Macri y Kirchner: los
Chinos como el tero
por
Ignacio González Lowy
Miércoles, 18 de Marzo de 2015
La cena organizada por Macri confirma algo que ya era un
secreto a voces: “los chinos” (el establishment y el gobierno de la República
“Popular” China) no se van a quedar con una sola carta en el juego. Como los
teros, ponen huevos en distintas canastas.
Los “chinos K”
¿Qué no se ha dicho aún sobre la penetración del imperialismo chino en
Argentina de la mano del gobierno de CFK? La expansión de la frontera de la
soja para hacer frente a las demandas del “gigante asiático”; el destino de
diez mil millones de dólares en la compra de trenes a la China que podrían
haber costado la mitad si se hubiesen invertido en reabrir las fábricas
ferroviarias en nuestro país (con las obvias consecuencias que acarrearía esta
decisión en la generación de trabajo y reactivación industrial); los “acuerdos”
serviles en los que Argentina contrata en forma directa (sin licitación)
negocios multimillonarios siempre a favor de empresas chinas (los acueductos
entrerrianos y las represas patagónicas son los ejemplos más escandalosos),
siempre con cláusulas secretas y con arbitraje en Europa y con la legislación
británica como última “garantía”; la instalación de una base con obvios fines
estratégico-militares en Neuquén, con cesión de soberanía y exenciones
impositivas echas a la carta para los “investigadores” chinos; son sólo
expresiones de la alianza estratégica integral que han construido los gobiernos
de CFK y de Xi Jimping, expresada en el Convenio Marco de Cooperación Económica
e inversiones y el Plan de Infraestructura de 5 años. En todos los casos, China
pone tecnología y desarrollo industrial propio, y Argentina relega recursos,
mano de obra, tierras y materias primas.
El “chino” Macri
La cena organizada por Mauricio Macri este martes por la noche en la
Sociedad Rural porteña, para recaudar fondos para su campaña presidencial,
juntó algo más de 120 millones de pesos. Cada empresario pagó 50 mil por su
asiento.
La ¿novedad? radicó en que varias de las mesas fueron ocupadas por al
menos 40 empresarios chinos que fueron convocados por el candidato macrista a
legislador porteño Fernando Yuan. Fernando, dicho sea de paso, es chino (nacido
en China, en este caso no hay metáfora) y referente de la Cámara Argentino
China de la Producción, la Industria y el Comercio.
Los empresarios chinos que concurrieron a la cita no son paracaidistas.
Saben que Macri podrá ser pro-yanqui “para la gilada” (o sea, algunos pasquines
salidos de las usinas del gobierno nacional) pero que, tal como declaró el
propio martes 17 por la mañana en su entrevista con el periodista Jorge Lanata
por Radio Mitre, “yo soy amigo de la República de China… siempre lo dije, apoyo
y creo en la alianza con China”. En dichas declaraciones, apenas se animó a
criticar tibiamente que los negocios del gobierno nacional con empresas chinas
fueran por adjudicación directa. De hecho, sobre los acuerdos de entrega y
remate de nuestros recursos a la China (impulsados por el kirchnerismo el año
pasado), Macri se limitó a decir que son "una buena idea" pero
"mal hecha”.
Si a esto le sumamos que el propio Macri anunció el año pasado que el
gobierno porteño financiaría la compra de jugadores chinos por parte de los
clubes Boca, River, San Lorenzo y Vélez; los acuerdos “llave en mano” para los
subtes porteños con empresas chinas; y el pequeño detalle de que Franco Macri
(padre de Mauricio, con quien discuten para la tele y para “la gilada” cada
tanto) es el representante máximo de los negocios “argenchinos” y de las
empresas de Pekín en Argentina; la presencia oriental en la cena del martes se
explica como más coherente que sorpresiva.
¿Otras opciones?
Se abre así un particular panorama en el que dos de las fuerzas
políticas (FPV y PRO) con más chances mediático-electorales (o sea, con más
chances electorales según los medios masivos) están solapada o descaradamente
(según los momentos y las oportunidades) al servicio de las empresas y de los
intereses económicos de una de las naciones imperialistas de mayor crecimiento
en la última década.
Desde ya que hay otras opciones: el más clásico “yanqui” Sergio Massa
(las filtraciones de Wiquileaks lo “escarchan” en su servilismo a la embajada
del norte), los “progresistas” que no definen qué hacer desde que Binner
prefirió volver a Santa Fe para no perder su provincia, y opciones de corte
nacional y popular como la del Frente Popular (con referentes como Víctor De
Gennaro, Juan Carlos Alderete y Claudio Lozano), entre otras con más
contradicciones (como el FIT que incluye al PTS, partido que no identifica como
imperialismo a China).
Sin dudas, el escenario está complicado si uno lo mira desde las
opciones que a nivel mediático se imponen como las excluyentes, pero también es
cierto que miles de jóvenes y no tan jóvenes recorrerán en estos meses las
calles y rutas del país militando otras opciones que se acercan o se alejan de
aquellas.
La pelea es despareja y mientras unas campañas manejan todos los
recursos del Estado (corren como “promoción turística” de Entre Ríos los
cientos de miles de pesos que nos cuestan a los entrerrianos las palmeras en
Mar del Plata, las comparsas en Mendoza y las reiteradas entrevistas materas de
Urribarri con Fantino, sólo por ejemplo), otras disponen de los millones de
pesos que cuesta volcar el aparato de los multimedios en su apoyo; habrá otras
que sólo contarán con la militancia de sus simpatizantes e integrantes.
Sacarle la careta a los candidatos del “establishment” y pispear más de
cerca para quién están jugando, será parte necesaria de la partida.
Publicado por Río Bravo el 18 de marzo
de 2015.
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