicamentos era negativa
por la situación de escasa producción de principios activos y porque los
monopolios extranjeros, importan medicamentos y usan a Argentina como centro de
comercialización y distribución regional.
Según la información que se brindaba, las exportaciones, de medicamentos
en el año 2011 habían sido de US$ 806 millones en 2011, pero las importaciones para
fabricarlos fueron de US$ 1.790 millones en 2011.
Lo anterior indicaba una balanza comercial con una tendencia deficitaria
creciente, alcanzando ese año a US$ 984 millones. Es decir, se compra por más
valor de lo que se vende. Y de eso resulta una pérdida de 984 millones de
dólares al año.
Una de las empresas líderes del sector es el Grupo CHEMO
En su propia página
y en el Blog de su “dueño” Hugo Sigman se encuentra que: “se dedica a la fabricación y
comercialización de productos farmacéuticos y veterinarios, tanto materias
primas como productos intermedios.
CHEMO: compañía basada en Madrid, con plantas
químicas de principios activos en: España, Italia y China; fabricación de
productos farmacéuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia,
Tailandia, India, Vietnam y China, entre otros (ver blog de Hugo
Sigman: SOCIO).
Tiene
dos fábricas en China y una en la India. En España tiene dos empresas dedicadas
a la fabricación de principios activos (lo fundamental, como se dijo).
El
Grupo Chemo, y su dueño, pasan por empresarios nacionales, preferidos del
kirchnerismo. ¿Puede creerse que un empresario nacional tenga tal grado de
importancia mundial?.
Recientemente
este Grupo junto con Novartis (probablemente el más grande monopolio del
medicamento del mundo) se dedica, con la promoción del gobierno, a montar una
fábrica de vacunas que abastecerá al Estado que le adquirirá su producción, a
precios internacionales. Producción vendida y precio asegurado.
AUTOMÓVILES.
En ese mismo año 2011, por cada auto fabricado aquí se importaron partes
por US$ 15.800. La industria autopartista acumulaba en el primer semestre un
déficit comercial de US$ 4525 millones.
El dato surge de dividir los US$ 6186 millones que costaron las
autopartes importadas durante el primer semestre del año por los 392.298
vehículos fabricados en ese período. Debe aclararse que no todas las
importaciones de autopartes van a la fabricación de vehículos, ya que muchas se
derivan al mercado de reposición, pero el dato sirve para graficar cómo crece
el déficit del sector. En 2010, por cada auto fabricado, se importaban US$
12.200; entre 2003 y 2009 (salvo durante la crisis de 2008), estaba en torno a
los 11.000 dólares.
“Cada auto brasileño lleva
adentro entre 70 y 90 por ciento de piezas brasileñas, según cómo se mida,
mientras que cada auto argentino sólo lleva en promedio entre 20 y 40 por
ciento de piezas locales",
señaló un industrial del ramo.
En ese año 2011 se informaba en medios especializados que los 15.800
dólares que se importaban por cada auto fabricado aquí coincidían casi con
exactitud con el valor promedio que tenía cada vehículo argentino que se
exportaba. Los autos terminados que importaba la Argentina, en su mayoría
unidades chicas provenientes de Brasil, tenían un costo promedio algo inferior:
12.000 dólares. Los pronósticos indicaban, para ese año, un déficit total de
US$ 8000 millones, casi lo mismo que se esperaba como superávit para toda la
balanza comercial argentina.
A esto debe sumarse el hecho de que el mayor parque automotor alimenta
el crecimiento del mercado de reposición de piezas (importadas), que mueve
entre 1500 y 2000 millones de dólares por año.
En general, empresarios y funcionarios coinciden en que la oportunidad
de reducir el déficit pasa por fabricar autopartes más vinculadas al cada vez
más importante componente tecnológico del auto. Sin embargo, por ahora, la
Argentina viene muy retrasada.
¿Por qué no se puede lograr la integración de piezas que tienen los
autos brasileños? Hay un dato que señalan los industriales. Las casas centrales
para la región de casi todas las terminales están en San Pablo. "El gerente de
compras local suele reportar a su jefe, que es brasileño, y los proveedores que
conoce son los de allá", se quejó un autopartista que pidió reserva
de su identidad.
Dependencia, entonces, de la propia dependencia brasileña, ya que sus
fábricas tampoco son nacionales de allí.
AGRICULTURA
¿Por qué los
agricultores de Estados Unidos y de Argentina siguieron sembrando transgénicos
aunque tengan menor rendimiento y la semilla sea más cara? No tuvieron otra
opción: los monopolios de transgénicos (que también son los mayores de venta de
agrotóxicos) controlan a su vez la mayoría del mercado de otras semillas
comerciales, que hay que multiplicar cada año para su venta. Las empresas sólo
multiplican las que quieren vender, que son transgénicas, porque aumentando la
dependencia del agricultor, aumentan la venta de sus agrotóxicos.
LA SUPUESTA FALTA DE ALIMENTOS PARA CUBRIR LAS
DEMANDAS MUNDIALES
El argumento utilizado por los monopolios de transgénicos apela a la
moral colectiva, a la necesidad de que nos “sacrifiquemos” aumentando la
producción de alimentos porque el mundo “tiene” hambre. La FAO (Organización
para la Agricultura y los Alimentos de la ONU) anunció ya en el año 1986 que se
producían alimentos suficientes para toda la población mundial y a partir
de ese año la producción de alimentos superó permanentemente al crecimiento de
la población mundial. Pero es claro que muchos millones de personas siguieron
pasando hambre.
En 2011 la ONU anunció que la población mundial llego a 7000
millones de habitantes y que, de todos ellos, 1000 millones están hambrientos;
pero también demostró que 1500 millones de personas son obesas, a los que la
propaganda del mercado de alimentos induce a comer de más y mal, muy mal.
Simultáneamente la FAO informó que actualmente se tiran sin consumir 1300
millones de toneladas de alimentos que podrían cubrir las necesidades de 2.000
millones de personas. La persistencia del hambre es porque hay personas que no
pueden pagar por su comida; los alimentos se distribuyen por un mercado controlado
por grandes grupos monopólicos encabezados por Monsanto.
No faltan alimentos a nivel mundial, el hambre es consecuencia de la
inequidad del sistema; el aumento de la producción de granos con la consecuente
destrucción de la naturaleza (agua, suelos biodiversidad), apropiación de
tierras, desalojos de campesinos, exterminio de pueblos originarios, concentración
de la riqueza, etc. sólo está cimentada en la búsqueda de maximizar las
ganancias de los grupos que dominan el mercado de los alimentos, sus socios
locales y los gobiernos asociados. Es decir, no sobran alimentos, se
distribuyen mal, porque el mercado de alimentos no busca que cada uno pueda
comer, su objetivo exclusivo es ganar dinero.
¿AJUSTE A QUIEN?
Es frecuente escuchar en los medios de comunicación a quienes se
declaran partidarios de un ajuste que sería inevitable. Se dice que las tarifas
no pueden seguir como están, Que “hay que sincerarlas”.
Este gobierno, en una muestra más
de su doble discurso, acaba de “sincerar” las tarifas del gas. Así,
jubilados que recién este mes alcanzarán los exiguos $ 3.300, deberán pagar
cuentas de 500, 600 o 1.000 pesos. Se ha llegado hasta el 670% de aumento.
Algunos opositores coinciden en que había que hacerlo porque “se acabó
la fiesta”. Fiesta a la que el pueblo no fue invitado. La fiesta la tuvieron
los que recibieron y reciben subsidios para enriquecerse. El pueblo es forzado
ahora a pagar la fiesta en la que no participó.
El dinero que falta no está en los pobres que pagan un gas más barato o
un boleto de colectivo de menor valor. Está, por ejemplo, en los que no pagan
los impuestos que debieran pagar, favorecidos por ser grupos amigos del
gobierno.
Uno de los sectores favorecidos el sector que controla los juegos de
azar.
Argentina es el mayor mercado de América Latina para el negocio de las
apuestas. Aunque la economía local es más chica que la de Brasil y México,
ninguno de esos dos países brindó tantas autorizaciones para que casinos,
bingos y tragamonedas se desarrollaran como en la Argentina. Según los cálculos
conservadores, es un negocio de $ 30.000 millones anuales. Pero algunos creen
que esa cifra sólo es la oficial y que las apuestas mueven más de $ 70.000
millones anuales.
El complejo
agroexportador argentino, que exportó por casi US$ 22.000 millones en 2008,
pagó retenciones de entre un 20% y 35% de la cosecha. También tributan
impuestos las manufacturas de origen industrial y varias actividades productivas.
En el caso del juego, la recaudación que le queda al Estado Nacional no llega
ni al 15% del total facturado. Y, en algunas situaciones, como son impuestos
provinciales y municipales, se trata de porcentajes mucho menores para el fisco
estatal.
Mientras Lotería
Nacional, que supervisa la actividad del juego en el país, dejó de publicar
datos en 2005, la administración de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue
pródiga a la hora de abrirle el juego a varios allegados, entre los que se
destaca Cristóbal López. El patagónico arrancó con los bingos y casinos en
Chubut, en 1991, pero creció exponencialmente en los años de gobierno
kirchnerista. "No soy palo blanco (testaferro)
de Kirchner", repitió López en entrevistas con Clarín. Sin
embargo, admite que sus negocios crecieron al calor de los buenos contactos con
Olivos, adonde concurre cada vez que pisa Buenos Aires.
Hoy es un
importante empresario petrolero, dueño de la petrolera OIL. Allí va el dinero
del pueblo. Allí está el dinero que falta para sueldos, salarios, educación y
salud. A esos beneficiarios se debe “ajustar”. Ese es el origen de mucho del
“aumento del gasto público” al que se refieren los eternos partidarios del
ajuste.
Lo que está en el
centro de la política argentina es quien paga la crisis: el pueblo o quienes la
provocaron, beneficiándose.
IMPUESTOS A LAS
MEGAMINERAS
Este es otro lugar
donde está el dinero que hace falta.
El saqueo de hoy
tiene casi dos décadas de preparación: durante los años ‘80 y ‘90, de la mano
del Banco Mundial y de los respectivos bancos regionales, en nuestro caso el
Banco Interamericano de Desarrollo, se reformaron 107 códigos mineros y
tratados de inversión en países de lo que llamamos el tercer mundo. Argentina
fue uno de ellos. “No es casual que entonces
hayamos tenido al menemismo, que era el que podía permitir esto”,
asegura Nicolás Gutman, licenciado en Ciencia Política (UBA) y magíster en
Economía y Políticas Públicas (George Mason University).
“Esa fue la
preparación de lo que estamos viendo ahora, que es la carrera por la extracción
de todos los recursos porque, se sabe, serán imprescindibles en pocos años.
Entonces, esta es una situación de gran disputa de poder efectivo. Y los
interesados no se van a ir porque la gente corte una ruta o alguien diga que el
cianuro es malo. Por eso, cada día que pasamos con este Código Minero es un día
más de saqueo y estamos comprometiendo un poco más nuestro futuro. La discusión
es imprescindible y tiene que ser ya, ahora, lo antes posible”,
señala el especialista, que ha trabajado en África y América en temas de
desarrollo e impacto ambiental de esta industria.
La megaminería
es una economía de enclave. Esto quiere decir que no está asociada al entorno
en donde está radicada y no implica ningún tipo de desarrollo. Se trata de extraer
un recurso con el menor costo posible y llevárselo. Es decir, todo el agregado
de valor, procesamiento, refinamiento, búsqueda de mercados, etc., se hace en
otro lugar, en el de origen de las empresas o en otro. Y lo que genera es
nada... Seguro que si alguien escucha los números va a pensar que es mucho,
pero eso es casi inexistente con relación al recurso que se está sacando. Así
funcionan estos proyectos en la Argentina. De la misma manera que funcionan en
África.
¿ALCANZA CON
AUMENTAR LAS REGALÍAS?
“Partiendo desde la base de que ya
la regalía es algo arcaico, no es que cada provincia establece lo que quiere
cobrar de regalías. Si no que este Código Minero dice que el máximo de regalías
es el 3 %. El máximo. O sea que, con un máximo de hasta el 3%, cada provincia
adhiere a lo que quiere. Entonces hay algunas a las que el 3% les parece mucho
y adhieren con el 2 o con el 1,5. Argentina es un negocio absolutamente
fabuloso para las mineras. Ya lo era cuando todo esto se empezó a generar y el
precio internacional de los metales era muchísimo menor. Así que hoy es dos o
tres veces más fabuloso. Entonces, ahora algunos gobernadores dicen que van a
aumentar las regalías como si estuvieran haciendo una declaración de defensa de
la soberanía sanjuanina... Lo único que hacen es calmar los conflictos sociales
y seguir permitiéndole a las empresas que hagan su negocio. Porque las empresas
nunca van a decir que no. Nunca, aunque se las multipliquen, cosa que acá nadie
propone, porque lo máximo que se quiere hacer es llevarlas del 3% al 5%. Pero,
además, ahora son muchos más los países que necesitan recursos naturales
porque, se sabe, en poco tiempo más estas materias primas van a estar
escaseando... Sólo desde una visión a mediano plazo, ya no digo largo, lo que
está haciendo la Argentina es, desde cualquier punto de vista, un negocio
desastroso”, indicó el mencionado especialista.
¿LAS
REGALÍAS SON TODO LO QUE PAGAN LAS MINERAS?
El experto agrega: “La regalía es el derecho al acceso al recurso ajeno. Eso es
lo único que pagan las empresas para quedarse con algo que es de la Argentina,
y que, además, es un recurso natural no renovable. Ahora todos están
desesperados tratando de mostrar cuánto aporta la minería, diciendo que pagan
impuestos a las ganancias y aportes sociales. ¿Encima no querían hacer los
aportes sociales de la gente? Aclarar esto ya es tomar a los argentinos de
estúpidos, porque si el quiosquero de mi barrio paga impuesto a las ganancias y
cargas sociales de sus empleados, no veo el valor de que las mineras lo paguen.
Es una obligación. Es más, a mí me hace preguntarme: ¿cómo alguien que se está
llevando la riqueza del subsuelo paga lo mismo que paga un comerciante? Encima,
es mentira que paguen lo mismo, porque las mineras están eximidas del impuesto
al cheque, del impuesto al combustible y tienen subsidiados el combustible y la
energía, recurso que gastan en enormes cantidades. Sólo para darse una idea,
una mina como Bajo La Alumbrera consume lo mismo que una ciudad de medio millón
de habitantes, como Mar del Plata. O sea que el quiosquero y yo pagamos más
impuestos que una multinacional que factura más que el PBI argentino.” “Los defensores de la megaminería hablan de
inversión y de puestos de trabajo.”
“Todo está dicho
y presentado para confundir. Y esa confusión parte del difícil acceso a los
números reales, porque la Secretaría de Minería los guarda como si fuera un
secreto de Estado. Mientras tanto, hablan de inversiones de miles de millones
de dólares. Que no existen: porque toda la maquinaria la traen desde el
exterior sin pagar impuestos, otro privilegio del Código Minero. Y, por
supuesto, cuando se van, veinte años después, si todavía sirve, se la llevan. Y
en cuanto a la infraestructura, la realidad es que no generan más que la que
necesitan para la mina que, además, tiene esa única utilidad. Porque Argentina
no es África, donde no hay caminos, entonces la minera los construye y quedan.
Acá están los caminos que, además los usan y destruyen, porque cientos de
camiones de 20 ejes por mes, basta con ver cómo queda la ruta... También en
Perú o en Bolivia antes se daba esta discusión. Pero Argentina no necesita ir a
rogarle a una empresa minera que le construya una ruta o una salita de primeros
auxilios. Eso no es inversión ni desarrollo. Eso es dejarse saquear. Y respecto
de los puestos de trabajo, sin menospreciar de ninguna manera el empleo, no hay
puestos de trabajo que justifiquen todo lo anterior. Además, también se miente
sobre esto: Bajo la Alumbrera prometía 10 mil puestos antes de llegar. Basta
con ir y ver que hay 800 personas trabajando como mucho y mil si se cuenta
hasta el remisero que lleva gente a la mina.”
LOS CIRIGLIANO
Otro lugar donde se ve el destino de los subsidios es en el transporte.
Y no fueron a los sufridos pasajeros que viven en las barriadas pobres, y que
son transportados como animales a sus trabajos.
Los multimillonarios subsidios que el kirchnerismo entregó a las
empresas de transporte público quedaron al descubierto tras la tragedia de
Once y sólo a través de los informes de la Auditoría General de la
Nación (AGN) y las pericias contables de la Justicia se pudo saber cuánto
dinero el Gobierno transfirió a los hermanos Cirigliano por la concesionaria
Trenes de Buenos Aires (TBA). Pero
también pudo conocerse cuánto ocultaron durante ocho años y medio.
Al momento del accidente en el que fallecieron 51 personas en la
estación Miserere, la Secretaría de Transporte de la Nación -bajo la órbita del
Ministerio de Planificación de Julio de Vido- había informado que los subsidios
otorgados a TBA por la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre desde 2003
hasta diciembre de 2011 -dos meses antes del siniestro- eran de $ 642.960.000. Pero eso era apenas una
parte.
Desde que asumió Néstor Kirchner en mayo de 2003 hasta diciembre de
2011, la Secretaría de
Transporte, primero a cargo de Ricardo Jaime (2003-2009) y luego
conducida por Juan Pablo Schiavi (2009-2012) otorgó a TBA por "subsidios de explotación" de
las líneas de tren Mitre y Sarmiento mucho más de lo que declaró: fueron $ 2.977.041.406, según la pericia
contable que confeccionó un cuerpo de peritos entre marzo y julio de 2012, a pedido del juez
federal Claudio Bonadío.
Ahora, el entramado de empresas de Claudio Sergio Cirigliano y
Mario Antonio Cirigliano, también percibió otros cuantos millones por su
participación en el consorcio UGOFE y los miles de colectivos del Grupo Plaza. En total, los
Cirigliano habrían facturado más de 5.000 millones de pesos en subsidios del Estado nacional
durante el kirchnerismo.
Los subsidios a TBA fueron de menor a mayor y superaron cualquier
cálculo de inflación no oficial: en 2003 se transfirieron $ 42.055.397, $ 211.512.363 en 2006, $ 433.132.383
en 2009 y en 2011, nada menos que $ 901.497.861. Es decir, 21 veces más que el inicio de la era K.
Los Cirigliano explicaron a la Justicia que sus gastos operativos se
incrementaban, sobre todo los
costos de personal, que se multiplicaron por nueve entre 2007 y
2011, según explicaron al magistrado Bonadío. No obstante, el mismo juez
detectó que los Cirigliano fraguaron sus balances para simular déficits en los
resultados contables de TBA y así
reclamar más subsidios al Estado.
EL PELUQUERO SUBSIDIADO Y EL MODELO
COREANO
Otro personaje de estos días es el peluquero Guillermo Mirabile, que
entre enero y mayo recibió del Gobierno 20,7 millones de pesos por pauta
publicitaria.
Hay muchas cosas en la publicidad oficial
difíciles de explicar, pero ninguna como ésta.
Son muestras del llamado modelo coreano que
aplica el kirchnerismo. El kirchnerismo quiere pasar por “estatista” pero el
modelo coreano (por Corea del Sur) que aplica, consiste en usar el Estado, dineros
públicos, los del ANSES, etc. para favorecer a empresarios “amigos” que
constituirán (y ya constituyen) un nuevo grupo de empresariado de intermediación,
nativo pero no nacional, que según los más optimistas significa un 7% del PBI
argentino y, según los más pesimistas llega al 10 % del PBI nacional.
Este nuevo grupo K, aliado a otros
preexistentes conforma el sector que sostiene la política del actual gobierno. Uno
de los aliados es BRIDAS (50% chino y 50% de Bulgueroni.
Bulgueroni, socio en negocios internacionales
con la Rusia de Putin, surgió de la misma manera en época de la Dictadura. Es
sabido que en contratos petroleros que se firmaban, el sector de Viola y Videla
imponía incluir en sociedad a Bulgheroni. Así fue en el contrato para explotación
de petróleo Off Shore en el sur, que lograron en esa época Total (francesa) y
Deminex (alemana) que incluyó un 5% para Bulghueroni, que saltó de una empresa
de ramos generales de Rufino (Santa Fe) a ser parte de la BRIDAS actual que,
junto a los chinos, es dueña del 40% del capital de Panamercan Energy. Con un
dato adicional: el otro 60% de PAE es de la inglesa British Petroleum.
Como se ve, el mecanismo por el cual hicieron
fortunas, de la noche a la mañana, ilustres desconocidos como Lázaro Baéz y
Cristóbal López, no es nuevo.
Es un camouflaje el supuesto progresismo, o
nacionalismo o izquierdismo del gobierno. Mucho más falso es su industrialismo.
Nunca la economía argentina estuvo tan
primarizada.
Los armaderos del sur son sólo eso, armaderos.
Ni tornillos fabricados en el país dejaron poner los chinos. Y para comprar los
insumos para armar los productos electrónicos también se van dólares.
En busca de una nueva huella
Podríamos seguir: el pago de una deuda externa
ilegítima por fraudulenta, usuraria u odiosa, por ejemplo. O el cumplimiento de
los Tratados de Londres y Madrid, base de nuestra indefensión nacional. O la extranjerización
de la tierra. O la destrucción del pequeño y mediano productor rural y la del pequeño y mediano comerciante. O la
indefensión de nuestro sur, una parte del cual está colonizada por el Imperio
Inglés, que también opera en el continente. O la creciente dependencia con
China. O los acuerdos antárticos con Rusia
Si no se sale de este camino de dependencia no
habrá solución. Es necesaria una nueva huella de independencia nacional, soberanía
popular y democracia grande hacia una Argentina independiente de toda
dominación extranjera.
Con independencia política e independencia
económica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario