EL CEPO DE LA DEPENDENCIA:
¿ARGENTINA DEPENDIENTE O EN VÍAS DE INDUSTRIALIZACIÓN?
¿Sustitución de importaciones o ensambladoras de partes extranjeras?
¿Industria nacional o ensambladoras extranjeras?
¿Industrialización o primarización de la economía?
Explicación en boca de Verbisky y Kicillof
Reportaje en Página 12
Horacio Verbitsky: las clases dominantes argentinas no han reducido su
nivel de consumo, con la dolarización lo que fugan es la inversión.
KICILLOF: Necesitamos más dólares porque
buena parte de la inversión industrial requiere máquinas y algunos insumos que
se producen afuera. Necesitamos que esas máquinas se empiecen a producir en la
Argentina. Hay máquinas de ciertos sectores que sólo se producen en uno o dos
países del mundo. Hay que adquirir esas máquinas, avanzar en la tecnificación y
seguir sustituyendo. Y por el lado de los insumos hay que ir para atrás y para
adelante en la cadena productiva para poder sustituirlos. Ciertas ramas
industriales como la automotriz o la electrónica liviana son muy difíciles de
sustituir porque se han concentrado a escala internacional. No es un problema
de la Argentina, es un problema mundial. Las cajas de cambio, las computadoras
de los nuevos autos, las nuevas tecnologías de embrague, de conducción, se
producen en pocos países y muchas veces las casas matrices retienen la parte
más tecnificada de los componentes de los autos para que se produzcan en sus
sedes centrales. La Argentina tiene once terminales pero esto no quiere decir
que produzcamos autos, esto quiere decir que montamos los coches, lo cual
también pone mucha presión porque nos piden que tengamos salarios bajos en
dólares.
Horacio Verbitsky: Y definir qué tipo de producción nacional, porque no
es lo mismo el asiento que el motor.
KICILLOF: Obviamente tenemos que volver a
producir motores y en los últimos tiempos hemos tenido un avance muy fuerte en
estos condicionamientos a los inversores extranjeros. De las once automotrices
que hay en la Argentina ninguna es nacional, se llaman Ford, Fiat, Volkswagen,
empresas extranjeras que se han venido a instalar al país porque vendemos autos
caros. Los autos tienen que ser más baratos y con más integración nacional.
Pero éste es un trabajo que tienen que hacer todos los países del mundo, porque
en el extremo hay países muy cercanos, como Chile o Uruguay, que no producen,
importan el ciento por ciento. O sea que ese 17 por ciento es malo pero es
mejor porque nuestra industria autopartista todavía subsiste pese a la ola de
transnacionalización de la producción automotriz.
Horacio Verbitsky: El mundo cambió y hoy no es posible tener el 90 por
ciento de integración que había en la industria automotriz hace medio siglo,
pero de ahí al 17 por ciento actual...
KICILLOF: Este es un fenómeno
internacional. La cuna de la industria automotriz en Estados Unidos hoy no
produce más autos. Detroit se desindustrializó completamente. Esta es una pelea
que requiere muchísimas agallas, decisión y condicionamiento a las empresas. Es
un tema central. Cuando han venido a radicarse nuevos modelos, hemos podido
trabajar mejor pero es una tarea permanente. En los modelos nuevos la
integración llega al 30 por ciento y apuntamos al 40. Además tenemos que
impedir que nos roben con los precios de transferencia. Por la computadora y
los componentes electrónicos te cobran cualquier cosa. ¿Cuánto sale hacer la
computadora que va en determinado auto? Estamos trabajando muy fuerte para que
no nos estafen, para que cobren acá por ese componente lo mismo que cobran en
otros países. A veces eso lo mantienen como secreto. Hemos avanzado mucho con
la Aduana y con los convenios de intercambio de información que ha firmado la
AFIP, para que el mismo componente nos lo cobren lo más barato posible. De otro
modo están traficando ganancias y te cobran muy caro algo que no tiene precio
porque es una transacción adentro de la firma. Le vende tal vez la empresa
matriz a la empresa local a un precio interno, se llama precio de
transferencia. Esto también distorsiona el dato de integración nacional, porque
te cobran muy caros ciertos componentes. Todos los países del mundo lo han
sufrido. Hoy los celulares son más importantes que el DNI, que la billetera...
Hay un cambio cultural, y los celulares
se producen en uno o dos países del mundo. Entonces todo el mundo está sometido
a comprar celulares que se producen en el extranjero. Si te ponés a producir un
modelo, mientras lo estas diseñando ya es viejo, cambió la tecnología y es más
chiquito y más veloz. Hay que sustituirlos cada vez más rápido y este dinamismo
en las marcas pasa también con los televisores. Es una fiebre de consumo
vinculada a un cambio cultural y tecnológico que hace más vulnerable la
economía del país. La Argentina tiene unos 60 millones de celulares, es una
cosa de locos, y los compramos en el extranjero. Una parte se fabrica en el
país pero es la menos tecnológica, no llega al 1 por ciento. Y además el kit
para armar el celular suele ser más caro que el celular ya armado. De forma tal
que si vos querés industrializar una parte del proceso te lo cobran más caro y
necesitás más divisas. Quieren forzarte a importar todo. Y si importás la
balanza comercial en ese sector es absolutamente deficitaria. Y la escala de la
Argentina no alcanza para producir porque nosotros somos un mercadito para
estos productos. Entonces tendríamos que convertirnos en una plataforma para
exportar por lo menos a toda la región. Estas son las discusiones que hemos
tenido con los productores de celulares y con los países productores.
DATOS ADICIONALES (recopilación de la
Redacción)
Exenciones
impositivas a las armadurías:
Por las exenciones impositivas en Tierra del Fuego a
las armadurías o ensambladoras que se hacen figurar como industria nacional,
hay un costo fiscal en 2015 de $ 23.490 millones.
Importaciones
Según la UIA: El 69 % de las empresas de una muestra analizada,
realiza importaciones para desarrollar su actividad. En este grupo, el 88% no
puede reemplazar sus proveedores extranjeros por proveedores locales, por lo
que no tiene forma de evitar costos en dólares. El principal motivo de esta
imposibilidad es que dichos insumos o bienes de capital no tienen proveedores
locales.
Kicillof
(año 2014)
"Los celulares tienen
un alto componente importado.
Hay un montón de insumos que no se producen en el país",
detalló el funcionario en un acto de "sincericidio" impensado meses
atrás, en momentos en que sólo se hablaba del éxito de la industria nacional a
la hora de sustituir importaciones,
cuando en realidad muchos de los productos que se ensamblan localmente tienen
un contenido nacional menor al 10%,
como sucede con Tierra del Fuego.
Déficit
Industrial argentino (diferencia entre el valor de lo que se vende y lo que se
compra para producirlo)
Año 2013 -$
30.440.000.
Año 2012 -$
28.257.000.
Año 2012 -$
31.500.000.
Año 2011 -$
25.042.000.
Año 2009 -$
14.512.000.
Año 2008 -$
26.439.000.
Año 2004 -$
10.333.000.
PREGUNTA:
¿en la década ganada somos más independientes o somos más dependientes del
extranjero?
OTROS DATOS:
El punto central es que la normativa actual no obliga
a las empresas del sur del país a integrar partes o piezas nacionales más allá
de cables, baterías o memorias ram. Así las cosas, en algunos equipos
ensamblados, el contenido importado supera largamente el 90%.
El sector automotriz es una
uno de los grandes responsables del
déficit industrial. De hecho, en 2013 generó un rojo de casi u$s 9.000 millones, casi 20 veces más que en 2003,
según un informe del Estudio Bein (Asesor de Scioli). ¿La razón? Motores,
sistemas de inyección, partes electrónicas, frenos ABS, airbags, cinturones de
seguridad y otro tipo de equipamiento, deben ser importados porque no hay producción local.
En este contexto, un documento de la Cámara de
Industriales Fundidores de la República Argentina (CIFRA) difundido a fines de
2013, confirmó que "actualmente, para la fabricación de vehículos nacionales, un 70% del valor total de las autopartes es
importado".
Acto seguido, advirtieron que las empresas autopartistas locales "han
sido relegadas significativamente,
generando una situación de falta de integración" y que "si el
escenario sigue como hasta ahora, continuará
estancada la producción de autopartes nacionales".
En Motos la proporción
del contenido realmente nacional
es muy limitado. Por ejemplo,
durante uno de los últimos anuncios de inversión del sector, realizado por
Yamaha, se comunicó la intención de reducir el componente de partes y piezas de origen importado de un
86% de 2012 a casi un 70% recién para 2015.
En electrodomésticos, en la
última década, la producción de línea blanca se disparó: hoy, 9 de cada 10
heladeras se fabrican localmente, mientras que casi el 100% de
los lavarropas y cocinas son de manufactura nacional.
Sin embargo, detrás de esos números, hay otra realidad: en el caso de los lavarropas,
toda la parte electrónica, que está entre los insumos más caros, debe ser importada,
de modo que en algunas marcas el contenido local genuino se acerca sólo al
50%. El presidente de una empresa del sector, explicó además que "en el
caso de las heladeras, los motores, que explican más de la mitad del costo
de una unidad, no se fabrican en el país, sino que se importan
desde China o Brasil".
En calzados, según un directivo
de primera línea de una multinacional, "el mercado de zapatillas mueve
unos 28 millones de pares anuales. De ese total, unos 8 millones de pares
llegan del exterior, mientras que 20 millones se producen en el país, pero con
un 50% de contenido importado".
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