“A las
fuerzas de seguridad le quedan dos caminos:
unirse junto
al pueblo o ser sus asesinos”.
“La
Gendarmería Nacional, con el secretario de Seguridad, Sergio
Berni, al frente, liberó
esta mañana el tránsito a las 9 en la autopista Panamericana, a la altura de la
localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz, partido de Escobar, donde choferes de la línea
60 reclamaban la reincorporación de cuatro
compañeros.”
La
fuerza de seguridad avanzó con carros hidrantes y agentes con
escudos, luego de que descendiera en el lugar un helicóptero de la Policía Federal Argentina (PFA) -del
cual bajó Berni-, sin que se registraran incidentes, a excepción de
insultos de los conductores.
La
tensión aumentó cuando uno de los dirigentes gremiales gritó al
grupo de gendarmes que
avanza como fuerza de choque: "¿Ustedes quieren ganar siete lucas?
¡Nosotros también!". Durante la última semana, efectivos de Prefectura
y Gendarmería realizaron una serie de protestas en distintos puntos del país, a
través de las cuales reclamaron un salario básico de 7 mil pesos.
Paradójicamente,
fueron los mismos gendarmes quienes en este caso fueron la fuerza usada para
disolver cualquier piquete o protesta en el que se exija, por ejemplo, un
aumento de sueldo.” Diario Perfil.
Hasta aquí la noticia periodística. Y
así como no vacilamos en definir como justo el reclamo salarial y de
condiciones de trabajo de gendarmes y prefectos, damos nuestra posición sobre
la represión de los gendarmes encabezados por el Teniente Coronel Berni,
personaje que goza de la preferencia y deferencia presidencial para las tareas
de seguridad interior, básicamente la represión de protestas populares, ya que
en el ámbito de la seguridad ciudadana deja mucho que desear.
Desde ya, la responsabilidad principal
es de quien da las órdenes y de quienes avalan a quienes comandan las
operaciones represivas. En este caso, en un hecho que se repite (lo que indica
que no es un error “imprevisto”) las órdenes y el aval al siempre presente y
mediático Teniente Coronel Berni, son de la Presidente Sra. Cristina Fernández
de Kirchner.
Estas acciones represivas son
coherentes con el intento gubernamental de aplicar ajustes en salarios, condiciones
de trabajo y otros derechos adquiridos legítimamente y reprimir y sancionar las
protestas que esto genera.
Del Teniente Coronel Berni no hay mucho
que decir. Su historia de infiltración de huelgas y represión de las mismas no deja
lugar a dudas. Por lo demás, es harto conocida su condición de viejo amigo del
matrimonio Kirchner, desde Santa Cruz. Lo que demuestra que las acciones del
Teniente Coronel Berni son parte integrante y coherente de la política gubernamental.
En cuanto a los miembros de las fuerzas
de Gendarmería participantes, nos creemos en el deber (y el derecho) de
recordarles que aquellos a quienes reprimieron tenían las mismas
reivindicaciones que ellos sostienen en la actualidad.
Las grandes acciones de nuestros
próceres (como Belgrano y San Martín) fueron posibles porque desobedecieron las
órdenes injustas. En el caso de Belgrano, las del unitarismo de Buenos Aires
que le había ordenado abandonar todo el norte argentino o las de no desplegar
la enseña patria. En el caso de San Martín la de abandonar la causa de la
Independencia para participar en las guerras civiles provocadas por el egoísmo de
aquellos dirigentes preocupados en su bienes personales y en su servicio a
intereses que no eran los de la soberanía de la Patria.
Las Fuerzas de Fronteras, que fueron
sacadas de sus funciones de custodios de nuestra soberanía territorial por
distintos gobiernos gerentes de la dependencia argentina incluido el actual, y
las fuerzas de seguridad, deben recordar la frase del título de este artículo
que coreaban, en sus manifestaciones, los estudiantes de los años 60.
Quienes estas líneas escriben recuerdan
que, hacia las postrimerías de la dictadura de Lanusse (1972), la Policía de la
Provincia de Buenos Aires hizo una protesta gremial (con una organización
gremial llamada MOPOL), que fue reprimida duramente por los tanques de Magdalena
dirigidos por el General Sánchez de Bustamante. En ese momento recibieron la
solidaridad de los estudiantes. Gendarmes, prefectos y policías deben empezar a
meditar donde están los enemigos comunes.
Es hora que el movimiento patriótico y
nacional y el movimiento democrático y popular unan sus fuerzas para abrir
cauce a una Argentina Independiente donde sean realidad los derechos del
pueblo.
De todo el Pueblo.
Con un Primer Gobierno Patrio que vaya
desde Saavedra a Belgrano y desde Moreno y Castelli a Azcuénaga, Matheu y
Larrea.
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