Un reportaje revelador del año 2003:
La instrumentación de los Derechos Humanos.
Horacio Micucci
En el libro “El Flaco” del kirchnerista José Pablo
Feinmann se puede encontrar, en su página 130, una conversación del autor con
Néstor Kirchner, que data de comienzos del gobierno de éste.
Lo transcribimos:
“Néstor Kirchner: esa teoría tuya de traer de nuevo a la
militancia a los asambleístas del 2001, 2002, tiene un problema que creo no
pensaste.
José
Pablo Feinmann: Dale, te escucho.
NK:
Esa gente se movilizó contra el Poder. Eran el
contrapoder.¿Si?.
JPF:
Era la construcción de un contrapoder desde las bases. Democracia directa sin
conducción.
NK:
Pero nosotros no estamos donde estaban ellos. En el llano. No estamos en el
Parque Centenario. Estamos en el Gobierno y tenemos el Estado a nuestra
disposición, esperando que vayamos a agarrarlo.
JPF:
¿Podemos?
NK:
Claro que podemos.
(...)
NK:
Lo que no vamos a poder –sigue– es
movilizar a los asambleístas. Nuestro punto de partida tiene que ser los
derechos humanos. ¡Ni hablamos de los derechos humanos! ¡Eh, José! ¿Qué pasa?
¿Cómo te llevás con Hebe?
JPF:
La veo poco. Frontal, desbocada, pero necesaria. Me gusta más la cautela de
Carlotto.
NK:
Sí, pero Hebe es un tanque. Y el más grande de todos los símbolos. La madre de
las Madres.”
Hasta aquí la transcripción. A confesión de parte relevo de pruebas dice el dicho...
Efectivamente, el objetivo del kirchnerismo era sacar a
la gente de las calles.
A los que
expresaron la indignación ante años de mentira, entrega y repetidos planes de
miseria no se los podía absorber.
Se planeó, entonces, cooptar a lo que se
pudiera del Movimiento de Derechos Humanos y del progresismo. Había que
disfrazar, con banderas prestigiadas, al objetivo de utilizar el Estado
“a nuestra disposición esperando que vayamos a
agarrarlo”, al decir de Néstor Kirchner.
Y mientras se construía
un “relato”, y se cooptaba a algunos, se usaba al Estado para hacer crecer un
grupo económico K aliado a sectores de distintos monopolios de potencias
expoliadoras. Así crecieron fortunas, Báez, Cristóbal López, etc.
Los nuevos
aliados incluían a sectores tradicionales y a otros nuevos, como los chinos.
Sorprendentemente, Franco Macri, padre de Mauricio, devendría en Kirchnerista. Y
Heller y su Banco Credicoop, de vieja raigambre PC, también. Y hasta el
latifundista italiano Benetton...
Y crecieron también los mecanismos para lavar dinero
(hoteles, casinos, spa) y las “cuevas” para transferir coimas y porcentajes.. Y
junto con ello (o antes) la trata de personas y los carteles del
narcotráfico.
La Biblia junto al calefón...
Al uso del Estado, por medios legales e ilegales, como
base de crecimiento de un grupo económico, Néstor Kirchner lo llamó: el “modelo
surcoreano”.
Por eso el kirchnerismo no es nacional y popular. No es
peronista ni desarrollista. No es de izquierda.
Es una variante camaleónica de la continuada entrega,
sumisión e indefensión nacional, por otros medios. Con otros disfraces.
El “relato” es el disfraz.
Si los medios de comunicación repitieran esto, una vez y otra vez a las 12, a las 13, a las 20 horas, contaríamos con una opinión pública alerta. porque no se hace? porque quieren que ésto se ignore y que la gente no gane la calles
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