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lunes, 21 de enero de 2013



EL HUNDIMIENTO DE UN VIEJO GUERRERO
LA NOTICIA: “La Armada Argentina informa que en la madruga de hoy, el Buque A.R.A. “Santísima Trinidad” presentaba una escora a babor debido a una avería sufrida en el casco. Esta unidad en el año 2000 fue pasada a la condición de “receso temporario” y radiada definitivamente del servicio activo en el año 2004. Desde esa fecha le fue retirada su tripulación y solamente permanecía a bordo una mínima cantidad de personal de guardia.  Era uno de los buques insignia de la guerra por la Recuperación de Malvinas y tras la misma había dejado de navegar. Fue uno de los buques más destacados de la guerra de Malvinas. La misión del ARA Santísima Trinidad en Malvinas fue la de servir como nave almirante de la "Operación Rosario", que trasladó a la Agrupación de Comandos Anfibios y a dos Secciones de la Agrupación de Buzos Tácticos, 92 hombres en total, y desembarcó a las 21.15 del 1 de abril de 1982 en la zona de Puerto Enriqueta, en Malvinas. Sobrevivió al conflicto armado con los ingleses pero ahora se hunde víctima del abandono. El ARA Santísima Trinidad tuvo un papel destacado en la "Operación Rosario" con la que se desembarcó en las islas Malvinas en 1982. Dejó de navegar en 1989 y ahora, una rotura de una tubería en el sector de máquinas provocó el hundimiento de varios compartimientos y la nave se fue escorando hasta apoyarse contra un pesquero, con una escora (inclinación) de unos 50 grados. Fue construido en el Astillero y Fábricas Navales del Estado en Río Santiago.
(…)varias publicaciones especializadas aseguran que se lo ha ido desguazando para mantener en activo al Hércules, su gemelo. Y que hubo varios proyectos por transformarlo en museo o buque escuela. Ahora, se hunde en su apostadero de Puerto Belgrano.”

Era un barco viejo…
¿O era un símbolo?

Era un barco de guerra viejo…
Como la Casa de Tucumán era una casa vieja. Claro.
Pero esa Casa es el símbolo de la Declaración de Independencia “…de toda dominación extranjera”.

De la misma manera que una vieja Bandera Argentina, que flameó en los lugares de lucha, de trabajo o de estudio puede ser considerada, por algunos, como un trapo viejo.
Pero es un símbolo de Independencia Nacional, de lucha por liberar a la Patria oprimida en todas las trincheras… la del combate, la del trabajo, la del estudio.

Como el Cabildo, a cuyas puertas se rindió Beresford y en cuyo interior se gestó el Primer Gobierno Patrio, fue considerado por algunos como un viejo edificio que fue deformado y mutilado a lo largo del tiempo para dar paso al “progreso” que era en realidad el disfraz del enriquecimiento obsceno de unos pocos a expensas de la mayoría del pueblo y de la entrega del Patrimonio Nacional.

En realidad la opinión que se tenga define a quien la emite, no al objeto del juicio.
Están los enemigos que quieren que todo se olvide.
Que no quede ni el barco (viejo guerrero que condujo a patriotas) que recuerde la Gesta Heroica de Recuperación de nuestro territorio usurpado por el colonialismo inglés. Ni que se recuerde que fue construido en astilleros argentinos. Para que no vuelva a ocurrir…
Que no quede la Casa de Tucumán que recuerde la Independencia de toda dominación extranjera…
Que no quede el Cabildo, cuna del Primer Gobierno Patrio y a cuyas puertas cayo rendido el león inglés en aquellas Invasiones derrotadas…
Y están los nativos y no nacionales, que cumplen con los deseos de los primeros.
Son los que dejan deteriorar los símbolos…
Los que quieren olvidar…
Son los que dejaron hundir al Buque ARA “Santísima Trinidad”.
También son los del doble discurso. Son los que recorren los túneles de combate de los que lucharon contra el imperialismo para cubrir (¿disfrazar? ¿maquillar?) la entrega del patrimonio nacional, la indefensión a la que someten a la Patria oprimida, el ajuste que pretenden aplicar al pueblo.
Para satisfacción de los enemigos…
Para complacer a los opresores…
Para decirles que no resistiremos a la entrega petrolera a yanquis, ingleses, chinos, rusos, franceses…
Para decirles no sólo que no tenemos balas ni para combatir una horas.
Para decirles que dejamos hundir a los símbolos…
Como se dejó morir a San Martín en el ostracismo y a Belgrano en la miseria. Y para que quede claro esto último; para que quede claro que ni la austeridad de ellos se quiere seguir, los siervos de los opresores se enriquecen escandalosamente…

Sin embargo... no todo está perdido. Mientras haya un argentino que se atreva a luchar por la Independencia Nacional y la Soberanía del Pueblo. Que no  olvide a los símbolos. Y que pelee por la Independencia de toda dominación extranjera, por la soberanía popular, por la recuperación de los territorios usurpados…
Claro. Un argentino es… un granito de arena.
Pero hay puñados de arena, dijo Yupanki. Y, unidos, hacen una tormenta de arena.
 INSTITUTO DE ESTUDIOS NACIONALES
FORO PATRIÓTICO Y POPULAR

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