ES HORA DEL
ENCUENTRO EN UNA NUEVA HUELLA ARGENTINA
El mangrullo argentino
25 de
setiembre de 2012
1. La
gloriosa batalla de Tucumán
El lunes 24 se cumplieron 200 años de la batalla de
Tucumán. Criollos, originarios, negros y militares patriotas, al mando del
General Belgrano, en una situación muy difícil, desobedecieron la orden del
gobierno central de continuar la retirada, y derrotaron al invasor colonial y
feudal español.
La batalla de Tucumán, el Éxodo Jujeño, la batalla de
Salta, y la guerra gaucha y originaria de Güemes, Juana Azurduy, Padilla, Artigas y
otros, son páginas gloriosas de nuestra historia en la conquista de la primera
independencia. El heroísmo de aquellos hombres y mujeres nos convocan a
continuar esa lucha inconclusa, en las nuevas condiciones de la Argentina, para
conquistar la segunda y definitiva independencia.
2. De la
colonia a la dependencia
Doscientos años después de aquél Tucumán heroico, la
presidente viajó a Estados Unidos. Más allá de los compromisos diplomáticos en
las Naciones Unidas, Cristina Kirchner se entrevistará con el presidente del
mayor monopolio imperialista petrolero yanqui: Exxon. Al mismo tiempo, el
presidente de YPF, Galuccio, en una gira auspiciada por el banco imperialista estadounidense
JP Morgan, se entrevistará con petroleras de ese país (ya firmó un preacuerdo
con Chevron), e inglesas.
En junio, Cristina Kirchner se reunió con Putin, el
presidente ruso, y luego Galuccio hizo acuerdos con la petrolera imperialista
rusa Gazprom. Días después, Cristina K se reunió con Wen Jiabao, primer
ministro chino, y luego Galuccio negoció con las petroleras de ese otro imperialismo.
La crisis energética provocada por el fracaso de la
política privatista del gobierno (continuadora de la de Menem), no se ha revertido con la
expropiación del 51% de las acciones de YPF. En lo que va de este año la
producción petrolera no aumentó, bajó el 1,24%; y las importaciones de gas
sumaron 2.668 millones de dólares, aumentando casi un 90% respecto de los
mismos meses del 2011 (cuando fue de 1.255 millones).
En lugar de avanzar por el camino del general Mosconi,
por el camino de una YPF 100% estatal que monopolice todo el ciclo petrolero
con control de sus trabajadores y técnicos —es decir, en lugar del camino de la
segunda independencia—, el gobierno redobla la apuesta a su fracasada
política, recorriendo el mundo en la búsqueda de algún gigante de la potencias
imperiales para sangrar a YPF.
3. Duro con el pueblo y sumiso con los imperios
Ante las presiones de las petroleras por precios y
garantías para “asociarse” con YPF, el gobierno toma medidas que muestran su
voluntad de ceder a esas exigencias imperialistas.
Le aumentó a las petroleras el precio del petróleo
para exportar: de 42 dólares el barril a 65 dólares, beneficiando a Pan
American (inglesa-ruso-china) y Sinopec (china). Alrededor de seis veces el costo interno reconocido
Además, el gobierno lanzó un proyecto de ley de
semillas a la medida del monopolio del imperio norteamericano Monsanto, por la
que los pequeños y medianos productores deberán pagarle regalías, desconociendo
el beneficio del “uso propio” que se aplica desde hace 40 años.
También, volvió atrás con la ruptura de los cursos de
militares yanquis sobre defensa y seguridad, que ya se volvieron a dar, y con
los acuerdos con la DEA, la agencia de EE.UU. que garantiza la
provisión de droga y el lavado de narcodólares a ese país.
Cómo se ve, este gobierno de la Dra. Cristina
Kirchner no es antiyanqui ni mucho menos antiimperialista. Su política les
reserva un lugar de privilegio a los monopolios de las potencias imperiales. Es duro con los trabajadores como para llevar presos a Campo de Mayo a
obreros de Argentina Trabaja, y sumiso para ceder a las presiones
imperialistas sobre el precio del petróleo de exportación, sin tener siquiera
cierta dignidad frente al chantaje público del monopolio imperialista chino
Sinopec.
4. Ecos
del cacerolazo
El gobierno sintió el golpe del cacerolazo. Por eso levantó
rápidamente el “contra-cacerolazo” que impulsaba la dirección de La Cámpora,
ante el hervidero de opiniones desfavorables en el peronismo político y
sindical oficialista. Otros hechos son el abandono, por ahora, de los discursos
de la Sra. Presidente en la cadena oficial, y la directiva de suspender, por
ahora, la campaña re-reeleccionista.
Paco Pérez, el gobernador de Mendoza, provincia en la
que fue muy grande el cacerolazo, anunció que suspendía su campaña por la
reforma constitucional que necesita para aspirar a un nuevo mandato, y luego
volvió a menear el tema. Por su parte, Peralta, el gobernador de Santa Cruz,
respondiendo a los ataques de la dirección de La Cámpora, afirmó: “Van a ver que, cuando la Presidenta se
mueva a un costado u olfateen que no puede ser reelegida, se van a esconder
todos y van a salir corriendo”.
5. Reguero
de protestas: ¿hacia un nuevo camino?
La política de descargar el ajuste, la inflación y la
crisis, con represión, a los trabajadores y el pueblo y el creciente camino de
sumisión nacional (que a duras penas enmascara el doble discurso gubernamental)
sigue provocando el retroceso del gobierno en las encuestas. Al mismo tiempo,
esas mismas encuestas muestran que no sube la imagen de aquellos opositores que
fueron cómplices de la entrega del patrimonio nacional y la indefensión
argentina y que sólo proponen variantes de lo mismo.
Hay múltiples indicios del surgimiento y crecimiento
de una amplia franja verdaderamente patriótico-nacional y democrático- popular
por fuera de esa falsa polaridad entre gerentes de la dependencia actuales y
por venir.
El paro y acto anunciados para el 10 de octubre (que,
notablemente, muestra una confluencia de sectores del movimiento obrero con
productores del campo, universitarios y otros sectores populares) y el
cacerolazo reciente (que impactó de pleno en el gobierno y también en las
variantes opositoras que no son capaces de ofrecer un nuevo camino patriótico,
popular y democrático) son las muestras más evidentes de la búsqueda de una
nueva huella para poner a Argentina de pié con el respeto de los derechos y
reivindicaciones del pueblo tantas veces conculcados y traicionados
Los movimientos Patriótico–nacional y Popular–democrático
deben avanzar en un debate programático para la unidad de las fuerzas, tanto
para la lucha como para las elecciones, para que el ajuste, la inflación y la
crisis los paguen los que se enriquecieron con la entrega del patrimonio
nacional, la indefensión nacional y el esquilme de los bolsillos del pueblo.
Unidad que, a 200 años de la gloriosa batalla de Tucumán y a 30 años de la justa Recuperación de las Islas Malvinas, debe tomar en sus
manos las tareas inconclusas de la Revolución de Mayo, y las nuevas tareas en esta Argentina oprimida e indefensa, para conquistar la segunda y definitiva Independencia.
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