TRADUCTOR

domingo, 2 de agosto de 2015

EL CEPO DE LA DEPENDENCIA: ¿ARGENTINA DEPENDIENTE O EN VÍAS DE INDUSTRIALIZACIÓN?

EL CEPO DE LA DEPENDENCIA:

¿ARGENTINA DEPENDIENTE O EN VÍAS DE INDUSTRIALIZACIÓN?

¿Sustitución de importaciones o ensambladoras de partes extranjeras?

¿Industria nacional o ensambladoras extranjeras?

¿Industrialización o primarización de la economía? 


Explicación en boca de Verbisky y Kicillof


Por primera vez un funcionario de alto rango hizo referencia al enorme déficit industrial, asumiendo las claras limitaciones del país para avanzar en un proceso de sustitución de importaciones genuino.

Reportaje en Página 12
Horacio Verbitsky: las clases dominantes argentinas no han reducido su nivel de consumo, con la dolarización lo que fugan es la inversión.
KICILLOF: Necesitamos más dólares porque buena parte de la inversión industrial requiere máquinas y algunos insumos que se producen afuera. Necesitamos que esas máquinas se empiecen a producir en la Argentina. Hay máquinas de ciertos sectores que sólo se producen en uno o dos países del mundo. Hay que adquirir esas máquinas, avanzar en la tecnificación y seguir sustituyendo. Y por el lado de los insumos hay que ir para atrás y para adelante en la cadena productiva para poder sustituirlos. Ciertas ramas industriales como la automotriz o la electrónica liviana son muy difíciles de sustituir porque se han concentrado a escala internacional. No es un problema de la Argentina, es un problema mundial. Las cajas de cambio, las computadoras de los nuevos autos, las nuevas tecnologías de embrague, de conducción, se producen en pocos países y muchas veces las casas matrices retienen la parte más tecnificada de los componentes de los autos para que se produzcan en sus sedes centrales. La Argentina tiene once terminales pero esto no quiere decir que produzcamos autos, esto quiere decir que montamos los coches, lo cual también pone mucha presión porque nos piden que tengamos salarios bajos en dólares.
Horacio Verbitsky: Y definir qué tipo de producción nacional, porque no es lo mismo el asiento que el motor.
KICILLOF: Obviamente tenemos que volver a producir motores y en los últimos tiempos hemos tenido un avance muy fuerte en estos condicionamientos a los inversores extranjeros. De las once automotrices que hay en la Argentina ninguna es nacional, se llaman Ford, Fiat, Volkswagen, empresas extranjeras que se han venido a instalar al país porque vendemos autos caros. Los autos tienen que ser más baratos y con más integración nacional. Pero éste es un trabajo que tienen que hacer todos los países del mundo, porque en el extremo hay países muy cercanos, como Chile o Uruguay, que no producen, importan el ciento por ciento. O sea que ese 17 por ciento es malo pero es mejor porque nuestra industria autopartista todavía subsiste pese a la ola de transnacionalización de la producción automotriz.
Horacio Verbitsky: El mundo cambió y hoy no es posible tener el 90 por ciento de integración que había en la industria automotriz hace medio siglo, pero de ahí al 17 por ciento actual...
KICILLOF: Este es un fenómeno internacional. La cuna de la industria automotriz en Estados Unidos hoy no produce más autos. Detroit se desindustrializó completamente. Esta es una pelea que requiere muchísimas agallas, decisión y condicionamiento a las empresas. Es un tema central. Cuando han venido a radicarse nuevos modelos, hemos podido trabajar mejor pero es una tarea permanente. En los modelos nuevos la integración llega al 30 por ciento y apuntamos al 40. Además tenemos que impedir que nos roben con los precios de transferencia. Por la computadora y los componentes electrónicos te cobran cualquier cosa. ¿Cuánto sale hacer la computadora que va en determinado auto? Estamos trabajando muy fuerte para que no nos estafen, para que cobren acá por ese componente lo mismo que cobran en otros países. A veces eso lo mantienen como secreto. Hemos avanzado mucho con la Aduana y con los convenios de intercambio de información que ha firmado la AFIP, para que el mismo componente nos lo cobren lo más barato posible. De otro modo están traficando ganancias y te cobran muy caro algo que no tiene precio porque es una transacción adentro de la firma. Le vende tal vez la empresa matriz a la empresa local a un precio interno, se llama precio de transferencia. Esto también distorsiona el dato de integración nacional, porque te cobran muy caros ciertos componentes. Todos los países del mundo lo han sufrido. Hoy los celulares son más importantes que el DNI, que la billetera...
Hay un cambio cultural, y los celulares se producen en uno o dos países del mundo. Entonces todo el mundo está sometido a comprar celulares que se producen en el extranjero. Si te ponés a producir un modelo, mientras lo estas diseñando ya es viejo, cambió la tecnología y es más chiquito y más veloz. Hay que sustituirlos cada vez más rápido y este dinamismo en las marcas pasa también con los televisores. Es una fiebre de consumo vinculada a un cambio cultural y tecnológico que hace más vulnerable la economía del país. La Argentina tiene unos 60 millones de celulares, es una cosa de locos, y los compramos en el extranjero. Una parte se fabrica en el país pero es la menos tecnológica, no llega al 1 por ciento. Y además el kit para armar el celular suele ser más caro que el celular ya armado. De forma tal que si vos querés industrializar una parte del proceso te lo cobran más caro y necesitás más divisas. Quieren forzarte a importar todo. Y si importás la balanza comercial en ese sector es absolutamente deficitaria. Y la escala de la Argentina no alcanza para producir porque nosotros somos un mercadito para estos productos. Entonces tendríamos que convertirnos en una plataforma para exportar por lo menos a toda la región. Estas son las discusiones que hemos tenido con los productores de celulares y con los países productores.
DATOS ADICIONALES (recopilación de la Redacción)
Exenciones impositivas a las armadurías:
Por las exenciones impositivas en Tierra del Fuego a las armadurías o ensambladoras que se hacen figurar como industria nacional, hay un costo fiscal en 2015 de $ 23.490 millones.
Importaciones
Según la UIA: El 69 % de las empresas de una muestra analizada, realiza importaciones para desarrollar su actividad. En este grupo, el 88% no puede reemplazar sus proveedores extranjeros por proveedores locales, por lo que no tiene forma de evitar costos en dólares. El principal motivo de esta imposibilidad es que dichos insumos o bienes de capital no tienen proveedores locales.
Kicillof (año 2014)
"Los celulares tienen un alto componente importado. Hay un montón de insumos que no se producen en el país", detalló el funcionario en un acto de "sincericidio" impensado meses atrás, en momentos en que sólo se hablaba del éxito de la industria nacional a la hora de sustituir importaciones, cuando en realidad muchos de los productos que se ensamblan localmente tienen un contenido nacional menor al 10%, como sucede con Tierra del Fuego. 
Déficit Industrial argentino (diferencia entre el valor de lo que se vende y lo que se compra para producirlo)
Año 2013 -$ 30.440.000.
Año 2012 -$ 28.257.000.
Año 2012 -$ 31.500.000.
Año 2011 -$ 25.042.000.
Año 2009 -$ 14.512.000.
Año 2008 -$ 26.439.000.
Año 2004 -$ 10.333.000.
PREGUNTA: ¿en la década ganada somos más independientes o somos más dependientes del extranjero?
OTROS DATOS:
El punto central es que la normativa actual no obliga a las empresas del sur del país a integrar partes o piezas nacionales más allá de cables, baterías o memorias ram. Así las cosas, en algunos equipos ensamblados, el contenido importado supera largamente el 90%.
El sector automotriz  es una uno de los grandes responsables del déficit industrial. De hecho, en 2013 generó un rojo de casi u$s 9.000 millones, casi 20 veces más que en 2003, según un informe del Estudio Bein (Asesor de Scioli). ¿La razón? Motores, sistemas de inyección, partes electrónicas, frenos ABS, airbags, cinturones de seguridad y otro tipo de equipamiento, deben ser importados porque no hay producción local.
En este contexto, un documento de la Cámara de Industriales Fundidores de la República Argentina (CIFRA) difundido a fines de 2013, confirmó que "actualmente, para la fabricación de vehículos nacionales, un 70% del valor total de las autopartes es importado".
Acto seguido, advirtieron que las empresas autopartistas locales "han sido relegadas significativamente, generando una situación de falta de integración" y que "si el escenario sigue como hasta ahora, continuará estancada la producción de autopartes nacionales".
En Motos la proporción del contenido realmente nacional es muy limitado. Por ejemplo, durante uno de los últimos anuncios de inversión del sector, realizado por Yamaha, se comunicó la intención de reducir el componente de partes y piezas de origen importado de un 86% de 2012 a casi un 70% recién para 2015.
En electrodomésticos, en la última década, la producción de línea blanca se disparó: hoy, 9 de cada 10 heladeras se fabrican localmente, mientras que casi el 100% de los lavarropas y cocinas son de manufactura nacional. Sin embargo, detrás de esos números, hay otra realidad: en el caso de los lavarropas, toda la parte electrónica, que está entre los insumos más caros, debe ser importada, de modo que en algunas marcas el contenido local genuino se acerca sólo al 50%. El presidente de una empresa del sector, explicó además que "en el caso de las heladeras, los motores, que explican más de la mitad del costo de una unidad, no se fabrican en el país, sino que se importan desde China o Brasil".
En calzados, según un directivo de primera línea de una multinacional, "el mercado de zapatillas mueve unos 28 millones de pares anuales. De ese total, unos 8 millones de pares llegan del exterior, mientras que 20 millones se producen en el país, pero con un 50% de contenido importado".


No hay comentarios:

Publicar un comentario