EL
HUNDIMIENTO DE UN VIEJO GUERRERO
LA NOTICIA: “La Armada Argentina informa que en la madruga de hoy, el Buque
A.R.A. “Santísima Trinidad” presentaba una escora a babor debido a una avería
sufrida en el casco. Esta unidad en el año 2000 fue pasada a la condición de
“receso temporario” y radiada definitivamente del servicio activo en el año
2004. Desde esa fecha le fue retirada su tripulación y solamente permanecía a
bordo una mínima cantidad de personal de guardia. Era uno de los buques
insignia de la guerra por la Recuperación de Malvinas y tras la misma había
dejado de navegar. Fue uno de los buques más destacados de la guerra de
Malvinas. La misión del ARA Santísima Trinidad en Malvinas fue la de servir
como nave almirante de la "Operación Rosario", que trasladó a la
Agrupación de Comandos Anfibios y a dos Secciones de la Agrupación de Buzos
Tácticos, 92 hombres en total, y desembarcó a las 21.15 del 1 de abril de 1982
en la zona de Puerto Enriqueta, en Malvinas. Sobrevivió al conflicto armado con
los ingleses pero ahora se hunde víctima del abandono. El ARA Santísima Trinidad
tuvo un papel destacado en la "Operación Rosario" con la que se
desembarcó en las islas Malvinas en 1982. Dejó de navegar en 1989 y ahora, una
rotura de una tubería en el sector de máquinas provocó el hundimiento de varios
compartimientos y la nave se fue escorando hasta apoyarse contra un pesquero,
con una escora (inclinación) de unos 50 grados. Fue construido en el
Astillero y Fábricas Navales del Estado en Río Santiago.
(…)varias publicaciones
especializadas aseguran que se lo ha ido desguazando para mantener en activo al
Hércules, su gemelo. Y que hubo varios proyectos por transformarlo en museo o
buque escuela. Ahora, se hunde en su apostadero de Puerto Belgrano.”
Era un barco viejo…
¿O
era un símbolo?
Era un barco de guerra viejo…
Como la Casa de Tucumán era
una casa vieja. Claro.
Pero
esa Casa es el símbolo de la Declaración de Independencia “…de toda dominación
extranjera”.
De la misma manera que una
vieja Bandera Argentina, que flameó en los lugares de lucha, de trabajo o de
estudio puede ser considerada, por algunos, como un trapo viejo.
Pero
es un símbolo de Independencia Nacional, de lucha por liberar a la Patria
oprimida en todas las trincheras… la del combate, la del trabajo, la del
estudio.
Como
el Cabildo, a cuyas puertas se rindió Beresford y en cuyo interior se gestó el
Primer Gobierno Patrio, fue considerado por algunos como un viejo edificio que
fue deformado y mutilado a lo largo del tiempo para dar paso al “progreso” que era en realidad el disfraz
del enriquecimiento obsceno de unos pocos a expensas de la mayoría del pueblo y
de la entrega del Patrimonio Nacional.
En
realidad la opinión que se tenga define a quien la emite, no al objeto del
juicio.
Están los enemigos que
quieren que todo se olvide.
Que no quede ni el barco
(viejo guerrero que condujo a patriotas) que recuerde la Gesta Heroica de
Recuperación de nuestro territorio usurpado por el colonialismo inglés. Ni que
se recuerde que fue construido en astilleros argentinos. Para que no vuelva a
ocurrir…
Que no quede la Casa de
Tucumán que recuerde la Independencia de toda dominación extranjera…
Que no quede el Cabildo, cuna
del Primer Gobierno Patrio y a cuyas puertas cayo rendido el león inglés en
aquellas Invasiones derrotadas…
Y están los nativos y no
nacionales, que cumplen con los deseos de los primeros.
Son los que dejan deteriorar
los símbolos…
Los que quieren olvidar…
Son los que dejaron hundir al
Buque ARA “Santísima Trinidad”.
También son los del doble discurso.
Son los que recorren los túneles de combate de los que lucharon contra el
imperialismo para cubrir (¿disfrazar? ¿maquillar?) la entrega del patrimonio
nacional, la indefensión a la que someten a la Patria oprimida, el ajuste que
pretenden aplicar al pueblo.
Para satisfacción de los
enemigos…
Para complacer a los
opresores…
Para decirles que no
resistiremos a la entrega petrolera a yanquis, ingleses, chinos, rusos,
franceses…
Para decirles no sólo que no
tenemos balas ni para combatir una horas.
Para decirles que dejamos
hundir a los símbolos…
Como se dejó morir a San
Martín en el ostracismo y a Belgrano en la miseria. Y para que quede claro esto
último; para que quede claro que ni la austeridad de ellos se quiere seguir,
los siervos de los opresores se enriquecen escandalosamente…
Sin embargo... no todo está
perdido. Mientras haya un argentino que se atreva a luchar por la Independencia
Nacional y la Soberanía del Pueblo. Que no
olvide a los símbolos. Y que pelee por la Independencia de toda dominación
extranjera, por la soberanía popular, por la recuperación de los territorios
usurpados…
Claro. Un argentino es… un
granito de arena.
Pero hay puñados de arena,
dijo Yupanki. Y, unidos, hacen una tormenta de arena.
INSTITUTO DE ESTUDIOS NACIONALES
FORO PATRIÓTICO Y POPULAR
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