SOBRE CRISTÓBAL
LÓPEZ Y LA "CORPO K"
El Grupo K y el uso del Estado para hacer crecer un grupo económico propio
Juegos de
azar y poder: Cristóbal López, un imperio al amparo de los Kirchner
Por
Carlos Pagni | LA NACION
23 de marzo de 2015
Cristóbal López se está convirtiendo en una figura clave en la marcha
del kirchnerismo hacia la salida del poder. Acaba de comprar la productora
televisiva La Corte. Gracias a esa adquisición, se convirtió en el
administrador exclusivo de las apariciones audiovisuales de Cristina Kirchner.
El Estado transfirió así la imagen y el sonido de la Presidenta a uno de los
empresarios predilectos de la familia gobernante. ¿Cómo no agradecer tanta
sinceridad?
Desde 2003 López acumuló una fortuna incalculable gracias a las
prebendas otorgadas por los Kirchner. Creó un imperio basado en el negocio de
las apuestas, pero evolucionó también en la explotación de servicios
energéticos, adquirió las secciones de refinación y distribución de
combustibles de Petrobras, incursionó en la actividad agropecuaria y, desde
hace un par de años, está blindando todas sus empresas con una cadena de medios
periodísticos.
Este desarrollo hubiera sido imposible sin la promoción sistemática del
Estado. La cesión de la palabra oficial es la coronación simbólica de ese
proceso. Quien había prometido democratizar todas las voces privatizó la suya.
Para López se trata de un debate ocioso. Él pagó 15 millones de dólares
por otro contenido. Además de las presentaciones presidenciales, La Corte
ejerce el monopolio de la televisación del fútbol. Ese negocio estaba en manos
del Grupo Clarín, hasta que la señora de Kirchner se lo arrebató, acusándolo de
ser "secuestrador de goles". Ahora los secuestrará su amigo.
Estos movimientos forman parte de un business plan al que le falta
consumar una etapa decisiva: la captura de la AFA.
Con el dominio de los campeonatos y de las transmisiones, López
multiplicaría al infinito su dominio sobre los juegos de azar: inauguraría las
apuestas deportivas, su sueño inalcanzable.
En la elaboración de esta jugada el empresario cuenta con un socio
decisivo: a Máximo Kirchner lo obsesiona montar este negocio. Por eso se reunió
en Olivos con Marcelo Tinelli, socio de Cristóbal en Ideas del Sur, secretario
de prensa y relaciones públicas de la AFA, y vicepresidente de San Lorenzo. En
la comisión directiva de ese club participa Emiliano López, heredero del rey de
las tragamonedas. Al hijo de la Presidenta le gustaría convertir a Tinelli en
el nuevo Julio Grondona para, de ese modo, avanzar con los proyectos
comerciales que fantasea con López. Grondona murió atormentado por las
presiones oficiales para que abra su negocio. Máximo, con la ayuda de
Cristóbal, va en esa dirección. Es el principal objetivo de La Cámpora.
La posibilidad de convertir al país en un gran casino con cada partido
de fútbol sería la última fase de una evolución que Cristóbal no hubiera
conocido si no fuera por su relación con los Kirchner. Él ingresó al rubro del
juego cuando todavía era "el rengo López", un empresario gris de Rada
Tilly, apodado así por la secuela de un balazo en una pierna. "Como mi
especialidad era ganar licitaciones, me di cuenta de que podía quedarme con el
juego", explica, risueño, cuando cuenta cómo adquirió la primera sala. Al
poco tiempo se concursaban los casinos de Santa Cruz, y él hizo llegar a través
de un familiar un mensaje a Néstor Kirchner: "Yo le ofrezco más plata y
menos problemas". Fue el nacimiento de un vínculo que se consolidó durante
la campaña presidencial del año 2003: Kirchner no habría llegado a la Casa
Rosada sin la ayuda de López.
Cuando el santacruceño llegó al poder, Cristóbal ya había instalado 150
tragamonedas en Palermo. Fue el auxilio que Jorge Rossi y Carlos Gallo, los
hombres de Eduardo Duhalde en Lotería Nacional, ofrecieron al concesionario del
hipódromo, Federico Achával, quien alegaba no poder pagar el canon por lo poco
que rendían las carreras. Entrar allí fue una demostración de audacia de López:
la concesión de Lotería era precaria porque la ciudad venía reclamando la
jurisdicción sobre el juego, y ya había conseguido un dictamen favorable del
procurador ante la Corte.
Kirchner, con su triunfo, se convirtió en un factor crucial del éxito de
López. Para las elecciones municipales del año 2003 prometió a Aníbal Ibarra
que lo adoptaría como candidato si admitía renunciar al reclamo porteño sobre
el control de las apuestas. Ibarra aceptó y la Legislatura, en una sesión
turbulenta, aprobó el pacto. Buenos Aires resignaría esa potestad ante Lotería
Nacional, que le transferiría a cambio de una parte de lo recaudado. El
convenio salió de la pluma de Carlos Zannini . Así nació esa maravilla
progresista llamada "transversalidad".
Dos años más tarde, en 2005, en el paraíso fiscal de Nevada, quedó
registrada la sociedad Val de Loire. Achával reconoció que era socio del
hipódromo. Pero fechó su nacimiento en 1996. Tal vez se le embrollaron dos
pasiones, el turf y los negocios. Porque para esa época el único Val de Loire
que había nacido era un zaino, hijo de Il Corsaro y Val de Etoile, que tuvo una
discreta performance en las pistas hasta el año 2003. Paul Singer, el líder de
los holdouts, pidió que se investigue si la firma Val de Loire administra
dinero de los Kirchner o, mejor dicho, dinero del Estado del que López y los
Kirchner se apropiaron. Hasta ahora su gerente, el misterioso Edmund Ward, no
ha sido llamado a declarar por la justicia norteamericana.
Al año siguiente de la constitución de Val de Loire, en 2006, López se
quedó con el 50 por ciento de los casinos flotantes de la Costanera Sur. La
adquisición no fue amigable. Los catalanes de Cirsa, la compañía que explotaba
esos casinos, debieron ceder las acciones después de que personal de
Inteligencia descubrió que transportaban 500.000 euros disimulados en cajas de
jamón. Las negociaciones para incorporar a Cristóbal a la empresa se llevaron a
cabo en el Hotel Hilton. Los españoles quedaron sorprendidos: cada decisión era
consultada por teléfono con Zannini, que conducía las tratativas desde la Casa
Rosada.
Para la misma época, Zannini intentó que el amigo de los Kirchner
desembarcara en Córdoba con sus tragamonedas, a cambio de financiar la campaña
electoral de Luis Juez, el intendente. Fue lo que denunció el propio Juez,
después de que Elisa Carrió narró el episodio.
En 2007, Kirchner se despidió del poder con un gran regalo a López.
Cinco días antes de transferir el mando a su esposa, firmó con su hermana
Alicia y Alberto Fernández un decreto por el cual prorrogaba el vencimiento de
la concesión del hipódromo desde 2017 hasta 2032. A cambio,
"obligó" a López a instalar otras 1500 tragamonedas en la sala. Para
esa fecha, las 150 de 2002 se habían convertido en 3000. Ese presente se basó
en un informe de Roberto López, el encargado de satisfacer los deseos de su
homónimo Cristóbal en Lotería Nacional. El texto pasará a la historia del
derecho administrativo: justifica la extensión en las virtudes del empresario
como padre de familia.
Cuando Mauricio Macri se hizo cargo del gobierno porteño, siguió en la
senda de Ibarra. Es decir, mantuvo la complicidad en el negocio del juego. No
sólo convalidó el acuerdo de 2003, en el que la ciudad resignaba sus
atribuciones. En 2008 estuvo a punto de profundizarlo, pero se detuvo ante una
denuncia de este diario. Los encargados de llevar adelante las tratativas entre
Macri y López fueron desde entonces Nicolás Caputo, socio del jefe de gobierno,
y su amigo Achával, el concesionario del hipódromo. Kirchner se burlaba de
ellos: "Te avisé, López, Macri no te va a cumplir, es pecho frío".
Para el santacruceño, hacer negocios con decretos entrañaba una forma de
coraje.
En 2009, Cristóbal López consiguió que su álter ego, Roberto López,
licitara la captura online de apuestas de lotería en la ciudad de Buenos Aires.
Fue un proceso escandaloso, porque el pliego parecía realizado para el amigo de
la Presidenta, sobre todo porque era el único capaz de satisfacer los
antecedentes que se exigían. El responsable legal de Lotería, Guillermo Mahle,
corroboró esa impresión cuando fue descubierto en el bar 33 Billares recibiendo
indicaciones del abogado de la empresa ganadora. La justicia en lo contencioso
administrativo convalidó las irregularidades. Y el instituto porteño del juego,
que conduce el macrista Néstor García Lira, guardó silencio, a pesar de que
Gtech, una de las empresas afectadas, denunció el favoritismo.
Para desarrollar este negocio, López se asoció a los griegos de
Intralot, con quienes compró la plataforma de registro digital de apuestas
Tecnoacción. Los fondos para esa adquisición corrieron por cuenta de Intralot.
López pagaría su parte con los dividendos de la compañía. Es un modelo de
captura que en el mercado kirchnerista se conoce como "la gran
Eskenazi".
El 9 de diciembre de 2013, cuando se celebraba la última sesión del año,
Macri envió a la Legislatura un acuerdo entre Lotería y el Instituto porteño
por el cual se eximía a los casinos el pago de Ingresos Brutos. Lo aprobaron
kirchneristas y macristas sin que lo estudiara una comisión o se discutiera en
el recinto. La redacción es tan ambigua que permite a Cristóbal reclamar la condonación
de todo lo que adeuda por ese gravamen. Las autoridades porteñas juran que
seguirán reclamando el cobro en la justicia nacional. Es una promesa curiosa:
el principal considerando del convenio explica que a López no se le puede
exigir que pague porque esos tribunales lo protegen. La famosa "justicia
cautelar" que tanto indigna a la Presidenta.
El idilio entre Macri y López tuvo un percance hace dos semanas, cuando
LA NACION publicó que Lotería Nacional estaba armando un pliego de licitación
para que su favorito se quedara con los cinco bingos porteños, y que el
Instituto de la ciudad mantenía silencio. García Lira reaccionó ante esa
información y exigió a Lotería que anule el proceso. La continuidad del trámite
es un enigma. Cristóbal ya profetizó ante los dueños de los bingos: "Me
voy a quedar con todo, gratis". A él le gusta cumplir con su palabra.
Confiado, Cristóbal López les habría dicho a empresarios de bingos: 'Me
voy a quedar con todo, gratis'
Otros mandatarios siguen siendo comprensivos con el inquilino de los
hoteles, departamentos y cocheras de la Presidenta. Daniel Scioli, por ejemplo,
intercedió para que Antonio Tabanelli, el titular de Boldt, lo aceptara como
socio en el casino de Tigre. López controla ahora el 50 por ciento de esa sala.
La cordialidad con este amigo de la Presidenta es otra de las garantías que
siempre brindó Scioli a la continuidad del kirchnerismo. Debe haber aprendido
del ejemplo de Felipe Solá, cuyo principal conflicto con la Casa Rosada se
debió a la resistencia a que López ingrese en la provincia. Ahora, para evitar
cualquier malentendido, Scioli mantiene como funcionario de su lotería a Carlos
Gallo, el mismo que habilitó las primeras tragamonedas de Cristóbal en Palermo.
Gracias a estos ángeles custodios el empresario pudo quedarse con los bingos de
Olavarría y Polvorines y trasladar, como si tuviera rueditas, el de Villa
Gesell hasta Ezeiza.
Fuera de la caparazón de las prebendas estatales, a López le cuesta
sobrevivir como empresario. Lo demostró en su fallida incursión por los Estados
Unidos. En 2013, compró un casino en Dania Beach, en el estado de Florida.
Antes de hacerlo, se presentó en la embajada norteamericana para explicar que
era un correcto hombre de negocios que había acumulado su fortuna mucho antes de
conocer a los Kirchner. Pero en Dania demostró que sin los Kirchner le cuesta
prosperar. La sala que inauguró con una fiesta para la que contrató a Susana
Giménez como una especie de madrina quedó clausurada a los seis meses por un
problema impositivo. Trescientos empleados quedaron en la calle. Además, como
reveló LA NACION, López se asoció a una liga de testaferros profesionales a los
que debió comprar su parte para no agravar los problemas legales en ese país.
Al final entregó el casino a una compañía de Miami, más acostumbrada a
competir.
El impresionante avance del negocio del juego es uno de los legados más
visibles de la era kirchnerista. Su rostro es López, que cubre más del 80 por
ciento del mercado. Este empresario explota 33 casinos. Entre ellos el de
Palermo, que es el mayor del planeta: entre las 20 ciudades más grandes del
mundo no hay ninguna que cuente con 4500 slots instalados en una sala en pleno
centro urbano. También regentea, bajo la mirada del Partido Socialista de
Hermes Binner, el casino de Rosario. Es la mayor sala de juegos de mesa del
país. Está instalada frente a la gran villa de emergencia de la que se
enseñorearon Los Monos para el tráfico de drogas.
La vida pública argentina se caracteriza por su fragmentación. Los
actores más relevantes no dialogan entre sí. A contraluz de esa dispersión
sobresale la silueta de Cristóbal López. Él ha conseguido que el juego se
convierta en una política de Estado
Al calor
del poder: la expansión de Cristóbal López en energía y medios
Por Carlos Pagni | LA NACION
24-03-2015
Cristóbal López es, con Lázaro Báez, el
empresario que más agradecido debe estar por la década ganada. Sin embargo, si
se comparan las fortunas acumuladas y los negocios adquiridos, se advierte que
Lázaro es sólo una maqueta de Cristóbal.
La incalculable masa de recursos obtenidos por López en el campo de las
apuestas aceleró su desarrollo en otras actividades. Sobre todo, la energía, a
la que estuvo ligado en sus orígenes como proveedor de servicios de YPF . Si
bien el petróleo es un rubro muy distinto a las tragamonedas, el modelo es
siempre el mismo: los Kirchner pusieron a disposición de su amigo zonas
completas del Estado, para que él incrementara su riqueza a base de decretos.
Cristóbal condensa en su carrera un modo de entender los negocios, la relación
de lo público con lo privado, el financiamiento de la política y el
enriquecimiento de los líderes políticos, que ha teñido los últimos 12 años de
la vida pública argentina.
Los servicios incondicionales que brindó Roberto López, en Lotería
Nacional, fueron prestados en Enarsa por Exequiel Espinosa. Cuando Néstor
Kirchner lo designó al frente de la nueva empresa estatal, Espinosa seguía
figurando como empleado de Cristóbal en la empresa de servicios petroleros Oil
M&S. Por culpa de esta superposición López no pudo competir por un negocio
estratégico: la administración de la base de datos del subsuelo, que el Estado
kirchnerista delegaría en un privado.
Cristóbal López condensa en su carrera un modo de entender los negocios,
la relación de lo público con lo privado, el financiamiento de la política y el
enriquecimiento de los líderes políticos
Enarsa licitó en 2007 la elaboración de esa plataforma de información,
decisiva para la industria energética. La ganadora fue Registros Mineros
Argentinos SA. Fue casi una sorpresa saber que esa sociedad estaba formada por
empleados de López: Carlos Leone, Raúl Zamora, Osvaldo De Souza, Marcelo
Fiordelli, Alfredo Suárez del Solar y Mauro Sánchez. Casi todos eran compañeros
de trabajo de Espinosa. Muchos fijaron domicilio en las oficinas de Oil
M&S. Había ganado López.
Gracias a este concurso para administrar la base de datos del subsuelo,
los Kirchner transfirieron a Cristóbal, que es un empresario petrolero, una
información que le daba ventajas inapreciables frente a sus competidores.
Además, le pagaron 2 millones de dólares por comenzar a organizar la
información, 195.000 dólares mensuales por auditorías y otros 360.000 por
procesamiento de contenidos. El matrimonio no había descubierto todavía el
concepto de "soberanía energética", que comenzó a imponerse en 2012,
con la estatización de YPF .
Para la época en que ponía en manos de Cristóbal esa herramienta
privilegiada, Kirchner forzaba a Repsol a ceder a otro amigo, el famoso
"experto en mercados regulados" Enrique Eskenazi, el 25% de YPF casi
sin poner una moneda. En vez de hacer una escena de celos, López comenzó a
desplazar competidores. Oil M&S y Serma, su compañía de remediación ambiental,
multiplicaron al infinito sus contratos con YPF. En mayo de 2010, Ricardo
Celli, el presidente de la cámara del sector, denunció este favoritismo y lo
atribuyó a "afinidades kirchneristas" entre los Eskenazi y López.
Con la gestión de Miguel Galuccio esas compañías se expandieron más en
YPF. Sólo en la cuenca neuquina Serma tiene convenios en 14 yacimientos. Además
Galuccio contrata a Oil M&S servicios de transporte, operación de pozos y
tratamiento de residuos.
Los Kirchner siempre vigilaron los movimientos de Oil M&S como si la
empresa fuera propia. Al frente de la compañía estuvo durante años Fabián De
Souza, un comprovinciano de López. Pero, por si le retaceaban alguna
información, el matrimonio instaló en una oficina lindera a la de De Souza a Osvaldo
Sanfelice, el célebre "Bochi", que regentea la inmobiliaria en la
que, según dicen, trabaja Máximo Kirchner .
En 2011 López pegó un estirón al comprar a Petrobras la refinería San
Lorenzo y una red de estaciones de servicios. Esos activos se abonaron con
impuestos impagos por un monto de $ 1200 millones. Formidable negocio para el
amigo de la Presidenta, ya que la AFIP ofreció un plan de regularización a 10
años con una tasa de interés inferior a la inflación. Cristóbal tuvo acceso de
este modo a delicias que el "proyecto nacional y popular" reserva
para pocos: por ejemplo, utilizar a la AFIP como banca de fomento.
El escándalo de corrupción que estalló en Brasil alrededor de Petrobras
terminó complicando a López. João Augusto Henriques, un gestor de negocios del
PMDB brasileño, reveló que en esa operación se pagaron coimas por 10 millones
de dólares. La "propina", como la llamó Henriques, circuló a través
del Uruguay. Pero las tratativas se realizaron en el hotel Hilton, igual que
cuando hubo que arrancar el 50% de los casinos flotantes a los catalanes de Cirsa.
Los camareros del Hilton acaso no sepan que si un día se transformaran en
escritores, voltearían un gobierno.
El zar de las tragamonedas es obstinado. Ahora compite con Eduardo
Eurnekian para comprar lo que queda de Petrobras en la Argentina. La petrolera
brasileña debe desprenderse de esos activos para paliar la crisis financiera
derivada de su escándalo de corrupción.
López utilizó también al Estado como palanca para enriquecerse con el
negocio de la soda solvay, un insumo para la industria del vidrio y de
productos de limpieza. Al poco tiempo de que compró Álcalis de la Patagonia, la
Aduana prohibió el ingreso de su producto por el puerto de Campana, el más
cercano a las productoras de jabones. Los competidores de Cristóbal deberían
aumentar sus precios por el mayor costo de los fletes. Después Guillermo Moreno
se encargó de agregarles complicaciones con licencias especiales de importación
con finalidades estadísticas. El kirchnerismo suministró a su empresario
favorito un nuevo coto de caza.
El zar de las tragamonedas es obstinado. Ahora compite con Eduardo
Eurnekian para comprar lo que queda de Petrobras en la Argentina.
En sus conversaciones con los Kirchner, López siempre sostuvo una
doctrina: hay que acumular dinero para la retirada porque los jueces, tarde o
temprano, se dan vuelta. Es la enseñanza que los kirchneristas aprendieron de
sus mayores menemistas. Cuando, hacia comienzos de 2009, se desató la disputa
con el Grupo Clarín, Cristóbal advirtió que a su tesis le faltaba una sección:
también había que adquirir medios de comunicación.
A partir de 2011 el amigo de la Presidenta se propuso blindar sus
negocios con un anillo periodístico. La adquisición más importante fue el grupo
Infobae, que había fundado Daniel Hadad. Para esa transferencia fue necesaria
la complicidad de Martín Sabbatella, el titular de la Afsca. El holding que
Hadad vendió a López contaba con más emisoras de radio y TV que las que
permitía la ley de medios. Y en el momento en que se realizó la transacción los
plazos para la adecuación habían vencido. De modo que Hadad debería haber
regularizado su situación antes de vender. Pero López pudo quedarse con el
multimedios sin objeción alguna por parte del Gobierno. Es más: cuando cerró el
contrato, Hadad recibió seguridades de que la AFIP dejaría de investigarlo.
Sabbatella sigue siendo complaciente. López compró también el canal 27
de UHF, que se transformará en una emisora de aire con tecnología digital. Como
la posesión de esa señal excede el número de licencias permitidas por la ley,
la Afsca emitió una resolución a medida de Cristóbal para que pueda
transferirla a quien él determine. ¿Quién se quedará con ese valioso canal de
aire? ¿Un extraño o un empleado de López? Hagan sus apuestas.
López puso al frente de C5N, Radio 10 y el resto de las empresas
periodísticas al mismo De Souza que le manejaba los negocios petroleros. Un Da
Vinci, De Souza. Se trata del hermano de Osvaldo De Souza, socio de la compañía
que se quedó con la base de datos energéticos. Osvaldo también es versátil.
Durante años fue el encargado de gerenciar la constructora de Cristóbal, gran
beneficiaria de contratos del Estado. Pero el año pasado, por inconvenientes
nunca aclarados, fue despedido. El otro De Souza, Fabián, sigue siendo una
pieza clave del cristobalkirchnerismo. Desde que vivía Néstor Kirchner se fue
convirtiendo en el responsable de la relación cotidiana con la Casa Rosada.
Gracias a esa afinidad, este contador de Comodoro Rivadavia pudo inspirar en el
ex presidente la primera versión del controvertido blanqueo de capitales que la
Presidenta sigue prorrogando. Para varios empresarios que conocen la intimidad
material del mundo Kirchner, con el correr de los años De Souza empezó a jugar
un papel preponderante: se habría convertido en el guardián de los intereses de
la familia en el universo empresarial de López. Es una hipótesis.
En las últimas semanas Cristóbal agregó a su anillo mediático el diario
Ámbito Financiero y su subsidiaria, el Buenos Aires Herald. La apropiación de
la publicación fundada por Julio Ramos debería plantear alguna contradicción al
kirchnerismo. ¿Qué opinará Axel Kicillof de que un banquero maneje también un
medio vinculado con las finanzas? López adquirió en su momento una
participación en Finansur, que todavía figura como una de sus posesiones en los
portales del Grupo Indalo. Pero el Banco Central aún no aprobó esa adquisición,
por lo que el control del banco sigue en manos de los Sánchez Córdoba. Menos
mal: la condición de financista podría volver más complicada la situación de
López ante la justicia de los Estados Unidos, que investiga algunas de sus
sociedades por presunto lavado de dinero.
La compra de Ámbito Financiero desató una agria competencia con Daniel
Vila y José Luis Manzano. Pero el dueño del diario, Orlando Vignatti, descubrió
gracias a un llamado del Gobierno a quién debía vender. Para él fue una
alegría: es socio de Vila y Manzano en La Capital de Rosario, y los detesta.
Vignatti vendió Ámbito Financiero y el periódico rosarino El Ciudadano. Una
página importante para López, que debe proteger su casino en Santa Fe.
El grupo al que se integra Ámbito Financiero ya cuenta con la productora
Ideas del Sur, el canal C5N, la AM Radio 10 y las FM Pop, Mega, Vale y One,
además del portal Minuto Uno. Radicado en la ciudad de Buenos Aires, ese
multimedios opera como gendarme del gran negocio de su dueño: los casinos que
debería vigilar la administración Macri. No debería sorprender que, en
cualquier momento, se sume también Página 12 a la cadena. López también controla el
diario Patagónico, FM del Mar y Canal 9, en Comodoro Rivadavia, la otra sede de
sus actividades. Allí libra otra guerra: desde hace años aspira a quedarse con
Cerro Dragón, el yacimiento de la familia Bulgheroni. La idea más reciente es
que esa joya de la industria petrolera pase a YPF con Oil M&S como
contratista principal.
En la construcción del reino de Cristóbal jugaron a favor sus
condiciones personales. Desde el primer día fascinó a Kirchner con su
discreción. Nunca tuvo reparos en abrir la billetera cuando se necesitaba.
Tampoco curiosidad por el destino político del dinero que se le pedía. Aprendió
desde un comienzo la lección que se le solía escuchar a Jorge Antonio, santo
patrono de todos los "expertos en mercados regulados": "Quien
quiera hacer negocios con el Estado debe saber que su principal activo es el
lugar en la mesa del poder".
La percepción intuitiva de esta regla proporcionó a López un destino más
venturoso que el de los Eskenazi, que competían con él por el favor del
matrimonio gobernante. López y Eskenazi ocuparon una categoría similar: cuando
el entonces gobernador de Santa Cruz los conoció ya tenían un pasar acomodado.
Es la gran diferencia con Lázaro Báez, un invento absoluto de los Kirchner. Un
gobernador que conoce las entrañas del kirchnerismo pecuniario explica, en voz
baja, lo siguiente: "Cristóbal se consagró como amigo de la familia cuando
murió Néstor. Jamás objetó una coma de lo que se le exigía. Una diferencia
abismal con los Eskenazi, que comenzaron a discutir con Máximo por los porcentajes.
Así perdieron YPF". En esta versión, la figura de López aparece
estilizada. Allegados a los Kirchner aseguran que, en realidad, interpuso
cierta resistencia a respetar algunos acuerdos comerciales. Hasta insinúan que
fue necesario recurrir a los servicios de Antonio Stiuso para convencerlo.
Habladurías. Lo cierto es que al cabo de los años la Presidenta sigue confiando
en él.
Esta fidelidad se pone en juego en estos días. Con la imagen de Báez
carbonizada, López juega un papel decisivo al lado de los Kirchner: es el
responsable de que a toda una arquitectura de negocios no llegue también el
desgraciado fin de ciclo...
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