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lunes, 23 de marzo de 2015

OPINIÓN: “Relatos” y verdades. Desde el “Proceso” al presente: 39 años de entrega, sumisión e indefensión nacional. Por Horacio Micucci

OPINIÓN:

“Relatos” y verdades. 

Desde el “Proceso” al presente: 39 años de entrega, sumisión e indefensión nacional.

Por Horacio Micucci

Este nuevo Aniversario del 24 de marzo de 1976 no debe ser un día “turístico”.
No debe ser un día “festivo”. Debe ser un día de reflexión para ubicar a los verdaderos culpables. Para que no nos atrapen de nuevo los que entregan la Nación.
Aquellos que, como el tero, mientras ponen los huevos en un lado, cacarean en otro lugar.
No queremos poner palabras bien escritas, sino que queremos que estén cimentadas en luchas reales, sufrimientos propios, lágrimas de los seres queridos, convicciones comprobadas, sostenidas después de la cárcel y la tortura, o después de la defensa del territorio nacional usurpado en Malvinas.
Sostenemos desde hace rato que es necesario unir a dos movimientos que estaban juntos al principio de nuestra historia y fueron separados intencionalmente y enfrentados:
El movimiento patriótico y nacional y el movimiento democrático y popular.
Tenemos ya una historia nada despreciable en trabajar por unir lo patriótico y nacional (es decir lo antiimperialista), con lo democrático y popular (es decir lo social). 
Unir a esos dos grandes movimientos que son la clave para iniciar un camino venturoso para Argentina. Unir a patriotas y luchadores sociales de distintas vertientes ideológicas y políticas, con convicciones religiosas o sin ellas, civiles y militares, de distintas profesiones…
Aquel 24 de marzo de 1976 no había sólo un imperialismo occidental (y entre ellos, para algunos, sólo los yanquis, democráticos de palabra e imperialistas y fascistas de hecho como lo han demostrado reiteradas veces) sino que había también otro, que había dejado de ser socialista en 1957, para ser socialista de palabra e imperialista en los hechos, y socialista de palabra y fascista de tipo hitleriano en su plano interno: la ex URSS (continuada por la Rusia actual, un aliado estratégico de este gobierno)
En 1976 ambas superpotencias imperialistas, EE.UU y la ex URSS, se disputaban el mundo y también la Argentina. E impulsaban, ambas, el Golpe para derrocar al Gobierno de la Sra. de Perón.
Y ese Golpe y ese asalto a la Argentina, como se titula un libro de Julio C. González, Secretario Técnico de la Presidencia en épocas del Gobierno de la Sra. de Perón, vino a practicar un genocidio para eliminar toda posible resistencia a lo esencial de sus planes: el plan Martínez de Hoz…
El Plan de esa dictadura no era la defensa de la independencia, sino… el plan Martínez de Hoz.
La Dictadura vino a aplicar a sangre y fuego el Plan de Martínez de Hoz. Y todos sabemos que significó ese plan.
En 1978 Martínez de Hoz dijo, en el Diario La Prensa, que había que privatizar 30 ó 40 empresas del estado nacional y un número similar de empresas provinciales y que al principio sería difícil y cuesta arriba pero luego se entraría en una meseta y luego sería fácil y cuesta abajo. Una verdadera premonición de lo que ocurrió.
Algunos dicen que no hay políticas de Estado en Argentina. Hay Políticas de Estado que los que nos gobiernan cumplen. Es erróneo creer que no hay políticas de Estado en Argentina.
Las hay: son políticas de indefensión nacional, de sumisión nacional, de entrega continuada, de sufrimiento popular.
Allí tenemos a Timerman hijo, apologista del videlismo de joven, en su diario La Tarde y hoy, ministro del gobierno actual, pretendiendo dar lecciones de progresismo y de derechos humanos.
Hoy parece obvio, a la luz de lo que ocurrió, que en aquellas circunstancias todo antiimperialista, pero también todo demócrata sincero y todo luchador consecuente del pueblo, debía estar contra el golpe que se venía, más allá de sus ideas políticas personales. Más allá de partidismos. 
Pero entonces no todos lo veían así y aún hoy lo discuten.
Resulta sorprendente que algunos defiendan el Golpe de Estado que aplicó el plan de entrega y sumisión nacional de Martínez de Hoz y continuadores, cuyas consecuencias todavía vivimos. También sorprende la confusión de quienes, diciéndose progresistas, creen que era lo mismo el Gobierno de la Sra. de Perón que la Dictadura. O que era lo mismo la Dictadura que la justa recuperación patriótica de Malvinas.
Había una posición patriótica y popular en esos años: oponerse decididamente a todo golpe de estado, defendiendo al gobierno constitucional. Y hay militares que habían dado antes ejemplo de eso: el Teniente Coronel Philippeaux, a quien tuvimos el honor de conocer, se sublevó en junio del 56 para reponer al gobierno constitucional y armó al pueblo de La Pampa para lograrlo. 
El General Numa Laplane, fue desplazado por Videla y Viola del Comando en Jefe del Ejército, por su posición antigolpista ya que en un discurso, se había manifestado en contra de los “eternos románticos del golpe de estado”.
En momentos previos al golpe del 24 de marzo, había dicho la señora de Perón: “vienen a destruir las chimeneas”. Y así fue.
Y vinieron a impedir una solución nacional a los casos Italo y Aluar.
Y a evitar otras propuestas nacionales de ese gobierno.
Porque era una banda genocida, cívico militar, golpista, sostenida y apañada por las distintas potencias que disputaban su control en su seno, yanquis, ingleses y otros europeos pero también los rusos que apoyaban en los Foros internacionales al grupo Videla-Viola y bloqueaban toda denuncia por violación de derechos humanos contra ese sector.
El sector Videla Viola pagó el apoyo de la URSS en los foros de defensa de los derechos humanos violados rompiendo el bloqueo cerealero que impulsaba EE.UU. contra los soviéticos que invadieron Afganistán, convirtiendo a Argentina en “cantinero” de ese ejército ruso invasor (igual que los yanquis posteriormente en ese mismo país). Y el PC argentino apoyó, como democráticos, a Videla y a Viola, como antes lo había hecho con Lanusse. Como en el 55 había apoyado al golpe gorila. Hoy sus continuadores apoyan a este gobierno. No es casual.
Había servidores del Golpe en momentos previos. Más o menos camuflados.
Eran aquellos como Calabró, Gobernador de la Pcia. de Bs. As., amigo de los golpistas rusos y de Videla y Viola, que entregó su gobierno el 24 de marzo de 1976 entre ceremonias y felicitaciones. En su libro: Isabel, intimidades de un gobierno, el Dr. Julio C. González recuerda que cuando en las postrimerías del gobierno de la señora de Perón, la Presidente se decidió a intervenir la Provincia de Buenos Aires ante los ataques sistemáticos de aquél al gobierno nacional, en consonancia con los argumentos golpistas, fue el propio Videla el que se opuso a dicha intervención. Más aún, para fortalecer la posición del Gobernador Calabró, Videla hizo públicas felicitaciones al mismo gobernador, el 24 de diciembre de 1975.
En esos años, bandas golpistas asesinaban a patriotas y luchadores populares.
En La Plata por ejemplo, esas bandas golpistas asesinaban al Intendente de La Plata Cartier que trataba de impulsar una reunión de Intendentes para oponerse al golpe en ciernes. Todavía hoy el Intendente Cartier de La Plata no ha recibido la reivindicación y el homenaje merecido.
Eran épocas en que Rene Salamanca, líder sindical cordobés, llamaba a defender al gobierno de la Sra. de Perón contra el golpe que tramaban sectores de todos los imperialismos, incluido el ruso.
Por esos años esa posición no era fácil: todo el aparato propagandístico al servicio de los golpistas vinculado a distintas potencias imperiales, particularmente los yanquis y los rusos, actuaban en una operación de desgaste. Respecto a estos últimos fue notable la actividad del diario La Opinión de Jacobo Timerman, cuyo hijo Héctor Timerman, actual Ministro de Relaciones Exteriores, después del golpe apoyó a la Dictadura desde el diario La Tarde, que dirigía. Es que muchos supuestos “progresistas” actuales actuaron apoyando o favoreciendo la política de los golpistas.
Por eso, hoy, nuestro llamado a la unidad patriótica y democrática no son palabras bellas. Son propuestas abonadas, fertilizadas por sufrimientos, por lágrimas de seres queridos, por sangre derramada de patriotas y luchadores del pueblo.
Por esos años del Proceso, las superpotencias rusa y yanqui se disputaban el dominio de Argentina y las distintas expresiones de esas potencias y otras que rapiñaban a Argentina se expresaban en el seno de la dictadura. De la misma manera, hoy, asistimos a una disputa por quién se lleva la mayor tajada de la rapiña de Argentina. El Gobierno expresa un realineamiento a favor de Chinos y Rusos. Los que le disputan la gerencia de la entrega argentina expresan otras versiones de la distribución de la Argentina en retazos. Todos coinciden en la entrega. Todos coinciden en que Argentina y su pueblo paguen el costo del enriquecimiento obsceno de unos pocos.
Todos ellos coinciden en un futuro de republiqueta para Argentina
Una republiqueta sojera, minera, petrolera, pesquera integrada como país dependiente al mundo “globalizado” (como se dice ahora), mundo en crisis que quiere hacérsela pagar a los pueblos y a los países oprimidos y dependientes como el nuestro. País dependiente y con una parte de su territorio usurpado por el colonialismo imperialista inglés, en Malvinas, Islas del Atlántico Sur y mares adyacentes. País indefenso, con balas para combatir una hora, como ha reconocido la ex Ministra Garré hace un tiempo, lo que significa que nuestras tierras, nuestros mares y nuestro espacio aéreo están en completa indefensión. Y, lo que es peor, están en completa indefensión las mujeres y hombres de nuestra Patria que son el elemento principal de las fuerzas productivas del país y en los cuales reside la verdadera Nación, como decía Ramón Carrillo.
Debemos aprender de la disputa entre las superpotencias por el dominio de Argentina en 1976 y sus consecuencias porque hoy también Argentina es terreno de disputas entre potencias. Y muchos de los hechos que impactan a la población en estos días son una expresión de esas disputas. También lo es ese minué político al que asistimos con sus raras convergencias y divergencias...
La Sra. Presidente avanzó en acuerdos que profundizaron la relación con China en lo que ella y el presidente chino llamaron “una alianza estratégica integral”, y con Rusia avanzó en “una alianza estratégica”. Además de los acuerdos con China sobre inversiones en obras públicas, financieros, atómicos y de otros rubros, se acordó instalar una base militar china en Neuquén.
Nunca se entregó una base militar a una potencia extranjera. Esa base puede hacer un seguimiento estratégico de la base inglesa en Malvinas, la más importante de la OTAN en el Atlántico Sur, clave para el dominio de ese océano y los pasos interoceánicos. Por algo el nuevo embajador yanqui dijo de los convenios con China: “Es un tema que seguimos muy de cerca, sabemos que para el gobierno argentino es muy importante”. Además, la Sra. Presidente le entregó el dispositivo antártico argentino a Rusia, con lo que también le abrió la puerta a este imperialismo en el Atlántico Sur y la Antártida.
Por ese camino nuestra Nación será desgarrada y nuestro pueblo sufrirá indecibles dolores.
Es mentira que haya que depender de un imperio para defendernos de otro. Parafraseando al General Mosconi, no elijamos entre la soga de seda o la de cáñamo con la que nos van a ahorcar.
Aprovechemos la experiencia. Que los sufrimientos y dolores anteriores no sean en vano.
Conozcámonos y unámonos antes de ocupar las futuras trincheras necesarias.
Trabajemos para desarrollar las fuerzas intelectuales y materiales para hacer realidad la genial frase introducida por el diputado Medrano al Acta de nuestra Independencia: “independientes de toda dominación extranjera”.
Unamos lo popular democrático a lo nacional patriótico.
Hoy somos un país desgarrado por la disputa entre las potencias imperiales de un mundo multipolar: Chinos, Yanquis, ingleses, europeos, rusos pastorean en nuestro patrimonio nacional, lo esquilman, nos desangran…
Mientras que se dice que no hay dinero para pagar el 82 % móvil a los jubilados, las megamineras pagan ínfimas regalías por llevarse oro, plata y minerales estratégicos. Inclusive, como explotan a ambos lados con la frontera con Chile aprovechando la legislación minera de Menem, se da la paradoja que la misma minera paga más impuestos del lado chileno que del lado argentino.
El carácter de país dependiente rapiñado por varias potencias se pone de manifiesto en el petróleo. Ingleses, rusos, chinos, yanquis, franceses y otros se quedan con nuestra riqueza hidrocarburífera. La segunda empresa petrolera, Panamerican Energy, es 60% de British Petroleum, de los ingleses que usurpan nuestras Malvinas. El otro 40% es de Bridas (propiedad de los Bulgueroni, que explotan en el Mar Caspio subordinados a la Rusia de Putín, y de la empresa china CNOOC). Se ha celebrado un contrato con cláusulas secretas con CHEVRON. Se impuesto una ley hidrocarburífera más entreguista que la ley de Onganía, que estaba en vigencia hasta hace poco. La empresa Occidental Petróleo ha sido comprada por Sinopec (China). Los ingleses que están asentados del lado continental, también exploran petróleo en el área marítima usurpada correspondiente a Malvinas.
 Mientras tanto nuestro mar está indefenso. Carecemos de capacidad para su control.
Veinte millones de hectáreas fértiles, sobre 32 millones en total, están en manos de terratenientes extranjeros. Benetton declara poseer 1.250.000 hectáreas. El terrateniente inglés Lewis tiene, con autorización del Ministerio de Defensa, un aeropuerto del tamaño del Jorge Newery de la Ciudad de Buenos Aires, a la altura del paralelo 42, en el cual pueden desembarcar en dos horas aviones asentados en Malvinas y partir el territorio continental en dos.
Siguen vigentes los Tratados del Londres y Madrid, denunciados por el Dr. Julio C. González en uno de sus libros, que reglamentan nuestra indefensión nacional y son verdaderos estatutos de rendición y sumisión a Inglaterra.
Se sigue pagando la Deuda Externa ilegítima, usuraria, fraudulenta y odiosa, denunciada por el patriota Alejandro Olmos.
En esta dramática situación urge unir a militares como Philippeaux, como Mosconi, como Perón junto a los Scalabrini Ortiz, los Silenzi de Stagni (insigne defensor de la propiedad estatal del petróleo argentino y sus derivados), los Alejandro Olmos (protagonista de una lucha de décadas contra el pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta) y, por que no, a los Julio C. González y a los luchadores populares y sociales y los continuadores de Leandro Alem, en el camino de una Revolución de Democracia Grande, de Nueva Democracia y de Independencia Nacional, que establezca un Estado de nuevo tipo, que represente los intereses patrióticos y populares.
Unamos a los obreros (que pagan impuestos al trabajo mientras el juego y la renta financiera están exentos) con los productores del campo que ocuparon las rutas en la rebelión agraria, con los comerciantes de la ciudad y el campo, con los verdaderos empresarios nacionales (no aquellos que trabajan para las aves carroñeras que rapiñan nuestra Nación), con profesionales, estudiantes e intelectuales.
Próximos también a un nuevo Aniversario del 2 de abril, ayudemos a lograr una Argentina con sus Malvinas reconquistadas donde haya alimento para cada uno, techo y lecho para cada uno, trabajo para todos, salud y educación como derecho de cada uno y tierra para el que la trabaja y para vivienda.


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