TRADUCTOR

jueves, 4 de septiembre de 2014

ALGUNA DE LAS EXPRESIONES DE LA DEPENDENCIA ARGENTINA...El Mangrullo Argentino

ALGUNA DE LAS EXPRESIONES DE LA DEPENDENCIA ARGENTINA...

Dicen que para muestra basta un botón...
Aquí van algunos botones sacados de información de libre acceso en Internet. 

El Mangrullo Argentino


MEDICAMENTOS
Hace unos años el Ministerio de Economía se vanagloriaba de la exportación de medicamentos. Sin embargo, en los medicamentos la parte importante, y que determina el valor del mismo, es su principio activo. El resto son sustancias sin efecto terapéutico utilizadas para dar forma, por ejemplo, a un comprimido. Ese principio activo (por ejemplo el acido acetil salicílico, en una aspirina de Bayer) es lo que determina el grado de dependencia o independencia de un país respecto a un fármaco. La industria del medicamento argentina es altamente dependiente.
En efecto, en el año 2011 (para tomar años anteriores al actual), en la página WEB de ese ministerio de Econimía se daban datos que ponían de manifiesto que la balanza comercial de los medicamentos era negativa por la situación de escasa producción de principios activos y porque los monopolios extranjeros, importan medicamentos y usan a Argentina como centro de comercialización y distribución regional.
Según la información que se brindaba, las exportaciones, de medicamentos en el año 2011 habían sido de US$ 806 millones en 2011, pero las importaciones para fabricarlos fueron de US$ 1.790 millones en 2011.
Lo anterior indicaba una balanza comercial con una tendencia deficitaria creciente, alcanzando ese año a US$ 984 millones. Es decir, se compra por más valor de lo que se vende. Y de eso resulta una pérdida de 984 millones de dólares al año.
Una de las empresas líderes del sector es el Grupo CHEMO
En su propia página y en el Blog de su “dueño” Hugo Sigman se encuentra que: se dedica a la fabricación y comercialización de productos farmacéuticos y veterinarios, tanto materias primas como productos intermedios.
CHEMO: compañía basada en Madrid, con plantas químicas de principios activos en: España, Italia y China; fabricación de productos farmacéuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia, India, Vietnam y China, entre otros (ver blog de Hugo Sigman: SOCIO).
Tiene dos fábricas en China y una en la India. En España tiene dos empresas dedicadas a la fabricación de principios activos (lo fundamental, como se dijo).
El Grupo Chemo, y su dueño, pasan por empresarios nacionales, preferidos del kirchnerismo. ¿Puede creerse que un empresario nacional tenga tal grado de importancia mundial?.
Recientemente este Grupo junto con Novartis (probablemente el más grande monopolio del medicamento del mundo) se dedica, con la promoción del gobierno, a montar una fábrica de vacunas que abastecerá al Estado que le adquirirá su producción, a precios internacionales. Producción vendida y precio asegurado.

AUTOMÓVILES.
En ese mismo año 2011, por cada auto fabricado aquí se importaron partes por US$ 15.800. La industria autopartista acumulaba en el primer semestre un déficit comercial de US$ 4525 millones.
El dato surge de dividir los US$ 6186 millones que costaron las autopartes importadas durante el primer semestre del año por los 392.298 vehículos fabricados en ese período. Debe aclararse que no todas las importaciones de autopartes van a la fabricación de vehículos, ya que muchas se derivan al mercado de reposición, pero el dato sirve para graficar cómo crece el déficit del sector. En 2010, por cada auto fabricado, se importaban US$ 12.200; entre 2003 y 2009 (salvo durante la crisis de 2008), estaba en torno a los 11.000 dólares.
“Cada auto brasileño lleva adentro entre 70 y 90 por ciento de piezas brasileñas, según cómo se mida, mientras que cada auto argentino sólo lleva en promedio entre 20 y 40 por ciento de piezas locales", señaló un industrial del ramo.
En ese año 2011 se informaba en medios especializados que los 15.800 dólares que se importaban por cada auto fabricado aquí coincidían casi con exactitud con el valor promedio que tenía cada vehículo argentino que se exportaba. Los autos terminados que importaba la Argentina, en su mayoría unidades chicas provenientes de Brasil, tenían un costo promedio algo inferior: 12.000 dólares. Los pronósticos indicaban, para ese año, un déficit total de US$ 8000 millones, casi lo mismo que se esperaba como superávit para toda la balanza comercial argentina.
A esto debe sumarse el hecho de que el mayor parque automotor alimenta el crecimiento del mercado de reposición de piezas (importadas), que mueve entre 1500 y 2000 millones de dólares por año.
En general, empresarios y funcionarios coinciden en que la oportunidad de reducir el déficit pasa por fabricar autopartes más vinculadas al cada vez más importante componente tecnológico del auto. Sin embargo, por ahora, la Argentina viene muy retrasada.
¿Por qué no se puede lograr la integración de piezas que tienen los autos brasileños? Hay un dato que señalan los industriales. Las casas centrales para la región de casi todas las terminales están en San Pablo. "El gerente de compras local suele reportar a su jefe, que es brasileño, y los proveedores que conoce son los de allá", se quejó un autopartista que pidió reserva de su identidad.
Dependencia, entonces, de la propia dependencia brasileña, ya que sus fábricas tampoco son nacionales de allí.

AGRICULTURA
¿Por qué los agricultores de Estados Unidos y de Argentina siguieron sembrando transgénicos aunque tengan menor rendimiento y la semilla sea más cara? No tuvieron otra opción: los monopolios de transgénicos (que también son los mayores de venta de agrotóxicos) controlan a su vez la mayoría del mercado de otras semillas comerciales, que hay que multiplicar cada año para su venta. Las empresas sólo multiplican las que quieren vender, que son transgénicas, porque aumentando la dependencia del agricultor, aumentan la venta de sus agrotóxicos.

LA SUPUESTA FALTA DE ALIMENTOS PARA CUBRIR LAS DEMANDAS MUNDIALES
El argumento utilizado por los monopolios de transgénicos apela a la moral colectiva, a la necesidad de que nos “sacrifiquemos” aumentando la producción de alimentos porque el mundo “tiene” hambre. La FAO (Organización para la Agricultura y los Alimentos de la ONU) anunció ya en el año 1986 que se producían alimentos suficientes para toda la población mundial y a partir de ese año la producción de alimentos superó permanentemente al crecimiento de la población mundial. Pero es claro que muchos millones de personas siguieron pasando hambre.
 En 2011 la ONU anunció que la población mundial llego a 7000 millones de habitantes y que, de todos ellos, 1000 millones están hambrientos; pero también demostró que 1500 millones de personas son obesas, a los que la propaganda del mercado de alimentos induce a comer de más y mal, muy mal. Simultáneamente la FAO informó que actualmente se tiran sin consumir 1300 millones de toneladas de alimentos que podrían cubrir las necesidades de 2.000 millones de personas. La persistencia del hambre es porque hay personas que no pueden pagar por su comida; los alimentos se distribuyen por un mercado controlado por grandes grupos monopólicos encabezados por Monsanto.
No faltan alimentos a nivel mundial, el hambre es consecuencia de la inequidad del sistema; el aumento de la producción de granos con la consecuente destrucción de la naturaleza (agua, suelos biodiversidad), apropiación de tierras, desalojos de campesinos, exterminio de pueblos originarios, concentración de la riqueza, etc. sólo está cimentada en la búsqueda de maximizar las ganancias de los grupos que dominan el mercado de los alimentos, sus socios locales y los gobiernos asociados. Es decir, no sobran alimentos, se distribuyen mal, porque el mercado de alimentos no busca que cada uno pueda comer, su objetivo exclusivo es ganar dinero.

¿AJUSTE A QUIEN?
Es frecuente escuchar en los medios de comunicación a quienes se declaran partidarios de un ajuste que sería inevitable. Se dice que las tarifas no pueden seguir como están, Que “hay que sincerarlas”.
Este gobierno, en una muestra más de su doble discurso, acaba de “sincerar” las tarifas del gas. Así, jubilados que recién este mes alcanzarán los exiguos $ 3.300, deberán pagar cuentas de 500, 600 o 1.000 pesos. Se ha llegado hasta el 670% de aumento.
Algunos opositores coinciden en que había que hacerlo porque “se acabó la fiesta”. Fiesta a la que el pueblo no fue invitado. La fiesta la tuvieron los que recibieron y reciben subsidios para enriquecerse. El pueblo es forzado ahora a pagar la fiesta en la que no participó.
El dinero que falta no está en los pobres que pagan un gas más barato o un boleto de colectivo de menor valor. Está, por ejemplo, en los que no pagan los impuestos que debieran pagar, favorecidos por ser grupos amigos del gobierno.
Uno de los sectores favorecidos el sector que controla los juegos de azar.
Argentina es el mayor mercado de América Latina para el negocio de las apuestas. Aunque la economía local es más chica que la de Brasil y México, ninguno de esos dos países brindó tantas autorizaciones para que casinos, bingos y tragamonedas se desarrollaran como en la Argentina. Según los cálculos conservadores, es un negocio de $ 30.000 millones anuales. Pero algunos creen que esa cifra sólo es la oficial y que las apuestas mueven más de $ 70.000 millones anuales.
El complejo agroexportador argentino, que exportó por casi US$ 22.000 millones en 2008, pagó retenciones de entre un 20% y 35% de la cosecha. También tributan impuestos las manufacturas de origen industrial y varias actividades productivas. En el caso del juego, la recaudación que le queda al Estado Nacional no llega ni al 15% del total facturado. Y, en algunas situaciones, como son impuestos provinciales y municipales, se trata de porcentajes mucho menores para el fisco estatal.
Mientras Lotería Nacional, que supervisa la actividad del juego en el país, dejó de publicar datos en 2005, la administración de Néstor Kirchner y Cristina Fernández fue pródiga a la hora de abrirle el juego a varios allegados, entre los que se destaca Cristóbal López. El patagónico arrancó con los bingos y casinos en Chubut, en 1991, pero creció exponencialmente en los años de gobierno kirchnerista. "No soy palo blanco (testaferro) de Kirchner", repitió López en entrevistas con Clarín. Sin embargo, admite que sus negocios crecieron al calor de los buenos contactos con Olivos, adonde concurre cada vez que pisa Buenos Aires.
Hoy es un importante empresario petrolero, dueño de la petrolera OIL. Allí va el dinero del pueblo. Allí está el dinero que falta para sueldos, salarios, educación y salud. A esos beneficiarios se debe “ajustar”. Ese es el origen de mucho del “aumento del gasto público” al que se refieren los eternos partidarios del ajuste.
Lo que está en el centro de la política argentina es quien paga la crisis: el pueblo o quienes la provocaron, beneficiándose.

IMPUESTOS A LAS MEGAMINERAS
Este es otro lugar donde está el dinero que hace falta.
El saqueo de hoy tiene casi dos décadas de preparación: durante los años ‘80 y ‘90, de la mano del Banco Mundial y de los respectivos bancos regionales, en nuestro caso el Banco Interamericano de Desarrollo, se reformaron 107 códigos mineros y tratados de inversión en países de lo que llamamos el tercer mundo. Argentina fue uno de ellos. “No es casual que entonces hayamos tenido al menemismo, que era el que podía permitir esto”, asegura Nicolás Gutman, licenciado en Ciencia Política (UBA) y magíster en Economía y Políticas Públicas (George Mason University).
“Esa fue la preparación de lo que estamos viendo ahora, que es la carrera por la extracción de todos los recursos porque, se sabe, serán imprescindibles en pocos años. Entonces, esta es una situación de gran disputa de poder efectivo. Y los interesados no se van a ir porque la gente corte una ruta o alguien diga que el cianuro es malo. Por eso, cada día que pasamos con este Código Minero es un día más de saqueo y estamos comprometiendo un poco más nuestro futuro. La discusión es imprescindible y tiene que ser ya, ahora, lo antes posible”, señala el especialista, que ha trabajado en África y América en temas de desarrollo e impacto ambiental de esta industria.
La megaminería es una economía de enclave. Esto quiere decir que no está asociada al entorno en donde está radicada y no implica ningún tipo de desarrollo. Se trata de extraer un recurso con el menor costo posible y llevárselo. Es decir, todo el agregado de valor, procesamiento, refinamiento, búsqueda de mercados, etc., se hace en otro lugar, en el de origen de las empresas o en otro. Y lo que genera es nada... Seguro que si alguien escucha los números va a pensar que es mucho, pero eso es casi inexistente con relación al recurso que se está sacando. Así funcionan estos proyectos en la Argentina. De la misma manera que funcionan en África.

¿ALCANZA CON AUMENTAR LAS REGALÍAS?
Partiendo desde la base de que ya la regalía es algo arcaico, no es que cada provincia establece lo que quiere cobrar de regalías. Si no que este Código Minero dice que el máximo de regalías es el 3 %. El máximo. O sea que, con un máximo de hasta el 3%, cada provincia adhiere a lo que quiere. Entonces hay algunas a las que el 3% les parece mucho y adhieren con el 2 o con el 1,5. Argentina es un negocio absolutamente fabuloso para las mineras. Ya lo era cuando todo esto se empezó a generar y el precio internacional de los metales era muchísimo menor. Así que hoy es dos o tres veces más fabuloso. Entonces, ahora algunos gobernadores dicen que van a aumentar las regalías como si estuvieran haciendo una declaración de defensa de la soberanía sanjuanina... Lo único que hacen es calmar los conflictos sociales y seguir permitiéndole a las empresas que hagan su negocio. Porque las empresas nunca van a decir que no. Nunca, aunque se las multipliquen, cosa que acá nadie propone, porque lo máximo que se quiere hacer es llevarlas del 3% al 5%. Pero, además, ahora son muchos más los países que necesitan recursos naturales porque, se sabe, en poco tiempo más estas materias primas van a estar escaseando... Sólo desde una visión a mediano plazo, ya no digo largo, lo que está haciendo la Argentina es, desde cualquier punto de vista, un negocio desastroso”, indicó el mencionado especialista.

¿LAS REGALÍAS SON TODO LO QUE PAGAN LAS MINERAS?
El experto agrega: “La regalía es el derecho al acceso al recurso ajeno. Eso es lo único que pagan las empresas para quedarse con algo que es de la Argentina, y que, además, es un recurso natural no renovable. Ahora todos están desesperados tratando de mostrar cuánto aporta la minería, diciendo que pagan impuestos a las ganancias y aportes sociales. ¿Encima no querían hacer los aportes sociales de la gente? Aclarar esto ya es tomar a los argentinos de estúpidos, porque si el quiosquero de mi barrio paga impuesto a las ganancias y cargas sociales de sus empleados, no veo el valor de que las mineras lo paguen. Es una obligación. Es más, a mí me hace preguntarme: ¿cómo alguien que se está llevando la riqueza del subsuelo paga lo mismo que paga un comerciante? Encima, es mentira que paguen lo mismo, porque las mineras están eximidas del impuesto al cheque, del impuesto al combustible y tienen subsidiados el combustible y la energía, recurso que gastan en enormes cantidades. Sólo para darse una idea, una mina como Bajo La Alumbrera consume lo mismo que una ciudad de medio millón de habitantes, como Mar del Plata. O sea que el quiosquero y yo pagamos más impuestos que una multinacional que factura más que el PBI argentino.” “Los defensores de la megaminería hablan de inversión y de puestos de trabajo.”
“Todo está dicho y presentado para confundir. Y esa confusión parte del difícil acceso a los números reales, porque la Secretaría de Minería los guarda como si fuera un secreto de Estado. Mientras tanto, hablan de inversiones de miles de millones de dólares. Que no existen: porque toda la maquinaria la traen desde el exterior sin pagar impuestos, otro privilegio del Código Minero. Y, por supuesto, cuando se van, veinte años después, si todavía sirve, se la llevan. Y en cuanto a la infraestructura, la realidad es que no generan más que la que necesitan para la mina que, además, tiene esa única utilidad. Porque Argentina no es África, donde no hay caminos, entonces la minera los construye y quedan. Acá están los caminos que, además los usan y destruyen, porque cientos de camiones de 20 ejes por mes, basta con ver cómo queda la ruta... También en Perú o en Bolivia antes se daba esta discusión. Pero Argentina no necesita ir a rogarle a una empresa minera que le construya una ruta o una salita de primeros auxilios. Eso no es inversión ni desarrollo. Eso es dejarse saquear. Y respecto de los puestos de trabajo, sin menospreciar de ninguna manera el empleo, no hay puestos de trabajo que justifiquen todo lo anterior. Además, también se miente sobre esto: Bajo la Alumbrera prometía 10 mil puestos antes de llegar. Basta con ir y ver que hay 800 personas trabajando como mucho y mil si se cuenta hasta el remisero que lleva gente a la mina.”

LOS CIRIGLIANO
Otro lugar donde se ve el destino de los subsidios es en el transporte. Y no fueron a los sufridos pasajeros que viven en las barriadas pobres, y que son transportados como animales a sus trabajos.
Los multimillonarios subsidios que el kirchnerismo entregó a las empresas de transporte público quedaron al descubierto tras la tragedia de Once y sólo a través de los informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) y las pericias contables de la Justicia se pudo saber cuánto dinero el Gobierno transfirió a los hermanos Cirigliano por la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA). Pero también pudo conocerse cuánto ocultaron durante ocho años y medio.
Al momento del accidente en el que fallecieron 51 personas en la estación Miserere, la Secretaría de Transporte de la Nación -bajo la órbita del Ministerio de Planificación de Julio de Vido- había informado que los subsidios otorgados a TBA por la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre desde 2003 hasta diciembre de 2011 -dos meses antes del siniestro- eran de $ 642.960.000. Pero eso era apenas una parte.
Desde que asumió Néstor Kirchner en mayo de 2003 hasta diciembre de 2011, la Secretaría de Transporte, primero a cargo de Ricardo Jaime (2003-2009) y luego conducida por Juan Pablo Schiavi (2009-2012) otorgó a TBA por "subsidios de explotación" de las líneas de tren Mitre y Sarmiento mucho más de lo que declaró: fueron $ 2.977.041.406, según la pericia contable que confeccionó un cuerpo de peritos entre marzo y julio de 2012, a pedido del juez federal Claudio Bonadío.
Ahora, el entramado de empresas de Claudio Sergio Cirigliano y Mario Antonio Cirigliano, también percibió otros cuantos millones por su participación en el consorcio UGOFE y los miles de colectivos del Grupo Plaza. En total, los Cirigliano habrían facturado más de 5.000 millones de pesos en subsidios del Estado nacional durante el kirchnerismo.
Los subsidios a TBA fueron de menor a mayor y superaron cualquier cálculo de inflación no oficial: en 2003 se transfirieron $ 42.055.397, $ 211.512.363 en 2006, $ 433.132.383 en 2009 y en 2011, nada menos que $ 901.497.861. Es decir, 21 veces más que el inicio de la era K.
Los Cirigliano explicaron a la Justicia que sus gastos operativos se incrementaban, sobre todo los costos de personal, que se multiplicaron por nueve entre 2007 y 2011, según explicaron al magistrado Bonadío. No obstante, el mismo juez detectó que los Cirigliano fraguaron sus balances para simular déficits en los resultados contables de TBA y así reclamar más subsidios al Estado.

EL PELUQUERO SUBSIDIADO Y EL MODELO COREANO
Otro personaje de estos días es el peluquero Guillermo Mirabile, que entre enero y mayo recibió del Gobierno 20,7 millones de pesos por pauta publicitaria.
Hay muchas cosas en la publicidad oficial difíciles de explicar, pero ninguna como ésta.
Son muestras del llamado modelo coreano que aplica el kirchnerismo. El kirchnerismo quiere pasar por “estatista” pero el modelo coreano (por Corea del Sur) que aplica, consiste en usar el Estado, dineros públicos, los del ANSES, etc. para favorecer a empresarios “amigos” que constituirán (y ya constituyen) un nuevo grupo de empresariado de intermediación, nativo pero no nacional, que según los más optimistas significa un 7% del PBI argentino y, según los más pesimistas llega al 10 % del PBI nacional.
Este nuevo grupo K, aliado a otros preexistentes conforma el sector que sostiene la política del actual gobierno. Uno de los aliados es BRIDAS (50% chino y 50% de Bulgueroni.
Bulgueroni, socio en negocios internacionales con la Rusia de Putin, surgió de la misma manera en época de la Dictadura. Es sabido que en contratos petroleros que se firmaban, el sector de Viola y Videla imponía incluir en sociedad a Bulgheroni. Así fue en el contrato para explotación de petróleo Off Shore en el sur, que lograron en esa época Total (francesa) y Deminex (alemana) que incluyó un 5% para Bulghueroni, que saltó de una empresa de ramos generales de Rufino (Santa Fe) a ser parte de la BRIDAS actual que, junto a los chinos, es dueña del 40% del capital de Panamercan Energy. Con un dato adicional: el otro 60% de PAE es de la inglesa British Petroleum.
Como se ve, el mecanismo por el cual hicieron fortunas, de la noche a la mañana, ilustres desconocidos como Lázaro Baéz y Cristóbal López, no es nuevo.
Es un camouflaje el supuesto progresismo, o nacionalismo o izquierdismo del gobierno. Mucho más falso es su industrialismo.
Nunca la economía argentina estuvo tan primarizada.
Los armaderos del sur son sólo eso, armaderos. Ni tornillos fabricados en el país dejaron poner los chinos. Y para comprar los insumos para armar los productos electrónicos también se van dólares.

En busca de una nueva huella
Podríamos seguir: el pago de una deuda externa ilegítima por fraudulenta, usuraria u odiosa, por ejemplo. O el cumplimiento de los Tratados de Londres y Madrid, base de nuestra indefensión nacional. O la extranjerización de la tierra. O la destrucción del pequeño y mediano productor rural y la  del pequeño y mediano comerciante. O la indefensión de nuestro sur, una parte del cual está colonizada por el Imperio Inglés, que también opera en el continente. O la creciente dependencia con China. O los acuerdos antárticos con Rusia
Si no se sale de este camino de dependencia no habrá solución. Es necesaria una nueva huella de independencia nacional, soberanía popular y democracia grande hacia una Argentina independiente de toda dominación extranjera.
Con independencia política e independencia económica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario